Partida Rol por web

   El sol rajaba la niebla. Era un día miércoles hermoso un día tranquilo sin nubes en la ciudad de Venecia. Estábamos en otoño y las hojas caían hacia el suelo de manera sórdida fundiéndose con el mismo. Los niños corrían de un lugar a otro en las plazas. Y los enamorados iban tomados de la mano como danzando con el día y con sus sentimientos. Era un otoño hermoso en el cual la Acqua alta estaba casi tocando los pequeños diques lo que convertía a la ciudad de Venecia en un lugar de ensueño. El calor contrastaba con el viento del mar adriático. Las góndolas iban y venían trayendo enamorados sonriendo del placer de viajar en dichas pequeñas pero hermosas embarcaciones. La plaza de san marcos estaba atestada de gente que iban y venían felices. 

  Pero nuestra historia nos lleva mas cerca lo que llamamos el Bar de Adriano, un bonito y acogedor lugar para desayunar. Las exquisiteces se veían en todo el mostrador y la gente compraba de la panadería lo que quería para desayunar. Era un lugar al que no concurría mucha gente y cuyos precios eran inmejorables. Se podía oler el pan casero desde la calle donde la gente iba y venia. Cada tanto se veía que un comprador entraba perseguido por el aroma de el pan calentito que podía llamar a la nariz de cualquiera.-

Como casi cada mañana, me encontraba en el Bar de Adriano, tomando mi típico café con leche bien cargado, y mi croissant de chocolate. Me gustaba leer el periódico mientras desayunaba, ya que no tenía otro momento en el día tan tranquilo y relajado como ese.

Sentada en una de las sillas de madera del bar, en una de las pocas mesas que había. Yo siempre escogía la más apartada, lejos del barullo, de la gente hablando, y en general de cualquier cosa que podría romper mis escasos minutos de tranquilidad.

Mientras me encontraba en esa esquinita del bar, lo más alejada posible de la entrada y semi oculta entre los adornos del bar, repasé mentalmente la rutina del día.

Como siempre, tengo menos tiempo del que me gustaría para poder hacer cosas...después del entrenamiento de boxeo tengo que ir a la piscina climatizada a entrenar con Jess, a la 1.45 debo ir a la fiesta del aniversario de Tim y Kate...

  El muchacho se acerco de manera tranquila tomo una de las sillas de la mesa de Sookie y se sento en ella derrepente saco un mazo de cartas y comenzo a mezclarlas de ellas saco solamente 3 cartas y las puso sobre la mesa. Y exclamo

Vamos a jugar un hermoso juego que se juega con 3 cartas. Entonces el muchacho agilmente las apilo. 
Yo tengo esta carta. Dijo el muchacho mostrando la primera que era un comodin y dejandola a un lado. 
Esta carta. Excamo mostrando otro comodin y apilandola sobre el otro comodin. 
Y aquella carta. exclamo nuevamente mostrando una K de picas que luego dejo sobre las otras dos cartas.

El objetivo del juego es que vos sigas esta carta. Señalando la k de picas.
Y asi como te lo digo.. Yo la voy a poner abajo. Acto seguido puso la K de picas abajo.

Donde esta la k de picas? le pregunto.

Mientras seguía con los ojos puestos sobre el periódico, escuché que alguien se sentaba en mi mesa, a mi lado.

Ya estamos con el típico invasor de la intimidad...

Irritada, levanté la vista, y vi que se trataba de un hombre atractivo, de una edad cercana a la mía. Estaba a punto de preguntarle lo que quería cuando lo escuché hablar sobre las cartas.

Seguramente quiere dinero por el truquito, pero...¿éste es tonto o qué? Ni siquiera las ha removido.

-Claramente está abajo de las otras dos, ¿no?

 Entonces Frank en seco le contesto.

no Dando vuelta si mano y mostrando un comodin. 

entonces debe estar o en el medio o arriba..  Arriba no esta. 

