Partida Rol por web

En el pequeño cartel se os explica que la biblioteca se abrio hace 120 años junto al resto del pueblo, aunque en un principio servia como mansión del primer alcalde que fue él que trajo a los peregrinos a esta zona de la costa, a la muerte del primer alcalde este cedio su casa para la biblioteca, pues pensaba acertadamente, que nadie podría avanzar sin conocer el pasado y ganar cultura a base de la literatura, por lo que a base de una parte de su fortuna se dedico a adquirir libros de los más diversos  temás, algunos incluso en otras lenguas, los cuales están guardados en un pequeño museo con luces apropiadas y en vitrinas para que no  se deterioren. Junto con varias fechas  sobre la biblioteca y el nombre del fundador del pueblo  Eduardo Maldonado, al parecer  un gran hombre por aquel entonces, aunque el mismo no queria darse a conocer como indica el folleto. Al parecer poco más tiene de interesante el cartel.

Rachel agradece a Cole que le haya esperado con una sonrisa algo nerviosa, está mirando a todos lados como si esperara encontrarse con alguien no deseado en la biblioteca, pero no dice nada, Cole tiene que concederle que es una persona muy hermetica aunque llame la atención con su apariencia seductora. Cole decide echar un vistazo en la biblioteca, los libros a los que se acerca, hablan sobre materias de estudio, por lo que seguramente algunos estudiantes que quieran estudiar en sus vacaciones, podrían seguir sus estudios con soltura, pronto se da cuenta Cole de que por lo menos hay 4 estanterias de corto y 4 de largo, y porque estan las habitaciones y el cubiculo de la bibliotecaria... Por lo que la hemeroteca y el museo deben ser bastante grandes.

Alicia habla directamente a la bibliotecaria, que le pone cara de poker ante la pregunta, mirandola por encima de sus gafas le dice con voz algo estridente:-No, le puedo contestar a su pregunta, mi trabajo es llevar la biblioteca, no hablar de viejos chiflados, y menos con alguien que parece uno de ellos- Sin duda se siente segura detrás del cristal.

La mujer que se dedica a leer los cuentos a los niños entra con su pequeño ejercito de parbulos que deciden ahora libres de sus padres dedicarse a deambular por el lugar, aunque algunos se quedan cerca de ella. Saluda a la bibliotecaria que le saluda con un seco "hola" por compromiso. Trás llamar a los parbulos y hacer un ligero recuento se meten en una habitación.

Cuando termina de dedicarte esas palabras tan desagradables y antes de que puedas contestarla te sonrie malignamente, sus dientes que te parecio verlos antes del blanco de ortodoncia, ahora son afilados y de un brillo metálico de acero, un sonido de metal entrechocando se escucha al cerrar la boca... Pero no parece  que nadie se haya dado cuenta, incluso la mujer que va a leer los cuentos.

En el preciso instante que advierto el panorama siento como mi corazón pulsa con un vigor desmesurado. Acabo de llevarme un susto muy grande, simplemente no doy crédito. Una sensación extraña recorre mi espalda, siento como mis ojos y mi boca se abren para mostrar tal pasmo. Seguramente acabo de palidecer, es probable que tenga pinta de persona desencajada en este momento... Pero ese es el menor de mis problemas, pues quizá esté volviéndome loca, y esa es la idea prima que surge de entre mis ideas.

Dudo si será realidad, o por el contrario sea producto de mi mente; Intento dar la respuesta más adecuada y de propiedad: Puede que las palabras del vagabundo me hayan sugestionado sobremanera y se hayan visto entremezcladas con algún oscuro proceso mental confinado en mi grotesca cabeza.

Sin saber que hacer, paralizada, miro fijamente a la secretaria para comprobar si lo que he visto sigue ahí.

Con similar semblante y sensación retrocedo unos pasos, sacudiendo mi cabeza. Vaya susto, desde luego algo en mi testa no funciona como debería ¿Qué será lo próximo? Necesito aire fresco y sosiego.

