Partida Rol por web

Still Waiting...

Pasillo A. Máxima Seguridad

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23/03/2010, 12:22
Sebastian Nachjbar

No supo antciparse, tal vez debería haberse dado cuenta, pero todo se mezclaba en su cabeza, poco habituada a la finitud, observó como caía la cabeza, como la sangre salpicaba a su alrededor, como los muertos se sucedían, como la maldad humana se iba adueñando de todo a su alrededor, los más oscuros sentimientos afloraban sin control, los miedos se mezclaban con la crueldad, y Sebastian se había cansado de ser Sebastian, pero había aceptado su misión, y ya no había vuelta atrás.

-¡DEJADLOS! ¡DEJAD QUE SE MARCHEN! ¡DEJAD QUE SUFRAN EL CASTIGO QUE MERECEN!-

La rabia restalló en la suave voz del chico, la carrera que había empezado Christian sólo tendría un final seguro, uno donde se consumía en sus propios miedos, donde aquello que más temía se burlaría de él una y otra vez.

Debemos ser duros, pero justos, aceptar el arrepentimiento...

El suave susurro que partió de unos lánguidos labios lo aplacó casi instantáneamente, y se giró para reflejarse en aquellos ojos cansados sin éxito. La sostuvo, la envolvió con su brazos, había sufrido, se había convertido en un frágil recipiente de cristal, transparente y vacio. La alzó en vilo, acunándola, mientras una pequeña lágrima de esperanza se deslizaba sinuosamente por su mejilla.

-Se como salir de aquí, no es importante la dirección que tomemos, sino como la tomemos, ¿acaso no lo habéis entendido aún?-

Ahora lo entiendo, ahora sé porque ellos no me comprenden, porque dudan. Almas perdidas, personas incomprendidas por sus propios semejantes, seres ansiosos de si mismos.

Suspiró, miró el cádaver del anciano, y movió sus labios sin pronunciar sonido alguno, fueron unos breves segundos, tras los cuales comenzó a andar despacio, con Candince descansado en la calidez de su abrazo.

-Ten cuidado, no siempre se es lo que se aparenta- Pronunció estas palabras al pasar al lado de Walter, pero sus ojos se posaron en los de Jake ¿Cómo se puede albergar esos sentimientos cuando tan solo se es un niño? – Así no podrás seguirme – Ojalá me dejaran ayudarles, ojalá no hubiera más muertos, pero entonces, ¿qué sentido tendría la salvación de los elegidos?

No se había olvidado de la espada que aún yacía en el suelo, hizo un gesto con la cabeza a Evangeline – Recógela por favor, no podemos permitir que nadie más sufra por ella – Le sonrió, asintiendo con la cabeza, y luego hizo extensiva su sonrisa a Esther y Lene Luz y oscuridad, sabré perdonar, sabré guiar, y sabré dejar que ellos mismos recorran el camino hacia su íntima salida.

 –Vamos –

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24/03/2010, 21:58
Jason Boyd

El movimiento, reflejo, sin premeditación, llevo a Jason a lanzarse sobre el peligroso filo para evitar que cayera de nuevo en malas manos. Sus movimientos nunca habían sido desgarbados, en absoluto, pero en ocasiones no se había caracterizado por su precisión y aquella fue una de ellas. Con una facilidad pasmosa el filo de la espada se deslizó sobre la palma de la mano derecha del joven cortando piel y carne para regar el suelo con su sangre. El carmesí fluido comenzó a escaparse entre los dedos que conformaban un puño, su puño, y se mezcló con la vertida en el suelo instantes antes (pensamiento 1). Su mirada se perdió en el simétrico dibujo que las gotas de su sangre formaban al gotear sobre el charco que se encontraba ante sus pies.

 

El desgarrador y estrangulado grito de Lene devolvió a Jason a la realidad que le rodeaba. Parpadeó un instante y llevó su mano ensangrentada hacia su rostro para retirar un mechón del sudoroso cabello que caía sobre su ojo izquierdo. La palma de su mano se apoyó levemente sobre su pómulo, creando una extraña máscara bermeja sobre la cara de Jason, dos caras a la vista de todos, diferentes realidades a su alrededor (pensamiento 2). Junto a él Christian emprendió la carrera tras Melissa -Dónde vas loco... ese camino solo conduce a tu perdición- murmuró dubitativo entre dientes.

