Partida Rol por web

Ante la semblanza de muerte que acaba de presenciar Lene no es capaz de articular sonido. Se que parada, casi congelada.
-Pero si hace un momento estaba bien...- Piensa la ex acróbata mientras comienza a tocarse las manos de forma inconsciente, como si sintiera que en cualquier momento puede perder su tangibilidad.
-¿Ess...esto...esto es...real?- pregunta aún perturbada por la macabra visión.
Lene mira a sus compañeros en busca de alguna respuesta pero es consciente que entre locos cualquier cosa que rasgue el plano de la realidad a costa de la propia cordura es posible.

-Tenemos que salir de aquí...no quiero terminar como esa mujer...-

De repente era todo barullo. Más gente se unía al repertorio y entraban en escena posibles víctimas y posibles salvadores. Melissa, como siempre daba vueltas como un pajarito, dando seguramente una magnífica impresión a los recién llegados, que claramente habían pasado por lo mismo que nosotros. Se sumaban así a la, al parecer, actividad predilecta de este sitio: decir incoherencias en vos alta.

"Al menos yo se callarmelas... a ver si alguien es mínimamente útil y me saca de aquí."

Me acerco a Adrien de nuevo, que parecía esta vez a punto de acabar como Melissa y le susurro:

-Tenemos que ser fuertes... tenemos que salir de aquí ahora mismo. -Dije con un tono de finjido apoyo-. Pareces listo, confio en tí... pon orden por favor... no quiero acabar yo también... -Callé haciendo un gesto "teatral" y poniendome una mano en la cara, acariciandomela hasta llegar a la barbilla.

"¿No estaré siendo demasiado obvio? No... seguro que no. Están locos, ¿qué te puedes esperar? Cuando papá me saque de aquí..."

Tras unos segundos quieto asimilando la nueva información que entraba en escena me dirijo con paso lento a Adrien y le susurro:

-Tenemos que ser fuertes... tenemos que salir de aquí ahora mismo. -Dije de la manera más cálida posible-. Pareces listo, confio en tí... pon orden por favor... no quiero acabar yo también... -dije sujetandolo de la ropa de Adrien, como un náufrago a punto de ahogarse.

Lo solté un momento para taparme la cara y frotarme los ojos con el dedo pulgar e índice mientras me estremecía ligeramente.

Evangeline observa la reacción de cada una de las personas que han aparecido en el pasillo.

Interesante... Más locos...

No entendía qué es lo que estaba pasando aquí. Pero lo claro es que los demás también se encontraban en la misma situación que ella y los que estaban en el mismo cuarto. ¿Alguien sería lo suficientemente cuerdo como para salir de aquí?

Por primera vez estando en la psiquiatría estaba pensando de forma más clara. Había estado esperando sólo a que John hiciera algo por ella. Pero podía ser ésta su oportunidad. Podría salir por fin y acabar con el......

¿Es que nadie se estaba dando cuenta? La puerta se había abierto. Mira izquierda y derecha hacia los extremos del pasillo.

La mano se cerró entonces con las cinco monedas encerradas entre los dedos, y la puerta se abrió, dando a un nauseabundo pasillo oscuro lleno de puertas iguales a la que les habían encerrado... Otras cuatro personas estaban ahí, más alejadas, pero ni rastro del dueño o dueña de aquella mano...

Los extremos del pasillo se perdían en la oscuridad, se oían voces de gente hablando, un grupo parecía estar cerca, vestidos todos con pijamas idénticos a los vuestros...

De pronto la puerta se cerró como si una ráfaga imperceptible la hubiese golpeado, dejando a Charles Winchester en el interior de la habitación... Y la ventana en el interior empezó a resquebrajar el cristal, la tierra se movía...
En ese momento, la tierra rompió finalmente el cristal, y aquella masa empezó a agrietarse y supurar un extraño líquido, idéntico al que chorreaba del techo...

