Partida Rol por web

Te despiertas. El día en Vigo está soleado, aunque las temperaturas empiezan a bajar. Parece que es hora de empezar un nuevo día.

Me levanto y me voy al cuarto de baño. Me doy una ducha rápida y me arreglo. Me pongo directamente el uniforme del supermercado pues me da pereza tener que cambiarme luego allí. Cojo mi bolso y mis llaves y me dirijo al supermercado a trabajar. No está lejos de casa así que voy andando. El clima de esta ciudad me recuerda mucho a la de Asturias, me gusta... ni demasiado calor... ni demasiado frío.

Tus compañeros de piso ya se han ido a sus respectivos trabajos.

Habeis tenido suerte de vivir en El Calvario que, pese a su nombre, es una de las zonas seguras de la ciudad. No es aconsejable salir solo por la noche, pero durante el día no suele haber ningún tipo de problema.

Cuando llegas a la calle, un cielo plomizo y unas pequeñas gotas de lluvia te reciben.

El supermercado está situado en una de las mayores calles peatonales de Vigo, la del Calvario.

Cuando entras por la puerta, Miriam, una de tus compañeras, te saluda desde la caja.

Las largas filas de estanterías te hacen paso hasta los vestuarios.

Empieza un nuevo día de trabajo.

Entro saludando a mi compañera y me dirijo directamente a los vestuarios. Tras dejar allí mi chaqueta y mi bolso, con una de las gomas que llevo en mi muñeca me recojo el pelo haciéndome un moño.

Salgo encaminándome a mi puesto de trabajo preparándome para comenzar una nueva jornada.

Cuando sales del vestuario, te encuentras de frente con Paco, uno de tus encargados.

La mayoría del personal, sobre todo el interesado en ascender, murmuran a sus espaldas. Es un hombre bastante excéntrico y un tanto friki.

Parece estar siempre metido en un mundo rodeado de naves espaciales, dragones o magia.

A pesar de todo esto, es un muy buen encargado, y bastante buena persona.

-Eh Nora, vente conmigo a la oficina, que tenemos que hablar.-

Te dice nada más verte. Sin esperar tu respuesta, empieza a caminar hacia la zona de oficinas.

-Saludo y buenos días damisela, perdona mi mala educación.- dice sin girarse para verte ni dejar de caminar.

Saludos noble caballero - sonrío respondiendo en tono algo bromista, pero sin parecer para nada un tono de burla. Le sigo hasta su oficina. No hago demasiado caso a lo que la gente murmura o deja de murmurar sobre él. Puede ser algo peculiar y algo friki, pero parece buena gente, a mi me cae bien, y con eso me basta.

La oficina del super no es más que un cuartucho de paredes blancas con una mesa de escritorio, una pequeña estantería rebosante de AZs, un ordenador y dos sillas.

Al entrar siempre parece que todos los muebles han sido metidos a presión, como un gran puzzle. La ausencia de ventanas tampoco ayuda a disipar la sensación claustrofóbica que transmite la pequeña sala.

-Estooo... tenemos un pequeño problema a nivel de gerencia...- te dice nervioso mientras se sienta en una de las sillas.

Te señala el asiento situado al otro lado del escritorio.

-Querría saber... ¿sales de Vigo estas Navidades?.-

Te mira a los ojos a ratos, en cuanto vuestras miradas se cruzan, el la aparta.

Tomo asiento mirando al rededor. A pesar de haber estado más veces allí dentro no puedo evitar que mi vista se pierda entre tal desorden cada vez que entro.

Respondiendo a Paco:

Pues no,  no tengo pensado ir a ningún sitio ni celebrar nada fuera de lo normal.  Problemas con los turnos imagino... nadie quiere currar los días clave... ¿verdad?

- A ver, que somos tres encargados y todos tenemos que irnos fuera en Navidad, y alguien se tiene que quedar al cargo. Pensamos en tí, mas que nada porque los otros empleados normalmente te escuchan y eso. Tendrías jornada continua, de nueve a tres, de lunes a sábado. Sólo tendrías que hacer los horarios y preocuparte de los posibles cambios que te pidas. Y organizar los turnos. Para pedir mercancía, pasará por aquí el gerente. Por supuesto, cobrarías un plus por la responsabilidad. Además te mantendríamos el horario una vez volvamos todos. Es una gran oferta.-

Parece literalmente desesperado por que cojas esa oferta. Te sonríe constantemente, pero de una manera nerviosa, y no deja de juguetear con todo lo que encuentra en el escritorio.

Parece una idea tentadora, precisamente el dinero me viene de perlas ahora mismo. Lo que me extraña es que este tan nervioso por hacerme una oferta que sabe que no voy a rechazar.