 

El gesto del jóven cambió momentáneamente de la perplejidad a otra de concentración (pensamiento 3). Por un instante pareció que Jason iba a perder los nervios, por un instante su rostro mostró un inhumano sufrimiento ante todo aquello que estaba sucediendo... (pensamiento 4). Sus labios se movieron ligeramente sin dejar escapar ningún sonido y se curvaron en una forzada sonrisa (pensamiento 5). Despacio se agachó e intentó alcanzar el fragmento de papel al mismo tiempo que la joven rubia -No deberías, no deberíamos... dijo mientras observaba a Esther tras su rostro manchado de sangre fresca, su sangre.

 

Sus piernas se pusieron en acción y salió corriendo tras Christian mientras las enigmáticas palabras de Sebastian quedaban suspendidas tras de si -Vuelve loco, no vas a encontrar lo que buscas- (pensamiento 6)

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24/03/2010, 21:58
Jason Boyd
Sólo para el director

 

(pensamiento 1) El apenas ha parpadeado ante el crimen, apenas ha intentado evitar su rostro impasible. Yo tampoco lo he hecho ¿En que me estoy convirtiendo? Siento un monstruo crecer en mi, la semilla de un profundo horror que el maldito corredor sembró en mi hace tiempo.

 

(pensamiento 2) ¿No lo ves Jason? No puedes acabar con tu propio yo, no puedes aplacar la sed que te corroe por dentro. Tu torturador se escapa de ti ¿Vas a dejar que haga daño a esa pobre niña? Recuerda a aquella mujer, no tuviste las agallas de enfrentarte a ellos ¿que daría por cambiar lo ocurrido? Mira tu sangre, piérdete en ella, no cambiará nada ¿Lo cambiaría ver como mana la suya? La vida segada exige otra para aplacar sus gritos. Ayúdame a que ella nos deje, ayúdala a descansar.

 

(pensamiento 3) ¡Sal de mí! Ya escuche tu voz una vez y me llevó a perder lo poco que quedaba de mi, me empujo a la espiral del mono y la desesperación. Nada puede devolverla a la vida, no hay nada que yo pueda hacer.

 

(pensamiento 4) Ven, no te preocupes, yo me encargaré de todo, no tienes porque estar presente si no lo deseas. Descansa... descansa Jason.

 

(pensamiento 5) Ella no lo querría, ella no era así. Pero... (el cansancio abrazó a Jason permitiendole abandonarse levemente).

 

(pensamiento 6) O tal vez si, vas a encontrarme a mi ¿Verdad Jason? Pronto podrás aplacar parte del su odio...

Notas de juego

Uhmmm dos cosillas:

 

1. Como estoy mas cerca del papel supongo que me hago con el. Si no es asi no le prestaré mas atención de la debida.

2. He visto que Jason no es demasiado Agil. Dado que ha tomado posesión del personaje la parte mas psicópata de él me preguntaba como explotar de alguna manera la fuerza del personaje en un ataque. Es decir, por ejemplo, ¿si trato de estrangular a alguien uso solo fuerza? ¿O como puedo explotar esta virtud suya? Supongo que el sabra como es mas efectivo...

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31/03/2010, 17:56
Director
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Notas de juego

1. El papel lo tiene Esther en sus manitas, a menos que te lo quiera enseñar, solo alcanzas a ver mucho texto de máquina de escribir, manchas de sangre seca y una fotografía en blanco y negro clipada a la amarillenta misiva.

2. La tirada de estrangulamiento es (FUE+AGI) - ATE (En tu caso la tirada final sería de 68). Ahora bien: Para mantener el estrangulamiento se hacen tiradas enfrentadas de FUE, de modo que si tu sacas un 63, (por ejemplo) te llevas 30 puntos con tu tirada original (93), y tu contrincante debe sacar entonces 31 puntos por debajo de su tirada para superarte. Si supera tres tiradas de cuatro, se libera. De lo contrario se asfixiará.

En caso de empate (2-2) se hace una quinta tirada, sin más :)

 

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04/04/2010, 01:59
Director
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A un lado, a la carrera, se marchaban Melissa, Christian y Jason. Al otro, mientras la mayoría se centraban en el cadáver e intentaban dilucidar qué hacer, el anciano, el niño y el apuesto Adrien Farenheitt se perdían en la oscuridad del pasillo, como si el silencio les hubiera tragado.

La sangre que manaba del cuello cercenado cubría el suelo, pronto dejaron de oír cualquier sonido que no fuese el de sus propias respiraciones o el cristalino y quedo sonido de las goteras, como si el edificio quisiera ocultar el destino de aquellos que habían tomado una decisión dividiéndose en caminos distintos al grupo original...

