Partida Rol por web

Sonríes levemente. Sabes que la bala va a darle en la cabeza, el tiro es certero y va en buena trayectoria. Pero algo va mal. Al impactar, la bala se deshace en el aire como fuese de arena.ç

Marlenne te mira desafiante, poniendo los brazos en jarras.

-Nena, ¿eso es lo mejor que puedes hacer?. Veo que te han enseñado mal. ¿Cuántas disciplinasm puedes nombrar, más de cinco?. Nina, mátala.- ordena con voz cortante.

Nina se eleva entre las sombras, detrás de ella.

-Si, mi señora.- dice con voz monotona.

Un zarzillo de sombra se aleva rápidamente en el aire, cortando una de los dedos de Marlenne. Esta sorprendida, lanza un grito de dolor y sorpresa. El dedo, con un anillo engarzado, cae frente a ti.

-Vamos Nora, dispárale ahora, no podrá hacer nada*- te grita Nina mientras esquiva una ataque de la Principe.*

Al ver deshacerse la bala, mi rostro cambia por completo. ¿Qué ha sido eso? Al escuchar a Marlenne dar órdenes a nina y su respuesta a ésta, creo que ya no tengo nada que hacer... estoy perdida, y Aleixandre también.

Sin embargo el repentino cambio de la situación que provoca Nina me vuelve a dar un ápice de esperanza. Decidida vuelvo a apuntar a Marlenne y disparo tratando de no fallar esta vez.

La suerte parece que no acompaña, el tiro le da, pero en el hombro. Marlenne da un nuevo grito de dolor.

-Malditas hijas de puta. Nina, te vas a enterar cuando acabe todo esto, vas a...-grita la Principe.

Grita hasta que que cuello es cercenado por un zarzillo de sombras.

-Sabía yo que la boca perdería a esta mujer. Si se hubiese preocupado de atacar en vez de amenazarnos... creo que ese es el gran problema de los Ventrue, mucha palabrería, mucha Dominación y poca acción.- te dice Nina tras una nube de cenizas que se dispersa rápidamente.

Aleixandre sigue en el suelo, tumbado, sin moverse.

El tiro fallido me pone más nerviosa, parece que nada está a mi favor esta noche, sin embargo Nina tiene más suerte que yoy finaliza lo que yo no pude. Sin dudarlo ni un momento, corro junto a Aleixandre, dejándome caer a su lado.

Aleixandre! Aleixandre! - le digo mientras golpeo su rostro con mis manos. Me giro a Nina y le pregunto tratando de mantener la compostura y no echarme a llorar como una estúpida - ¿Qué le ha hecho? ¿Está bien? 

Aleixandre no responde. Nina se agacha a vuestro lado, examinando los ojos de Aleixandre.

-Él... no está aquí. No se que ha hecho esa bruja, pero lo ha mandado muy lejos.- dice. En seguida se da cuenta de tu rostro, e intenta tranquilizarte.

-No te preocupes, nos tenemos que reunir en el pazo en cuanto todo esté despejada. Vamos a llevarlo alí. Henrique tambien es Ventrue, seguro que puede hacer algo. Y Uileand sabe mucho de curar, seguro que se pone bien.- Ayudame a llevarlo, no quiero llevarlo por las sombras estando así, si se despierta en medio del viaje...-

Coje el cuerpo por los pies, esperando que tú lo cojas por los hombros.*

 Dejas caer a Aleixandre al suelo. Su cabeza rebata ruidosamente en el suelo. Nina te mira enfurruñada.

-Joder, menos mal que os quereis, que si no, pensaría que te ha mandado Marlenne para rematarlo. Anda, coje tú los pies, y me ocupo yo de la parte delicada.-

Ahora las cosas van mejor porque Nina carga con casi todo el peso. Aleixandre parece no reaccionar ni al golpe, ni al viaje, nada...

Tardais bastante en llegar al pazo... o a lo que queda de él. Hay una torrre casi destruída, pero ya no hay incendio, sólo humo y olor a quemado.

-La que nos han liado... se suponía que iba a ser todo más limpio.-murmura Nina enfadada.

Entrais enn el pazo. Os dirigís al salón de la planta baja, tras comprobar que la sala de reuniones no está en buen estado.

Ya hay cuatro personas esperándoos. Xisela, Edgar, Miguel y Henrique.

-Todo despejado en nuestra zona. Hemos perdido a mi chiquillo, y a los japoneses. - informa Henrique.

