Partida Rol por web

Clarisse va despertando despacio, demasiado lento para vuestra impaciencia. Os mira desconcertada y con la mirada perdida. Parece que no sabe lo que le ha pasado. - N-no....no lo sé - contesta con la voz entrecortada. - Estaba aquí y.... - se queda callada observando a todos los presentes. Cuando se percata del estado de Mia abre los ojos asustada. - Estaba hablando con Mia. Estaba asustada por algo. Alguien le había amenazado. Recuerdo.... - se para en seco y mira a Kate. Parece medir sus palabras. - Esto solo es el principio Kate.

Entrecierro los ojos desde mi posición, aún sosteniendo a Mía pero muy atenta a Clarisse.

¿Qué ha querido decir? De alguna manera esas palabras me suenan a un peligro inminente. A que esto solo es el comienzo de algo oscuro y peligroso.

Trago saliva unos segundos, intentando hallar algún tipo de sentido a sus palabras.

- ¿Qué quieres decir?- quizás mi tono ha sido más autoritario de lo requerido, por lo que cambio el tono con la siguiente frase.- ¿Habrá más ataques de estos?

Si es así tengo que hablar con el director en cuanto llegue a Hogwarts.

Me mantuve un poco ajeno a la escena pues por desgracia apenas tenía trato con nadie. Además de que sabes que te odian, a pesar de que jamás les has hecho nada. Pero las palabras de la chiquilla me trajeron a la mente las palabras de Bella. Como se refiriera a esto se las verá conmigo. Ningún chiquillo se merece que le hagan esto. Da igual su sangre, no dejan de ser magos que llegan al colegio con toda la ilusión del mundo.

Todas la enseñanzas que me habían imprimado desde pequeño ahora mismo se tambaleaban. Según mi familia, esas niñas no se merecían estar en el Hogwarts pues no tenían la sangre adecuada para ello. No eran brujas puras. Pero si todo se rigiera por esas normas jamás habrías conocido a Kate. Todo iba y venía en mi mente en un maremágnum de ideas que no podía controlar. 

Pese a todo me acerqué a Kate y me agaché junto a su hermana. -Enervate. -susurré para intentar despertarla y acabar así con el sufrimiento de la prefecta. -Tienes mi palabra de honor de que haré todo cuanto esté en mis manos para averiguar quién ha sido. -fue un susurro apenas ininteligible y en ningún momento despegué mi mirada de la pequeña Mia, pues no me atrevía a enfrentarme a los ojos de Kate.

Arianna deja escapar un suspiro de alivio al ver que Clarissa parece estar bien. Bueno, todo lo bien que cabe esperar de alguien que ha sido inexplicablemente atacado por la "impureza" de su sangre. Se acerca al lugar donde Vinny se está haciendo cargo de Clarissa al tiempo que ésta le advierte a Kate de que esto no es más que el principio.

¿Qué querrá decir con que esto no es más que el principio?Me preocupa que haya alguien tan empeñado en acabar con todo rastro muggle presente en Hogwarts...

No parecía que hubiera mucho que Arianna puediese hacer en ese momento. Kate y Josh se estaban ocupando de Mia y Vinny de Clarissa que, aparte de mostrar cierta confusión y tener memorias borrosas de los acontecimientos, parecía encontrarse bien. Por si acaso, Arianna decide asegurarse y con expresión preocupada le pregunta:

-Clarissa...¿y tú cómo estás?¿Te encuentras bien? ¿Notas algún dolor raro?

Con la intervención de Josh Mia finalmente se despierta. Lo hace igual que Clarisse, con la mirada perdida y una expresión de desconcierto. Estáis a punto de preguntarle si recuerda algo cuando la brusca entrada de Moses en el compartimento os sobresalta.

- Chicos, ¿pero qué narices estáis haciendo? - aunque mira a Clarisse parece que no le da importancia a la situación. - Allí fuera está reinando el caos. Se ha extendido el rumor de que ha habido dos muertos y la gente está intentando forzar las puertas del tren. - Durante un momento guarda silencio. Por un momento creéis que no va a decir nada más, ya son demasiadas palabras para él. - Creo que os interesará saber que estamos parados en pleno puente y hay miles de metros de vacío bajo nosotros.