Muy desubicada, intento buscar la puerta de salida, mientras revuelvo en mis pertenencias buscando tabaco y la botella de vino. Pongo cuidado en evitar a los críos, que casi veía sin ver, y las miradas indiscretas, cuando por fin llego a la puerta.

Me reservo cinco minutos para dar un par de tragos y fumarme un cigarro; Ya estaba hasta el moño de todo esto, visiones, percepciones irreales... todo ello dejaba una profunda huella en mí, erosionando día a día mi cordura; Por que morir no me importa, no le tengo miedo, ni a eso ni a nada, pero vivir en un purgatorio era más que un castigo divino.

Ya repuesta torno a la biblioteca, no si antes parpadear repetidamente y frotarme los ojos y realizar típicos rituales de persona tocada del ala. Evito en todo momento a la mujer que se protege tras el cristal y bajo una máscara de normalidad.

Me da igual la hemeroteca, voy a dirigirme a esa sala de la que hablaba el panel informativo, ese pequeño museo con luces adecuadas en los que se guardan los libros que el primer alcalde del pueblo recopiló con esmero; A ver que encuentro.

La abundancia de libros de texto rápidamente me recuerda que ademas de la biblioteca tenemos que visitar el museo [1] antes de las 1300. Así que me apresuro hacia la hemeroteca tras permitirme un leve respiro para vigilar las evoluciones de mis compañeras.

Decidis subir la escalera, para consultar la hemeroteca Cole con Rachel a su lado cada vez más nerviosa y asustada, y con Alicia dirigiendose al museo, habeis decidido daros prisa para obtener algo que no sabeis que es, en un sitio repleto de miles de libros, periodicos y discos. Tardareis una eternidad cuanto menos a no ser que sea algo que se vea a simple vista.

En tanto podeis escuchar como la mujer que esta con los niños empieza a leer el cuento de ricitos de oro y los 3 ositos, lo que os hace que pongais una ligera sonrisa ante la idea de una imagen tan tierna(o ñoña piensa Alicia). Cada uno de vosotros se dirige a unas escaleras diferentes para acceder unos a la hemeroteca y otros al museo. Por lo que trás acceder a las puertas que hay al final de cada tramo de escalera os vereis irremediablemente solos...

Antes de girar el pomo echo un vistazo a Cole y Rachel, que se encontraban subiendo por la otra escalera, y les digo algo, aún un tanto atribulada:

-Oye Cole, si escuchas disparos ven a ver que pasa ¿Ok?-

Podría opinarse que lo decía por pitorreo, pero algo hacía entender, quizá mi tic en el ojo izquierdo, que no había que tomarse el comentario a la ligera. Espero que los niños hagan oídos sordos.

Tras esto, abro la puerta y entro en el pequeño museo. Como sé de antemano que el lugar está alumbrado por luces tenues voy sacando mi linternilla eléctrica, no quiero perder detalle, ni tan siquiera de las telarañas de los lóbregos recovecos.

Cita:

-Si disparas te doy una ostia -Contesto mentalmente ya algo cansado de la despreocupación con que la vagabunda trata el tema. Aunque me limito a asentir enérgicamente mientras noto la rigidez extenderse por mi rostro.

-Rachel -comienzo con tono excesivamente duro. -Comprueba cada poco si tienes cobertura, por favor. -continuo en tono mas amable -crees que te vas a quedar aislada sal al Hall y si no nos ves vuelve al coche y llama a Jamal. concluyo dándole un ligero apretón a su brazo.

Después de comprobar la puerta de la escalera de incendios compruebo mi N70 y, venciendo las ganas de llamar a Sara -Por que no me habrá contestado todavía -entro en la hemeroteca.

Estaba como loca, mirando a todos sitios, solo con pensar en verlo un escalofrío me recorría y me daban ganas de agarrarme a Cole y llorarle que me cuidase...

Y al ambiente no ayudaba a que me calmase, todo tan viejo, tan...parecía sacado de una película de miedo...y los críos por ahí...en las pelis de miedo siempre había una niña con un osito de peluche que decía algo con voz de pito, tétrica, antes de que empezase a morir gente...

