Partida Rol por web

Jack cruzó los poderosos brazos sobre el pecho, observando el lugar con aparente apatía. Se recostó sobre la pared junto a la puerta, del lado de adentro, arrastrando a Ian al interior. Sacando el zippo del bolsillo comenzó a jugar con el encendedor, como la mole de músculos que era.

Totalmente fuera de lugar aquí, con tanta juventud enclenque. Y sonriente. No como Hammer, las heridas de la cara aún lívidas y recientes, una máscara bastante espantosa.

- Ve y has lo tuyo, chico, que yo te cubro la espalda... dice inclinándose hacia Ian. A él no se le daba hablar, ni se imaginaba qué temas en común podía tener con el tipo de los anteojos; a no ser que le interesara el póker, el alcohol, las tripas y las putas.

Ni que fueramos a tener un tiroteo en mitad del laboratorio...

No pude evitar pensarlo ante la frase de Jack, seguramente no habría pillado lo que le había querido decir con el tirón de manga, me acerqué al Doctor Walter y me presenté -Buenos días doctor, me han hablado muy bién de sus estudios, y la verdad es que no he podido evitar pasarme por aquí, para preguntarle por sus últimos trabajos, no he tenido noticias de ellos- Comento amablemente, mientras me meto el pulgar en la boca.

¿Ud. era... ? - Lombard enarca una ceja, los agentes no han tenido problema en reconocer a Alice pero el comisario parece afectado siempre por una extraña amnesia y debes recordarle ~Soy Alice, agente de Dragonfly, estuvimos ayer en la calle Brown~ El comisario se muestra reticente a hablar de lo ocurrido ayer hasta que por fin parece que en sus ojos se enciende algo, sus pómulos duros y elevados se enrojecen y vuelve a hablar con la voz jovial del día anterior.

Oh señorita Alice, sí ahora la recuerdo bien. Los cuerpos, órganos y embriones muertos serán enviados esta mañana a su edificio - Mira su reloj de muñeca asintiendo - A esta hora deben estar recibiendolos en su laboratorio. El resto de equipo está completamente destruído. Los explosivos no eran de gran potencia, no han derribado el edificio ni han causado daños estructurales graves, pero parecían estar dispuestos expresamente para destruir las evidencias de lo ocurrido allí. Lombard invita a Alice a tomar asiento frente a él

Los cuerpos de dos doctores muertos allí encontrados pasaron a disposición, los forenses deben estar trabajando ya en su identificación, gente discreta, recibiré los resultados esta misma mañana.

El equipo biológico: Tanques, tubos y bombas han sido devueltos a San-Biolabs. Una empresa de maquinaria de investigación, desarrollo, medicina y biología que denunció el robo hace seis meses de este equipo en un almacén del distrito rojo, y retiró la denuncia a la semana siguiente dejando el caso cerrado. De todas formas el equipo era suyo.

De todas formas, en la denuncia constaba muchísimo más equipo extraviado, una nave entera saqueada

El comisario ha estado un buen rato hablando, pero calla un momento mirando por encima de Alice, un agente entra con unos dosieres que deja encima de la mesa, el comisario les hecha un vistazo por encima y los deja en una bandeja metálica con otro montón de papeles - Me alegro hayan atrapado a Avery, ese atracador de supermercados llevaba ya cuatro asaltos dándonos esquinazo . El agente se retira sonriendo y dejando caer una broma al respecto, ganandose la sonrisa de su superior. Lombard se gira con las manos entrelazadas hacia Alice, de nuevo están solos en el despacho, sonríe, su gesto parece tratar de recordar algo. - Espero haber sido de alguna ayuda, si necesita algo más..

El doctor Walter no sonríe tanto al comportamiento de Jack, parece molestarle e incomodarle su presencia y su mirada va hacia él continuamente mientras habla con Ian. -Oh ¿y ustedes son..... ? *- Mira extrañado, tratando de recordar. Después de que Ian de una respuesta, Walter sigue pensando en ello tal vez desconfiado, pero empieza a hablar de lo que está realizando. Desde hace ya siete años trabajo en un proyecto de reproducción celular, aceleración del crecimiento si lo preferís. Ahora con mis alumnos estamos haciendo un experimento con un páncreas al que estamos produciendo un tumor desde hace un mes.

El objetivo es controlar el crecimiento del tumor, si logramos controlar el crecimiento celular, podremos revertirlo , sería la gran cura para la gran epidemia de nuestros días. Lamentablemente aún no lo hemos logrado, supongo nos falta algun tipo de enzima mesurable con el que poder controlar el crecimiento y detenerlo a nuestro antojo.