Ahora quedaban opciones difusas: ¿La derecha, junto a los dos jóvenes y la asesina? ¿La izquierda, con aquella muestra generacional del adulto, el anciano y el niño...?

Notas de juego

En ésta escena están actualmente:

Candice Banner
Esther Rosenberg
Evangeline Martell
Lene Hamilton
Sebastian Nachjbar

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04/04/2010, 13:33
Evangeline Martell
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Evangeline aún no se atreve a gesticular algún movimiento. Observa, como si estuviera mirando una escena de una película fuera de la pantalla. Cuando el chico del pelo blanco le indica con una sonrisa que recoja la espada, duda un poco. ¿Estarían a salvo con la espada en sus manos?

Yo... Yo no estoy loca... Yo no soy como los demás...

Se acerca a la espalda, se agacha y la recoge cuidadosamente con una mano. El filo aún está manchado de sangre, y cuando ella se incorpora se resbalan las gotas de sangre por la hoja y cae al suelo provocando un suave tintineo. Por unos segundos Evangeline cierra los ojos y deja que tal tintineo resuene en su cabeza de manera amplificada sintiendo sus ondas.

Qué música estremecedora...

Mira una vez hacia la dirección de la asesina... Otra, hacia donde se han ido el niño y el anciano... Intenta divisar algo a cada extremo del pasillo. Vuelve a mirar al chico del pelo blanco...

- Creo que ya es hora de que nos movamos.

Camina unos pasos hacia la izquierda, donde se han ido el niño y el anciano y se detiene volviéndose a mirar sus alrededores. [Pensamiento 1]. Espera unos segundos para ver si la gente le sigue. Y vuelve a dirigir los pasos lentamente, sin quitar ojos del final del pasillo.

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04/04/2010, 14:53
Evangeline Martell
Sólo para el director

Pensamiento 1:

Antes de dejar este lugar, vuelve a mirar detenidamente los rincones del pasillo actual para buscar cualquier indicio extraño, o algún objeto que le llame la atención.

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04/04/2010, 21:46
Esther Rosenberg
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Genial, genial. La psicópata se ha ido por un lado y la espada se va por el otro. ¿A qué o a quién será peor seguir? Habría sido mucho mejor que los dos elementos se fueran por el mismo lado, para salir corriendo hacia el otro. Solo queda decidir si el peligro reside en la asesina fugitiva o la mano que sostiene la espada...
El grupo que ha salido corriendo no parece muy cuerdo, ni tan siquiera deben ir a la par, una huye y los otros dos corren por instinto, mientras los otros tres parecen más sosegados, como si supieran a donde van.

Miro en la dirección en la que han desaparecido el viejo, el niño y el chico, veo a la titubeante Evangeline, moverse hacia la misma dirección.

Creo que deberíamos ir con ellos, al menos será más fácil alcanzarles...

Digo girándome hacia los demás.

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06/04/2010, 13:20
Lene Hamilton
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El mundo giraba entorno a Lene como si estuviera subida sobre una peonza. La escasa luz de la bombilla se había reducido a sus ojos a un mero punto y las sombras parecían crecer, extenderse amenazando con cubrirlo todo. Su grito, distorsionado, viajó por el pasillo levantando ecos al chocar contra las paredes mientras a su alrededor sus compañeros de infortunio gritaban, hablaban o corrían. Pero nada de ello fue real para ella durante varios minutos. Parada allí de pie, al borde del charco de sangre que había dejado de avanzar, su rostro era una máscara de terror, su cuerpo tenso se balanceaba hacia atrás y delante mientras sus ojos idos miraban a uno y otro lado sin ver realmente. Su mente estaba vacía, sumida en un vórtice de olvido donde ningún pensamiento tenía cabida…

Finalmente el dolor le hizo volver en sí. Respirando agitadamente alzó las manos a cámara lenta hacia su rostro como si estuviese medio ciega y necesitase tener cerca las cosas para verlas. Sus pupilas respondieron al fin y se clavaron en las palmas donde cuatro cortes en forma de media luna comenzaban a sangrar. Fascinada observó las heridas largamente sintiendo que pertenecían a otra que no era ella. Poco a poco la conciencia de su identidad fue retornando (Pensamiento 1).Con su boca curvada en un rictus desagradable giró rápidamente la cabeza para observar el pasillo de la derecha por donde dos figuras comenzaban a alejarse y la giró de nuevo para mirar al joven de pelo blanco (Pensamiento 2)

- Sólo tú comprendes…-dijo sin pensar en voz alta. Sobresaltada se lamió los labios y, sin esperar respuesta, comenzó a caminar hacia la derecha del pasillo en pos de la oriental y la rubia.