Por supesto, podéis contar conmigo. Me vendrá bien ese dinero, para qué negarlo. Con la mudanza y tantos cambios últimamente ando bajo mínimos.

Hago una pequeña pausa antes de continuar:

Solo una pequeña cosilla... Te importaría dejarme tu teléfono por si tuviera algún problema poder consultarte? Espero no tener que hacerlo pero me gusta ser precavida por si acaso, Paco, no se...

En cuanto aceptas, se le escapa un largo suspiro, parece que lleva años conteniendo el aliento.

-Menos mal, pensé que mi iba a perder la convención especial de Star Tr... estttoo, muchas gracias. Hoy tienes el resto del día libre, los tres te cubrimos, perdona que te hiciese levantarte para nada. Mañana entras a las nueve y empezaremos a explicarte como hacemos los horarios. Mi teléfono-

Te pasa una pequeña tarjeta con su nombre, Francisco Andúnez Rodrigues, mientras intenta salir de detrás del escritorio sin romper nada.

Su sonrisa es la de un niño al que le acaban de decir se acerca la Navidad.

Vaya pues... perfecto aprovecharé la mañana para hacer algunas cosas de esas que solo se pueden hacer justo cuando trabajas - respondo sonriendo mientras le guiño un ojo y levanto la mano colocándola en esta posición:

Disfruta de esa convención - Guardo la tarjeta en el bolso de mi falda y me dirijo de nuevo a los vestuarios a por el bolso y la chaqueta para volver a irme a casa. 

Cuando ve tu gesto, se pone como un tomate y sale casi corriendo de la oficina murmurando un "gracias" casi inaudible.

Cuando te estás cambiando, entra Miriam por la puerta. Aunque llevsa poco tiempo, Miriam se ha encariñado mucho contigo. No parece se una persona muy dada a hacer amigos, pero suele hablar mucho contigo.

-Nora, ¡ me caso !- te dice emocionada enseñándote un sencillo anillo - ¿qué ha pasado con Paco?. Agún problema.

Sonríe muchísimo y no deja de mirar el anillo.

Que.. que... Cómo??? Te casas? Cuándo? pero pero.. - a pesar de conocerla desde hace poco me siento agusto con ella, y en cierto modo me alegro de verla tan contenta - No te preocupes que no ha habido ningún problema con Paco todo lo contrario pero... vamos al grano ! Cuéntame todo con pelos y señales!!! - digo mientras tomo su mano en la mía mirando el anillo

Te deja un café al lado de la taquilla y se sienta.

-Genial, estoy en mi descanso. Te he traido un café. Pues Miguel me lo pidió ayer por la noche. Y hoy apareció con el anillo. Ya he hablado con mis padres y el con los suyos. Supongo que para abril, es una buena época. Ya verás. Y me gustaría que vinieses...-

Se la vé feliz y emocionada.

Miguel, su ahora prometido, es un hombre que has visto un par de veces cuando la ha venido a buscar. Habla con un marcado acento albaceteño y parece un poco brusco, pero trata muy bien a Miriam.

Le doy un abrazo y un beso en la mejilla - No sabes cuanto me alegro! Por supuesto que iré Miriam. Si necesitas que te eche una mano con los preparativos o cualquier cosa me lo dices. Incluso si quieres podemos amenizar el banquete sin cobrarte nada jajajaja tranqula, también sabemos hacer música a gusto de todo el mundo jajaja - Cojo la taza de café y le doy un sorbo aún riéndome.

Te mira horrorizada cuando le nombras lo de tocar en su boda.

-Yo, no creo que tu grupo sea lo más apropiado. Lo siento. Pero si me gustaría que me ayudases con los preparativos. Ya sabes, queremos algo tradicional, con la familia y amigos. Mis padres quieren algo grande, seremos unos quinientos. Tengo que irme a llamar a un par de restaurantes. Hablamos mañana-

Empieza a recoger sus cosas con un aire de satisfaccion realmente envidiable.

No puedo evitar soltar una carcajada al ver con la cara que me mira - Tranquila... jajajaja Te ayudaré con los preparativos y te buscaremos una orquesta más acorde para la situación jajajajaja - Me seco una lágrima, pues cuando me río de ese modo suelo terminar llorando - Mañana hablamos, y felicidades! Me alegro un montón.

-Gracias.- dice saliendo de los vestuarios.

Miriam es una persona bastante chapada a la antigua, es normal que quiera una boda por la iglesia con quinientos invitados y una orquesta alegra que toque canciones del verano y temas románticos.

Sales a la calle, y en el cielo empiezan a aparecer manchones azules que dejan pasar rayos de sol.

La calle está muy animada y se va a gente ya con las compras navideñas y los típicos regalos de las fechas.

Llegas a casa en quince minutos. Todo está en silencio.

Hasta la hora de la comida tienes la casa para tí sola.