Partida Rol por web

Su bolsa ya está repleta de Durgans de Sangre cuando Don Don alza la vista y se encuentra a sus compañeros parados y un tanto dubitativos.

-Si vais a estar ahí parados, ayudadme a recoger las monedas y luego podremos ir todos juntos a explorar el resto de la cueva-les susurra. Después se pone en pie y echa un vistazo al resto de objetos que hay en la sala, a ver si hay algo valioso y de un tamaño fácilmente transportable.

Reacciono ante las palabras del willem y le ayudo a recoger todas las monedas que pueda.

Llevas toda la razón. Toma unas cuantas mas. Le doy un puñado de monedas que acabo de recoger. Miraremos la sala todos juntos.

Alitia, Ur y Elgroth se adentran más en la cueva bajo la iluminación de la linterna de esencia de Alitia...los otros miembros del grupo se quedan atrás recogiendo las monedas y algunos de los varios objetos que encuentran por allí esparcidos.

Los que avanzan cueva adentro, ven como el pasadizo por el cual van va internándose cada vez más en las profundidades oscuras de ésta y poco a poco van notando una cierta corriente de aire...llega el punto en que Galhen, Don Don y Lyran ya no ven la iluminación de la linterna que llevaba Alitia...

El grupo de Alitia, Ur Tagh y Elgroth van avanzando, de repente se encuentran en una zona donde el techo, formado por millares de formas geometricas cristalizadas, se alza repentinamente y el eco de sus pasos se hace más notorio...

Cuando se quedaron sólos sus tres compañeros y él recogiendo el tesoro, Galhen se giró hacia estos y les dijo:

- Lo siento de verás...- de repente los pequeños ojos de la pequeña calavera que llevaba en el bastón se iluminaron. Sus compañeros sintieron entonces una especie de sopor muy extraño...

A medida que nos adentramos en más oscuridad, los sonido que producíamos eran mas sonoros, algo me decía que el efecto sorpresa se nos iba de las manos, los nervios los tenía a flor de piel, no sabía que pensar, pero teníamos que estar muy alertas, con los sentidos preparados continuamos, miro alrededor en busca de signos de de que alguna criatura aya pasado por la zona...

Finalmente Alitia se había quedado a solas con los dos colosos, lejos de sentirse intranquila correteaba de un lado para otro observando la caberna, lo que producía extrañas sombras de sus dos acompañantes.

Al avistar las formas cristalinas se paró un momento para admirar su belleza.

La luz azulada de la linterna de esencia se reflejaba en un millar de cristales, dando un toque fantasmal a la sala donde habíamos llegado. Elgroth avanzo poco a poco hacia el interior, la sala era mucho más grande que la sala donde habían dejado a sus compañeros recogiendo el tesoro.

- Los Bicefalos podrían oír el eco de nuestras pisadas... - susurro a mis compañeros mientras me agacho a examinar el suelo.

Don Don cae redondo al suelo, profundamente dormido.