-Desde luego, eso suena interesante, a la par que útil, sería un gran avance para la ciencia, pero muchos científicos han buscado hacer lo que esta intentando, digame ¿Qué lo hace a usted y a sus investigaciones diferente?-Pregunto con respeto.

Me pregunto si él...

- Ha sido de mucha ayuda. Pero necesito abusar de su buena voluntad un poco más: me gustaría que enviara una copia del reporte del robo a San-Biolabs, a las oficinas de Dragonfly. Quiero echarles un vistazo. - Dicho esto, me despido del comisario Lombard con un simple apretón de manos. - Hasta luego.

Salgo de la comisaría y me encuentro con los segadores rayos del Sol. Con mi mano izquierda hago una improvisada visera y escruto la calle que tengo adelante: el taxi y mis compañeros han desaparecido. Genial. Busco el móvil en mi bolsillo derecho y comienzo a escribir el siguiente mensaje de texto:

"Equipo biológico de San-Biolabs. Robado hace 6 meses de almacén. Distrito Rojo. Voy a investigar. ¿Ustedes?"

Al terminar de tipear en el diminuto teclado, pongo cómo destinatarios del mensaje a Jack y Ian. Enviar. Veo en la pantalla cómo una cartita vuela por un segundo y luego entra en el buzón, indicándome que los mensajes habían sido enviados con éxito. Sin más que hacer aquí, me encamine hasta mi próximo destino. En un par de segundo detuve un taxi al cual me subí.

- Buenos días. - Dijo el conductor sin mucha alegría. - ¿A dónde la llevo?

- Buenos días. Hasta el Distrito Rojo, por favor.

¿Diferente? - Parece realmente perplejo, un montón de estudiantes sale del laboratorio y despiden al profesor que detiene su charla para hablarles de trabajos pendientes y experimentos para dentro de tres semanas, otro montón entran, el profesor está dispuesto a continuar charlando con vosotros, pero mientras los estudiantes entraban y salían algo ha llamado la atención de Ian entre los estudiantes.

Entre la multitud, puedes ver a la reportera que ayer trataba de grabar desde más allá del cordón policial, va un poco disfrazada, con el pelo castaño y muy corto, pero sin duda es ella. No os mira directamente, pero en su caminar y mirar una carpeta de apuntes, parece mantenerse cerca de vosotros a propósito.

Vuestro teléfono pita unos instantes, un mensaje de Alice a cada uno de los teléfonos

"Equipo biológico de San-Biolabs. Robado hace 6 meses de almacén. Distrito Rojo. Voy a investigar. ¿Ustedes?"

Temprano, muy temprano recibes la llamada del jefazo, llevabas tres días sin trabajar, jugando partidas de Magic contigo mismo como adversario (a ver si conseguías sacar al elfo burlón con espada de Kaldhra y regeneración en el turno3). La llamada del deber se te antojó como mínimo inoportuna.

Desde una zona del Distrito Violeta acudiste al edificio de Dragonfly, cruzaste los parques de la zona, cada rascacielos de diseño contemporáneo posee su zona ajardinada donde ejecutivos y empresarios salen a distraerse durante su jornada. El vuestro: ocho plantas de alto, de un color rojo vivo y limpio, unas ventanas grandes y tintadas, por un lado la salida del párquing subterráneo.

La puerta automática se abre con el sonido característico y pasas frente a la portera que te dedica una sonrisa que te hace frotarte inquieto, como si una horrible urticaria comenzara a aparecer bajo tu piel

Algunos chupapapeles se mueven arriba y abajo, gente que trabaja para una empresa de cuentas y almacenes de DragonFly, una tapadera para muchas de sus operaciones financieras, los trabajadores aquí no conocen lo que hay más allá de la 3a planta, ni deben.

Coges el ascensor hasta la tercera planta, planta máxima hasta la que sube y cruzándola de un lado a otro vas hasta un despacho vacío en el que un segundo ascensor con cámara de seguridad te identifica antes de subir automáticamente, el despacho del jefazo como siempre: lleno de humo y malos olores, para rematar él mismo tiene un sueño que no se aguanta, y unas ojeras se dibujan en su rostro mientras una impresora trabaja con gran escándalo sobre el escritorio

Al fin ha llegado al despacho y puede cerrar la puerta tras de sí. Toda esa gente... el edificio está plagado. A James la única muchedumbre que le era agradable era la de las comic con. Ahora podía desconectar de los últimos diez minutos, porque cruzar la puerta del despacho de M era como atravesar un town portal y llegar a un mundo totalmente distinto a la oficina de allá atrás.

