Tras pasar desapercibidos por el complejo, al fin llegáis al despacho del general Popov. Su secretaría no os hace esperar mucho y os invita a pasar.
Marshall miró por última vez al profesor Wataba para confirmar el plan. Decir que el teniente tardaba demasiado como para que el profesor se sintiera seguro y le pidió que le llevara. Respecto al cubo, esperaba que Wataba tuviera alguna excusa, sino tendría que ver cómo actuaba entonces...todo se vería.
Agradeció a la secretaria sus funciones y pasó junto con el profesor al despacho de Popov, llevando la silla de ruedas delante suya.
Nikolai comenzó a retirar el casco, las gafas y el resto de cosas que cubrían la identidad de Wataba para mostrárselo al General Popov. No dijo nada más, esperó a que el General reaccionara y luego actuaría según la situación.
- Ummm...- El general se queda mirando fijamente a Wataba.- Su cara me resulta familiar...¿Nos conocemos?
Observo la reacción de Wataba para ver si está extrañado de que el General no le conozca o no sepa quien es
El profesor no se sorprende, da la sensación de que no se habían conocido anteriormente.
- Soy Kenji Wataba.- Se presenta.- Y tengo información valiosa sobre la invasión. ¿A quién debo acudir?
- Ummm...Su nombre me suena.- Tras un rato meditando, parece recordar.- ¡Ah! ¡Si! Enviamos un equipo GOS a buscarle...
Lo dice como si hubiese pasado hace meses.
- Perfecto. El teniente coronel Rodríguez de Godoy estará encantado de recibirle y hablar con usted.- Se gira hacia ti.- Sargento por favor, acompañe al profesor al Centro de Mando mientras yo aviso al teniente coronel de que recibirá esta visita. Gracias.
Da la sensación de que Popov quiere escurrir el bulto y no mojarse en el asunto.
Nikolai, que sentía aumentar cada vez más su paranoia, finalmente se relajó. Por un momento había olvidado la actitud que ya tuvo el general Popov en su anterior conversación. Parecía completamente distraido, como ahora, y concentrado en otros asuntos seguramente más importantes. El sargento Marshall había creído que estaba metido en algo mucho más grande de lo que ahora se le planteaba, y aunque no pensaba relajarse demasiado en cuanto a tener cuidado con lo que hacía, este pensamiento le supuso un alivio y cambió la cara a una que, aunque cansada, sonreía.
- Sí mi general - Contestó convencido, y después de los típicos saludos y gestos militares sacó al profesor del despacho y lo llevó a donde le habían ordenado.
Salís del despacho y os dirigís hacia el Centro de Mando. Pero tras cruzar varios pasillos y llegar a uno más concurrido, os paran dos personas trajeadas.
- Hola. KGB.- Se presenta uno de ellos, escuetamente, mientras os enseña una identificación verdadera a simple vista.- ¿Profesor Kenij Wataba? Por favor, acompáñenos.
Practicamente no te ha mirado y centra su atención en tu compañero.
Marshall maldijo para si mismo intentando no trasmitir nada de sus pensamientos con ningún gesto, los tipos de la KGB eran expertos en reconocer los signos de nerviosismo y otros que indicaban que les estaban mintiendo, propio de los muchos interrogatorios que llevaban a cabo.
A pesar de no ser el centro de atención, el sargento Nikolai intervino cuando hablaron a Wataba.
- Señor, soy el Sargento Marshall, llevaba a Wataba a ver al coronel Rodriguez de Godoy por orden del General Popov, el doctor no puede moverse por sí mismo - Dijo esto señalando con los ojos y la cabeza la silla de ruedas en la que iba el profesor Wataba.
- No se preocupe, nosotros le trasladaremos.- Se acerca más a vosotros.- Cómo sabrá, las órdenes de la KGB son prioritarias por deseo expreso del Líder.
- Ah, señor Marshall.- Te llama como recordando algo.- ¿Puede estirarme la manga si es tan amable? Parece que hace algo de frío en este pasillo.
De forma casi imperceptible, Kenji te señala el bolsillo derecho con los ojos.
Momento de decidir. Kenji te ofrece el cubo. ¿Lo coges o se lo dejas a él?
- Por supuesto agente, ningún problema - Dijo Marshall, pero ante la petición de Wataba se giró hacia él, dándole la espalda a los agentes de la KGB y le estiró las mangas a la vez que, disimuladamente, se hacía con el cubo como Wataba había querido.
Se fiaba más del profesor que de los conocidos torturadores del régimen. Aunque era fiel al líder, la intervención de la KGB nunca le había gustado, y además, se fiaba de Wataba.
Se despidió del profesor: Ya nos veremos Wataba - Y dió media vuelta para dirigirse al hospital con sus hombres.
- Disculpe.- Te dice el agente mientras se coloca detrás de la silla para empujar al profesor Wataba.
- Hasta la próxima.- Se despide el profesor mientras se aleja con los dos agentes de la KGB.
Te acercas al Centro de Mando, donde te indican que te acerques a la Sala de Órdenes. Es una gran habitación ajetreada, donde varios soldados van y vienen con papeles, otros se situan delante de equipos de transmisión radio o escriben posibles informes. También te das cuenta de que varios mandos están en la sala: El general Popov descansa sobre una silla y se intenta quitar el calor abanicándose con una carpeta, los tenientes Furia y Viworzka parecen planear algo sobre uno de los múltiples mapas que inundan la estancia mientras Hartman vocea a algunos soldados para que corran más deprisa para hacer sus órdenes.
Viworzka te ve y avisa a Furia de tu presencia. El teniente se acerca a ti y te acerca a un pequeño mapa.
- Sargento.- Te saluda.- Me han dicho que su primera misión fue cumplida aunque con pérdidas, no obstante el Líder esta contento con la valentía de su grupo.
Lo dice muy seguro...¿Es sincero en sus palabras?
- Bien, su grupo tiene otra misión.- Continúa.- Estamos haciendo una gran ofensiva para tomar los antiguos túneles del Metro para así poder recuperar un transporte rápido en la ciudad. Aunque su labor está algo más lejos del centro.
Señala un punto más hacia el Oeste.
- Hemos podido saber que los alienígenas vigilan un pequeño almacén en este punto, a veintrés kilómetros de nuestra posición. Es un tema que nos preocupa, ya que este comportamiento no es normal. Es un almacén demasiado lejano para ser un arsenal, taller o similar; no está muy vigilado por lo que quizá sea algo que incluso ellos desconozcan.
Su labor será acercarse a la posición con uno de los vehículos, infiltrarse y descubrir qué se esconde en el almacén. ¿Alguna pregunta?
- Señor - Saluda en general a sus mandos al entrar en la sala y cuando puede dirigirles la palabra sin romper el protocolo.
Acto seguido escucha sin interrumpir las palabras de Furia, la verdad es que por muy capullo que fuera, era de los pocos de los que se fiaba...
Analizó rápidamente la situación y los caminos que aparecían en el mapa:
- Haremos lo debido señor, ¿Se conocen los efectivos enemigos? ¿Presencia de centinelas robot o de alienígenas? ¿Podemos solicitar más equipo? ¿Apoyo táctico durante la misión?
- Habrá unos cuantos guardas alienígenas y quizá centinelas o trampas en las cercanías.- Te aclara.- No tendréis ningún tipo de apoyo, ya que es una misión de infiltración y estamos con el grueso de nuestras fuerzas en el ataque al Metro.
Se impacienta por volver a lo que estaba haciendo antes.
- Recoja las llaves del vehículo en el garaje. Y hable con Luz para que le repongan los equipos y vea si le pueden dar algo extra. ¿Algo más?