Al encharcar la habitación, pocos segundos después, mojando los pies del hombre, éste empezó a convulsionarse violentamente, echando a caminar hacia la ventana llena de tierra como si aquellas mismas sogas invisibles que os habían sacado le forzasen a hacerlo...

Hundió la mano en la grieta de tierra, y entonces reaccionó, gritando a pleno pulmón. La manga del pijama se le empapaba de sangre, y sin embargo parecía que estuvieran tirando de ella...

La luz de la bombilla se apagó, pero los gritos no... Cuando la luz volvió, lo que pudieron ver al otro lado de la ventanilla, fue la habitación tal y como estaba, pero algo en la ventana había cambiado... El rostro de Charles Winchester, sobresalía de la tierra, al igual que un brazo y vísceras tales como intestinos o el mismo corazón... Parecía que se hubiese estado descomponiendo durante semanas...

La puerta de la habitación se había quedado entreabierta...

La última de las puertas iluminadas se abre y de ella salen otras cinco personas, de edades muy dispares ésta vez, observando en la ventanilla de la habitación que les correspondía en horror que se desataba dentro...

Salgo al pasillo y observo un lugar que no tiene mucho mejor aspecto que el interior de la habitación en la que estábamos pensamiento 1.

De repente el sonido del cristal atrae mi atención y puedo observar la terrible suerte que corre la persona de su interior, trago saliva y tengo que reunir todo mi valor para evitar mearme en el pijama pensamiento 2

Al ver el pasillo mis piernas comienzan a temblar , mi mente no había conseguid retener recuerdo alguno de la vez anterior aunque poco tenia que ver lo que me rodeaba con lo que había visto en películas y dibujos animados de extraterrestres Dios, todo esto es horrible, ¿donde estamos?, quiero volver a mi casa, quiero volver a ver mis dibujos pienso mientras miro de reojo al hombre que parece querer cuidar de mi.

Con el ruido del cristal me giro hacia la habitación aterrado la suerte del hombre

¿Que había echo ese hombre para correr esa suerte?, ¿por que su cara ha quedado tras el espejo? trato de articular una palabra pero soy incapaz ni de romper a llorar, cualquier amago de sonido queda ahogado por el terror

Aunque mi deseo de salir de la habitación era ferviente, cuando una fuerza invisible me arrastra al exterior, lucho con todas mis fuerzas por liberarme de ella. Cuando quiero darme cuenta de ello, ya estoy fuera, y el panorama que se extiende ante mis ojos no es mejor que el que teníamos dentro. Hay más personas en el pasillo, y parecen igual de desorientados que nosotros.

Habeis visto quien estaba de pie delante de nuestra puerta?? Había una mano pidiendo las monedas!

Digo acercándome a ellos, pasando por delante de cada uno, esperando una respuesta.

Teneis que haberla visto...

Mi voz suena apagada y triste, al igual que mi estado de ánimo. En lo que era nuestra habitación se oyen gritos, voy hacia la puerta, esperando encontrar un espectáculo horroroso. Pongo las palmas de las manos en la fría puerta, mientras observo la dantesca suerte del único que no entregó la moneda. Me quedo paralizada, sin poder apartar los ojos de la pequeña ventana. Mi respiración se agita, el corazón se vuelve loco y mis pies quieren salir corriendo de  allí, pero soy incapaz de moverme.

"Un momento. ¿Quien ha abierto la puerta, si ellos estaban aqui? Arghhhh, estoy harto de todo estos trucos de magia y sus artimañas para volverme loco." Bufe desesperado mientras retiraba el dedo acusador y me echaba la mano a la cabeza, totalmente frustado. Esto no tenia ninguna aparencia de ser facil o poco doloroso.

-Tsk, olvidadlo.- Me excuse de bastante malas maneras y mal humor.- Ninguno de vosotros tiene pinta de ser el culpable, ni el dueño de la mano misteriosa... Por ahora.

