SALA COMÚN DE HUFFLEPUFF
Cerca de las cocinas y en el piso subterráneo de Hogwarts podrás encontrar la alegre e iluminada Sala Común y habitaciones de los leales Hufflepuff. Banderines y tapices de color amarillo decoran la sala con mesas redondas y sillones mullidos, junto a las puertas redondas que llevan a los pasillos que separan las habitaciones de los tejones. Encima de la puerta de salida hay un cuadro enorme de la fundadora de la casa: Helga Hufflepuff.
Forma de entrar
En la entrada hay un cuadro de un paisaje con un río. Para entrar debes decir con voz clara: Helga Hufflepuff. A continuación, un hombre en una barca se acercará remando. Entonces deberás pronunciar la contraseña. Si has seguido estos pasos correctamente, el cuadro se abrirá y podrás acceder a la Sala Común.
PREFECTOS:
David Manzano
Raquel Ladera
Historia de Helga Hufflepuff
Helga Hufflepuff venia de una familia muggle, se creía que era la primera. Su familia al ser completamente muggle y no saber nada absolutamente de magia no sabían el porque de tantas cosas extrañas alrededor de Helga. Todos la creían loca, aunque ella insistía en que le pasaba algo raro, hasta que un día se encontró con un muchacho llamado Godric. Ellos se hicieron íntimos amigos, pero el no podía decirle que era mago ya que ella era una muggle. Hasta que un día ella le contó todo lo extraño que le pasaba y el le dijo que tomara esa varilla de madera (su varita mágica) y que la agitara, ella lo hizo y fue entonces que se enteró que era bruja. Sus padres tardaron en entender, los padres de Godric ayudaron. Después de eso ella creció entre magos, brujas y muggles. Godric fue por siempre su mejor amigo y mediante él fue que conoció a Salazar Slytherin y Rowena Ravenclaw ya que ellos eran amigos. Ella pronto hizo amistan junto a Rowena Ravenclaw, pero Salazar Slytherin no paraba de decirle “Sangre Sucia, muy sucia”. Estos insultos cesaron tras un duelo que Helga ganó frente a Slytherin y él se dio cuenta, aunque le costo y a duras penas, que podía entablar una relación de amistad con ella y dejar de insultarla tan duramente.
Cuando estos cuatro personajes crecieron fundaron Sorgintasun, esta idea fue de Helga por que solo ella venia de una familia muggle y de pura casualidad se enteró que era bruja entonces pensó que todos tenían derecho a saber qué eran en realidad y también que podían aprender ya que viniendo de este tipo de familia aprender hechizos era muy difícil. Ella fue la que ideó esto que ahora es SORGINTASUN.
Cuando presento esta idea frente a sus cuatro amigos, estalló el problema otra vez, Salazar Slytherin no estaba de acuerdo, él creía que los provenientes de familias muggles no tenían derecho a estudiar magia. Así fue como los insultos y la rivalidad entre Helga y Salazar regresaron.
Al final solo iban a fundar Sorgintasun Godric Gryffindor, Rowena Ravenclaw y Helga Hufflepuff pero cuando Salazar Slytherin se enteró que lo habían dejado fuera, volvió y reclamo su lugar, ellos no se lo negaron porque sabían que podía ayudarlos y así fue como Helga Hufflepuff llegó a fundar Sorgintasun y nuestra tan preciada casa.
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Edurne entra con alegría a la sala común. Vaya...es preciosa.. Dice embobada admirando los ventanales del techo y la pequeña fuente del tejón. De una de las esquinas aparece un gato que le resulta totalmente familiar. ¡Ártax! Dice pegando un gritito y corriendo hacia él.
El felino maulla y ronronea instantaniamente al ver a su ama. Edurne decide sentarse un ratito en los sofás con su mascota hasta que entrase alguien más por la puerta y así conocer a sus futuros compañeros y compañeras.
Asomo la cabeza por la puerta para ver si hay alguien... parece que no. Entro y veo que me he equivocado, si que hay alguien, una preciosa muchacha y un gato estan en uno de los sillones. Sin decir nada llego hasta el fondo de la habitación para admirar la fuente... Muy bonito, si señor...
Dejo la mochila y la bolsa donde llevo todas mis pertenencias en el suelo y estiro un poco los músculos de la espalda para desentumecerla.
Me asomo hacia el agua y la toco, está fria. Acto seguido me giro y me apoyo en la piedra de la fuente, mirando ala chica que ya estba dentro cuando llegué...
- Hola -
No se que más decir...
¡Hola! Dice saltando del sillón, tirando sin querer a Ártax. Perdón... le susurra. El felino la mira con cara "por esta vez te lo perdono" y se adelante un poco hacia el muchacho, para asegurarse de que se puede fiar de él y dejar que su ama entable conversación. Serás curioso... Dice. Perdónale..es muy protector conmigo... Menos mal que has llegado, me sentía algo sola. Dice sonriendo.
