Partida Rol por web

Encuentras a Rukia en los jardines de su casa, paseando en su tiempo libre. Parece reflexiva.

-Oi, chibi-chan.

Le di unas palmaditas en la cabeza como diciendo "chiquitinaaaa".

-Me voy a Karakura un tiempo...¿Quieres que le diga algo a cierto pelo pincho?

Te mira mientras su cabeza sube y baja por las palmadas.

-Me estás despeinando...- parece tranquila a pesar de que hablas de Ichigo. ¿Habrá hecho algún cursillo para no inmutarse?- Y no. No tengo ningún mensaje para el descerebrado. ¿Cómo es que te vas?

-Urahara se ofreció a entrenarme. Y mi hermana vive con él así pasaré un tiempo con ella, quizá.

-Bueno útima oportunidad...¿Te enseño a dar besos con lengua?- sonreí bromeando.

-Y..si no quieres que le diga nada a Ichigo ¿Le digo algo a Renji? Lo veré antes de irme supongo.

Ahora sí que la alteras.

- ¡¡Pero qué dices!! N-No necesito ayuda... ¡¡Y!! ¡¡Y menos con Renji!! Anda, márchate ya y ten buen viaje. Espero que te vaya bien.- y todo lo dice con brusquedad.

-Ook okk me voy...cuidate.

Me giro y me marcho

-mmm veamos como lo digo ¡Renji, Rukia te ama! mmm brusco...quizá...¡Abarai, A rukia le gustan las flores, los atardeceres y los besos de tornillo! mmm si eso será mejor...

Me voy así, murmurando de forma que me escuche.

Te grita, super alterada, señalándote con el dedo amenazadoramente.

- OI!! PARA SHIHÖIN!! ¡¡NI SE TE OCURRA!! ¡¡Y NO ME GUSTAN LAS FLORES!!

Y mientras, casi te chocas con Renji:

Renji:- ¿Qué le pasa a Rukia? ¿Qué le has hecho?

-Pues...le he contado que eres un pervertido. Es broma es broma...oye ¿Por qué no te la llevas a ver un atardecer? Que se relaje del todo tras el tema de su ejecución y tal...

No ha dicho que no le gusten los atardeceres.

-¡Y cuida el escuadrón teniente!

Me marcho a recoger mis cosas e ir al lugar de partida.

Te mira, sin decir nada. No entiende a qué te refieres con lo que cuide el escuadrón. ¿A dónde vas?

- Hai*...

Te observa irte y luego se gira para mirar a Rukia.

¿Por qué no?

- Oi!!! Rukia!!!

        Y mientras tú llegas a la zona donde el Senkaimon está a punto de abrirse. Hitsugaya aparece, Matsumoto también e Hisagi.

Hitsugaya:- Buena suerte.

Matsumoto te abraza con ternura.

Matsumoto:- Cuando nos  volvamos a ver tenemos que pasar un tiempo juntas y sake, ¿de acuerdo?

Hitsugaya: - Podrías hacer el papeleo mientras...

Y por último está Hisagi. Se planta ante ti y te mira. Sin saber qué hacer ni qué decir.

-Gracias capitán.

Devuelvo el abrazo a Matsumoto.

-Claro, y me contarás el secreto para llevar ese escote sin que se me salgan. Me intriga eso.- sonreí.

Me aparto un poco con Hisagi.

-Las flores eran muy bonitas.- medio sonreí. -Tsé...si no regreso ¿Me harás un altar con ellas? Hisagi...no te enamores de mi. Es muy pronto...antes conoceme.

Digo justo antes de darle un beso en la mejilla y marcharme.

-Gracias a todos por vernir a despedirme.

Hisagi asiente. Parece conforme con tu propuesta.

La mariposa del infierno se posa en tu hombro. Los tres te sonríen. Hitsugaya, con una tímida sonrisa, Matsumoto hasta usa la mano para despedirse e Hisagi te asiente nuevamente. Os volveréis a ver y entonces serás más fuerte. Los superarás. Serás grande.

Las puertas hacia Karakura ya están abiertas, la mariposa comienza a volar. El largo y oscuro túnel te espera.

Y allá voy, sin mirar atrás tras mi últma frase al capitán: "Estás muy mono sonriendo, capitán-kun"

Rumbo a Karakura. A entrenar y a vigilar a Ichigo.

