Partida Rol por web

Me costo muchísimo dormir aquella noche con todas las emociones del día anterior, los sueños que tuve me hicieron sonreír dormida y al despertar suspire pensando en todo el día que tenía por delante con mi nombramiento de Prefecta. Cogí las cosas de uniforme y salí de la habitación sin hacer mucho ruido para ir a ducharme y prepararme, aquella mañana quería pasarla con Isaac y pedirle un par de favores. 

Aproveche también para coger mi bolso de cuero donde llevaba mis cosas y mi varita normalmente. 

Es el primer día y este año es tu año, necesitas las mejores notas así que a ponerse las pilas.

El día anterior había sido un verdadero desastre y ella, Berenice Blair, se había dejado superar por la situación. Algo que no pensaba dejar que se repitiera ahora que actuaba a sabiendas de cómo estaban los ánimos. Sin mirar a sus compañeras de cuarto, la chica se arregló con la túnica de Hogwarts sin una sola arruga, la corbata de ravenclaw perfectamente anudada y su insignia de premio anual resplandeciente. Escudriñó su imagen en el espejo, conforme con la mirada que le devolvía su reflejo: segura, perfecta y poderosa. Y con un largo día por delante lleno de posibilidades.

Bajó con energía a la sala común y aunque se paró antes de acabar de bajar las escaleras, en una posición estratégica para que la vieran todos y además estuviera situada en un punto superior. Miró en derredor adoptando un semblante serio y confiado.

- Ayer fue un día duro para todos pero hoy no se va a volver a repetir. Tenéis el día libre, aprovechadlo como queráis pero cumplid las normas y respetad a los demás. No dudéis que todos los prefectos y premios anuales vamos a cumplir con nuestras obligaciones igualmente y además, los profesores nos han pedido particularmente que este año prestemos especial atención a ciertas conductas inadecuadas.

No me gusta dejar a Mathew con el problema de la sala común, pero hay cosas más urgentes en este momento. Ya se lo recompensaré más adelante.

Por el momento, y tal y como dije, subo hacia el séptimo piso. Es temprano y Lucas suele ser un trasnochador por así decirlo. Estoy prácticamente convencida de que le veré ahí antes que en el Gran Comedor.

Me he arreglado a conciencia tal y como a Lucas le gusta. Pelo suelo, ropa impoluta, unas magdalenas en mano y los pendientes que él me regaló en una ocasión.

Tengo todo planeado. Ahora solo toca tener suerte y encontrármelo.

Los besos de Regina me despiertan casi desde el primer momento. Aun así, me mantengo inmóvil intentando alargar un poco más su caluroso buenos días. La pesadilla que he tenido ha sido demasiado intensa y voy a necesitar algo de tiempo para olvidarme de ella. Molesto, frunzo el ceño. Estaba empezando a estar harto de esos incoherentes y estúpidos sueños.

Algo más despejado, saco uno de mis brazos de las sábanas y arqueo la espalda estirarme. Sin perder tiempo, busco con la mano libre a Regina para atraerla hacia mi y darle un suave beso en los labios. - Buenos días, Gina... - le digo entreabriendo los ojos. Me sorprende lo sumamente cansado que estoy. No pensaba que el día de ayer me hubiese afectado tanto. - ¿Crees que si nos escaqueamos se notará demasiado nuestra ausencia? Tenemos mucho de qué ponernos al día - las últimas palabras las digo despacio, mientras mi mano recorre el abdomen desnudo de Regina, y cargándolas con la mayor dosis de picardía que me puedo permitir en esos momentos.

A pesar de las ganas que tengo de quedarme allí, sé perfectamente que no es posible. Primero, porque debemos cumplir con nuestras obligaciones. Segundo, porque no tengo absolutamente ninguna gana de escuchar los discursos de Josh sobre nuestras irresponsalidades. Y tercero, porque estoy deseando encontrarme con el imbécil de Liam otra vez.

- Ves a cambiarte. Nos vemos en la Sala Común en un rato, ¿de acuerdo?

-

A pesar del intento, parece que tus palabras solo han calado en algunos de los alumnos. Por suerte, tu sola presencia ya les resulta suficientemente incómoda, por lo que un gran número de ravenclaws (sobre todo los inaguantables de los cursos de 4º y 5º) deciden salir de la Sala Común y seguir su juerga en otra parte.

Cuando la habitación se despeja y el ruido se mitiga, revisáis la estancia para ver si encontráis a alguien conocido. Es entonces cuando véis a Moses, sentado en uno de los sillones situados frente a la chimenea. De Isaac no hay rastro.

Pasan los minutos, y allí sale todo el mundo menos el interesado. ¿Dónde narices se ha metido Lucas? Has preguntado a un par de Gryffindors de vuestro curso al salir, y la única respuesta que has obtenido son una sonrisa estúpida y sus miradas cómplices. Parece que este principio de curso os tocará aguantar, de nuevo, comentarios sobre vuestra reconciliación.

