Partida Rol por web

Solo una potente voz recorria la inmensa sala de actos, monotoma y aburrida la voz del director marcaba el impas de aburrimiento y incomodidad que daba comienzo a un nuevo curso lectivo para aquellos que habian llegado este año a su nuevo lugar de estudios.

Al ser una escuela especializada en recibir gente de fuera, el director daba el discurso en un pulido ingles aun que al final siempre tendia a sesear suavemente demostrando su acento que seguramente seria profundamente frances aun que se esforzara para mantenerlo oculto para que todos los alumnos tomaran ejemplo de el a la hora de aprender idiomas y se esforzaran al maximo.

El director tenia sin duda un aire muy juvenil, como maximo deberia tener unos 27 años, aun que no era algo extraño teniendo en cuenta que aquella academia tenia la fama de haber criado a algunos de los mejores genios de la ultima decada.

La sala de actos debia tener en aquellos momentos unos 200 alumnos, vestidos de maneras muy diferentes todos escuchaban en silencio el pesado sermon que el director estaba dirigiendo a los alumnos para intentar llenarlos de convicciones y de valores para el nuevo año venidero que les esperaba en aquellas instalaciones.

Aun asi algunos alumnos miraban alrededor buscando gente que pudiera ser nuevos amigos, incluso algunos murmullos surgian de el joven publico de gente que intentaba ya socializar aun que no fuera el momento mas correcto hasta un punto que uno de los profesores se vio obligado a coger un par de alumnos y hecharlos e incluso otro alumno abandono la sala sin haber hecho nada...

Un incomodo silencio lleno la sala unos segundos... Finalmente el director volvio a mirar el microfono con confianza y alzo la mirada para continuar su somnoliento discurso de bienvenida...

"A partir de hoy este sera vuestro nuevo hogar, pero como en cualquier otro hay normas que deben ser respetadas, no son normas dificiles pero ahora que estais todos juntos explicare las que todos los alumnos debereis seguir o recibireis severas consecuencias por su incumplimiento.

La primera es que el complejo para los estudiantes esta limitado a la escuela, las residencias de estudiantes las cuales estan separados por sexos y al cual nadie del sexo opuesto puede acudir, toda la zona delante de la escuela referente al patio y la zona verde y la parte este del bosque.

Esta prohibida la entrada en la residencia del profesorado sin permiso de uno de ellos o en caso de emergencias, el gimnasio solo estara disponible con la autorizacion de un profesor y pediendolo con algunos dias de antelacion y esta prohibida la entrada al bosque en la parte de atras del edificio escolar por motivos de proteccion medio ambiental.

Tras eso, a la entrada de la sala de actos, a cada uno se le ha dado una targeta donde figura su informacion personal, adicionalmente tiene una banda magnetica que abre ciertas puertas del colegio si se habilita la funcion por algun profesor o encargado de la escuela y finalmente hay un dato llamado "Zona de residencia" de 2 numeros y una letra, ese era la habitacion que os corresponde, la letra es la residencia a la cual perteneceis que va de la A a la D, el primer numero es el piso y el segundo es el numero de la puerta...

Si alguien tiene alguna duda sobre las normas al final podreis preguntar a los profesores, en la targeta tambien consta el profesor que os ara de tutor a partir de hoy...

Tras esto me gustaria decir que todos tenemos derecho a una..." Tras eso el directos seguio con su somnifero discurso hasta que media hora despues este dio por terminado todo lo que tenia que decir...

"Bienvenidos a la academia Saint Claire" Fueron las ultimas palabras del director para terminar el discurso

En un orden monotomo y aburrido todos los alumnos fueron dirigidos hacia sus habitaciones ya que el discurso habia comenzado despues de la hora de cenar a las 9:30 de la noche y habia durado hasta las 11:00, eso se debia a que a causa del retraso de dos de los autobuses que venian del aeropuerto habia cambiado todos los horarios de aquel dia...

Finalmente todo el mundo se dirigio hacia sus nuevo hogar...

Todos los estudiantes masculinos se dirigieron hacia su residencia tranquilamente, aun que al separarse en sexos quedo claro que este nuevo año hay muchas mas chicas que chicos entre los recien llegados ya que quedaron un grupo reducido en comparacion a las chicas...

Finalmente tras un camino a traves de un camino de piedra de unos 10 minutos desde la sala de actos ubicada al lado del gimnasio, delante de los alumnos habia lo que parecia un edificio de 3 pisos considerablemente lujoso, como si fuera una pequeña mansion, algunos de ellos, los que habian llegado en el primer bus ya conocian aquel lugar por que habian pasado los ultimos 10 dias viviendo alli...