Acabé corriendo, por el placer de correr con los pesos puestos sin que nadie me moleste.

Cualquier momento es bueno para entrenar.

Sin ningún incidente llegas a Karakura. Acaba de anochecer. La luna vigila la noche, las farolas iluminan las calles y la lluvia comienza a caer en la ciudad. Hace frío. Mucho más que en la Sociedad de Almas.

Urahara te está esperando en su tienda. Te recibe contentísimo.

- ¡Reena-san! Me alegra ver que pudiste venir. - puedes percibir que tiene media cara bastante inchada.- ¿Todo bien? ¿el viaje cómodo? Te tengo preparado el gigai que usarás e, imagino que, teniendo que vigilar a Ichigo día y noche exceptuando los momentos en que entrenemos, dormirás con él.- Puedes ver, sentado en la pared, el gigai que es clavado a ti con el traje del colegio al que debe de ir Ichigo y el resto de sus amigos.- ¿té mientras me preguntas dudas?

-De acuerdo. Pero antes de nada...gracias por aceptar entrenarme, Urahara-san.

Me senté aceptando ese té.

-Empecemos preguntando por esa hinchazón...¿Es que mi hermana te ha pillado...digamos...examinando a fondo ese gigai? Que por cierto...¿Para qué lo quiero? Tengo entendido que ese cazurro de Ichigo no sabe ocultar su reiatsu...con sentir dónde va y tal debería bastar. ¿Y eso de dormir con él?...

Tomo un sorbo.

-Y esa falda es demasiado larga.

- Ha..ha...ha... - ríe de forma teatral.- Eres perspicaz, Reena-san. Yoruichi se enfadó mucho cuando se enteró de que dije que la había visto de todas las maneras posibles. No sé cómo se enteró pero llegó y me atizó. ¿El gigai? Es obvio. Tienes que seguirle a todos sitios, incluída la escuela y es preferible que todo el mundo te pueda ver a que haya alguien que perciba los reiatsus y te pueda ver en tu forma original. Para salir de él solo tendrás que tragarte una de estas.- y te lanza un aparatito, parecido a lo que los humanos niños usaban para tomarse caramelos, éste con forma de gatito negro, sonriente y muy mono.

Bebe.

- Y claro que tienes que dormir con Ichigo. ¿Y si hay alguna emergencia por la noche y no le alcanzas? Sin contar con que tu hermana me ha prohibido que duermas aquí cuando ella no esté...Kuchiki-san dormía allí.

-¿Dónde anda mi hermana que nunca la veo?

Me acabo el té poniendome en pie.

-Y...no habrá nada raro en ese gigai, como en el que le diste a Rukia Kuchiki ¿No?

- ¿Tú crees que Yoruichi-san me perdonaría que te pasara algo? ¡No tienes que preocuparte, Reena-san!

Exagera en los movimientos, pero claro, sus razonamientos tienen sentido.

- Y me temo que Yoruichi aún no regresó. Entrena duro. Algo que me han dicho que tenéis en común.

Se levanta y te toca el hombro.

- Mañana después de las clases empezaremos el entrenamiento. Espero que estés dispuesta a soportar el dolor.

Esto te lo dice con total seriedad. Hasta da miedo tanto misticismo. Pero enseguida vuelve a sonreír.

- ¡Buenas noches, Reena-san!

-Buenas noches. Dejaré esto aquí...- me quito los pesos. -si tengo que salir tras Kurosaki, mejor que no tenga impedimentos.

Tras eso me meto en el gigai y me guardo esos caramelos.

Y rumbo a la casa de Kurosaki, con mi reiatsu totalmente oculto.

mmm cual será su ventana...

Trepo hasta llegar a una, y si no es pruebo con otra.

Terminas viendo luz en el segundo piso de una casa. El cuarto es pequeño. Tiene una cama y un armario. Una mesa de estudio entre ambos y poco más. No hay nadie. Pero ves que hay fotos de Ichigo Kurosaki.

También hay un peluche de un león tirado en la cama.

-Es aquí pues.

Entro, quitándome los zapatos para no dañar el suelo.

-Que mono...tiene un peluche...bueno, le esperaré aquí.

Me tumbo en la cama a esperar a Ichigo.