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19/06/2013, 21:26
Director

LOS SISTEMAS DE COMANDO (C4I) Y LA DEFENSA

Benjamín Michavila Pallarés, General de División (R) - España

Proteger los intereses vitales y resolver favorablemente cualquier conflicto de la nación requiere medios de seguridad y defensa organizados, entrenados y equipados desde tiempo de paz, siendo las Fuerzas Armadas el instrumento principal para ello. La tarea prioritaria de las Fuerzas Armadas es la disuasión de los conflictos y, en último caso, luchar y ganar las guerras en las que se vea involucrada la nación. Asimismo, deben estar preparadas y dispuestas para participar en actividades de apoyo al restablecimiento de la paz en regiones de interés nacional, en ayuda humanitaria y en catástrofes de alcance nacional o internacional.

Operarán de forma conjunta los tres Ejércitos, y la experiencia reciente nos dice que casi todas las misiones serán en combinación con Fuerzas Armadas de países amigos y aliados. Seguramente, para realizar la mayor parte de sus actuaciones se requiera la proyección de la Fuerza a zonas alejadas. Para garantizar el éxito en las misiones es imperativo ejercer el mando con exactitud y precisión en todos los elementos y escalones, lo cual supone: tomar decisiones acertadas; hacerlas cumplir con eficacia, en el debido tiempo, al mínimo coste, y hacerlo con los medios y los recursos disponibles.

Para facilitar el complejo y difícil ejercicio del comando, los responsables disponen de personal, organización, método y medios, componiendo el conjunto que conforma lo que se conoce habitualmente, dentro del campo profesional, como sistemas C4I, es decir: comando, control, comunicaciones, computación e inteligencia, y en el más alto nivel de la OTAN se identifica como C3 para ejercer las funciones de comando, consulta y comunicaciones. Pero, a pesar de tantas siglas como se han ido incorporando, en esencia es un sistema de comando.

Tomar decisiones acertadas lleva consigo, además de voluntad, decisión, sentido de responsabilidad y asunción del riesgo, entre otros factores de carácter personal, el conocimiento, en tiempo útil, del entorno, de los medios propios y de los del adversario, cuantificando y cualificando sus características, circunstancias y, en lo posible, conocer sus intenciones.

Hoy, cuando las unidades y organismos militares llevan a cabo sus actuaciones, tanto en paz como en guerra, no como elementos aislados que operan por su cuenta, sino de forma estructurada y organizada, donde el comando se ejerce jerárquicamente, el flujo de información, el proceso necesario para preparar las decisiones y la transmisión de las órdenes para hacerlas cumplir, con rapidez y eficacia, supone unos volúmenes de datos muy considerables que requieren enormes velocidades, tanto de proceso como de transmisión. Hay que tener en cuenta, por otra parte, que la escasez de recursos impone la economía de medios y el uso de materiales normalizados y fáciles de operar y mantener.

Los sistemas de comando

Los diferentes elementos y órganos de comando, operativos, logísticos y servicios de apoyo, necesarios para cumplir cualquier misión militar, forman un conjunto variado y complejo, cuyos componentes deben estar interrelacionados, de modo que cada uno de los diferentes escalones y elementos pueda disponer de la información necesaria en cada momento y a la vez enviar sus órdenes, peticiones o información a los demás. Todo ello con precisión y en tiempo útil para el desarrollo de sus cometidos.

Dotar a los Ejércitos con sistemas de comando apropiados, además de prepararlos con personal cualificado, bien entrenado, equipado y listo para las operaciones conjuntas, es absolutamente necesario para ser persuasivos en la paz, decisivos en la guerra y preeminentes en cualquier clase de conflicto. Los sistemas de comando deben poder integrarse de modo que produzcan el intercambio de información conveniente, funcionar con garantía de seguridad y permitir el establecimiento de cuantos puestos sean necesarios en los órganos y unidades de las Fuerzas Armadas, para que, operando con rapidez, coherencia y de forma coordinada, puedan estar siempre en ventaja sobre sus adversarios.