Una vez pedido perdon, me pongo al lado del pelirrojo, cruzando los brazos y sonriendo levemente y amigable. Parecia estar llevando fatal la situacion, le comprendo, yo tambien creo que vomite cuando utilizaron a esa persona para inculparme, aun tengo pesadillas con ese dia.

-Creo que deberiamos investigar a los extremos del pasillo, aqui no parece haber nada de importancia a excepcion de los demas "jugadores".- Aclare, mientras intentaba obviar la pregunta de si necesitaba ayuda. Habia poco tiempo que perder y demasiados riesgos para estar quietos, unas toneladas de tierra para ser exactos- ¿Te parece bien?

Salgo de la habitación arrastrado como el resto, es lo que queríamos, es lo que en ese momento nos motivaba, y ahora que estamos fuera quizá lo hubiéramos planteado. Gritos, dolor, luces que se apagan... Muerte. Ni siquiera miro en el interior de la habitación, el que parecía que podría ser un poco el líder, el que llevaba esto de una forma un poco más organizada. Donde coño estamos.

Miro al pequeño que parece que si ha mirado en el interior, su rostro me he es suficiente para comprender que mis pensamientos son acertados.Cierro los ojos y tomo aire antes de volver a abrirlos y expulsarlo para tratr de analizar la situación. Más gente, pero ni rastro del de la mano; la rubia pregunta por él, pero no obtiene respuesta, y nuestros nuevos compañeros parecen encontrarse en la misma situación que nosotros. Mi mirada se clava en Melissa Clarke, o mejor dicho en la pedazo de espada que lleva encima.

Pongo mi mano sobre el hombro del pequeño, quizá para tranquilizarlo o que se sienta protegido.

- ¿Alguien, sabe como ha llegado aquí? - Sin duda si alguien lo sabía era importante, aunque lo que más me seguía llamando la atención era la espada, ¡¡ Una espada !! - ¿Co, como tienes esa espada?, ¿Quien sois? - Finalizo tratando de ordenar mi cabeza y tratar de poner algo de ¿sentido? a esta situación.

- Mi nombre es Walter Matthew - Digo tratando de hacer todo un poco menos, violento.

Adrien miró a los nuevos desde desde la puerta de la segunda habitación. Negó con la cabeza realmente fatigado y cansado ya... Se sentía perdido, la situación ya era demasiado. Anduvo por el pasillo con pasos cortos mirando a un lado y a otro y entonces vio una espada en manos de una de las chicas que estaba en su habitación... miró la espada y acto seguido al suelo sonriendo con demencia. Volvió a mirar a los "recién llegados" saludo con una extraña sonrisa, nerviosa y desesperada...

- Adrien... me llamo... Adrien - dijo con un hilo de voz y entrecortado - ¿Alguno de vosotros sabes que COJONES pasa aquí? - lo tuvo que preguntar... necesitaba intentar hallar esa respuesta...

Aun sin poder creerme lo que acaba de suceder, observo de pasada a los presentes. - Parece que estamos todos en la misma situación... y ninguno sabemos más de lo que hemos visto u oído... - comento con poco ánimo.

Suspiro y luego con serenidad me acerco a donde antes se encontraba nuestra habitación, y observo -aun a distancia- detenidamente el grotesco cadáver de quien no pudo seguir adelante. - Pensamiento 1.

Me vuelvo hacia los demás alejandome de la habitación y esta vez, ya más atento a todos me presento - Soy William Redburn... y creo que deberíamos movernos, no me parece buena idea permanecer mucho tiempo quietos en el mismo sitio.

Me encamino hacia uno de los pasillos y reviso su estado. Luego vuelvo hacia el otro camino, por el que estaban las habitaciones de nuestros nuevos compañeros.

Pensamiento 1

¿Cualquiera de nosotros podría haber sido la víctima, o ya estaba determinado de antemano? - era la pregunta que rondaba en mi cabeza, y en cierta forma me causaba verdadero pavor. Más que la que me había causado tan sobrenatural muerte.