Los profesores guiaron a los alumnos hasta dentro y les dieron las intrucciones basicas, al dia siguiente era domingo para facilitar la adaptacion de los alumnos pero al dia siguiente ya comenzarian las clases asi que no se podian despistar y tenian que comenzar a trabajar duro desde el primer dia...

Finalmente cada alumno se dirigio hacia su habitacion, tres alumnos se dirigieron por caminos separados a la misma habitacion hasta encontrarse todos delante de la misma puerta...

Primer piso, el dormitorio 4, esa era su nuevo hogar... Todos se miran dubitativos... Esos eran sus nuevos compañeros? A caso los cuartos eran compartidos?

Dulce juventud, el grupo de las estudiantes no tardo en separase de los chicos para dirigirse a su nueva residencia... Resulto al separarse que habia una cuantidad de chicas abrumadoramente mayor que chicos, algunas se miraron extrañarlas mientras otras pensaban que asi tendrian menos problemas he incluso algunas se desilusionaban por que significaba menos possiblidades de encontrar el verdadero amor...

Las profesoras guiaron a las nuevas alumnas por un camino de piedra rodeada por bosque hasta lo que era literalmente una gran mansion de 4 plantas perfectamente iluminada que alegraba la vista a cualquiera que la mirara mientras las profesoras orgullosas se cruzaban de brazos y asentian al ver aquel edificio...

Despues explicaron a sus nuevas alumnas que mañana era dia de fiesta pero que el dia siguiente las clases ya comenzaban asi que no se despistaran y que aprovecharan para re-ubicarse...

Tras eso las guiaron hacia sus cuartos, delante de una de las puertas dos chicas intentaron abrir la misma puerta apartando sus manos justo en el segundo que iban a abrir la misma puerta a la vez...

Tal vez el destino ya habia comenzado a mover hilos o era solo una cuestion de espacio... Solo lo sabrian aquellos muros de la segunda planta... en el cuarto numero 11...

Lutz Miró a Los otros dos chicos y luego miró la puerta.-Bueno...-Y sin mas Dilación giró el tirador de la puerta y empujó con el hombro libre de maletas,tras abrir la puerta entró y depositó las maletas cerca de la puerta pero sin impedir el paso a los demás,echó un vistazo a la habitación para observar como iban a vivir.

con cara de sorpresa, Maniac mira a los otros dos alumnos parados frente a él, no sabía que las habitaciones serían compartidas, eso era una sorpresa, que calse de persona serian? eso solo se podrá averiguar con el tiempo pensó Maniac, pero por mientras, dedicó una leve sonrisa y extendió su mano hacia sus compañeros -Soy Maniac, un gusto conocerlos, al parecer las habitaciones son compartidas, así que seremos compañeros- tenía mucha curiosidad por saber que clase de personas eran.

La leve sonrisa de Maniac era lo que más destacaban, pero sus ojos brillaban de una manera inexplicable, como si miraba a los extraños con admiracion, o como un villano que vé que su plan vá bien, no ha como describirlo bien, su cuerpo levemente agachado en estilo reverencia a los demás, es bastante delgado. los cabellos negros por lo general taparian un poco sus ojos, pero Maniac se los corrio a un lado con su otra mano, había todo un toque de elegancia en él, su forma de hablar exclamaba que él era inglés, y se comportaba como un caballero de la era victoriana...

tras ver como uno de sus compañeros entró a la habitación sin dar mucha importancia a las presentaciones, decidió hace rlo mismo, retiró su mano, puso su columna recta, tomó sus balijas, y entró tranquilamente con un pequeño aire de ofendido, iban a estar mucho tiempo juntos, presentarse y llevarse bien era crucial.

tras djar su equipaje junto a una cama se recostó en esta con sus brazos tras su cabeza, y sus negros cabellos cubrieron sus ojos, estaba tan tranquilo que no había manera de decir si estaba despierto o dormido, inclusive parecía que no respiraba...

Un maldito tostón. El director no había dicho absolutamente nada que llamara su atención, así que se había tirado aquellas asquerosas dos horas revisando en la pantallita digital de su cámara las fotos que había ido haciendo al centro desde su llegada, borando las que no consideraba aptas, separándolas de las que pensaba imprimir. Inmortalizar los pimeros momentos e impresiones que se llevó tras tener ante sus ojos tal obra aquitectónica, era lo primero.

Encuanto a la gente... Hasta el momento ninguna causó un gran impacto en su persona, así que había pasado de darse tantísima prisa como algunos en socializar. Ya tendría tiempo para eso, aunque la idea ni le entusiasmaba ni dejaba de hacerlo, como siempre; no creía demasiado en eso de la verdadera amistad.