Cuando estás a punto de desistir y marcharte a desayunar, una animada (aunque menos enérgica de lo normal) voz hace que te vuelvas, dejando a la señora gorda a tus espaldas. Se trata de Lucas, más desaliñado y desmejorado que de costumbre. Cuando alcanza la distancia suficiente para verte bien, una amplia sonrisa se dibuja en su rostro, y un silbido de admiración sale de sus labios. - Así da gusto -  al llegar a tu altura se inclina hacia ti y te da un beso en la mejilla - ¿A qué se debe el placer? - te pregunta. Algo desubicada, le observas en silencio mientras coge la magdalena que le has traído y empieza a comérsela. - Mmm... ¡buenísima! - No sábes que te sorprende más, que ya esté despierto o que estuviera dirigiéndose a la Sala Común en vez de salir de ella. Entonces, reparas en sus marcadas ojeras. Parece que no sólo para vosotros fue una noche movidita. Algunos, ni si quiera han tocado cama todavía.

Saludó a Sam con un gesto al pasar por su lado y se fue directa a hablar con Moses, aunque no se sentó, tenía cosas más importantes que hacer y la primera de la lista era la de compensar la pobre cena de ayer con un buen desayuno.

- Podrías haberles hecho callar, ¿no? - ni buenos días ni nada, una ceja enarcada y una sonrisa torcida fue lo único que recibió el asiático como saludo de la rubia. Aunque pronto su sonrisa se transformó en una expresión de perplejidad bastante cómica -. Oye, ¿crees que les doy miedo a los demás alumnos?

- Definitivamente, sí - te contesta Moses con una ligera sonrisa e inclinándose hacia la mesa y dejando el libro que estaba leyendo hasta tu llegada. - Pero no te preocupes Vinny. Es algo que va implícito con tu cargo, y que potencia un poco tu... carácter perfeccionista - las últimas palabras las dice con algo de cuidado y entornando los ojos ligeramente, aunque enseguida te sonríe de nuevo. Con un gesto de cabeza te invites a que te sientes con él. - ¿Has desayunado ya?

Sonrei a mis compañeros ya lista Buenos días chicos, voy a ver si encuentro a Isaac, si lo veis decirle que lo estoy buscando porfi Les guiñe un ojo antes de salir hacia el comedor a ver si lo veia alli desayunando.

Despues intentaria ver a Mel, pues queria disculparme y darle animos.

- No hay problema, Sam - se despidió de la chica sin más, pues parecía tener verdadera prisa. De nuevo dirigió su mirada penetrante hacia Moses -. Ah bueno, creo que lo de dar miedo va implícito al apellido Blair - dijo con aire sombrío antes de añadir -. Por suerte Faye parece haber escapado de esa maldición - a pesar de que tenía mucha cosas por hacer, terminó sentándose al lado de su amigo y relajando la expresión que había aparecido en su rostro hacía un momento, aún algo seria pero con las comisuras de sus labios ligeramente inclinadas hacia arriba -. No, no he desayunado, ¿y tú?. Espero que haya algo más consistente que lo que comimos para cenar.

- Bueno, y el apellido Blair - continúa Moses haciendo un gesto de 'avance' con la mano. - Como ves, Vinny, lo que te debería sorprender es que no se te asuste el personal - Moses mantiene su sonrisa en todo momento. Sabes que te lo dice de buen royo. - Yo tampoco - te contesta a tu pregunta sobre el desayuno. - Si quieres vamos. - La tranquilidad y parsimonia con la que Moses te habla te pone algo nerviosa. ¿Cómo puede estar tan tranquilo con la que está cayendo?

Sonrío intentando que no se me nota la preocupación por que de nuevo haya estado deambulando por ahí.

Quizás me he perdido algo importante.

- Sabía que te gustaría la sorpresa.- le guiño un ojo y continúo hablando con él de forma tranquila- ¿Sabes? Anoche estuve pensando en ti.- le miro a los ojos directamente.- Y recordé un sitio donde querías llevarme pero que al final no... pudimos. Me pregunto si te animarías a llevarme ahora...

Continúo con las pistas para crearle más intriga durante un tiempo antes de continuar después de limpiarle con un dedo en la comisura de los labios.

- La famosa sala de los menesteres. ¿Qué me dices? ¿Me llevarías a ella?

Claro que Moses se lo decía de buen plan, le conocía y no diría nada para hacerle daño pero no le gustaba entrar en el mismo saco que su familia, era deprimente. Aunque tampoco podía cambiar quién era, así que se resignó bastante pronto a ese sentimiento.

Se levantó y le tendió una mano a Moses para ayudarle a levantarse. Le gustaba Moses, era un buen chico, aparentemente sencillo, sin complicaciones, con ese sentido del humor tan suyo que a veces le costaba seguir y esa serenidad desquiciante. Apenas sin darse cuenta se había convertido en uno de sus mejores amigos y el que le aportaba la calma de la cual la privaban siempre June y Liam.

Entrelazó el brazo con el suyo mientras se dirigían a desayunar.