Las modernas tecnologías utilizadas en los sistemas C4I facilitan la información convenientemente procesada, con una imagen actualizada de la situación y con el panorama completo de la zona de operaciones con todos los elementos desplegados. Permiten con ello a los respectivos jefes ordenar los esfuerzos, emplear los efectivos disponibles y aplicar los medios adecuados, con precisión, exactitud y conocimiento real del entorno y de las actuaciones e intenciones del enemigo, con el fin de reducir o neutralizar sus actuaciones y efectivos. En definitiva, para dominarlo y vencerlo.

Tecnologías de la información

La información ha sido siempre importante, especialmente en las funciones de comando y de inteligencia. En la actualidad, tal exigencia se ha convertido en cuestión vital para lograr el dominio de la situación, de aquí la aplicación masiva de los avances tecnológicos, no sólo procedentes de la I+D militar, sino también del campo civil.

Las mejoras en estas ramas de la tecnología impactarán significativamente en las futuras operaciones militares, proporcionando a los responsables de tomar las decisiones la información precisa en tiempo útil y en condiciones adecuadas, siendo sus características más destacables:

• La tecnología de la información incrementa la facultad de conocer, asignar prioridades, dirigir, comprobar y evaluar la información.
• La fusión de todas las fuentes de inteligencia mediante la integración de la información procedente de los sensores, plataformas, órganos de comando y centros de apoyo logístico permite realizar con más rapidez un mayor número de tareas operativas.
• Los adelantos en las computadoras, en los nuevos sistemas determinadores de posición de ámbito mundial y en las telecomunicaciones proporcionan la posibilidad de establecer con exactitud la situación de las fuerzas amigas y enemigas, así como recoger, procesar y distribuir información importante a un gran número de puestos.
• La flexibilidad de los modernos sistemas C4I consigue integrar puestos de comando, terminales de información y sensores en localidades remotas, con rapidez y facilidad, con tal de disponer en esos puntos de un enlace por cualquier medio de comunicación.

Las fuerzas que utilicen las posibilidades de este «sistema de sistemas» podrán lograr el dominio de la información, lo cual les permitirá evaluar con precisión las operaciones de las fuerzas propias y enemigas dentro de la zona de operaciones. Aunque esto no elimine la «niebla» de la lucha, el dominio de la información mejorará el conocimiento de la situación, reducirá el tiempo de repuesta y hará que el escenario del combate sea considerablemente más transparente para quienes posean aquel dominio.

Importancia de la información

A lo largo de la historia, obtener, explorar y proteger la información ha sido algo crítico para el comando, control e inteligencia. La inapreciable importancia de aquélla no cambiará en el futuro. La diferencia consistirá en la facilidad de acceso, asignación de prioridades y las mejoras en velocidad, precisión y transferencia de los datos recibidos mediante los avances de la tecnología. Hoy en día, los medios de captar información son exhaustivos. Todo el espectro electrónico y visual es analizado y evaluado para hacer inteligencia, que debe ser diseminada hasta los escalones más bajos adaptando sus necesidades.

Es fundamental para los sistemas de comando disponer de esa masiva información, hay que encontrar un medio de transportarla, procesarla y presentarla. La respuesta a esta necesidad sólo la dan las nuevas tecnologías aplicadas a los sistemas C4I. Lograr el dominio en la batalla de la información requiere conseguir la ventaja tecnológica y de organización sobre el adversario, lo cual supone tener superioridad a la hora de obtener, procesar y diseminar el flujo ininterrumpido de información, a la vez que se deniega esa facultad al adversario, teniendo en cuenta que la guerra de información es tanto ofensiva como defensiva.

La guerra de información ofensiva reduce, elimina o distorsiona los datos del adversario. Incluye métodos, tanto tradicionales (ataques de precisión para destruir la capacidad de comando y control del adversario) como no tradicionales (intrusión electrónica en sus redes de información y control) para confundir o engañar a los enemigos responsables de las decisiones.