Nina lo mira como su tuviese un retraso mental profundo y grave.

-Ah, nosotras tenemos al lider de la manada con el cerebro hecho trizas, ¿cómo lo ves?.- dice cabreada.

Henrique mira ofendido a la chica, y se dirige a ti.

-¿Qué le ha pasado?- te pregunta.

El golpe parece que me duele más a él que a mi. Avergonzada, le cambio el puesto a Nina, tratando de tener más cuidado al llevarle.

Volver el pazo en esas condiciones me preocupa. Algo que tenía por una "fortaleza" segura, un lugar donde estar tranquila, rodeada de gente tan poderosa... jamás creí que algo así pudiera llegar a pasar. ¿Y ahora? Solo había que verles, y Aleixandre...

Al entrar miro a Xisela y a los demás. Las palabras de Nina me duelen y hace que mi preocupación por Aleixandre aumente más, si cabe.

- No se... no se.... qué le ha hecho Marlenne... - titubeo preocupada por su estado, mientras con la mirada busco a mi alrededor, recordando que Nina dijo que Uileand podría ayudarle. - ¿Dónde está Uileand? ¿Podéis hacer algo?

El sire de tu sire contesta con gesto claramente preocupado.

-La última vez que lo vimos, estaba a punto de entrar en frenesí, tuvimos que dejarlo solo.- reconoce.

Recuerdas que Berit iba a encontrarse con él, lo que los pone en peligro a los dos.

Henrique se agacha al lado de Aleixandre.

-Creo que es un alto nivel de Dominación, seguramente ella pensaba leer todos los secretos de la Manada, y después deshacerse de él- os mira con una sonrisa, una de las primeras que veis esta noche- habeis llegado a tiempo, bien hecho. Seguramente Aleixandre haya huído a otro lugar para ponernos a salvo. Muy típico de él. Si se ha ido, seguramente se despierte mañana por la noche. Si ha decidido entrar en letargo, me temo que pasará mucho más tiempo. Por suerte, todo está atado.- dice.

Te sientes muy aliviada, al menos sabes que saldrá de esta. Si se despierta mañana, tendreis tiempo para despediros. Si no, podrían pasar día, años, meses, o incluso siglos, hasta que podais volver a hablar.

Gisela me la trae al fresco, si se la hubieran comido y cagado me hubiera dado lo mismo. Alexandre es otra cosa... le aprecio... pero van a ir tres en su ayuda. Uileand me necesita y no voy a obedecer a esa bruja, asi que paso de ella y corro a donde me dicta el corazon.

Te alejas corriendo, dejándote llevar por tu corazón. Pero no parece ser suficiente, los terrenos del pazo son demasiado bastos. Es casi como buscar una aguja en un pajar.

Pero por una vez, la suerte te sonríe. Te encuentras a Herique, que corre hacia el pazo.

-Berit, no vayas en esa dirección, tu sire está a punto de entrar en frénesi-te grita sin pararse.

Cuando te das cuenta, vuelves a estar sola, y mucho más cerca de tu sire que antes.

Me paro un segundo, se el peligro que eso supone pero Uileand sufre... me necesita, si a perdido el control es que esta en serios problemas... si me mata no importa, ya estoy muerta.- me digo infundiendome un poco mas de valor. Sigo corriendo en su busca con la esperanza de poder ayudarle... de salvarle.

Corres hasta que por fin lo encuentras. El espectáculo sólo puede ser definido como dantesco. Tu sire está rodeado de pezados de lo que antes pudieron ser personas, vampiros, animales... algunos de los pedazos empiezan a disolverse en el aire, pero mucho permanecen intactos. Tu super desarrollado sistema olfativo detecta muchos tipos de sangre diferentes, y no todas son de vampiro.

Uileand está en el suelo, de rodillas, con los puños crispados clavados el en suelo. Su cara es una máscara de fiereza que preferirías no ver. En cuanto te ve, se levanta de un salto, y sus rasgos se suavizan ligeramente.

-Berit, sal de aquí, no voy a poder controlarme mucho más... y... deseo demasiado tu sangre. Vete.- te dice con urgencia.

Ahora entiendes su sifrimiento: tener que matar de forma indiscriminada, el miedo a entrar en frenesi, la ruptura de sus pacíficos planes.... y ahora se une el que tú lo veas en ese estado.

Me quedo parada obsevandole con horror. Esos ojos.. los recordaba, eran los mismos que me miraban aquella noche.