- Si, yo no he podido hablar con nadie aún, hasta ahora, y me alegro de poder hablar con alguien... por cierto , mi nombre es Dídac -
Digo sonriendo y mirandole a los ojos, después me giro hacia el gato y saludo inclinando la cabeza.
Ártax le mira a los ojos unos segundos y después vuelve junto a su ama. Yo soy Edurne, un placer. Dice acarcandose para darle la mano y sonriendo.
María entra a la sala común de Hufflepuff mirando hacia ambos lados.
Le sorprende la iluminación de ésta, pero lo que más le gusta es la fuente que se encuentra al final de la sala.
Se da cuenta de que dentro hay un chico y una chica, que al parecer están hablando.
Los mira y sonríe, aunque no se acerca a ellos, sólo se sienta en uno de los sillones mullidos de la sala.
Edurne se percata de la presencia de otra compañera. ¡Hola! ¡Bienvenida! Dice dando dos pasos hacia ella. Me llamo Edurne, encantada. Esta vez, a Ártax solo le hizo falta hechar un vistazo para darle el visto bueno a la chica.
-Hola...-pronuncia María en voz baja mientras enrojece levemente.
-Yo soy María, que gato más bonito.-dice al verlo
¿Sí? Te lo regalo. Dice bromeando y luego riendose de si misma. ¿Vosotros no teneis mascotas? Pregunta curiosa.
Los presentes en la sala no han podido reparar en su presencia pero una figura gatuna sobre una de las estanterías los acecha con intenciones poco bondadosas...
Una chica con aspecto enfurruñado entra en la sala con paso ligero, cambiando la expresión al instante al ver la amenazadora postura del gato - ¡¡ACHO, ACHO, ACHO!! ... ¡¡ASMODEO!!- Grita con acento murciano mientras señala al gato con el índice derecho - ¡¡Baja de ahí ahora mismo!!
Este maldito gato va a acabar con mis nervios...
Un gato siamés baja de un salto desde la estantería y se dirige a su dueña, restregándose contra sus piernas mientras describe ochos alrededor de ellas.
- Lo...lo siento... - Rie nerviosa mientras mira a sus compañeros - No le gustan los desconocidos
La segunda vez que dices eso en lo que va de día...
- Mi nombre es Gema...Mucho gusto - Dice presentándose mientras observa la reacción de sus compañeros.
Yo soy Edurne, encantada. No te preocupes, te entiendo. Mi gato también es muy curioso. Dice señalando a Ártax que ya se está acercando sigilosamente a Gema y su mascota.
Al ver como el otro gato se empieza a acercar, Asmodeo saca las uñas y comienza a bufar, pero Gema rápidamente lo agarra del pellejo del pescuezo y lo coge en brazos para evitar que acabe todo en una pelea felina - Éste no es curioso...Es un antisocial - Suspira mientras se dirige a uno de los sillones - Ha estado demadiado consentido y éste es el resultado... - Niega con la cabeza.
-Yo también tengo un gato. Se llama black.-digo sonriendo, mientras miro hacia el suelo para observarlo.
Me asomo por la puerta y veo a mis compañeros.
Después de unos segundos de duda entro y me presento.
Hola soy Alejandro. Que pasada es todo esto.
Digo con una ligera sonrisa disimulando mi nerviosismo.
Pues Ártax no es de los que se rinde facilmente. Dice mientras Ártax sigue acercándose. Pero antes de que llegase al sofá, Edurne lo coge en brazos. ¿No ves que no quiere jugar contigo? Le dice amablemente. ¡Oh! Es monísimo, María. Dice con energía.
Y que lo digas, Alejandro. Bienvenido, yo soy Edurne.Dice con una sonrisa de oreja a oreja.
Encantado Edurne. Digo devolviéndole la sonrisa.
Veo los gatos de mis compañeras.
Bonitos gatos tenéis, no se donde estará mi lechuza supongo que tendrán un sitio para ellas.
Digo con cara de aceptación
Todas las lechuzas están en la lechucería. ^^ Puedes hacerla entrar por la ventana, si quieres.
Perdona por tanto cambio ^^U
-Eso espero- Digo respondiendo a la observación de Alejandro- Yo perdí a mi lechuza nada más bajar del barco, supongo que habrá volado hasta donde se supone que deben estar las lechuzas... Por cierto, mi nombre es Dídac, encantado...- Les digo a los que han llegado después de mi, acto seguido me giro hacia Edurne con risa burlona- Parece que vamos a tener un ambiente gatuno por aquí-
Edurne se ríe ante el comentario de Dídac. Sí, eso parece.
Pero no os preocupéis, mi abuela me dijo que las lechuzas estaban en la lechucería.Dice pensativa.
Me encantaría ver vuestras lechuzas. Dice con una sonrisa llena de dulzura.