Entonces fue cuando fue dirigida hacia su habitación, y se topó con otra mano que intentó hacer ademán de abrir la misma puerta que ella.

Desvió la mirada, teñida levemente de sorpresa ante la coincidencia, hacia la bajita chica de pelo extrañamente rosado, cosa que le daba un aspecto bastante infantil e incluso tierno, a vista de la joven aspirante a fotógrafa. No tardó en tacharla de curiosa, extraña y, por lo tanto, sostuvo entre sus manos la cámara que colgaba de una cinta alrededor de su cuello, para enfocar aquella nueva cara y enmarcarla en una foto.
Tras ello la soltó para mirar, ahora sí, directamente a los ojos de la chica, asombrándose de nuevo por su color: ámbar. Sonrió de forma dulce, aunque calmada y serena, y le tendió la mano a modo de saludo.

-Encantada. Supongo que serás mi futura compañera de habitación...
Mi nombre es Heath-.

Aya se había pasado todo el discurso distraída. Cualquier cosa llamaba su atención: una mariposa que se había colado, el ir y venir de algun profesor, cualquier movimiento o sonido hacía que su focalización se desviase.

Parecía una chica (tirando a niña) bastante infantil y alegre. Saludaba porque sí a la gente, no con la intención de hacer amigos, si no por ser amable y energética.

Una vez llegó a la habitación, vio su futura compañera de cuarto (o eso supuso al querer entrar en la misma habitación que ella). Pero antes de siquiera darle tiempo a saludarla, la chica le plantó una cámara en la cara y le hizo una foto. Aya pensó que normalmente los japoneses eran los que tenían fama de guiris fotoadictos, pero tras poner una expresión de confusión, no le dió más importancia. Cada uno tenía sus hobbies.

Ladeó la cabeza y cuando la chica se presentó alternó la mirada entre la mano y la cara de la chica. ¡Ah! ¡Es verdad, aquí no se saludan con una inclinación! Pensó de immediato. Por lo que le sacudió la mano con más energía de la necesaria y de un pequeño salto le plantó un beso en cada mejilla.

Yo Aya. Dijo señalándose con su propio dedo índice. Ella y los idiomas.

No pudo evitar que de su boca salieran unas sinceras risitas al ver cómo primero se mostraba confusa ante su mano tendida reaccionando de forma tan enérgica ante ella, y luego incluso se tomó la confianza de darle dos besos, cosa para lo que en en aquel caso había sido ella la sorprendida.

Entonces supuso que no era de por allí, aunque ya se lo habría podido imaginar por su aspecto.

Sin duda aquella chica tenía el poder de hacer sentir vivas y alegres a las personas de su entorno. Iba a ser la mar de divertido compartir habitación con ella. Amplió su sonrisa, anque calmada y serena, y abrió sin más reparos la puerta de la habitación, quedando quieta un par de segundos antes de entrar para que Aya lo hiciera antes que ella, por mera educación: parecía menor que ella.

Aya sonreía mientras Heather abría la puerta.

Oh, garcias... pronunció mal sin darse cuenta, pues en su expresión no se leyó ninguna duda al pronunciar aquella palabra. Aya no era de esas personas que se preocupaban por el futuro, por quien compartiría habitación con ella, si le iría bien en el colegio, o si haría amigos. Se la veía alguien más bien despreocupada.

Entro dando unos pequeños saltitos y miró la habitación.

Las dos nuevas compañeras abrieron aquella puerta mientras ambas pensaban en las futuras vivencias que les esperaban juntas, ninguna se habia planteado que podrian encontrar detras de aquella puerta, al fin y al cabo no tenian demasiadas esperanzas puestas en aquel lugar tal vez...

Habia habido muchos rumores sobre como serian las habitaciones en el viaje de ida a la academia, al fin y al cabo nadie del centro habia dicho una sola palabra mas que decir que ya se lo encontrarian y que aun que no les gustara no habria manera de solucionarlo...

Delante de ellas aparecio un pasillo de color calido que les invitaba a entrar con un olor a lavanda, a su derecha habia un pequeño mueble con una carta encima y justo encima habia dos pequeños colgadores de los cuales colgaban dos llaves numeradas...

Las chicas continuaron avanzando por el pasillo el cual tenia tres puertas... 2 a la derecha seguidas y despues una puerta al fondo, las puertas de la derecha contenian dos habitaciones indispensables, la mas cercana a la puerta de entrada era un baño perfectamente acondicionado con una bañera con ducha para que las estudiantes pudieran relajarse como ellas quisieran...

