Partida Rol por web

¿Y como se supone que debo mirarte?.- pregunto apollandome en la barra, cruzando los antebrazos bajo el pecho para hacercar mis ojos lo mas posible a los suyos, con un gesto de descaro pero la expresion seria y cortante.- ¿Asi te gusta mas?

-Pequeña, deberías tener ciudado con lo que quieres mirar.- te dice inclinándose hacia tí.

Clava sus ojos en los tuyos, son azules, con una linea azul oscuro bordeándolos.

Cuando ha pasado solo un segundo, algo se ha despertado en tu interior. Algo que te indica alarma.

Esos ojos, tienen algo ligeramente bestial que no acabas de comprender.

Miro a mis compañeros y apenas sin pensarlo les comento -  A mi me parece perfecto, no se vosotros... Realmente lo que queremos es tocar no? Cuantas más actuaciones mejor, no se... a mi me apetece muchísimo! - digo notablemente entusiasmada. Y era verdad, más que el dinero en sí me interesaba la actuación, hacernos ver, actuar... hacer que la gente nos escuche y disfrute con nuestra música, solo por tener esa oportunidad ya me doy por contenta.... Si encima llevamos algo de comisión y barra libre no está mal para pasar el fin de año.

- Otro que va de chico duro, en fin, una pena- Espeto mientras me aparto, disimulando el escalofrio de mi espalda.- Ese rollo de chico malo lo tengo muy visto... tienes razon, no hay nada interesante que ver. ¿Que? ¿Te pongo lo de siempre o me vas a salir con el cuento pedir otra cosa para demostrarme lo impredecible que eres?.-pregunto arqueando una ceja.

Xurde e Ivan asienten.

-Entonces estamos todos de acuerdo, abrá que empezar a convencer a la gente de que venga aquí en fin de año.- dice Rodri.

-Me gusta el local, pero tengo que admitir que cada vez la clientela es mas mayor, y necesitamos rejuvenecer un poco más el ambiente.-

Breogán parece decidido a dar un vuelco a su negocio.

Te sonria.

- Lo de siempre. No te preocupes, me interesa hablar con gente como tu jefe, gente luchadora y que piensa por si misma. Está claro que contigo no lo voy a encontrar. No me van las niñas mimadas ni los rebeldes sin  causa.- dice mientras espera a que lo sirvas.

Una amplia sonrisa se dibuja en mi rostro, estoy muy entusiasmada con el concierto.

Bueno pues entonces... - levanto mi cerveza a modo de brindis - porque el fin de año salga de puta madre!

Doy un trago a mi cerveza y luego vuelvo a dirigirme a Breogán. - ¿Y qué más has pensado para atraer a clientela más joven? Alguna idea? Si puedo ayudarte con alguna cosa solo tienes que decirlo. - No es una de las tipas frases que dices para quedar bien, lo digo totalmente en serio, siempre me ha gustado moverme en este tipo de sitios, bares locales salas de conciertos.. todo o relacionado con el mundo del rock es algo que me apasiona. En numerosas ocasiones había trabajado como camarera en sitios como este ayudando a algún colega o colaborando en la organización de algún bolo o fiesta, incluso sin cobrar siquiera por el trabajo, tan solo por el ambiente que se respira en esos sitios.

Comienzo a preparar la bebida de este extraño hombre mientras le escucho. ¿Niña mimada?¿Rebelde sin causa? ¡Pero de que va este niñato!.- Perdona, ¿quien te crees que eres tu para juzgar a nadie?. Si, mi padre es rico, mucho mas de tu mente puede llegar a imaginar pero yo estoy aqui sirviendo a un gilipollas que se cree superior a los demas por poco mas del salario minimo.- Le tiro el contenido de su copa a la cara.- Toma, aqui tienes tu bebida ¿Te la he servido con suficiente rebeldia o aun anda justa para tu gusto de prepotente engreido?

Me inclino sobre la barra para mirarle a los ojos mas cerca que nunca, el escalofrio de mi espalda es mas intenso, se que corro un grave peligro por esto pero no me llaman la valkiria por ser cobarde. Aprieto los dientes y susurro.- No me das miedo.- Un eco suena en mi cabeza - Mentira, estoy cagada pero este gilipollas merece que alguien le pare los pies.