El esfuerzo para lograr y mantener la superioridad de la información lleva consigo también el poder superar con éxito los ataques enemigos a nuestro sistema de información. Como consecuencia, la guerra defensiva para proteger nuestra capacidad de conducir las operaciones de información será uno de los mayores retos para el futuro.

Aquí habrá que incluir a la defensiva tradicional de la información y sus operaciones (medidas de seguridad física y cifrado), las acciones no tradicionales de protección antivirus y métodos innovadores para la transmisión de datos con seguridad. Ello comporta la necesidad de elaborar programas de nivel estratégico que tengan por finalidad proteger esta función crítica en las operaciones.

Características de los sistemas de comando

Los nuevos sistemas de comando se están desarrollando con las tecnologías emergentes en los campos de la informática y de las comunicaciones, procedentes principalmente del sector comercial, como consecuencia de su más avanzado estado, su mayor disponibilidad y mucho menor precio. La política de defensa y la estrategia militar reconocen claramente el valor de las nuevas tecnologías aplicadas a los sistemas 4I para la mejora de la eficacia y la eficiencia y, en consecuencia, se están llevando a cabo iniciativas para conocer su viabilidad y asimilar los nuevos medios y técnicas en los modernos sistemas operativos.

Un ejemplo claro son los ejercicios que realizan anualmente Estados Unidos para demostrar la validez de las nuevas tecnologías, presentadas por empresas americanas, en los sistemas de defensa. Se trata de los ya famosos ejercicios de demostración JWID (Joint Warrior Interoperability Demostration), patrocinados sucesivamente por uno de los Ejércitos americanos, con participación desde 1996 de países de la OTAN, entre ellos, España, con éxito destacado. La empresa española participante desde aquella fecha ha merecido durante dos años la mención máxima por el desarrollo del WEBCOP, considerado como el sistema de comando y control más innovador y de mejores posibilidades operativas. En la creación de este sistema se han utilizado herramientas comerciales WEB, adaptadas y combinadas para lograr tales resultados, PC comerciales y comunicaciones militares y civiles formando una red, protegiéndose la comunicación con equipos de cripto OTAN.

La rapidez con que se suceden las nuevas tecnologías conlleva su pronta obsolescencia, lo cual obliga a establecer un compromiso en la modernización/renovación de los sistemas y equipos, es decir, agotar al máximo los ciclos de vida o modernizar/sustituir, aplicando las tecnologías más punteras. El uso de las mismas sirve fundamentalmente para mejorar la eficacia operativa e implica la renovación de la doctrina de empleo. Por último, si se quiere conservar la superioridad tecnológica, se deberá mantener el esfuerzo de modernización en todo momento sin ruptura.

Señalemos ahora que los sistemas C4I deben facilitar a las unidades de los Ejércitos el cumplir las misiones conjuntas y combinadas que se les asignen y operar entre sí sin problemas de entendimiento, pasando a analizar sus más relevantes características: la interoperabilidad, la seguridad de empleo operativo, la flexibilidad y la actualización cultural del personal y de la organización en las nuevas tecnologías.

Interoperabilidad

Los sistemas de comando deben ser interoperables en todos los niveles, para lo cual se pueden tomar como base algunas recomendaciones:

• Cubrir las necesidades del jefe operativo.
• Designar a una persona con responsabilidad y autoridad que cruce las fronteras orgánicas y lleve a cabo su misión con eficacia.
• Guardar el equilibrio necesario con seguridad, disponibilidad, flexibilidad, supervivencia y funcionalidad, características también importantes.
• Asegurar la interoperabilidad en base a una buena implantación y las pruebas pertinentes.
• Diseñar la ingeniería con flexibilidad y al mínimo coste. Para lo cual se recomienda:

• Emplear productos, servicios y tecnologías comerciales disponibles en el mercado (COTS, Comercial Off-The-Shelf) siempre que sea posible.
• Emplear las normas técnicas establecidas y registrar todos los datos documentando la información para garantizar la interoperabilidad durante el ciclo de vida.
• Probar la interoperabilidad verdadera y realizar informes de rendimiento, en ejercicios reales o de simulación.

