Partida Rol por web

Jenny fue abordada por el brazo de Ashley, que la rodeó con camaradería por los hombros y la apartó lentamente del mostrador, donde ya había dejado su móvil. Estaba claro que se llevaría bien con esa chica, tal vez con la única que lo haría, así que aprovechó la única oportunidad que tendría para tratar a uno de los chicos de forma adecuada. Y ya de paso se luciría ante Bobby y Jake, que también estaba bien.

- Entiendo que es un rollo pero son las normas y no podemos hacer excepciones, cariño, ya sé que alguien como tú sin duda estará muy solicitado y que los demás no pueden prescindir de ti - puso cara como de que era una cruz que nadie entendiera estas cosas, nadie excepto ella por supuesto -, pero es lo que toca. Pórtate bien un par de días e intentaré coger el móvil sin que se den cuenta los demás - le murmuró en un tono mucho más bajo para que nadie las escuchara. En estas se la había llevado hasta la puerta de su bungalow -. Hace un sol espléndido, ¿no te parece? Y el sol de aquí se coge muy bien, en veinte minutos te habrás puesto morena si te tumbas cerca del lago. ahora los mayores tenemos cosas divertidas que hacer, ¡hasta luego!

En el escrutinio a los monitores Alex pudo deducir que estaban casi tan emocionados como los chicos y mucho más ansiosos por que todo saliera bien que los compañeros. Obviamente el nivel de implicación era claramente distinto.

Ashley parecía la típica chica que había ido a parar ahí sólo por el dinero y tal vez por algún enchufe. No parecía demasiado contenta con el entorno ni con su tarea pero hacía esfuerzos para que aquello no trasluciera, aunque lo cierto era que el poco interés que mostraba por los "alumnos" era bastante significativo.

Bobby era de los que se pasaban el día en el gimnasio y que gracias a ello habían desarrollado una confianza en sí mismos del mismo tamaño que sus músculos y sin duda superior al tamaño de su cerebro. Sin embargo había algo en él que imponía respeto y generaba confianza.

Mai parecía una chica feliz, agradable y de trato fácil aunque algo en su porte hacía pensar en un carácter subyacente fuerte y enérgico cuando se necesitaba. Y cuando no, también.

Por su parte Jake tenía pinta de ser el monitor enrollado, alegre, divertido, el que se llevaba bien con todo el mundo y se desvivía por los chicos del campamento para hacer de aquel el mejor verano de su vida.

En general, todos parecían buena gente, independientemente del grado de implicación emocional con su tarea.

- Tenemos un grupo de lo más variopinto. Algunos creo que ni siquiera sepan nadar... qué decepción... habrá que enseñarles y esas cosas.- la perspectiva de tener que quedarse en bañador sin camiseta con el sol dorando su piel mojada en el lago le agradaba muchísimo. Le encantaría tener alguna excusa así de sencilla para poder lucirse en esas aguas con los chavales admirándole. Y... cómo no... también las monitoras.- Bueno, ¿qué os parece si esta noche empezamos fuerte? Me he estado documentando sobre el campamento y la verdad es que hay un par de buenas historias para contar en la hoguera que les encantarán. Puede que visto lo visto, alguno se cague en los pantalones por la noche, pero tienen que fortalecerse. Y Mai... esta noche te toca enfermería- le dio un amistoso codazo, sonriendo- Si tienes miedo puedo acompañarte en la guardia.

Si Hugo pudo sentirse algo fuera de lugar en aquella cabaña no lo demostró. Se mostró tranquilo, afable y relajado. La chica, Penélope, parecía algo despistada pero en general le cayó bien. Se presentó con dos besos ante ella soltando un "encantado" y cuando llegó la tercera chica, Lizzy, le saludó con una leve afirmación de cabeza y sonrió ante la broma sobre la cabaña.

- ¿Qué puedo decir? El número de vuestra cabaña es mi favorito.

Cuando observó que Lizzy sacaba la ropa de baño y la toalla, bajó la mirada levemente, algo incómodo, pero tampoco se movió del marco de la puerta.

- Bueno... vale. Supongo que no está de más socializar un poco. Aunque yo lo que diga Eva. Al fin y al cabo es a quien vine a ver.- se encogió de hombros.- Si dices que sí, nos vemos en el lago en un rato.- le habló a la morena.

Con la cara contra la almohada y el cuerpo muerto sobre el colchón, Carl escuchó divertido a sus dos compañeros. Giró la cabeza y les miró sonriendo.