Continuaron hasta la siguiente habitacion abierta la cual era extraña, habian dos armarios opuestos de tamaño considerable y aquella habitacion tampoco disponia de ninguna ventana... Seguramente seria el lugar donde poner la ropa y cambiarse y finalmente llegaron a la ultima puerta cerrada y tras abrirla el olor a lavanda se intensifico y tras eso vieron una esplendida habitacion...

¿Garcias...? Se habrá liado por el nerviosismo- pensó, divertida, tras las palabras de la chica. Y tras verla entrar, fue tras ella para ver qué les esperaba allí dentro, cerrando la puerta tras ella.

-¡Ala!, ¡menuda televisión, y qué decoración más perfecta!- no pudo evitar exclamar al ver todo aquello. Definitivamente se esperaba algo mucho más cutre o simple, pero aquello era... como mínimo espectacular. No tardó en coger su cámara y empezar a fotografiar todo aquello que le llamara más la atención de todo, inquieta y casi entusiasmada, estado en el que era un poco inusual verla.
De aquella habitación saldrían en el futuro muchas fotos artísticas que ya se ocuparía de trabajar más tarde. Lo primero era instalarse y familiarizarse con aquel lugar.
Desvió la mirada hacia la chica, sonriendo amistosamente;

-¿Qué te parece?- ya con un tono de voz más calmado y neutral, aunque intentando resultar sociable, pese a que normalmente aquello no le importaba: pero si iba a compartir habitación con ella, mejor hacerlo llevadero que todo lo contrario, ya que iba a ser un largo año, y quizás podrían llegar a ser buenas compañeras y ayudarse mutuamente. Mientras hablaba, reparó en la carta, y empezó a leerla en voz alta por si a ella también le picaba la curiosidad.

Y llegó a la habitación en la cual se había estado alojando desde estos últimos diez días. El único cambio con respecto a las veces anteriores era... que esta vez se había encontrado con dos chicos más en la puerta. A juzgar por su equipaje, debían de haber llegado ese mismo día. También podría ser que los hubiesen trasladado de habitación, pero eso no parecía demasiado lógico, por lo que se inclinó hacia la segundo opción. Como fuera, aquello no importaba demasiado, lo que primaba era ver si ellos merecían la pena como compañeros...

Y, bueno, el único de los dos en presentarse lo parecía. Decía que se llamaba Maniac, ¿eh? Curioso nombre, curioso aspecto, curiosa ropa... Interesante, sin duda.

En cuanto al segundo... bueno, simplemente no parecía un chico de muchas palabras... aunque también tenía un cierto aire extraño a su alrededor. También sería divertido, o al menos eso esperaba...

Al ver que sus dos compañeros entraban en la habitación, hizo lo propio y se deslizó al interior bastante rápido, una vez en él, cerró la puerta y apoyó su espalda contra la madera de esta, sonriente.

Muy buenas, mi nombre es Alexandr... -Dijo con un tono felizón, pero bastante tranquilo- Espero que la estancia con vosotros dos sea buena.

Y tras esas palabras cerró su boca, esperando con aire divertido a los otros dos, esperando una respuesta.

¡Uoooo! Exclamó al ver el pasillo, pero lejos de ser ese su grito más sorprendente, se oyó otro algo después, cuando cogió la delantera abriendo todas las puertas por el camino y con un paseo rápido no pasando más de 2 minutos dentro de ellas.

Eso, hasta que llegaron a la última, con las dos camas.

¡Dormir juntas! Exclamó corriendo hacia Heather y cogiendole las manos con los ojos iluminados y luego volviendo a correr para tirarse encima de la cama más cercana a la ventana empezando a dar botes encima. Se había imaginado que sería más triste y que le tocaría dormir sola, aunque no le importaba.

Paró de dar botes cuando oyó la voz de Heather leer un papel. Se puso de rodillas, con las piernas abiertas y las manos en medio escuchando atentamente. Ponía expresión de concentración. No se estaba enterando de nada.

Lutz tras dejar las maletas en la cama se quitó el jersey de cuello alto negro,debajo llevaba una camiseta interior  blanca,unos vaqueros negros rematados en unas cómodas botas de montaña,dió algunos pasos por el cuarto y abrió la ventana cuando escuchó a uno de ellos hablar.-!Ah¡ Mierda...Perdona,Me llamo Lutz.-Dijo mientras de un bolsillo sacaba un paquete de tabaco,se llevó un cigarro a los labios y le tendió la mano libre.-Estudiante de 2º año de Artes Escénicas,¿y ustedes?.-Los miró con Sus Grandes ojos azulgrisáceos y una media sonrisa en la boca mientras sostenía el cigarro en los labios.