-Pues lo primero fué traer a Berit, es genial. Hace unos días se trajo a media facultad, y algunos de sus amigos ya empiezan a venir por aquí. El futbolín y el billar tambien han sido buena idea, muchos chavales viene solo a echar una partida. A partir de mañana, los fines de semana vamos a poner un superdos a cinco euros.- se para a pensar un poco.

-Creo que lo ideal es sacar dinero los fines de semana para poder mantener el espíritu del bar entre semana.Además tambien he comprado algunos juegos para las tardes de semana. De momento, eso es lo que tengo pensado hacer.-

Los chicos escuchan atentamente.

-La verdad es que es, de los bares míticos de Vigo, este es uno de los pocos que queda en pié. Mi tío ya venía por aquí de joven.- dice Iván.

Mientras hablais tranquilamente, escuchais gritos en la barra.

Mientras la bebida corre por su cara, la acerca a tí hasta que casi pega tu frente a la suya.

-Te puedo asegurar, niña, que no soy ningún engreido y mucho menos un prepotente. Y no te preocupes, respecto a tu rebeldía, me parece que es hora de que alguien te de una lección, y vas a tener mucho, mucho tiempo para aprenderla.-

Su tono de voz a cambiado completamente, si antes era jovial y bailaba entre lo amable y lo jocoso, ahora es ronca, profunda y amenazadora.

Sus ojos, ahora completamente clavados en los tuyos, son aterradores, algo te mira desde ellos, algo que no parece pertenecer a ese cuerpo.

Por suerte, escuchas como Breogán se levanta bruscamente, casi tirando la silla, y avanza hacia tí.

El miedo se apodera de mi, como si me hubiera dado un golpe me tiro para atras apartandome de la barra hasta chocar con la pared del fondo.- ¿Que eres tu?.- pregunto con un hilo de voz sin estar muy segura de querrer saberlo.

Al ver la escena, Breogán se lavanta bruscamente tirando la silla al suelo.

-¡ Berit !- dice mientras avanza hacia la pareja.

Berit se había alzado sobre la barra hasta poner su cara a dos centímetros de el. El gesto es claramente amenazador.

Cuando Breogán se acerca, el hombre se aleja despacio. Parece muy tranquilo.

-¡ Berit !.- escuchas a Breogán a tu lado.

Parece bastante alarmado.

Las piernas te tiemblan y te sientes vulnerable, no puedes evitar gesto de horror se dibuje en tu cara.

Breogan te coge por el brazo de forma suave pero firme.

-Berit, entra en el almacén ahora mismo, voy ahora.-

Breogán avanza hasta la barra. Cuando llega al lado de la camarera la coge por el brazo.

-Berit, entra en el almacén ahora mismo, voy ahora.-

El cliente permanece impasible al lado de la barra.

Joder, lo tenéis bien montado, suena bien ! por cierto qué eso del superdos ? Nunca había... - no termino la frase cuando veo que hay lío en la barra. Veo a la camarera bastante alterada encarándose a algún cliente y Breogán que va hacia ella. Conozco esas situaciones, detrás de la barra tienes que aguantar todo tipo de comentarios y tienes que morderte la lengua porque son clientes y es lo que hay, pero hay veces que te desbordan. Sin saber de qué va el asunto me imagino que será la típica situación del cliente baboso que se ha pasado en alguno de sus comentarios hacia Berit

Entro en el almacen dejandome arrastrar por Breogan y agradeciendo el poder apartarme de el. Me quedo dentro acurrucada en una esquina como una niña, ni mi padre me habia causado una sensacion de tan ondo temor.

-Uilleand, preferiría que volvieses al cierre para hablar de esto.- dice Breo en un todo tranquilo dirigiéndose al cliente.

-Si, claro, disculpa.-le contesta casi en el mismo tono.

Se da media vuelta y sale por la puerta.

-Berit, ven un momento.- dice Breo.

Breo se gira hacia el grupo.

-Disculpad un momento, en unos minutos volvemos. No robeis nada de la barra.- is avisa bromeando.

Cuando Breo se va me giro a los chicos y aprovecho para saber qué opinan sobre el concierto sin el delante - Bueno... y vosotros cómo lo veis?