Partida Rol por web

El negrata ese me había tomado con abuso; el hecho de que quisiese salvarme no le daba derecho a manosearme - Suéltame imbecil! - le dije mientras retrocedía un par de pasos - Eres negro, compórtate delante de las damas.

Caminé, con la muñeca en brazos, hacia el borde que separaba la playa del acantilado por donde bajamos. MIré a Jamal con la mirada de desprecio que se merecía "imbecil". Volteé y miré a Tiffany, una sonrisa se dibujó vagamente en sus labios; estaba ella pensando lo mismo que yo. Dirigí la mirada al negrata y le grité - Hey tú! ¿Como vamos a salir de aquí? Dame ideas - Empecé a mirar al mar rojo - Y explicarnos como demonios pasó eso...

Retrocedo asustada con aquel pisoton. Un par de centímetros de aquel hombre que hasta hace poco me estaba cuidando. Bajé la mirada, golpeada por sus palabras, y quise soltar la muñeca pero no pude, algo en ella, o tal vez en mí y esta sensación de inseguridad, no me dejaba. No era nada de esto mi culpa... Y no era una perdedora, o por lo menos eso me gustaba creer...

Observé alrededor y  noté la desaparición de la escalera - ¿y ahora como vamos a salir de aquí? - dije en voz baja. El lugar me estaba volviendo loca con cada segundo que pasaba; la desaparición y aparicion de cosas empezaba a hacer mellas en mi racionalización de las cosas. Intentaba aún poder explicarme aquello de la lengua de la niña cuando ya hasta el mar había cambiado. Eran demasiadas cosas y no sabía que hacer.

Caminé de espaldas, alejándome de donde me habian atrapado, con la muñeca en los brazos, hacia el borde entre la playa y el acantilado de donde veniamos. Miraba la arena con miedo, esperando no tener otro encuentro de ese tipo. Aún odio a mi padre; aunque lo quiera por darme la vida sigo odiándolo por lo que me hiz, ya no me da para entender esta terapia maldita que nos está aplicando ese desgraciado doctor...

Te lo pongo por aquí para que lo veas rapido, veamos lo que tienes que poner son referencias paranoicas, por lo que intenta no decir tanto, si acaso un negraco o algo parecido, solo en los momentos de crisis más terribles podreis escribir frases completas que difieran tanto de las acciones normales.

Por fin los otros dos habían logrado ver lo que estaba ocurriendo. Tanto Jamal como Kim miraban primero al mar y luego al lugar donde debía encontrarse la escalera.
-Estamos bien jodidos amigos. Sin embargo, deberíamos alejarnos de la orilla cuanto antes. Si el agua nos toca estaremos perdidos. ¡Vamos! enaminémonos rápidamente hasta donde estaba la escalera. Tal vez hallemos la forma de trepar, o el poli ya haya vuelto. Pero mejor nos alejamos de esas cosas que reptan... y de eso que te acosa a ti también Jamal. ¡Vamos!- tomé suavemente a Kim del brazo, sabía que si la trataba de manera brusca empezaría a tener uno de sus ataques de pánico y no era bueno. A Jamal le hice señas para que no se quedara mirando lo que fuera que le traía su pasado de regalo. Teníamos que alejarnos corriendo de ahí.
 

Por fin Jamal y Kim estaban reaccionando. Bah, decir que Kim estaba reaccionando era demasiado. Solo se quedaba ahí quieta con esa estúpida vocecilla suya diciendo lo obvio.

-Cállate niña tonta, deja que los mayores pensemos con claridad. Tus agudos chillidos no me dejan concentrar- si la dejaba seguir hablando iba a comenzar a desvariar como hacen los niños en situaciones críticas.

-Ven conmigo sin chistar. Jamal nos ayudará a subir. ¡Vamos! ¡no te quedes ahí parada como si fueras una niña! ¿acaso quieres que te coman los fetos?- la tomé delbrazo bruscamente y la traje hacia mí.
 

Jamal y Kim comenzaban a darse cuenta de lo que estaba ocurriendo. Sin embargo, el negro no me inspiraba nada de confianza. -Negro de mierda... con vos quedé acá atrapada.

Debíamos huir de allí con Kim cuanto antes. Si el salía o no... bueno, ya se vería.
 