Entonces lentamente da vuelta la carta de arriva y muestra otro comodin.

 Y en el medio... tampoco. Da vuelta la carta del medio y muestra otro comodin

entonces... Donde esta??..  Frank espera unos segundos mirando la cara de sorpresa de sookie. Y piensa. Es muy bonita

Bueno te lo dire pero no se lo cuentes a nadie esta abajo..

Mostrando la K. Pero aparte de esa carta yo tengo esta carta

Exclama mostrando que tambien tenia otra K arriba y aparte de esa carta tambien tengo esta

Exclama mostrando la carta del medio que tambien era una K. Entonces dijo. 

Pero en la vida hay que saber... Ciertas cosas. En la vida Hay un poco de esto (Puso un comodin en la mesa) En la vida hay un poquitin de aquello (Puso una k en la mesa)... Pero... Hay tantas cosas que no hemos visto jamas. Y solto una Q de corazones con algo escrito. Me llamo Frank, Encantado.

Para mi sorpresa enseñó un comodín, y otro, y otro. Me quedé alucinada viendo todo el juego, y cuando terminó dejando la reina sobre la mesa estallé en carcajadas.

-¡Eres muy bueno!¡Ni siquiera has tenido que remover las cartas para hacerlo! Yo me llamo Sookie, es un placer conocer a alguien con tanto talento.

Sonriente aún por el númerode magia, le dí la mano como saludo, aunque de reojo miré la hora, no se me fuera a pasar el tiempo.

 Te gusto?.. Que bien.. Exclamo con una sonrisa amplia y mirandola a los ojos. Asi que Sookie la muchacha de los desayunos apurados eh.. dijo Frank al ver que Sookie miraba la hora. Se acerco tomo la mano de la muchacha y la beso mientras la miraba a la cara. Luego le sonrio de un solo lado como acostumbraba. Oye te molesta si te acompaño en tu desayuno? No me gusta desayunar solo. Es que no estoy acostumbrado. Exclamo tranquilamente.

Lo miré asombrada cuando me besó la mano. No esperaba eso, simplemente quería un apretón de manos como saludo. No me gustaba desayunar con gente pero...tenía que admitir que su truco de magia me había cautivado, no me gustaban los retos, y la magia era uno de los pocos que no podría descifrar nunca.

-Está...bien. No es que desayune rápido, es que no tengo tiempo para más. En media hora tengo que estar a medio kilómetro de aquí.

No le gusta desayunar solo...encima fanfarroneando de ser un ligón, ¿o qué?

 Frank abrio su mano pero no solto a de Sookie esperando que ella la retirara.  

Ey petit calma estas a mil revoluciones por minuto que es eso que tienes que hacer tan importante? Exclama Frank con esa voz tranquila que lo caracterizaba.  

Me parece q vienes a mil y tienes que parar en algun momento se te nota algo como estresada.. Exclamo frank tranquilo mientras miraba que queria comer.

Retiré la mano, tenerla cogida a otra persona más de dos segundos empezaba a resultar incómodo, así que viendo que él no lo hacía, lo hice yo.

-No estoy a mil revoluciones, simplemente me gusta estar atareada, eso es todo. Pero lo de que tengo que irme dentro de poco es cierto, tengo que ir al gimnasio a practicar boxeo, ¿sabes? Y no, no estoy estresada, soy así.

No me gustaba que me preguntaran cosas sobre mí, así que contrataqué preguntándole a él.

-Y tú, señor mago. Se te vé muy tranquilo...¿acaso nunca tienes horarios, o cosas que hacer que requieran ser puntual? Aunque claro, tú nunca desayunas solo, ¿no? - le repliqué, mordazmente.

 Parecia que la muchacha tenia algo de caracter. Asi que Frank se limito a hablar tranquilamente.