Sus últimas palabras parece que os espabilan a todos. Liam y Ryan, que no han pronunciado palabra en todo el rato, cogen caminos opuestos dispuestos a cumplir con sus labores de prefectos. Vosotros debéis hacer lo mismo, aunque al menos uno debería quedarse cuidando de las afectadas.

¿En mitad de un puente? Esto pinta muy pero que muy mal. Será mejor que vaya a ver que pasa y ayudar a poner un poco de orden. ¿Cómo puede cundir el pánico en tan poco tiempo? A veces me pregunto si de verdad son magos la gente que viaja en este tren...Motivos hay pero...dejando a un lado a los más pequeños, el resto deberían ser capaces de enfrentarse al mundo real con algo de agallas. En fin...

Con aires decididos, Arianna se dirige a Moses y al resto de los presentes diciéndoles:

-Creo que no hay nada más que pueda hacer aquí para ayudar ¡Pongamos un poco de orden!

Y con eso, Arianna se dirige con paso firme hacia la puerta del compartimento y se va.

La situación se salió de madre con aquella intervención. -Lo que faltaba vamos. -rezongo con amargura. Pero ahora es el momento de pensar con frialdad, no es el momento de dejarse llevar por las emociones. -La más indicada para quedarse es Starks pues dudo que alguien vuelva a intentar hacerles daño a las niñas estando ella cerca. -la conocía de sobra, sabía cómo se las gastaba. -Weasley, si ves a mi hermana comprueba que está bien, por favor. -fue lo que le comenté a la Gryffindor antes de que se fuera. Me daba igual que me odiase y más me daba igual tener que humillarme al pedirle eso, mi hermana era más importante.

Me levanté y miré a mi prima. -Vinny, hay que hacer algo de una vez. Debemos hacer que el tren se ponga en marcha ya o podría ocurrir una desgracia. ¿Podrías encargarte tu por favor? Yo intentaré poner orden. -no era una orden, era una sugerencia pues ahora mismo había que actuar con rapidez para evitar males mayores. -Cuando salgas, cierra la puerta con un hechizo, que se queden a salvo. -estaba preocupado por lo que pudiera ocurrirles a ellas. Pero también lo estaba por mi hermana y el resto de alumnos que estaban a nuestro cargo.

Sin más salí del compartimento con la varita en alto, preparado para todo.

No respondí al comentario de Josh. Parecía sincero pero hay siempre algo que me impide fiarme de él.

Es un Slytherin. Seguramente solo esté actuando.

Iba a mirarle sin saber aún si reprocharle la actitud de sus compañeros o simplemente comentar que ya me ocuparía yo de mis asuntos, aunque realmente no fuesen del todo míos, cuando Mía terminó por despertar.

- ¡Mía!- La abrazo con fuerza, colocando su cabeza en mi regazo y cerrando los ojos con alivio.- Dime, ¿estás bien?

Antes incluso de que respondan ya nos están avisando del caos que hay formado en el tren. Era de esperar. Casi todos los prefectos reunidos en un compartimento y centrados en un importante asunto. Y aún así no puedo evitar mosquearme.

- Les dije que no saliesen del compartimento.

De no ser por la situación y de que no pienso abandonar a mi hermana para ir a calmar a una panda de adolescentes que desobedecen las órdenes, se les habría caído el pelo a más de uno.

- Id vosotros. No pienso moverme de aquí.

Mi misión principal es escuchar a Mía y, lo más importante, calmarla.

Asintió ante las palabras de Arianna y Josh, aliviada al ver como Mia se despertaba. Se levantó, soltando a Clarisse con suavidad, con la idea en mente de ir a ver al maquinista con urgencia.

- Kate, ¿quieres que cierre desde fuera o te encargas tú? - preguntó, justo en el umbral de la puerta.

¿Qué pensaban hacer sus compañeros prefectos? La verdad es que la situación era complicada y se preguntó si en un momento como ese, cuando incluso querían escapar del tren, les importaría lo más mínimo un posible castigo de Hogwarts. ¿Qué medidas serían lícitas? ¿Dónde estaban sus límites como prefectos?