-Vayamos hacia donde se encontraban las escaleras. Kim- le dije acercándome a ella -Ven, caminemos juntas para evitar sorpresas, de paso podremos conversar... cosas de chicas- dije mirando a Easton. -Jamal, cuando acabes tus asuntos podrías seguirnos... si te parece conveniente.- Y así nosotras podremos ocuparnos de nuestros asuntos. Una sonrisa conspiradora se dibujó en mi rostro a pesar de la tensión.

La patada de Jamal golpea a la arena donde esta el rostro del que fue un cliente suyo, un desagradable crujido de huesos hace que en la cara de Jamal se le ponga una sonrisa. Pero que pronto se borra cuando al lado de la cara aparece otra de una mujer que susurra a todos y a nadie:- Solo queria algo para alejarme de mis problemas...- Otra al lado de ella de un anciano:- Eran solo unos miseros dolares...- Un maregmanúm de rostros aparecen de la arena, mientrás que los fetos empiezán a juntarse unos con otros como si fueran una especia de ameba biliosa, cada una de las pequeñas criaturas se une convirtiendose en musculo y grasa de una especie de enorme feto que por ahora saca una cabeza al pobre Jamal.

Tiffany se mueve hacia donde estaba la escalera, que ha sido sustituida por una pared parecida al resto, como si no hubiese sido tocada por la mano del hombre, quizás pudierais escalar, pero con zapatos de tacón como lleva sería practicamente un milagro que pueda subir. En tanto que Kim se siente arrastrada por la situación y se aleja del lugar donde salio el brazo... si es que puede llamarlo así de su progenitor, no puede dejar de darse cuenta de que algo de tamaño grande se arrastra por la arena como una especie de gusano abotargado, siguiendole los pasos...

Mi gozo en un pozo, a los 5 segundos de sentirme satisfecho por haber acabado con la jeta de aquel maldito yonkie estúpido aparecen más y más rostros de yonkies, colgados, putas, chorizos, todos ellos pura purria de las bajas calles pidiendo clemencia. Pero todos son basura, que intentaban chuparme la sangre, primero no pagando a tiempo, luego intentando lamer mis botas para que les fiara, qué se han creído que soy? No soy Caritas! Ni llevo una ONG, son un hombre de negocios!

-Quitaos de aquí, marchaos todos, malditos!!- no paro de gruñir por lo bajo mientras voy pisoteándolos. Levanto la mirada al oír como Kim me grita y me empuja la muy zorra, será desagradecida! Y luego miro a Tiffany que pretende dejarme tirado aquí, claro que se puede esperar de una puta blanca ricachona! No sé como he podido "fiarme" de estas dos, ellas y sus lagrimitas de cocodrilo... zorras!

-Oh claro, no vaya a ser que vuestros culitos blancos se pringuen con este negrito...- respondo en tono despectivo. Sigo pateando el suelo pero es imposible, así no hay quien acabe con esta plaga.

-Esto hay que pararlo de raíz...- musito, totalmente ido y encolerizado y fastidiado. Revuelvo entre los bolsillos de mi chaqueta buscando el mechero y un pañuelo de tela que siempre llevo encima, quizás no esté muy limpio pero tengo la loca idea de que me servirá para mi objetivo: prenderle fuego a la playa entera.

"Lastima que me dejara la botella de vodka en el maletero del coche..." me lamento mentalmente. Sí, arderán todos y así desaparecerán, volverán al lugar de donde vinieron, la nada. Me acerco a Kim.

-Dame la muñeca esa jodida, vamos a acabar con esto ahora!- casi le ordeno.

-Quitaos de aquí, marchaos todos, malditos!!- no paro de gruñir por lo bajo mientras voy pisoteándolos. Levanto la mirada al oír como Kim me grita y me empuja la muy zorra, será desagradecida! Y luego miro a Tiffany que pretende dejarme tirado aquí, claro que se puede esperar de una puta blanca ricachona! No sé como he podido "fiarme" de estas dos, ellas y sus lagrimitas de cocodrilo... zorras!

-Oh claro, no vaya a ser que vuestros culitos blancos se pringuen con este negrito...- respondo en tono despectivo y mirándola como la desagradecida cucaracha que es. Sigo pateando el suelo, reafirmando mis palabras de "la próxima vez te ayudará tu padre, zorra!".

-Esto hay que pararlo de raíz...- musito, totalmente ido y encolerizado y fastidiado. Revuelvo entre los bolsillos de mi chaqueta.
Me acerco a Kim.