Será cosa del humo de habanos. Llena la habitación hasta hacerse denso. Los colores se apagan através de la nube, y uno entra en una película en blanco y negro. Parece el despacho de un detective. Solo falta una despampanante viúda fumando con boquilla a lo Katherine Hepburn y un Humphrey Bogart colgando su gabardina y su sombrero en un perchero antiguo. Y la música. También falta algo de música de fondo. Algo que no sea el traquetear del fax que trata de recordar a James que todavía está en una oficina.

Sebastien le gustaba. Con ese parche era como estar frente a frente con el mismísimo Nick Fury. Su estampa resultaba inspiradora a la vez que intimidante, aunque luego la cagara al hablar. No hablaba como Nick Fury. Al menos no siempre. Su voz tampoco era como la que James se había imaginado mientras leía sus desgastados comics de grapas.

A pesar de esos defectos de interpretación en el papel de Fury, no podía evitar pensar que media hora atrás Sebastien podría haber estado salvado al mundo libre de una amenaza de proporciones Galactus. Y ahora estaba allí, sin ningún rasguño.

Señor...-siempre que tenía a M delante, James olvidaba que Dragonfly no era el ejército-Es un honor haber sido requerido a su presencia.

Llegas al Distrito Rojo, el taxi astilla tanto como puede: Tasa por zona comercial, plus por zona horaria punta.... el hombre trata de rascar hasta la última moneda. Al bajar del taxi te ves adentrada en el medio del distrito, frente a ti una enorme manzana en la que hay unas enormes fábricas "Colosal Cars" reza un letrero en la entrada. Unos hombres se mueven por el patio a la llamada de un silbato. Suena tu teléfono: El jefe, Sebastien

He recibido.... un informe de denuncia por robo para ti, del comisario Lombard - El jefazo te lee el informe, básicamente lo dicho por Lombard, especifíca además que es el Almacén2 de la calle 26. Miras el lugar en el que estás: calle 34.... no debe estar lejos preguntando sabrás llegar en este laberinto industrial. He enviado un hombre para que os ayude, te estará esperando en el almacén - Tras escuchar lo que tengas que preguntarle, finaliza con un: Ten paciencia con él

Sebastien pasa su mano por la frente, poniendo énfasis en sus sienes, y tras respirar una visible bocanada del humo flotante procede a informar - Tienes un taxi en la puerta, te llevará al distrito Rojo: Almacén 2 calle 26.

Ayer uno de nuestros equipos descubrió un laboratorio secreto, en el que habían dinosaurios - El jefe acompañó el gesto uniendo las palmas de las manos, separandolas por un extremo un par de veces - No encontraron a los responsables, pero sí documentos que hablaban de otros laboratorios en la ciudad. Aquellas bestias casi escapan a la calle.

Da una palmada en la mesa - Eso no debe pasar, debemos proteger a la ciudad, descubrir el origen de esta amenaza y suprimirla. Hubieran causado muchas bajas, uno de nuestros hombres resultó gravemente herido. El peligro es enorme, por ello estoy buscandoles refuerzos

Da una larga calada al puro que recoge del cenicero. - Ahora las pistas nos llevan al Distrito Rojo, el equipo de Dragonfly asignado a este caso está allí. Coge el taxi y dirígete con ellos

Espero el informe al final de la tarde - El jefe había dado un rodeo por la mesa y había dado unas palmadas mirando a los ojos a Jimmy - ¿Alguna pregunta muchacho? - Esto último había sonado como un auténtico veterano de guerra, como si se preparara para lanzarte al otro lado de las trincheras contra un enemigo listo con las bayonetas alzadas.

Distrito Rojo, almacén 2, calle 26...

Su mente codificó la información para acordarse mejor.

Con 26 montañas tengo maná suficiente para lanzar una bola de fuego que afecte a 2 criaturas. Eso hace... 12 puntos de daño a cada criatura. Doce. Distrito Rojo, almacén 2, calle 26. Doce.

Luego llegó el bombazo. Sebastien le contaba los pormenores de la misión.

¡Dinosaurios! ¡Dinosaurios de verdad!