Joder, si seguía pensando eso no íbamos bien...bastante tenía con lo que tenía, eso de poderme encontrar al maldito OjosHuecos... De nuevo la sensación de sus lenguas me vino a la mente y un escalofrío me recorrió, antes de acercarme con un par de pasos rápidos a Cole. Joder, me estaba acojonando y mucho...
Y en ese momento escucho las...acertadas, cuanto menos, palabras de Alicia...Esa tía estaba como un cencerro, como un jodido cencerro...no se quién me daba más miedo, si mis pesadillas o ella...sinceramente, no podría decirlo con certeza...

Entonces Cole me dice algo, con sentido, aunque su tono no me gusta...él debe estar también con ganas de darle, no literalmente, claro, una paliza a la loca del pelo amarillo. Sus comentarios cada vez parecen más sacados de un psiquiátrico que de una persona normal. Lo miro seria, aunque luego, al escuchar su progresiva suavidad del tono, le sonrío.

- Sí, estaré atenta a eso... Miré el móvil para ver cuántas rallitas de cobertura tenía por ahora. La verdad, no me hacía ni puta gracia quedarme sola, ni en el hall ni en el coche, ni en ningún lado, pero si no quedaban más narices... Hombre, si puedo evitar quedarme sola... Dije sin terminar la frase, dejándola abierta, mientras miraba a mi alrededor y miraba de nuevo al móvil. Esto me acojona un poco...parece Saw 7, u 8, o por la que vayan ya...ufff...

Estaba mirando a todos sitios, como si buscase algo. De vez en cuando corría con pasitos ligeros y pequeños hacia Cole y me pegaba de nuevo a él, como buscando su protección.

Y al ambiente no ayudaba a que me calmase, todo tan viejo, tan...parecía sacado de una película de miedo...y los críos por ahí...en las pelis de miedo siempre había una niña con un osito de peluche que decía algo con voz de pito, tétrica, antes de que empezase a morir gente...

Joder, si seguía pensando eso no íbamos bien...Un escalofrío me recorrió, antes de acercarme con un par de pasos rápidos a Cole. Joder, me estaba acojonando y mucho...
Y en ese momento escucho las...acertadas, cuanto menos, palabras de Alicia...Esa tía estaba como un cencerro, como un jodido cencerro...no se quién me daba más miedo, si mis pesadillas o ella...sinceramente, no podría decirlo con certeza...

Entonces Cole me dice algo, con sentido, aunque su tono no me gusta...él debe estar también con ganas de darle, no literalmente, claro, una paliza a la loca del pelo amarillo. Sus comentarios cada vez parecen más sacados de un psiquiátrico que de una persona normal. Lo miro seria, aunque luego, al escuchar su progresiva suavidad del tono, le sonrío.

- Sí, estaré atenta a eso... Miré el móvil para ver cuántas rallitas de cobertura tenía por ahora. La verdad, no me hacía ni puta gracia quedarme sola, ni en el hall ni en el coche, ni en ningún lado, pero si no quedaban más narices... Hombre, si puedo evitar quedarme sola... Dije sin terminar la frase, dejándola abierta, mientras miraba a mi alrededor y miraba de nuevo al móvil. Esto me acojona un poco...parece Saw 7, u 8, o por la que vayan ya...ufff...

Al traspasar la puerta del museo te encuentras con una sala con una ligera iluminación fluorescente, para que el papel no sea dañado por la luz del sol, en un monton de vitrinas colocadas en varios pasillos, estan atestadas de libros antiguos y otro tipo de material de exposición, no hay nadie mas a parte de ti, aunque la parte de madera de las vitrinas podria ocultar a alguien tumbado o a gatas. Al cruzar unos pasos escuchas como un sistema de audio empieza con la explicación y te pide por favor con una voz amable que te coloques en el pasillo numero 1 para seguir la exposición en orden.