Seguridad

Los sistemas de comando deben mantener su capacidad operativa en todo momento, incluso a pesar de los ataques enemigos. Para ello es esencial la creación en el personal de una cultura de la seguridad de la información a lo largo y a lo ancho de toda la estructura orgánica. Conviene saber que el ataque informático es más fácil que la defensa y que los agresores cibernéticos atacan los puntos más débiles de la defensa del adversario.

La mejora en la seguridad de los sistemas depende de una serie de principios como los siguientes: defensa en profundidad; asegurar una degradación progresiva; lograr un compromiso entre la seguridad y los demás atributos del sistema, como la interoperabilidad, la normalización y las facilidades del usuario; reconocer las debilidades inherentes de la defensa pasiva y, por último, hacer cuantos esfuerzos sean posibles para alcanzar los mejores resultados.

Conseguir la implantación de esos principios requiere una serie de medidas, entre las que merecen destacarse: la designación de una organización con autoridad responsable sobre la seguridad; garantizar la disponibilidad de las herramientas adecuadas; el entrenamiento del personal de esas técnicas; realizar los ejercicios y evaluaciones correspondientes; establecer fuertes mecanismos de autenticación; desarrollar nuevas herramientas de seguridad y promulgar los procedimientos apropiados.

Flexibilidad

Un sistema de comando debe ser capaz de integrar con rapidez y facilidad tantos puestos de comando, terminales de información y sensores como sean necesarios para el desarrollo de las operaciones previstas en los planeamientos conjuntos y combinados, en localidades remotas y condiciones precarias muchas de las veces. Para ello deben tener una arquitectura adecuada, capacidad suficiente y facilidad para la integración en el sistema con tal de disponer de un enlace por cualquier medio de comunicación. Con el fin de lograr la mayor flexibilidad posible, los nuevos sistemas de comando se apoyan en una arquitectura de comunicaciones de tipo red, que permite la conexión de tantos puestos como sean necesarios, independientemente de su situación geográfica, y realiza las transferencias de mensajes con la máxima economía de tiempo y medios.

Cultura sobre las nuevas tecnologías

Es importante que el personal y la organización asimile con normalidad las nuevas tecnologías para conseguir la máxima eficacia en los resultados, dadas las dificultades que, a veces, entraña su empleo. A esos efectos se presentan las recomendaciones siguientes:

• El cambio cultural requiere una clara visión de lo que supone un sistema de comando en la nueva era de la información.
• La dirección principal de la organización debe ser persistente, patente y profundamente comprometida para conducir ese cambio cultural.
• Aceptar la solución del 80 por 100 en el inicio de todo nuevo sistema es esencial para su implantación y perfeccionamiento operativo posterior.
• Aceptar los riesgos calculados y hacer frente a las futuras contingencias.
• Probar los sistemas 4I de forma cooperativa, flexible y continuada.
• Respecto al personal, garantizar la actualización de los conocimientos a lo largo de la carrera profesional e impulsar la creación de organismos y actividades que los puedan desarrollar de forma activa. Con ello, tanto los especialistas como el personal operativo podrán tener conocimiento, a la vez, de operaciones y tecnologías, explotando al máximo, de este modo, las nuevas posibilidades.
• Mantener y expandir los esfuerzos en las tecnologías de la información y en los nuevos desarrollos, buscando nuevos conceptos que mejoren la eficacia operativa y de gestión.

Como conclusión, se puede decir que los avanzados sistemas de comando C4I y las modernas tecnologías ofrecen el potencial de empeñar las fuerzas militares con la mayor eficacia posible. Tanto es así que en un principio se les denominó «multiplicadores de la Fuerza» (force multipliers). Pero, si este potencial se quiere poner en práctica, será necesario conocer las vulnerabilidades existentes en la seguridad de los sistemas de información, establecer los mecanismos para facilitar su interoperabilidad y preparar la cultura para la nueva era de la información. Solamente con las debidas acciones mantenidas en el tiempo se podrá conseguir el resultado deseable.