¿Que me marchara? ¿A donde?¿Que esperaba que hiciera? El decia ven y yo iba, decia corre y corria... me sentia una niña ridicula de nuevo. El no me necesitaba, habia podido despedazar a todos esos enemigos sin mi ayuda... tal vez por mi culpa fuera que todo eso estuviera sucediendo.

Me di la vuelta y corri sin mirar atras, aunque desaba abrazarle y dejar que la sangre de mis venas retornara a el, que todas las pesadillas acabaran, sentirme en sus brazos una ultima vez... Corri.

Alexander si necesitaba ayuda... se lo debia por toda la paciencia... una ultima pelea.- me prometi.- En cuanto todo acabe me ire para no volver jamas.

Me tranquilizo un poco al saber que estará bien, aún así, me inquieta que haya podido elegir la segunda opción, no podría estar tanto tiempo sin saber de él, no sin al menos habernos despedido primero.

Una parte egoísta dentro de mi, pide quedarse con él, esperando a mañana, esperando que despierte. Pero por otro lado soy consciente de que ahora nada puedo hacer, debería ir a buscar a Berit y Uileand.

Durante unos segundos continúo junto a Aleixandre indecisa, pero finalmente me pongo en pie con intención de ir a buscarles.

Corres casi sin pensar. Los terrenos están despejados y parece que el ataque ha terminado. ¿Quien habrá sobrevivido de todos vosotros?.

Guíada por el miedo y la incertudumbre, acabas en el lugar más cercano en el que encuentras segura.

Una de las torres está semi derruída, la sala de reuniones inhabitable... con las prisas, te chocas con Nora en la puerta.

-Nora, ¿donde vas?. El terreno aún no...- te pregunta Edgar mientras te giras para salir.

Pero algo te lo impide. Te chocas con Berit, que llega con cara de asustada.

La verdad, estaba actuando sin pensar las consecuencias, aunque antes de que Edgar terminase de advertirme, me doy el encontronazo con Berit.

¿Berit? ¿Estás bien? - pregunto al ver su expresión.

Apreto los dientes con tanta fuerza que dolia.- Si Nora, estoy de puta madre.- espete soltando una tormenta de dolor en cada palabra.- Hoy seria el mejor dia de mi vida... si estuviera viva... y ahora que ¿A quien coño hay que matar para que esta pesadilla termine de un jodida vez?

La rabia me desbordaba, la situacion me sobrepasaba. Yo era una estudiante de arte, solo queria poder volver a mi pequeño apartamento, olvidarme de todo y pintar... pero eso jamas volveria a ser posible.

Cada vez se me mostraba mas apetecible el simplemente dejarme aabatir, una sola bala y todo habria acabado... simple, rapido... todo el dolor terminaria para siempre.

- Cuando todo acabe...- me prometi a mi misma. No tenia nada, no me quedaba nada...Uileand cometio el error de transformarme y yo el de aferrarme a una existencia que no deseaba....

-A nadie- escuchais justo detrás de vosotras. Por la antaño recia puerta del pazo entra la gangrel que ha luchado a vuestro lado -está todo despejado. Al morir Marlenne, los pocos que resistían se han plegado. Y no parece quedar nadie vivo del VII.-

Os mira y después mira el estado del edificio.

-¿Qué vais a hacer?. Se acerca el amanecer, no creo que me de tiempo a llegar a mi refugio. ¿Donde dormis en caso de emergencia? Hay que llamar a la empresa de seguridad que tengais contratada para emergencias- pregunta con urgencia.

-Yo... no vivo aquí, no soy de esta manada- contesta Edgar.

-Y yo no vivo en el pazo. Me da tiempo de llegar hasta mi refugio. Puedes quedarte conmigo.- dice Miguel.

-Aleixandre y Uileand se ocupan de estas cosas- se defiende Henrique ante las miradas acusadoras.

En ese preciso instante os dais cuenta de que, con Uileand y Aleixandre fuera de combate, no hay manada. Los restos de ella se desmoronan. Becka, Uileand y John están desaparecidos, y nadie ha salido a buscarlos. Xisela sigue sentada como si nada fuese con ella. Y nadie hace nada. Absolutamente nada. Queda poco para dormir, y nadie piensa en qué va a pasar con el pazo durante el día. "La Mascarada" ha sido destrozada, y nadie hace nada por repararla. ¿Qué pasará si los humanos se dan cuenta de que existís de verdad? ¿Os cazarán, os usarán como experimentos...?.