1. Si es posible me gustaría saber todo lo que se pueda del cadáver: Tiempo que lleva muerto, forma de morir, etc...

2. ¿Se observa algo especial en alguna de las dos direcciones? una brisa, menos cantidad de polvo, alguna luz, una flecha que diga "por aquí está la salida"... cualquier cosa!

3. ¿me puedes describir a las personas con las que nos hemos reunido? Edad, sexo, y tamaño aproximado. Si alguno de ellos habla de forma más educada o el acento es distinto, etc.

4. ¿puedo ver cómo han muerto los otros de las otras habitaciones? ¿el estado de los cadáveres es el mismo?

El pasillo, lóbrego, mugriento, desolado, ofrecía poca hospitalidad a todo aquel que lo transitara. Los cinco compañeros de celda nos habíamos visto impelidos a salir al exterior, a lo desconocido. Jason observó a su alrededor unos instantes y dejó escapar el aliento que retenía en sus pulmones mientras avanzaba unos titubeantes primeros pasos. (pensamiento 1). Al otro lado del pasillo, en la otra orilla de aquella extraña realidad, cuatro desconocidos les esperaban. (pensamiento 2). La puerta se cerró con un sonoro estrépito tras Jason, él había sido el último en salir, el primero en percibir el terrorífico destino de su antiguo compañero de celda. Parece que la fortuna seguía sonriéndole, como siempre. Jason no puedo impedir que un terrible sentimiento de abatimiento e indefensión acompañara al escalofrío que recorrió su columna vertebral ante la terrible vivencia de Charles.

Los ojos del joven se posaron unos instantes en cada uno de los desconocidos que se arracimaban junto a la mohosa pared. Esther avanzó unos pasos hacia los desconocidos y les exigió saber quién era el recaudador (pensamiento 3). -¿Quienes sois vosotros?- las manos de Jason no dejaron de moverse intranquilas, jugando con un roído trozo de su pijama -Espero que no hayáis tenido nada que ver con todo esto- dijo mientras se detenía unos instantes en la espada de la mujer. La respuesta de Adrien puso de manifiesto que ninguno sabía que hacían en aquel lugar, parecía como si ellos también hubiera sido invitado a aquel recinto con tanto glamour. -Mi nombre es Jason, deberíamos ver como salir de aquí – dijo mientras avanzaba hacia los demás -De todas formas no creo que debiéramos dividirnos, este lugar no parece muy hospitalario- los pasos de Jason le llevaron junto a William, probablemente este necesitara un compañero si pensaba registrar los pasillos.

(pensamiento 1) La naturaleza humana no deja de sorprenderme. Nos encontrábamos encerrados en un terrible agujero, hostil y repugnante para todos nosotros y, ahora que me veo obligado a entrar en otro ambiente, recuerdo el anterior como un lugar seguro y conocido.

(pensamiento 2) -¿Acaso son conocidos los que te rodean?- La voz interior que se esforzaba en azotarle en todo momento no dejaba de sembrar dudas sobre su propio yo y la realidad que le rodeaba.

-¿Acaso estas enloqueciendo Jason?- se preguntó el así mismo, buscando una respuesta en su propio interior.

-No, yo siempre he estado aquí, tu eres la novedad.- La voz sonó esta vez burlona, provocativa.

(pensamiento 3) -No te esfuerces Esther, ¿Aun no los has entendido?, esa mano reclamaba un tributo diferente al recibido, esa mano no buscaba nada material.-

-¿Acaso tu lo has entendido? Jason sonó exigente, como si se sintiera molesto porque su voz, su otra voz se atreviera a desafiarla. -

-No sabes nada Jason, no sabes nada.

A ver si tengo suerte....

Bien!(por los pelos), ahora serenidad.

Bueno parece que he pasado las dos. Eso si están bien echas las tiradas claro, espero que si.