Norble y su triceratops. Sí. Oh, sí. Aquella idea era genial. Ya se veía a sí mismo a lomos de su propio dinosaurio. No hizo ninguna pregunta. Tampoco se entretuvo en despedirse. Salió a toda prisa del despacho, atravesó el enjambre de oficinistas sin dejarse amedrentar por la presencia de tantos seres humanos y saltó al asiento trasero del taxi.

¡Taxista, giro veintiséis montañas y...! Digooo... Al distrito Rojo. Calle 26, por favor.

Los taxis siempre fueron un tema delicado. Pidiendo el tiquet podría pedir el reembolso a la organización, pero se lo tendría que presentar a una de esas secretarias tan peripuestas. Lo normal en Norble era pagar el taxi de su bolsillo.

Algo dividido entre la responsabilidad y la niñez me rebato hasta que le susurro a Jack -Contesta tú, te dejo que decidas-Digo en un susurro mientras sin ningún disimulo me alejo de él y del doctor y me acerco a una chica que parece ser una estudiante mas, con una alegría que parecía mentira que no diera botes de la emoción.

Me acerco a la periodista a la que había pillado in fraganti, pero lejos de preguntarle que estaba haciendo ahí, ya que  parecía vigilarnos le digo -Hola April, soy un gran admirador tuyo, ¿Me firmas un autógrafo por favor?-Pregunto suplicante y con los ojos brillando por la emoción mientras seguía mordiéndome el dedo gordo de la mano derecha, esta vez bastante nervioso.

El profesor Walter hace un gesto de desdén sin más interés ni despedida y se marcha escaleras arriba, un letrero en las escaleras señala la planta superior "Despachos", un par de estudiantes le siguen hablando acerca de la última clase del Doctor, Jack sigue con la mirada a Ian y ve como se acerca a la periodista del día anterior, lleva el pelo de distinto color, y lleva ropa casual acompañada de una mochila bandolera y una carpeta facultativa.

La reportera mira a su alrededor pero parece que el resto de alumnos no se han percatado, agarra del hombro a Ian y lo aleja un poco del entra-y-sale de la gente en los laboratorios académicos. Saca un bolígrafo de su carpeta y sonríe dulcemente dejando que el brillo de labios destellee

Sí claro, no veo porqué no - Saca también un folio de papel y con gran destreza lo parte en dos empezando la dedicatoria. - ¿dedicado a .... ? ¿Estabas ayer con la policía verdad? Saliste de aquel edificio justo cuando estalló la bomba. Durante toda la tarde estuvieron sacando cosas de allí. Llevandose trastos en furgonetas varias, ¿Qué había allí?

Era inocente, pero no hasta llegar a la estupidez...bueno, quizá sí, si era de ese modo Jack siempre podía darme una colleja...seguro que no dudaba en hacerlo -Ian, y ya se ha dado toda la información de la cual se disponía, me temo que no se nada mas-Digo casi con arrepentimiento de no poder ayudarla...

Ian - Puntualiza terminando el autógrafo - Lo cierto es que no suelen pedirme muchos autógrafos Ian. Solo soy una reportera del Canal6 que procura dar a la ciudad un retrato de la verdad. - April le da a Ian su regalo particular y lanza una mirada por encima de éste a Jack que aún se mantiene de brazos cruzados. - ¿Qué le ha pasado a tu amigo? - Debió haberle visto entrar, y hasta ayer, Jack tenía dos ojos. - Estoy segura que sí podrías decirme algo más, y el hecho de que me digas que no hay nada que decir.... demonios me pone la piel de gallina, me excita.

Ian se marcha hacia una mujer. Nada especial, si no fuera por el par de globos increibles que deja entrever. El hombretón sonríe, capaz que hasta lo saco bueno. Si ya decía mi padre, no puedes negar los instintos...

Estira la mano hacia el profesor. Jack. Jack Daniels. Solo soy el primo del chaval, dice señalando a Ian con el pulgar por sobre el hombro. Estas cosas de la ciencia como que lo excitan, entiende? Y la verdad, ya me parece hora que mire un par de tetas y no estas cosas de laboratorio. En casa nos estabamos empezando a preocupar, me entiende? Jack guiña un ojo mientras hace gestos de "mariquita*" con una mano.

El pequeño cree que soy tonto. Tonto... como si hubiera sobrevivido a la calle siento tonto. Así que no se preocupe, profesor. Creo que a partir de ahora se entretendrá con cosas de adulto, me entiende? Se acerca al cartel con el logo que tenían los tanques de los dinos. Por ejemplo, a quien se le ocurre usar esto como símbolo de advertencia?