Practicas boxeo?. Wow!! que divertido. Seguro que eres muy debil. No podrias ganarme. jajaja Exclamo el muchacho incitandola y riendose un poco jugeton. Parecia que conocia con que tipo de persona estaba tratando desde que habia llegado.

Claro desde que mi hermano murio he tenido que desayunar todos lo dias solo.. Pero bueno la vida tiene sus buenas y sus malas. Y hoy estoy aqui desayunando contigo no?. Exclamo su voz era realmente dulce y tierna. Cuando dijo contigo la miro a los ojos directamente. Luego volteo y llamo al mozo y pidio un cafe negro sin azucar.

No me tomé en serio lo de su hermano, porque aunque fuera verdad, había escuchado tantas veces cosas semejantes...típica táctica de dar pena, de parecer alguien solitario por las circunstancias.

- Ya. Osea que además de mago, eres uno de esos hombres que se creen superiores a las mujeres, y que están seguros de poder ganarles en fuerza, ¿no? Creo que te ganaría con sólo mi brazo izquierdo, y eso es mucho decir. - añadí, mirándolo desafiante. 

Aunque tengas esa voz tan dulce y serena, señor Frank, no voy a dejar que pases por encima de mi orgullo.

Entonces comence a reirme.

Bien acepto el reto. Pero para hacer las cosas mas divertidas el que gane tendra que aceptar un beso del perdedor. Que te parece? Estas lista para probarme que eres mejor que yo. Exclama Frank a sabiendas de que perdera. El nunca habia sido bueno en las peleas aunque aveces salia ganando.

Me encanta tu orgullo

Con actitud seria, acepté el reto, pero...

-Está bien, tú lo has querido. Cuando vaya al gimnasio ven conmigo, pero cuando pierdas no me vengas llorando. Pero si pierdes tú, cosa que va a suceder...no quiero darte un beso, quiero que me enseñes cómo has hecho el truco, ¿de acuerdo?

Así cuando gane, no estará tan gallito, y me tendrá que contar el truco. 2 por 1.

Satisfecha con el plan, me terminé el café de un sorbo, y el croissant de chocolate fue detrás.

Con delicadeza, cogí una servilleta y me limpié la boca de cualquier resto de chocolate, sin dejar de mirar desafiante a Frank.

De todas formas ganaba siempre si aceptaba el reto el ganaba de todas formas xDD Solo quedaba ganar el reto. El era hombre. Y ella mujer tenia ciertas chances de ganar. Y si ganaba ella tenia que besarlo asi que porque no intentar ganar?.

Jamas! un mago nunca revela sus juegos.. Elije otra cosa. No voy a revelarte mi juego. Prefiero tener que besarte.  

Exclama el muchacho poniendosela dificil y sonriendole.

-No quiero el beso de un mago prepotente como tú. Está bien...si no quieres revelarme tu truco, cosa que te aseguro que averiguaré tarde o temprano...tendrás que hacerme otro truco diferente, que me sorprenda. Y ten en cuenta una cosa, esta vez estaré prevenida, así que te costará bastante más sorprenderme. ¿Qué me dices?

Ahora yo sonreía también, pero con una sonrisa tirante, que indicaba que me lo estaba tomando en serio. Como siempre que me panteaban un desafío.

 Mira muchacha hagamos una cosa. Si tu ganas te hare otro truco quieres? Pero obviamente ganare yo. Con estos musculos enormes no podras ni rasguñarme.

Exclama el muchacho reseñando sus enormes brazos y observandolos.

Luego bebe un sorbo de cafe.

Tenía que admitir que esos músculos que se notaban bajo el brazo no estaban nada mal, pero odio a los hombres prepotentes, y éste estaba irritándome sobremanera.

-Sí, claro - le repliqué con una sonrisa ácida - Tú sigue creyéndote muy macho y eso, dentro de nada supongo que empezarás a golpearte el pecho como Tarzán, ¿no? Me encantará derrotarte para quitarte ese enorme orgullo tuyo, señor mago.