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06/04/2010, 13:25
Lene Hamilton
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Pensamiento 1 No puedo engañarme…esto es real…no es un sueño.. él me metió en esto…se deshizo de mí…

 

 

Pensamiento 2 Sólo él parece comprender…hay una clave para salir de aquí…

 

 

 

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06/04/2010, 13:51
Thomas Reznor
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Por un momento, mientras miraba por donde se habia ido la cria psicopata, me cuestione que cualquier clase de informacion que tuviera, no valia la pena si eso conllevaba a una trampa, pero luego la gire hacia donde estaba el resto del grupo y me lo pense dos veces(Pensamiento 1) Aqui no tenia nadie en quien confiar, solo el pelirrojo, y ultimamente, le habia notado extraño y mas afin a la locura del peliazul, en cambio, en la cria si podia confiar, en que me matara y estaba como una cabra, pero era una base en la que trabajar.

Silencioso y sin volver la vista atras, me dirigo hacia donde se ha ido la cria y el duo justiciero, no creo que nadie vaya a pararme o notar que siquiera me haya ido, y aunque lo hicieran ¿Quien esta tan loco para querer un asesino a su lado?

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06/04/2010, 14:01
Thomas Reznor
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pensamiento1: Es como si la niña hubiera dado un buen porrazo a un avispero, o mejor dicho, como si hubiera dejado un cd de supertramp en un manicomio. La sangre debe haber sacado a la superficie lo peor de cada uno de ellos, y ahora estuvieran viendo el mundo desde una perspectiva quebrada y nublada como sus ojos.

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07/04/2010, 19:12
Liam Alasdair
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Liam levanta lentamente la cabeza al ver a Thomas girar y comenzar a avanzar hacia el destino de la asesina - Pero, pero...¿A donde va? ¿Por qué en silencio? -.
Ante los ojos del pelirrojo se abría una sombra oscura, una decisión que debía tomar solo, sin protección alguna y que podría al final tener consecuencias que desencadenaran más sufrimiento, - No más - era suficiente con recordar el dolor de dias pasados en los que decisiones ajenas influyeron tanto en su vida - dolor... -. Su único apoyo en estos momentos de desesperación acababa de marcharse, como si se hubiera olvidado de su existencia - ¿Me habré equivocado? -...el jóven Liam lleva su mirada hacía el camino que tomaron la asesina, otros más...y Thomas.

- ¡Noooo!...no quiero estar solo -

El carmesí de la sangre derramada se reflejaba triste en el cabello de Liam, como lamentando las desgracias que sucedieron en algún momento...y las que estarían por suceder, mientras que el delgado cuerpo del pelirrojo corría desesperado en dirección de Thomas y su cálida compañía.

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09/04/2010, 01:11
Candice Banner
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— ¿Escuchas eso? ¿Lo escuchas? ¿Escuchas ese jadeo de perro asmático? ¿Y el crujir de la cama? ¿No? ¿Acaso estás sorda, idiota? Abre tus oídos, así como acostumbras abrir las piernas. Dale, putita, no me hagas perder el tiempo… y la paciencia. Abre tus oídos y escucha. Ahora, dime: ¿Oyes ese quejido sollozante? No, no, no, no. Así no, niña estúpida. Nada de trampas. No vale que cubras tus hermosas orejitas. Escucha, recuerda… A qué si puedes hacerlo. Pues, claro, ¿cómo olvidarlo? No, no, no, no. Así no, pequeña estúpida. Abre tus ojos ahora y observa. ¿Qué ves? Es tu obra, nena. No, no, no… No lo niegues, no me vengas con cuentos… ¡Ambas sabemos que lo sabías! ¿Y que hiciste? ¿Lo recuerdas? Claro que sí, ¡cómo olvidarlo1 La heroína resultó una miserable cobarde, una ratita miedosa, una mierdita. Era tu oportunidad y qué hiciste. ¿Eh? Recuerda.

