Partida Rol por web

Isobel tenia la capa prendida, pero ahora no podia deternerse por esas tonterias. Estaba concentrada en su objetivo, y tampoco se acercaria lo suficiente como para sufrir más daño. Lanzó su conjuro y se fue para atrás, lejos del alcance de sus enemigos.

La bruja emitió un terrible y agudo grito desde lo más profundo de su garganta. El objetivo de dicho berrido no era otro más que Inoklar. La osgo ante tan terrible voz, quedó aturdida sin saber muy bien dónde se hallaba.

Con lo que no contó la joven bruja, es que de detrás de la columna emergiera el ladino trasgo con su arma de asta en ristre. Por suerte para ella, su ademán fue realmente patético.

- ¡¡Ekkie!! ¡Te necesitamos!

Viendo que la osgo estaba bajo el efecto de un hechizo, Vors se volvio hacia el goblin para rematarlo. Y con rapidez lanzo una buena estocada.

Esa exibicion me habia imrpesionado, tal vez no seria tan facil acabar con esa osgo... De todos modos tenia que intentarlo. Aprobechando la oscuridad creada por Annis, me acerqué a la osga hechizada para asestarle una estocada con uno de mis wakizashis. 

Vors reaccionó con rapidez y se abalanzó sobre el trasgo que acosaba a Isobel. Sabía que la bruja era un pilar indispensable para que aquella historia acabara bien, por lo que no dudó en atacar con su estoque. Tras una esquiva magistra y un salto medido, llegó hasta el goblin pirómano y con un gesto rápido de su muñeva, atravesó la garganta de tan molesto adversario.

Adicionalmente, Hatake se aproximó hasta la atolondrada Inoklar y lanzó un estocada, pero cuando su wakizashi erró, se dio cuenta de que se había introducido en el área de oscuridad mágica que segundos antes había invocado Annis.

Vors se volvio hacia la osgo.

- Creo que es hora de que te reunas con tus ancestros ¡Perra!

La estocada del espadachín volvió a morder carne, pero esta vez de Inoklar. La osgo rugió con rabia ante el dolor ocasionado ante tan preciso embate.

Annis seguía luchando para liberarse de aquella maldita sustancia pero su estoque no conseguía cortarla. La tiefling estaba furiosa y sus ojos parecían arde literalmente de furia.

-Maldita sea! Alguien puede dejarme una espada o una daga para cortar esta cosa?

Me moví un poco para salir de la oscuridad. Pensaba que me beneficiaria, pero no fue asi, de modo que salí por detras de la osgo y le di sendos sablazos. Uno de ellos resbaló por su armadura, pero el otro mordió su carne. 

El osgo no sería un enemigo muy dificil de golpear. Al menos eso pensaba Isobel. Asi que sacó la ballesta y la cargó, lista para disparar en el momento en que pudiera. No iba a ser fácil, rodeada como estaba por sus aliados. Pero con un buen sitio y si la oscuridad mágica no molestaba demasiado, podria hacer algo.

La pequeña pero afilada hoja de Hatake se hundió en el flanco derecho de la terrible osgo. Inoklar bramó de dolor, pues la punzada del ninja fue de gran virulencia, girando su rostro y su fulminante mirada hacia el humano de Tian.

- Maldita rataaaaaaa...- dijo arrastrando la última palabra - Tú pagar ahora todo el daño. Yo oler tu miedo...- Y tras estas palabras, se apartó colocándose en posición y descargando un terrible tajo de su arma. El impacto fue brutal, derribando a Hatake mientras se sumía en la oscuridad...

- Tú ser goblin muerta Ekkie. Yo arrancar tus ojos y hacer sopa... ¡¡Tú morir como caballo viejo!! JAJAJAJAJA...- se jactaba de su tremenda superioridad.

Annis vió caer a Hatake y escuchó las palabras de la osgo con una terrible furia creciendo en su interior. La tiefling usó esa rabia de combustible, se encogió y luego se estiró al máximo, consiguiendo por fin romper la ataduras que la constreñían.

-YAAAAAAAH!!!

Vors ve caer a Hatake y se temo lo peor. Con agilidad felina lanza una estocada a fondo, que atraviesa el abdomen de la osgo.

- ¡Pagaras con sangre mil veces tus actos malvados!

¡Ekkie! ¡No permitas que te asusten! ¡Somos tus amigos y te necesitamos! ¡Hatake te necesita!

Creo en ti, tu puedes ser mas de lo que todos esperan de ti, pequeña.

La resina que mantenía inmovilizada a Annis, comenzaba a perder efecto, pues poco a poco, con los movimientos espasmódicos de la magus, sus pegajosos filamentos se iban resquebrajando. Debía apresurarse. El ninja había caído y se debatía entre la vida y la muerte, los poderes mágicos de Isobel comenzaban a escasear y dudaba de si Vors aguantaría mucho tiempo en combate singular contra aquella terrible adversaria.

Por su parte, el acero del espadachín andorano volvió a morder la carne de la guerrera Osgo. Ésta rugió presa del dolor, pero ni tan siquiera retrocedió. A pesar de tener varias heridas de feo aspecto cubriendo su cuerpo, continuaba rugiendo y blandiendo su enorme descuartizador de caballos. - ¡¡Yo mataros a todos y sorber vuestros sesos!! ¡¡SIIIIIII!!- berreaba guturalmente la brutal goblinoide.

Por su parte, Isobel decidió correr hasta el cuerpo del Hatake. Quizás pudiera hacer algo por él. Por el camino intentó animar a Ekkie para que volviera al combate - ¡¡Por los dioses Ekkie!! ¡¡Ayúdanos ha combatir a esta tirana!! ¡¡Rompe el yugo con el que te amenaza!!

- ¡¡YO ROMPER OTRA COSA!!

Gorgoteo, gorgoteo. 

Vors apreto los dientes. La osgo era un adversario formidable. Intento recordar las lecciones de sus maestros.

Si sangra, puede ser derrotado. Manten la concentracion.

La espada ropera araño el muslo de su formidable adversaria.

Annis rabiaba de impotencia y aprovecho que Vors la distraia para clavar su estoque profundamente en la carne de la osgo.

-Animo, Vors! Estoy contigo!