- Oh, venga, chavales - dijo divertido - estamos en medio de la naturaleza, no hay necesidad de quedarse aquí jugando con máquinas. Tenemos mil cosas que ver, mil cosas que hacer. Ahí hay un lago acojonante donde bañarnos y, lo mas importante, unas bellezas con las que alegrarnos la vista, tanto entre nuestras compañeras como entre las monitoras - concluyó con picardía.

Y dicho esto, decidió dar por terminado su corto descanso de medio minuto. Asomó medio cuerpo fuera de la cama sin ni siquiera levantarse de ella y comenzó a rebuscar en su mochila, buscando uno de sus bañadores.

- ¿Qué me decís, eh? ¿Hace un bañito? - alzó la cabeza para mirarles mientras sacaba un traje de baño de un naranja tan brillante que casi se necesitaba gafas de sol para mirarlo - ¿Andrew? ¿Jhon? ¿Te puedo llamar Jhonny? Te llamaré Jhonny - admitió hablando con su habitual celeridad.   

Observa con más atención al gafitas. Al final no va a ser tan mala idea tenerle en la habitación.
No, no sé cómo se piratea, siempre los he comprado originales. Pero apuesto a qué tú si sabes cómo se hace.

Escucha las palabras de Carl y medita.
Bueno, podemos hacer una cosa Johnny. Parece que ha aceptado el diminutivo puesto por el negrito. Carl y yo nos vamos a bañar, y tú te quedas pirateandome el iPad. Si me consigues juegos muy divertidos, te prometo que te lo regalo cuando termine el campamento, y si ha salido el último modelo, le digo a mi padre que te lo compre. ¡Está a punto de salir!

Mira a Carl ya que quiere su aprobación. Si sí, yo también he venido a divertirme aquí en la naturaleza, claro tío. Y saca de su maleta 12 diferentes bañadores, de todos los colores, estilos y marcas. Mira tío, también vengo preparado. Pero por las noches, cuando estemos aquí, no querrás dormir sin más ¿no? Querrás whatsappear con las chicas del Bungalow de al lado ¿a que sí? Y se acerca dandole un golpe en el hombro a modo de colegueo. Jenny es mía, está buenísima y creo que le gusto

Sin esperar la respuesta de Johnny, lanza su iPad sobre la cama de éste y comienza a elegir bañador

Dylan estaba distraido cuando un bala humana pasó a su lado y se tiró directamente al lago. No es que Dylan hubiera ido excesivamente rápido pero tenía todo lo necesario a mano. A consecuencia de la bomba de Lenny una pequeñas gotas le mojaron. Se dio cuenta de que aquel lago parcía sacado de un cuento de lo limpio que parecía, ya quedaban poco lugares como aquel y Dylan agradecía que estuviera allí.

Sonrió interiormente al escuchar el comentario de Lenny, sinceramente empezaba a creer que aquel chico tenía una dinamo interior. Contra más se movía más energía generaba. -Dudo que esté genial. Dijo mientras se levantaba, dejaba su toalla y una camiseta a un lado, y se preparaba para saltar al interior del lago. Se conciencio del impacto térmico que iba a recibir y saltó de cabeza hacia aquella masa de agua.

Se zambullo de forma elegante. Tan solo tocar el agua se dio cuenta de que estaba más fría de lo que se esperaba así que buceó un poco y al salir nadó unos pocos metros para entrar en calor. Depués paró moviendo sus brazos y piernas para mantenerse a flote. La verdad es que al poco rato de estar allí si que encontró que estaba genial pese a que aún tenia los musculos un poco fríos, necesitaba calentarlos. Se le ocurrió una idea. -Y bien Lenny, vemos quien es el nadador más rápido del campamento o ya esta claro que soy yo? Dijo, mejor calentar con un poco de sana competitividad que sin ella, además Lenny le había caído en gracia

Bueno, aquello era razonable, ponerse morena era una buena forma de sacar partido a este lugar, y le gustaba la forma de ser de la monitora, parece que al menos una de ellos es una persona normal…

Está bien… Rápidamente maquina un plan y en 10 minutos ha subido una bomba a su facebook:

Debido a los recientes acontecimientos, me veo obligada a retirarme un tiempo para pensar en la traición recibida por parte de quien menos esperaba. El mundo es pequeño y, al final, todo se sabe. A los que no tenéis nada que ver con esto, perdonar mi ausencia. En cuanto mi corazón sane, volveré.