Arrojo la mochila sobre la silla y me echo en la cama. Fue un día de mierda: Clayton se enojó porque no fui al recital y, luego, Alice… Bueno, ya fue. Enciendo un cigarrillo, las volutas de humo perfilan fantasmas. ¿Qué hora es? 18:39, titila el reloj sobre la repisa. Qué extraño, Denisse no estaba frente al televisor. ¿No estaban pasando su serie favorita? Me incorporo lentamente, los huesos me pesan, el día me pesa, esta maldita vida pesa…

Salgo al pasillo rumbo a la cocina. Recojo unos duraznos, un plato y un cuchillo y regreso al pasillo, rumbo a mi dormitorio. Es un largo pasillo angosto y algo opresivo. Paso al cuarto de Bobby, el de Denisse y el de… ¿Qué es eso? Me detengo, retrocedo unos pasos y escucho. ¿Y ahora qué…? Abro la puerta, lenta y silenciosa, mis dedos se contraen al contacto de aquel picaporte pringoso. Pero qué mierd… Mis labios se mueven, pero no articulan palabra alguna, un puñetazo atraviesa el cuarto y se estrella contra mis ojos, una trompada que me remonta a unos años atrás…

— ¿Y…? Vamos, dilo. Escúpelo. Vomítalo. Lanza toda esa podredumbre que llevas dentro, pequeña prostituta. Cuéntame. ¿Te gustó aquello que viste? Claro que sí, “mal de muchos consuelo de tontos”, a qué te gustó. Escúpelo, vamos, no seas tímida. Dilo, niña mala. ¿Te trajo recuerdos?

Su aliento rancio, su sudor pegajoso, sus garras, su inmunda expresión, su jadeo animal. ¿Cuándo terminará? Ya no hay lágrimas, ni dolor, ni miedo, nada. O algo, muy poco: un sabor amargo en mis labios apretados, los dedos crispados aferrados al colchón, la nausea y el desaliento, un vacío que lentamente se llena de alivio cuando él se aleja sin volver la vista atrás, cabizbajo, como resentido. Quizá sea yo la culpable, quizá algo en mí esté muy mal, quizá…

Mis ojos se abren enormes y un grito se ahoga en mis labios. Denisse. No, Denisse no. Es una niña. Pero, es… Un déjà vu, un espiral descendente hacia los infiernos, pero esta vez Denisse es la protagonista, mejor dicho, la triste espectadora de su propio horror.

El plato resbala de mi mano, cae y se parte; los duraznos ruedan sobre la moqueta; y mis dedos se aferran al cuchillo. Me abalanzo sobre Oscar, el marido de mi madre y el padre de Denisse, alzando el cuchillo, uno, dos, tres golpes… al aire. Oscar gira y esquiva las cuchilladas. Con un rugido de furia, salta de la cama. Su repugnante cuerpo semidesnudo brilla, sudoroso. Un puñetazo, dos, tres, cuatro, caigo al suelo, Denisse llora a los gritos, forcejeo inútilmente contra aquellas doscientas libras que me aplastan, la habitación gira y todo en ella metamorfosea en largas pinceladas de color, un remolino en el que me sumerjo.

La voz de Denisse se abre paso entre la niebla y llega a mis oídos. ¡BASTA, BASTA YA! ¡DÉJALA, MALDITO! Y aquel cuerpo enorme y seboso se arquea, su rostro se contrae y su mirada adquiere una expresión de incredulidad. Gira, se incorpora y cae. La ancha espalda bordada de cuchilladas, borbotones de sangre brotan por doquier. Denisse, con la ropa desgarrada, las manos ensangrentadas y una expresión de absoluta desolación en su pequeño rostro –expresión que nunca la abandonaría-, deja caer el cuchillo.

Lo demás, ¿para qué recordarlo? La policía, los gritos de mi madre –que nunca escuchó, no supo, no quiso, no pudo, ¿cómo saberlo? Un abismo nos separó siempre.-, médicos y psicólogos ultrajando lo poco que quedaba sin ultrajar, el suicidio de Denisse, la culpa persiguiéndome día y noche…

— Claro, alega inocencia, ahora que Denisse es alimento de los gusanos. Tú sabías, lo intuías. Ni siquiera fuiste capaz de acuchillarlo, quizá recordabas aquellas noches con él, ¿te gustaba, perra? Seguramente te calentaba, confiésalo, puta. Una niña tuvo que terminar lo que no tuviste el valor de concluir. ¡Puta! Siempre tan insignificante, tan cobarde, tan sumisa, tan infeliz…

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09/04/2010, 01:23
Candice Banner
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Aquel cuerpo deshabitado, abre el puño cerrado al que llaman corazón y grita, grita, grita, grita, un aullido de animal acorralado. Abre los ojos, unas gotas perladas resbalan por su frente, mira en derredor, pero su mirada está muy lejos, y murmura:

Perdóname…