Trás oir el comentario de Rachel te sientes más seguro, pues en tu movil tambien hay cobertura, además parece que las paredes de la biblioteca no son muy gruesas, pues desde aqui se oye incluso la actividad de los cuentos. Abres la puerta y te adentras a una gran sala que tiene un monton de librerias que se mueven utilizando una manivela, para alcanzar la de más al fondo tendrías que avanzar abriendote paso con las manivelas. No puede ser muy profundo, pero la luz fluorescente que impregna el lugar con un resplandor mortecino hace la ilusion de que podrías perderte entre librerias llenas de microfilms, periodicos viejos y más olvidados. El olor a moho que satura el ambiente tampoco ayuda... aunque no puedes verlo estás seguro de que algunos archivos se han perdido cubiertos de esa pelicula verde.

Por lo demás lo único a destacar en la sala, es que al  ladon de la puerta puedes ver unos ordenadores preparados para ver los distintos archivos y documentos al detalle. Solo de pensar en toda la información almacenada, todo los libros, peliculas y demás, se te pasa algo el cabreo con la motorista... Aunque no sabes si en verdad va a disparar a alguien en pleno dia y con multitud de testigos, el comentario resulta cuanto menos inquietante.

Sigues teniendo una ligera paranoia, pero teniendo a Cole tan cerca te sientes algo más segura. Ves como cada uno de tus compañeros se mete en una de las salas al final de la escalera. Ves con preocupación como se marcha Cole de tu lado y con alivio como Alicia se aleja. Bajas lentamente las escaleras y te sientas en uno de los bancos que están al lado de las escaleras a esperar.

En tanto en la biblioteca hay movimiento, la bibliotecaria sale de su cubiculo y pone un cartel que dice: Enseguida vuelvo- Y se marcha con un farruco de libros a ponerlos en sus respectivos lugares. Pronto te quedas sola a excepción de algún niño que corrotea por el halla para volver a la sala de cuentos, incluso la melodiosa voz de la muchacha no puede con la hiperactividad de algunos de ellos.

Te tranquilizas y miras el movil un momento constatando que tiene todas las lineas de cobertura. Cuando escuchas como la puerta principal se abre y se cierra con estrepito... Pero al mirar no ves a nadie que haya entrado.

¡Que susto! Doy un respingo en cuanto la voz del guía virtual comienza a hablar; Ya bastante tengo con lo mío, y con lo que me ha pasado, para que me desconcierten de esta manera... Y es un hecho que cuando percibí dicha locución miré a todos los lados, rápidamente, pensando que un furtivo invitado se había colado en la sala para saludarme, o lo que es peor, se hubiese infiltrado en mi sesera.

Casi no escuché el resto de su perorata, pero me llegó lo suficiente para saber que debía de colocarme en el pasillo número uno para comenzar la visita tutelada. Si más, que me coloqué allí y aguardé las instrucciones, o las indicaciones, o las explicaciones de la voz.

-Ahora me vendría bien alguien que no se pelease con los ordenadores. -Enciendo el equipo y, con alivio, compruebo que no se trata de un arcano fichero en MS-DOS. Por desgracia la desconfianza del grupo no me deja mucho con lo que trabajar.

-Dr. Eduardo Muñoz, Kim Rouland, Rachel Adams, Jamal, Tiffany, PlasentVille, Los Angeles, Psiquiatria, Somalia, Mercenarios, MPC... Solo periodicos locales. 1980-2011.
Maldita sea tenia que haberle hechado un ojo al registro.. Incluyo también los nombres de los lugares que tenemos que visitar. No tenia ni idea de como seleccionar los resultados cruzados. Así que tendría que ir seleccionando "a mano. Lo que me iba a suponer excluir la mayoría de los resultados sobre Plasentville... Y un montón de tiempo.

Para mi sorpresa descubro que los ordenadores están conectado a Internet [1] y busco la pagina del colegio de médicos [2] con la esperanza de encontrar alguna referencia al Dr. Muñoz. Mientras que en otras pestaña introduzco similares términos de búsqueda que en el archivo de la Hemeroteca.

Al final ha pasado justo lo que no quería: nos hemos separado.

Miraba sin parar el móvil y a mi alrededor, segura de que si quería joderme lo iba a hacer ahora...segura de que aprovecharía la situación...Segura de qu La puerta se abre y me giro sobre mi misma, pero no veo a nadie. Alguien ha entrado y no he visto a nadie...