- ¿Qué planes tienes para hoy? - preguntó con curiosidad.

Sonreí ante la idea de escaquearnos y me aferré a Ryan, realmente me encantaría pero ambos sabíamos que no podíamos hacer eso, teníamos que cumplir nuestro deber como prefectos y no quería que quitasen más puntos a Slytherin... teníamos que recuperar puntos... Regina... solo es principio de curso... deja de pensar en la copa de la casa.

Abracé a Ryan y le di un suave beso en los labios. Me levanté, sin nada que cubriese mi cuerpo, me aseé y me vestí. Sin olvidar la crema solar ni la colonia. Una vez lista recordé que las palabras de Ryan indicaban que le esperase en la sala común y eso hice. Esperé durante un rato, temiendo que la hora se nos echase encima... en cualquier caso, quería ir ya al salón comedor, hoy iba a ser un día extraño debido al incidente en el tren pero, evidentemente, debía estar ahí para calmar a los alumnos y transmitir tranquilidad.

Vamos, Ryan... no quiero llegar tarde. Suspiré.

Cuando Samantha entra al Gran Comedor se sorprende por la poca gente que hay, aunque pronto encuentra el motivo. Dadas las circunstancias, son muchos los alumnos que habrán aprovechado a despertarse tarde y saltarse el desayuno. No tarda en avistar a Isaac. Se encuentra en la mesa de ravenclaw, sentado junto a June y Liam.

Mientras te diriges hacia allí, ves a Arianna y Mathew en la mesa de Gryffindor. Parece que todavía quedan varios prefectos por ponerse en marcha.

Me acerque rapidamente a la mesa donde estaba Isaac Bueno días Salude en general acercandome a mi mejor amigo Teneeeemos que hablar, pronto, ya Le sonrei abiertamente dejando claro que algo habia pasado, aunque por como estaba no parecia que fuera algo malo. Necesito que me ayudes con algo...

Nos habiamos carteado cada semana y escapado alguna vez para vernos en verano, pero habia ciertas cosas que preferia no hacer por carta.

Sam llega a la mesa de ravenclaw justo cuando June termina de hablar. - Como usted diga - te responde divertido levantando las manos en señal de 'paz'. Sin más espera, se incorpora. - Nos vemos luego chicos - les dice, dejando caer su mano sobre la espalda de Liam de forma amistosa. - June, no hagas nada malo sin tenerme en cuenta.

Echáis a andar hacia la salida. Justo antes de dejar atrás la mesa de ravenclaw, Isaac se acerca rápido y se estira para coger un par de tostadas más. Siempre te ha sorprendido lo insaciable que es. - Bueno, pónme al día de todo.

Al salir del gran comedor me fije en que no hubiera nadie cerca y me cogi a el para poder hablar en un tono mas bajo.

Necesito que me cubras en algo... este verano... no fui al cumpleaños de Mel y esta bastante enfadada pero... bueno me paso algo... con un chico y no puedo decir con quien, bueno tampoco es que pasara mucho simplemente me beso y yo como siempre salí corriendo, pero ahora Josh quiere saber quien fue y no puedo decirlo.... ¿Me cubres si le digo que fuiste tu? Le puse ojos de cachorrillo y morrillo Porfiiiiiiiii

Tras una espera que llega a hacerse interminable, Ryan sale de las habitaciones de los chicos. Lo hace a paso ligero, pero manteniendo la elegancia y tranquilidad que tanto le caracteriza. Cuando llega a la altura de Regina se inclina y le da un beso en los labios. Cuando se separa, todavía mantiene su mano en la cintura de su novia. Durante un segundo corta la conexión de sus miradas para hacer un repaso de la Sala Común. Su expresión se ensonbrece y sus ojos se recubren de un halo de desprecio y odio. Pero no necesita más de una milésima de segundo para cambiarla cuando vuelve a mirar hacia Regina. 

- ¿Vamos a desayunar? - aunque lo hace en modo de pregunta, se trata de una afirmación en toda regla.

Arianna está dándole un pequeño sorbo al té cuando, por el rabillo del ojo, ve pasar una figura masculina que se dirige a la mesa de Ravenclaw. Ya somos cuatro- piensa- ¡Con qué calma se lo está tomando la gente hoy!. Siguiendo a la figura con la mirada se da cuenta de que es Liam. Tras intercambiar unos saludos con su amigo y su novia, Liam le saluda. Arianna le devuelve el saludo con la mano- Tengo que acordarme de hablar con él. Al final ayer a lo tonto no dio tiempo a hacer lo planeado- y vuelve a bajar la vista hacia el bloc en el que estaba anotando un par de ideas para una poción que se le habían ocurrido de camino al comedor.

La voz de Mathew a su lado, le hace pegar un pequeño brinco en el banco, sobresaltada. ¡Qué susto!- No lo había visto llegar. Se vuelve hacia él - ¡Hola! Por supuesto. No me como a nadie- le contesta con lo que parece una expresión divertida en el rostro.