Los tres nuevos compañeros entraron uno a uno por la puerta, algunos mas rapido que otros y el ultimo de ellos parecia el menos ilusionado si se le podria llamar asi por descubrir el sitio donde residirian los proximos meses e incluso con un poco de suerte años...

Delante de ellos aparecio un pasillo, a la derecha habia un pequeño mueble con 2 llaves y una carta abierta que ya habia ojeado con anterioridad Alexandr donde constaba como funcionaba la rutina diaria de aquel lugar...

El pasillo tenia 5 puertas, 4 de estas se encontraban a la derecha y finalmente habia una ultima puerta en el fondo, en la primera puerta se encontraba el baño, aun que simple sin duda proporcionaba cualquier necesidad de higiene y comodidad ya que normalmente los chicos no tenian unos gustos tan "relajantes" como seria una chica de su edad...

En las 3 siguientes puertas habia exactamente lo mismo, un cuarto para cada uno de ellos...

Y finalmente en la ultima puerta habia una sala un poco mas grande que uno de los dormitorios individuales, en uno de los laterales habia una mesa con 3 sillas, en aquella habitacion tambien habia un sofa enfocado directamente hacia una television rodeada por dos armarios llenos de cajones y puertas que contenian como habia mirado Alexander previamente todo lo que pudieran necesitar he incluso habia algo de comida aun que en las habitaciones no era el lugar donde se comia diariamente...

La carta era simple y concreta, eran resumidamente algunas informaciones necesarias sobre la pauta de vida de aquel lugar...

Las frases relevantes las cuales Heather puso mas atencion ya que las demas contenian informacion totalmente inutil y que para Aya resultaron casi incomprensibles dada su dificultad linguistica tal vez excesiva para intrucciones que teoricamente tenian que ayudar a los estudiantes a adaptarse eran las siguientes:

"Cada residente dispondra de una llave de las que hay en la entradita para poder acceder a su apartamento, en caso de perderla se tendran que reportar a los professores, en caso de que les roben dentro de la habitacion se investigara pero por mayor seguridad es preferible siempre cerrar con llave la puerta"

"En la planta baja de cada residencia hay un comedor comunal facilmente localizable, los horarios son de 7 am a 3 pm, despues se cerrara hasta las 6 pm donde permanecera abierto hasta media noche, tambien hay una cafeteria con los mismos horarios al lado del patio para poder hablar tambien con los chicos mientras se descansa o para cuando terminan las horas de clase"

"El telefono de la habitacion tiene guardado el nombre de consergeria y el del tutor correspondiente, el uso indebido de ese numero sera gravemente sancionado"

"Hay un toque que queda a partir de media noche, de esa hora hasta las 7 am esta prohibido salir de las residencias o ir de una a otra residencia, romper la norma tiene consecuencias mayores o menores segun la distancia a la que se este de la residencia"

"En el piso de abajo tambien hay una sala de informatica, la pagina de inicio es la de la academia, en caso de disponer de dudas que no esten ya explicadas hay una seccion en la web con todas las preguntas frecuentes de los estudiantes"

estando ya acostado en la paz de la oscuridad y tras el pesado día, dejo que mi cansancio me gane y me duermo profundamente

Abrió un poco más de la cuenta los ojos, signo de un leve caso de interes... Vaya, vaya, ¿así que les había tocado a un universitario entre ellos? O quizás a dos, pero eso no lo sabría por el momento, puesto que el chico llamado Maniac se había acostado y dormido sin más. De todas formas, no parecía ser de la edad de Lutz, que a priori aparentaba ser el mayor de los tres.

Encantado, yo voy a primero de Bachillerato, por la rama de letras - Dijo a la par que estiraba la mano y la estrechaba sin mucha efusividad- Vaya, ¿nada más llegar y ya empiezas a fumar? ¡Hay que ver con los vicios!

En aquellas últimas palabras se podían notar un tono alegre, que acompañado de la enorme sonrisa que había puesto, daban a entender muy fácilmente que se trataba de una broma para romper el hielo.

Lutz Levantó una ceja mientras con el zippo Encendía el cigarrillo.-Si,la verdad es que eran muchas horas en el bus y muchas con ese aburrido y monótono discurso y me ha dado por fumarme uno para distraerme.-Sonreía mientras un poco de humo salia por la comisura de sus labios,dio una calada y expulsó el aire.-¿y tu,llevas mucho aquí o has llegado en uno de los buses?.-En una postura descuidada se apoyó en la pared y metió las manos en los bolsillos mientras pasaba un pie por detras de otro.