Siento que comienzo a temblar...la última vez que no había nadie terminé con él encima...la ultima vez...Sentí un escalofrío que me recorrió la espalda completamente y contraje todo mi cuerpo.

- ¡Cole! Grité antes de echar a correr por donde se había marchado el chico. Era una reacción completamente irracional, pero no quería quedarme sola, ¡¡no quería!! ¡¡Cole, ven, corre!! Grité fuerte.

Me daba igual que pudiese venir alguien a llamarme la atención por los gritos, de hecho, si viniese alguien me lanzaría a por él echando hostias también, me daba igual las consecuencias, no quería estar sola, ni estar con él.

Con todo el trabajo organizado la voz de Rachel me sobresalta.

Cita:

Me precipito hacia la puerta derribando la silla en el proceso y buscando en el bolsillo algo que sirva para defendernos.

-Que pasa? -Pregunto en un tono quizás demasiado alto. Para, después de no ver ningún peligro inmediato, controlarlo e intentar sustituirlo por otro mas tranquilizador. -Que ocurre Rachel estas bien?

Cole que esta en lo alto de la escalera, baja las escaleras para cercionarse que Rachel esta bien, mientrás que ella sigue temblando inexorablemente subiendo con lentitud las escaleras, a pesar de los gritos de Rachel, nadie se a acercado a daros el alto, en cambio sigue oyendose los cuentos como si esa letania se dijera por toda la biblioteca, en vez de en una sala. La iluminación de la sala se ensombrece, al parecer una nube esta poniendose sobre el sol y la biblioteca toma un toque tétrico, a lo que no ayuda el cuento que esta empezando a leer la voluntaria.

"Erase una vez que se era, en un país extranjero, donde vivía un monstruo horrible que no tenía ningún nombre, a pesar de que cada persona lo llamaba de una manera, la única referencia que tenían era que su hambre de carne debía de ser saciada una vez cada mes, dejando a los demás en paz. Intentaron enviar caballeros en briosos corceles o magos de extraños poderes, pero la oscura criatura derrotaba a cualquiera de ellos sin dificultad, haciendo que las poblaciones les pesara cada uno de esos intentos. Pronto se invento un sistema para elegir quien sería la siguiente víctima, sobretodo personas enfermas o ancianos, evidentemente estaba amañado, pero nadie decía nada suspirando con alivio cuando era otro el que desaparecia en el  bosque para no volver jamás..."

Casi os sentis tentados a esperar a como acaba el cuento, pero un chirrido de algo metálico arrastrandose por el suelo en algún lugar de las decenas de librerias os pone en alerta...

La voz te señala que en la vitrina numero 1 y 2 están las herramientas que se utilizan usualmente para el arreglo de libros, al mirar hacia ese lugar están unos instrumentos como lupas, elementos para corregir las tintas, hojas, elementos de hilo. Te paras un momento a verlos, quizás más por una especie de inercia que por una curiosidad sincera.

La cinta te dirige poco a poco entre las vitrinas, cuando estás enfrascada en cierto libro con relieves, que solo por lo viejo que es ya merece la pena. Cuando escuchas algo que se mueve a unos pasillos de distancia, al principio creistes que era algo defectuoso en la cinta, pero en uno de los silencios para mirar lo que esta expuestos escuchastes como se arrastraba algo por el suelo.

Aunque se que en realidad es para tranquilizarme a mi ocupando mi mente con algo practico, me interpongo suavemente para no alterar mas a Rachel entre ella y la fuente del ruido.
-Tranquila cariño -Comienzo con el apelativo que desde que conozco a Sara de vez en cuando se me escapa con todo el mundo. -No pasa nada. Y aunque pasase -Continuo bajando aun mas mi voz. -¿Recuerdas la puerta de Emergencia? ¿La ves hay detrás? En un par de pasos estarías fuera podrías llegar al coche y esperar a Jamal en el bonito parque.

Así que respira. -Continuo mientras casualmente nos alejo de la fuente del sonido -Y cuéntame que te pasa.