A continuación enlaza su twiter, instagram, y demás redes sociales, a esa entrada y apaga el móvil. Ya que no va a poder controlar a sus esbirros, que piensen que es porque ella no quiere, que puede reaparecer en cualquier momento  y que se pregunten cual es esa traición inexistente. En un par de días los débiles confesaran y los fuertes acusaran a otros de cosas que ella ignoraba pero que agradecera saber. Posiblemente, a lo que salga de este pozo de inmundicia, alguna espabilada haya intentado ocupar su lugar, pero llegara cargada de información para destruirla y manipular un poco mejor al resto. Así es Jenny, de niña su papa le dijo que “los obstáculos son oportunidades disfrazadas” y ella le hizo caso… Todo instituto tiene una chica más popular. Pero en pocos ha sido la misma desde que entró hasta su inminente salida para ir a la universidad.

Como se rompa o le pase algo me enfadare mucho- amenaza fríamente a la vieja del moño mientras lo entrega.

Parece que la mayoría de los chicos ha entregado ya el móvil, pero seguro que hay alguno que se cree muy listo y ha decidido esconderlo en el último momento. Ahora que todos los chicos están acomodándose y tienen el día libre, solo toda hacer reunión de inicio y distribuir los turnos. Y parece que le ha tocado la primera guardia del campamento... seguro que es porque es nueva.

-Tú lo que quieres es que me vista de enfermera para ti, Bobby - dice con una sonrisa.

Le devuelve el codazo, aunque con su tamaño y su fuerza, lo único que tiene de codazo es que lo hace con el codo.

-Necesitaré compañía... si esas historias son tan buenas como dices.

El tema de las historias de miedo se vive de forma diferente para los japoneses y aunque ella lleva allí casi toda la vida, es algo que parece más cultural y que se hereda que otra cosa. Vamos, que las historias de miedo no son sus favoritas.

No me gustaba nada el tono de Bobby. Como si fuera una carga enseñar a los chavales. Decía que se sentía decepcionado, ni que tuvieran que tuvieran que impresionares. Venían a pasárselo bien, a divertirse, a hacer amigos y a aprender cosas nuevas, no a demostrarle nada a un monitor con aire de grandeza. Además, ni siquiera era tan fuerte, se lo tenía demasiado creído.

Pero una cosa de las que dijo me llamó la atención, lo de que puede que no supieran nadar... Y algunos habían decidido ir al lago. Decidí que alguien tenía que ir con ellos, por si algo pasaba. Chicos, yo voy a ir a vigilar a los que han ido al lago, tal vez proponga alguna actividad o me meta con ellos al agua para empezar a conocernos mejor. No podemos dejarles libres el primer día o se van a acostumbrar.

Me despedí con una sonrisa de los demás monitores y me dirigí al bungalow a por mi bañador. Quería empezar a concer a los chico y tampoco se les podía dejar meterse al agua como si nada el primer día. Si no fuera por las fichas ni siquiera sabríamos sus nombres.

No tardé demasiado en vestirme y salir con una toalla y un bañador como única prenda en dirección al lago.

Lenny, que estaba flotando en el agua con un incesante movimiento de piernas y brazos, volvió a sonreir tras colocarse al lado de su amigo.

- ¡Por supuesto que acepto el reto! No es que sea un especialista en deportes, pero oye, a lo mejor hasta me sorprendo a mí mismo. El que llegue primero a aquella claraboya gana. ¿Preparado?

El chico ya estaba mentalizado. Daría lo mejor de él, lo que no quería decir que estuviera convencido de poder ganar a Dylan, ya que tenía un cuerpo más apto para los deportes que él.

- ¿Listo? ¡Ya!

No se lo pensó dos veces, empezó a nadar lo más rápido que podía.

Cuando Jake apareció por la zona del lago, comprobó que dos chicos, Lenny y Dylan, estaban metidos en el agua en medio de lo que parecía una carrera a nado.

De momento no había nadie más por aquella zona.

Cuando Jenny entró en su bungalow se encontró con el buen ambiente de la risa de Alex extinguiéndose en el aire mientras parecían decidir con qué cama quedarse cada una de la litera. Curiosamente ninguna había escogido la cama individual.

Recibió los dos besos de Hugo con desconcierto, extrañada por aquel modo de saludo tan cercano. Musitó algo ininteligible antes de mirar las camas, sin saber cuál le había tocado a ella. Decidió que no le importaba, con quedarse la que sobraba sería suficiente.

