Partida Rol por web

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¿Y si lo que está haciendo era ayudar a la princesa? Claro, es muy mona...la típica chica a la que un hombre como él querría proteger...Pero...¡AAAAAY! ¡¡No entiendo nada!!

Parecía que le había comido la lengua el gato y además, evitaba mirar directamente a Will a los ojos. Le imponía desde el primer día que llegara al barco...pero no era que le diera miedo, ni mucho menos. Las veces que habían intercambiado algunas palabras había visto que era muy amable. Era más... como que le costaba actuar con naturalidad si estaba delante. Y eso es justo lo que le estaba pasando.

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Empezó a caminar junto al oficial, dejando que él la guiara, aunque caminaba con pasos tan ligeros y con movimientos tan fluidos como siempre. Su postura elegante volvía a desentonar por completo en un lugar como aquel, pero su sonrisa irradiaba calidez, nada que pudiera delatar ni rastro de incomodidad, como cualquiera hubiera imaginado. Incomodidad que por otro lado, no sentía.

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- ¡YO NUNCA HE BESADO A LA CHICA MAS INCREÍBLE Y GUAPA Y ESTUPENDA Y DIVERTIDA Y MARAVILLOSA Y.. Y...! ¡¡Y CUALQUIER OTRA COSA BUENA QUE SE OS OCURRA DE LA TRIPULACIÓN DE LA BELLA DAMA!! - Y bebió a morro de la botella de ron un largo trago antes de dejarla en la mesa con un golpetazo y volverse hacia Miaka para ver cómo estaba y si había terminado de echar hasta la raba. Porque si había terminado se la iba a llevar en volandas de la taberna en ese mismo momento. Y pobre del que se pusiera en su camino

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Antes de salir por la puerta se despidió cantarina de la capitana y la oficial, acercándose únicamente para dejarles una de las botellas sobre la mesa y para hacer y decirle monerías a Guybrush, a quien plantó un sonoro beso en la frente. La actitud de sus superiores de hacía un momento se asemejaba más a la de dos madres amantísimas que a un par de demonios. O quizás a ambas cosas. No importaba: El alcohol hacía del mundo un lugar más feliz.

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Abandonó tan lúgubres pensamientos y sonrió, tímido, a Noa, sirviéndola disimuladamente de apoyo de camino a la puerta para salir de la taberna.

Antes de alejarse mucho de la mesa se giró e hizo un gesto con la mano, de despedida tanto a la capitana como a la bruja.