-Dame la muñeca esa jodida, vamos a acabar con esto ahora!- le ordeno, lanzándole una mirada cargada de desprecio.

Doy unos pasos atras, tratando de protegerme del imbecil. Empezó a actuar de tal manera que temo inmediatamente por mi vida y estiro mi mano para que él tome la muñeca.

No sé que le sucede a este imbecil pero no voy a averiguar si es un asesino - Toma tu jodida muñeca... - dije al tiempo que bajaba la mirada. Sí, pareciera que tiene que usar la fuerza para todo; Si sigue así no llegará muy lejos

No hacía sino verlo patear cosas en el piso, rostros que le decian cosas. Él se negaba a escucharlos; parecía que a él lo perseguían sus propios fantasmas, marcas del pasado... Y necesitaba acallarlos. Me hubiese acercado pero me dio asco estar al lado de un idiota. Terminé pegada a la pared del acantilado por donde bajaban las escaleras, buscando alguna forma de subir.

Por un momento miré a Tíffany y ella veía igual a Jamal. ¿Que tanto faltaba para terminar con esto? no lo sé, pero quería terminarlo pronto; no debía haber aceptado venir con él...

Doy unos pasos atras, tratando de protegerme de Jamal. Empezó a actuar de tal manera que temo inmediatamente por mi vida y estiro mi mano para que él tome la muñeca.

No sé que le sucede a Jamal pero de pronto él y Tiffany empiezan a atacarme - Toma la muñeca... - dije al tiempo que bajaba la mirada. Sí, pareciera que sí soy inutil; y odio esa sensación de indefensión que de ninguna manera me quito.

No hacía sino verlo patear cosas en el piso, rostros que le decian cosas. Él se negaba a escucharlos; parecía que a él lo perseguían sus propios fantasmas, marcas del pasado... Y necesitaba acallarlos. Quise acercarme pero me dio miedo hacerlo pues él había cambiado de repente conmigo. Terminé pegada a la pared del acantilado por donde bajaban las escaleras, buscando alguna forma de subir.

Por un momento miré a Tíffany y ella me veía igual que Jamal. ¿Que tanto faltaba para terminar con esto? no lo sé, pero quería terminarlo pronto; no debía haber aceptado venir...

Mientrás todo en esta playa empieza a convertirse en una maregmanúm de gente conminando las faltas pasadas de Jamal, cientos de rostros se retuercen en la arena, hablando al mismo tiempo, suplicando, susurrando, lamentandose, haciendo que el sonido general suene como un terrible avispero. En tanto, la figura que se arrastra a la arena se acerca lo suficiente a Kim y dos manos temblorosas, las mismas que le habían sujetado el brazo antes se acercan a sus piernas. Y la criatura compuesta por ciertos de fetos, ha tomado la forma de un bebe enorme que suelta efluvios de sus labios gelatinosos, girandose hacia vosotros y dando unos pasos primerizos que hacen retumbar la playa.

Jamal recibe la muñeca de las manos temblorosas de Kim, trás rebuscar en su bolsillo saca un pequeño mechero y un pañuelo apenas usado, y enciende el mechero probando si funciona, trás unos toques el mechero se enciende, una pequeña luz real en medio de la extraña luminiscencia que proporciona el mar rojo. De repente todo se detiene, como si hubieseis encendido el pause en el video, las voces deján de declamar, la figura en la arena se queda apunto de coger los pies de Kim quieta como una estatua y el gran feto se queda parado mirandoos fijamente, una voz cavernosa que proviene de su garganta os dice:- La muñeca. Dadmela, y os dejare salir de la playa...-Notais como la sangre tibia os recorre la sien.

No podía creer como la situación se desmadraba cada vez más. A las de por sí irreales apariciones, tenía que sumarle el extraño comportamiento de Jamal y la hosca resistencia de Kim. Al parecer, aquellos dos estaban alcanzando el límite de su cordura.

Desesperada, miré la pared de arriba abajo. Era posible escalarla, pero no con tacones y ropa de oficina. ¡Maldición! Atrapada por culpa de mis hermosos Prada. Pero no puedo dejarlos acá... Arrrgggg, pero tampoco quiero lucirlos en mi funeral. Vamos Tiff, tienes que salvar tu vida a como de lugar.

Con celeridad me descalcé y estuve a punto de lanzarselos a la cara al feto gigante cuando una voz gutural que parecía salir de su garganta reclamó la muñeca para sí.