Sus ojos recorrieron la pequeña estancia de modo errático mientras intentaba decidir si quedarse ahí sola o irse al lago y socializar tal y como habían insistido sus tíos. Curiosamente venció el punto intermedio, al menos en cuanto emociones. No quería quedarse sola ni estar acompañada. Así que posiblemente lo mejor sería ir hasta el lago y sentarse algo alejada de los demás si se agobiaba.

- Yo también iré -acabó por murmurar.

La risa de Jane se unió a coro de la de Alex y estaba a punto de responder cuando Jenny entró de modo imprevisto, haciendo que el sonido se cortara en seco y que sus mejillas se colorearan levemente.

- Hola Jenny - saludó antes de mirar nuevamente a la pelirroja -. Prefiero la de abajo.

Y con una sonrisa cómplice tomó su maleta y se dirigió al armario que compartirían, donde se puso a vaciar su equipaje a toda velocidad ocupando lo que correspondía a un tercio del espacio de que disponía.

- ¿Qué tenéis pensado hacer hasta la hora de cenar?

La mirada de Ashley había quedado fijada en el movimiento desgarbado de Jake al alejarse, con los ojos entrecerrados mientras se mordía un labio con expresión peligrosa. Apenas había escuchado lo que había dicho Bobby pero si fuera una persona más responsable hubiera juzgado de mal hacer el hecho de que Jake se fuera cuando tenían cosas que planear. Por suerte para el chico no lo era, y estaba deseando sentarse.

- Que buena idea, Bobby - aplaudió con entusiasmo cuando su cerebro le comunicó que en la frase que había pronunciado el musculitos entraba algo de contar historias de miedo -. ¿Qué os parece si lo organizáis vosotros? Yo iré con Jake y le diré de hacer unos cuantos sustos a los chicos cuando vosotros acabéis, así será muuuuuucho más divertido, jiji. Ai, va a ser genial, claro que sí, somos un gran equipo - dijo con convicción mientras se alejaba de ellos con una radiante sonrisa y generosos asentimientos de cabeza.

Momentos después había salido corriendo en dirección al bungalow que compartía con Mai para ponerse el biquini.

Poco después de llegar Jake apareció Ashley con un biquini verde ajustadísimo y una enorme toalla rosa bajo el brazo. Lenny y Dylan estaban ya en el agua en medio de una reñida carrera y Jake aún estaba de pie junto a la orilla.

Justo cuando dijo "ya" Dylan empezó a nadar. No estaba nadando con todas su fuerzas pero tampoco pensaba dejarse ganar. Nadaba con un estilo de crol, respirando cada 3 brazadas para calentar así los dos hemisferios del cuerpo aunque la claraboya no tampoco estaba muy lejos. Al cabo de poco tocó la boya con la mano a la vez que sacaba la cabeza del agua sin tener muy claro si había conseguido ganar o no.

Al sacar la cabeza del agua para respirar pudo visualizar brevemente la orilla del lago. Vio allí a dos monitores. Cría recordar que se llamavan Jake y Ashley aunque a tanta distancia y de forma tan rápida le era imposible llegar a saber bien bien quien eran.

Jhon mira el iPad que Andrew acaba de lanzarle tratando de no parecer desdeñoso -me vas a regalar esto, mi ordenador se lo pasa por la piedra mil veces- piensa para sí mientras sus labios pronuncian - Sin ningún problema, ehhh, bueno, lo único que se tarda un poco y tengo que abrirlo, no sé si será buena idea- tartamudea -me refiero, esto, a que con los monitores dando vueltas por aquí, creo que deberíamos hacerlo durante la noche. Será más difícil que nos pillen- - errr sí- termina de afirmar con una sonrisa suplicante.

¿Jhony, en serio? ¿acaso eran su madre?. Tras unos segundos de duda decidió no decir nada. Jhony sonaba familiar y amistoso, vale, no le gustaba pero mejor que zanahorio o cuatro ojos... 

-Si no os importa yo voy a descansar un poco, me duele la cabeza del viaje y eso...- comienza a inventar. No quiere ir al lago. No le gusta nadar, y menos aún ponerse en bañador delante de las mujeres del campamento. Su cuerpo desde luego no es algo de lo que vayan a hablar las compañeras. No bien al menos.

Tratando de seguirles la corriente en lo que espera que abandonen la cabaña, Jhon comenta -Carl, si consigues ligarte a una monitora, seré tu fan incondicional- Sí, adular a la gente siempre funciona, al menos eso hacen constantemente los adultos.