- Ya me encargo yo. No te preocupes.

Le comento a Vinny con amabilidad al tiempo que cojo a Mía en brazos y la tumbo en los asientos de la derecha.

- No perdais más tiempo.

Tras asegurarme de que Mía no se caerá voy hacia Clarisse para colocarla en los asientos restantes del otro lado.

Solo he levantado la cabeza para mirar a Vinny y puede ver fuego en mi mirada. Estoy tan enfadada que puede estar segura de que no ocurrirá nada en este compartimento.

Luego miro a los demás y me limito a asentir con la cabeza.

Cuando todos se marchan te quedas a sola con Clarisse y Mia. Todavía están muy pálidas y algo temblorosas, pero claramente fuera de peligro. Algo que te tranquiliza mucho.

Por mucho que intentas sacarle algunas palabras a tu hermana todos los intentos son en vano. Pronto te das cuenta de que así no vas a conseguir nada, y decides esperar a que hable cuando esté preparada. Por lo pronto, debes pensar si vas a informar a tus padres de esto y como controlar las reacciones de tu hermano cuando se entere de lo sucedida.

Los movimientos de Clarisse para intentar incorporarse y encontrar una mejor postura disipan tus pensamientos. Es el momento perfecto para intentar sacarle información.

Cuando sales del compartimento te das cuenta de que tus espectativas se habían quedado cortas. La situación es un caos total, y no entiendes como se ha podido llegar hasta este extremo. Tanto Arianna como Josh ya se han unido al resto de prefectos para realizar sus tareas, y es hora de que tú hagas la tuya. Debes llegar hasta las máquinas y asegurarte de que todo está listo para retomar la marcha. No estás segura de en qué vagón te encuentras, pero sabes que, como mínimo, te quedan por recorrer otros cuatro si quieres llegar a tu destino.

Sales del compartimento dispuesto a poner orden. Pero una cosa son tus intenciones y otra muy distinta los problemas que te vas a encontrar para ponerlas en prácticas. Son muchos los alumnos que están ayudando a otros a volver a sus compartimentos y ver las cosas con más perspectiva, pero el follón que se ha montado es demasiado grande como para que podáis pararlo unos cuantos prefectos. Por desgracia, tardas poco en ser consciente de ello.

Solo necesitas unos cuantos pasos para darte cuenta de otro grave problema. No solo tenéis que tranquilizar a los alumnos que están muertos de miedo, también tenéis que controlar a los muchos defensores de la pureza de sangre que están aprovechando la ocasión para incrementar el miedo y cobrarse venganzas.

Por cosas del destino, el primer alumno que te encuentras en graves problemas es Jason Starks. Su condición de hijo de muggles, sumada a impulsividad y temperamento ha hecho que en estos tres últimos años se haya ganado muchos enemigos en el colegio. Cuando llegas a su altura ves que tres estudiantes de 5º (dos slys y un ravenclaw) lo tienen acorralado en una de las salidas del vagón y le están pegando una buena paliza al más puro estilo 'muggle'.

Sentada en el suelo y apoyada en la zona de la ventana miro de reojo a Clarisse. Esta es la mía. Lo sé.

Cojo el tono más normal que puedo tener en estos momentos; simpática, amable y confidente.

- Dime Clarisse. Creo que sabes que es importante que esté informada sobre lo ocurrido. Sabes... sabes que puedo ayudaros. ¿Podrías contarme todo lo que recuerdes? Por favor.- extraño. Muchos saben que yo no digo esas últimas palabras.

De momento no avisaré a casa. Suficiente tendré ya con Jason.

Eres la primera en salir del compartimento y enseguidas tomas dirección contraria a la sala de maquinistas. Hacia allí se va a dirigir Vinny, y es mejor cubrir todo el espacio. En tu camino, revisas todos los compartimentos para asegurarte de que las cosas están en orden. Por desgracia, la situación está muy lejos de estar tranquila y controlada.