Noté la duda en la cara de Kim. ¿Qué significaba aquella muñeca para la chica asustadiza? ¿Por qué Jamal también la quería? Pero ahora no había tiempo de averiguarlo. Rápidamente me acerqué a ellos dos y tomé la muñeca de manos de la Rouland.

-¿Quieres la muñeca? ¡Tómala!- con asco la arrojé a los pies del monstruoso bebé no nato. Tal vez ahora pudiéramos salvarnos.

Jamal comenzaba a ponerse impertinente. Cada vez más me convencía de que debíamos salir de allí sin él. Total, ¿de que nos servía la presencia de un dealer negrata como él? Sin embargo, Kim no colaboraba mucho con la huida.

Mientras ellos seguían peleando con los fantasmas salidos de la nada, yo miré la escarpada pared que teníamos delante. Sabía que podría escalarla en otras circunstancias, pero mi maldita vanidad me había condenado al hacerme lucir un hermoso trajecito y unos tacones de primera.

Bien, tal vez los monstruos me dejen en paz si acaban con aquellos a los que persiguen. Me quité los zapatos y a punto estuve de arrojarlos cuando el asqueroso no nato pareció hablar. ¿La muñeca? ¿Todo lo que quiere es esa estúpida muñeca? Ya veo, por eso la ha pedido Jamal... él lo sabía desde un principio y pensaba deshacerse de nosotras. Ja, negrito, no eres tan listo como para enfrentarte a mí. Con rapidez me interpuse entre él y la Rouland y en un gesto cómplice tomé la muñeca de sus manos. El negro tendría que esforzarse más para dejarnos atrás.

-¿Quieres la muñeca? ¡Tómala!- con asco la arrojé a los pies del monstruoso bebé. Tal vez ahora pudiéramos salvarnos.

Kim se volvía más inútil a cada minuto que pasaba. La había empujado a venir conmigo mientras Jamal nos cubría las espaldas, pero era como arrastrar a una mula. La chica comenzaba a parecerme una niña estúpida de siete u ocho años que ni siquiera comprendía las órdenes más sencillas.

La miré con desprecio por su debilidad. Si quería morir allí, allá ella. Estaba segura que Jamal también era un superviviente que no dudaría en dejarla atrás. Mientras los seres salidos de las peores pesadillas de algún cerebro desquiciado cerraban cada vez más el cerco miré la pared estudiándola con atención. Podría treparla, pero ello significaba sacrificar mis costosísimos Praga y estropear mi exclusivo traje Armani cosa que no me simpatizaba en lo más mínimo.

Tras unos instantes de duda tomé la decisión. No moriría allí como la niña aquella de ojos grandes y mirada asustadiza. Con asco, volví a mirarla mientras me quitaba mis  zapatos al tiempo para oír como la monstruosidad sanguinolienta comenzaba a hablar.

¿Tanto escándalo por una muñeca? Va a resultar que todo esto es culpa de la tonta esta y su estúpido deseo de aferrarse a una niñez que de seguro no ha sido feliz. Vi que Kim quedaba paralizada así que rápidamente me metí entre ella y Jamal y le quité la muñeca de forma violenta para luego enfrentar al feto gigante.

-¿Quieres la muñeca? ¡Tómala!- con asco la arrojé a los pies del monstruoso bebé no nato. Tal vez ahora pudiéramos salvarnos.

"Porque no se callan todos de una puta vez?! Malditos lloricas! Débiles, son todos unos débiles!" no paro de repetirme mentalmente. Tiro de la muñeca que la blanquita mazizorra desagradecida al final entiende que debe darme. La tengo en las manos, a punto para realizar mi plan para acallar aquellas voces y que volvieran todas al Infierno del que hayan salido, cuando oigo la voz lúgubre pidiendo que se la devolvamos ilesa.

"Lo sabia! Sabía que la muñeca era la clave para salir de aquí!". Siento como me martillea la cabeza horriblemente. El aire cargado, los ruidos chirriantes, mi sangre bombea cada vez más fuerte, parece que quiera explotarme la cabeza.

"Debo darme prisa!" es en lo único que puedo pensar. Azuzado por mis propias ideas intento prenderle fuego pero la estúpida de la ejecutiva me la quita de las manos cuando intento hacer funcionar el maldito mechero, que me la está jugando. Y de repente me veo con las manos vacías y perdiendo la única baza que teníamos para salir del sitio.

-Nooo!! Pero qué haces estúpida?!! Hay que quemar la muñeca! Es la única manera de salir de aquí!!- le grito a Tiffany, totalmente enfurecido.
 

Tiro de la muñeca que la putita desagradecida al final entiende que debe darme. Le lanzo una mirada de asco, apartándome de ella. No la escupo porque sería desperdiciar saliva. Tengo la muñeca en las manos cuando oigo la voz lugubre pidiendo que se la devolvamos ilesa.

Lanzo una mirada fulminadora a esa pequeña inepta de culo grande.

Intento prenderle fuego a la muñeca pero la estúpida de la ejecutiva me la quita de las manos cuando intento hacer funcionar el maldito mechero, que le cuesta encenderse. Y de repente me veo con las manos vacías y perdiendo la única baza que teníamos para salir del sitio.

-Nooo!! Pero qué haces estúpida?!! Hay que quemar la muñeca! Es la única manera de salir de aquí!!- le grito a Tiffany, totalmente enfurecido.
 

La muñeca cae a los pies de la criatura compuesta de cientos de fetos que empiezán a volver a moverse y a gemir, uno de los brazos se acerca lentamente hacia la muñeca y una decena de criaturas la coge con delicadeza para desaparecer en el interior de la masa , pronto solo queda un pequeño hilo de color en la arena donde antes estaba la muñeca. Como por ensalmo las caras de los conocidos de Jamal desaparecen tragados por la arena de la playa, mientrás que la forma que perseguia a Kim se mueve hacía la pared con ese movimiento de gusano que la caracteriza hasta que se hunde en la arena para no volver a verse...

Pero la criatura compuesta de fetos sigue en pie y os mira sonriente, decenas de pequeñas criaturas os enseñan los dientes con una sonrisa macabra. La voz que habeis escuchado hace unos momentos declama:- Bien, habeis sido buenos, y por eso saldreis de la playa... pero solo dos de los tres.- Los proto-bebes empiezan a reir y a sacudirse en espamos, la criatura al ver vuestras cara os explica:- Nunca dije que saldriais todos... dije que saldriais... pero no cuantos ¡Elegid quien se queda!- Desgraciadamente en el rostro ya no hay burla nínguna sino una promesa de muerte. La playa sigue  imperecedera con sus paredes lisas de roca cortada y con ese mar rojo sangre que parece estar esperando a dios sabe que criaturas...

Escuché como todo se detenía; como los rostros se hundian, como el gusano desaparecía.Caminé hacia los chicos, tal vez por cuestiones de supervivencia, estando juntos antes del desastre.

De repente la voz de la masa de fetos empezaba a hablar acerca de lo que pasaba, de como nos habíamos portado y de que solo saldrian... ¿Dos de tres?. No pude sino sentir un escalofrío enorme que recorrió mi cuerpo - Llevate al negro- aquella situación ya se hacía pesada para mí; tenía miedo, estaba aterrada, de seguir tendriamos que dejar al negrata tirado ahí y manejar nosotros

No!... por favor - y caí de rodillas - Llévate al Negrata... Yo no me quiero morir aquí... Yo no quiero... y él se va a quedar... por favor... - Era lo mejor, dejar al negro ahí y que viera como defenderse... Igual seguía siendo un imbecil y no entraba en los planes que tenía yo para tiffany...

Escuché como todo se detenía; como los rostros se hundian, como el gusano desaparecía.Caminé hacia los chicos, tal vez por cuestiones de supervivencia, estando juntos antes del desastre.

De repente la voz de la masa de fetos empezaba a hablar acerca de lo que pasaba, de como nos habíamos portado y de que solo saldrian... ¿Dos de tres?. No pude sino sentir un escalofrío enorme que recorrió mi cuerpo - Pero... pero es que... - aquella situación ya se hacía pesada para mí; tenía miedo, estaba aterrada, de seguir así los chicos terminarían lanzándome sin importarles nada

No!... por favor - y caí de rodillas - Déjanos salir a los tres... Yo no me quiero morir aquí... Yo no quiero... y ellos me van a dejar... No por favor... - Tal vez las palabras caían en oidos sordos pero era lo que me nacía. Yo no era una chica de luchar. Siempre fui la sumisa, la calmada, tal vez hasta la introvertida; yo jamás habría podido enfrentar a alguien...