Ya te has encontrado a varios alumnos asustados, unos cuantos peleándose y varios vacios. Es en uno de estos últimos que algo llama tu atención. Cuando enfocas la vista, encuentras a una niña pequeña acurrucada bajo uno de los asientos. Cuando te ve entrar, intenta acurrucarse todavía más en una de la esquinas.

Miró con crispación a su alrededor, viendo lo rápido que los alumnos habían vuelto a las andadas cuando ellos se habían entretenido con Mia y Clarisse. Entendía el enfado de Kate y si a ello se sumaba su propia indignación por todo lo sucedido resultaba más que comprensible que su paciencia estuviera llegando al límite.

Empezó a caminar con la varita en alto y lanzando miradas glaciales a todos los alumnos que pasaban por su lado. Iba a evitar en la medida de lo posible lanzar ningún hechizo contra algún compañero, al igual que hubieran hecho los profesores de encontrarse en esa situación, pero no iba a permitir ni que le cortaran el paso ni que la atacaran.

Estaba comprendiendo lo difícil que iba a resultar ser premio anual ese año.

¿Pero se puede saber qué diablos está pasando en este viaje por Merlin?. Apunté bien con mi varita hacia los tres imbéciles que estaban apaleando al pobre crío y sin dudarlo dos veces vociferé. -¡IMPEDIMENTA!. -Los tres quedaron en el suelo, momento que aproveché para apuntarlos individualmente. -Incancerus. -Uno a uno quedaron inmovilizados por cuerdas sin poder resistirse pues los había pillado por sorpresa. -¿A que viene esto? 20 puntos menos para cada uno y seréis severamente castigados. NADA os da derecho a actuar así ¿Entendido? -Los de Slytherin me conocían bien y sabía cómo me las gastaba. No iba a dudar un segundo en hacérselo pasar realmente mal si seguían comportándose así.

Tras un "mobilicorpus" dejé a los tres valientes encerrados en un compartimento vacío y pude centrarme en ayudar a levantar al hermano de Kate. Cierto era que el chaval era muy hiperactivo y que no sabía callarse haciendo que a veces me sacara de mis casillas, pero nada justificaba aquel acto, aprovechándose de la confusión. -¿Estás bien Starks?

Sigues esquivando niños y evitando peleas cuando alguien se avalanza sobre ti. Es June, que te agarra por los hombros con fuerza y una evidente cara de urgencia.

- Tia, ¡¡¡el maquinista está inconsciente!!! - aunque tiene unas claras ganas de gritar, hace un grandísimo esfuerzo para contener su voz y no incrementar el miedo de los allí presentes. - Corre, tenemos que despertar a este hombre cuanto antes y asegurarnos de que está bien.

Cuando todo ha pasado y estais solos, Jason dirige su mirada hacia ti, con una mezcla de odio, miedo y dolor. No sabes que le duele más, si los golpes o el hecho de que hayas sido tú el que le ha sacado de esa pelea. En el fondo, no dejas de ser un Slytherin sangre limpia, igual que los otros chicos.

Intenta incorporarse pero cae por su propio peso. Se lleva una mano al costado y su cara de dolor te indica que es probable que tenga alguna costilla rota. Cansado, desiste de su empeño y se sienta en el suelo, con la cabeza apoyada pesadamente en la pared.

- He tenido días mejores - te contesta con un amago de sonrisa cargada de ironía y sarcasmo. Aunque no lo haces intencionadamente, su respuesta te recuerda a su hermana Kate. - ¿Te importaría que esto quedase entre nosotros Malfoy? Sé que te damos igual, pero quiero dejar a mi hermana fuera de esto.

Se dio un susto de muerte cuando June se abalanzó sobre ella de imprevisto y estaba a punto de preguntarle si estaba bien cuando contó lo del maquinista. Palideció.

- Joder, ¿pero qué narices está pasando aquí? Creo que esto nos supera un poco... - negó con la cabeza, preocupada y empezó a correr. Por desgracia, la cantidad de alumnos dificultaba su paso y apenas avanzaba más rápido que caminando -. ¿Puedes enviar una lechuza a Hogwarts diciendo que tenemos problemas? Quizás alguien pueda aparecerse por aquí cerca y ayudarnos.