Partida Rol por web

—N-no me ha pasado nada... de verdad.

Mi voz salía temblorosa y entrecortada. Traté de respirar profundamente y calmarme...

—Sólo es una tontería — hice un intento de sonreír, aunque a duras penas —. Últimamente estoy algo... tonta. Se me pasará. Tú sólo llévame a comer un helado, con eso estaré feliz por hoy.

Solté una pequeña risita antes de llevarme el dorso de mi mano al rostro y secarme una lágrima que había decidido escaparse sin permiso alguno...

—Toma nota: mi preferido es el de menta con chocolate.

No era mi intencion molestar a aquellos dos tortolos y ahora que tengo algo de privacidad con Labrys creo que la aprovechare mejor mientras ellos hacen sus momentos romanticos y todas esas cosas... Claro, al final no olvido de que en este "paseo" yo me encuentro solo, bueno... Me encontraba solo, Labrys parece saber cuando es necesario aparecer...

-Bueno, no esperaba encontrarme contigo aqui y recibir esa hermosa nota llena de inspiracion... Digamos que fue la sorpresa de no saber reaccionar, al final estas cosas para la gente de la ciudad es normal... Ustedes los citadinos son muy extraños. -Dije eso con un tono alegre, olvidando aquel sentimiento de miedo que habia sentido hace poco... Aunque no es la primera vez que siento eso causado por ella.

-Mi plan era explorar y tener algo de diversion, ser el heroe durante un rato... Cosas asi, aunque me alegraria tu compañia ya que al final, tambien tengo cosas que preguntarte Labrys... Y no, no es ninguna peticion para meterme un pepino en ningun lugar de mi cuerpo, no señor. -Dije mientras ladeaba la cabeza varias veces, intentando que comprendiera bien eso... Aunque estaba concentrada en Labrys, no pude evitar mirarlos de reojo a los demas... ¿Que les sucedera? Esa actitud en ella es extraña... Aunque no debere recordarlo ni meterme en eso, al final no es conmigo el tema... Que lastima.
 

Ella rie bajo entre dientes, con su característica carcajada. Pasa un brazo sobre los hombros de Alphonse -¡permitiendo un tacto extra-suave!- y le susurra con voz baja. -Es que Labrys a veces hace haikus de esos de los ponjaneses. Hyehehehe. Está hecha toda una poetisa. Oh, buen palabro... citadina, ¿hmm? Si, si. Añadir a la lista de palabras raras a usar.

La cercanía es cuanto menos... exhuberante. No solo por las confianzas que se trae esa atractiva mujer, sino que por si fuera poco, huele que da gusto. Tiene que usar algún perfume carísimo, pero que no es en absoluto cargante ni demasiado artificial. -Aaanda... qué coincidencia. Labrys va a tener que hacerte también unas preguntitas... acuérdate que trabaja en hacer encuestas, ¿si? Hyahaha~. Una lástima lo del pepino, pero también un ahorro. Así no hay que comprarlo.- Asiente totalmente convencida levantando dos dedos en señal de V. -Qué... ¿envidioso de esos tórtolos, chico travieso? No te preocupes. Tú haz como que te vas para otro lado y Labrys te hará compañía para que no estés tan solito.- Le da varias palmadas en la cabeza cerrando los ojos, asintiendo con gesto convencido. No sabría decir si se está riendo de él o está siendo realmente dulce, pero esa duda lo hace todo más divertido.

En lo personal al sentir su brazo sobre mi me ruborice levemente, claro como no iba a suceder esto, en lo personal no me esperaba eso y menos de ella... Ademas su piel parece extra-suave y es algo que le da un plus aparte de su apariencia... Intente no hacerlo notar demasiado, no estoy totalmente acostumbrado a estos contactos con naturalidad pero ya me pasara... No es nada del otro mundo... _{Aunque no te lo negare Labrys, me encanta el olor que desprende tu perfume, pero eso no lo sabras nunca.}

-Vaya Labrys, no te imaginaba siendo toda una poetista... ¿Que mas cosas esconderas debajo de esa mascarilla? Eres intrigante, cuanto menos. Al escucharla de hecho no pude evitar enarcar una ceja, ¿Envidia? ¿Que es eso? ¡Ja! Como no... -¿Como estaria envidiando a esos dos mientras hay corazones a sus alrededores y transpiran amor...¿ Que va. -Dije, intentando negar esas palabras en Labrys, y de hecho no logro encontrarle la verdadera intencion de sus palabras... Es intrigante, por lo cual solo me rio.

-Que encantador de tu parte Labrys~ Aunque es interesante... Pareces saber siempre que es lo que hago o cuando te necesite... Las del tipo acosador no son mi tipo, pero tampoco me puedo quejar, nadie lo haria con una belleza. -Dije soltando un soplido y observandola a los ojos... Sigo con esa intriga de sus ojos, son iguales que los mios... Y de cierta manera no me incomoda, al contrario, me hace sentir bien.

Tras un viaje de aproximadamente treinta minutos, el autobús se detiene ya en la ciudad. NWC siempre luce oscura a esas horas de la tarde, pero al menos están rodeados de lo que llamarían civilización. La gente camina por ahí atenta a sus quehaceres, ya sea charlando, de compras o dirigiéndose a algún sitio para merendar.

-Hmm... Listo, si si. Ya está completo... Hyehehehe. ¿Ves? Ahora has aprendido un poquito más del noble arte de hacer crucigramas, chico travieso.- La Misteriosa Mujer Enmascarada se levanta de su asiento estirándose de forma perezosamente elástica. Se acerca a la "parejita" al pasar hacia la salida. -¿Y vosotros? ¿Estáis contentos con vuestro seguro del hogar? Realizo encuestas sobre empresas de seguros del norte de... ¡EEEPA! ¡Pero mira qué hora es!- Se lleva ambas manos a la boca a la vez que aprieta los dientes con nerviosismo, observando hacia un reloj digital que hay en la parada de autobús.

-¡Waaaah! ¡No llego, no llego a la reunión! ¡Out, out!- Y tan aleatoriamente como apareció, la MME sale corriendo del autobús de repente, como si le fuera la vida en ello. Cielos, ¿de dónde saca la gran ciudad a gente tan rara?

Matthew no sabia que hacer... Realmente se sentía perdido, no sabia que hacer y no sabia como animarla. Ella ya había dado la respuesta que era comer helado, pero un helado a estas horas... seguía siendo muy extraño, pero bueno... Ya estábamos llegando y quizás pueda encontrar una heladería abierta.

- Bueno Alyss, ya hemos llegado... Esto... No te preocupes -dice amable sin tocarla- Seguro que encontramos...

La "loca del ****" hizo su aparición astral e interrumpió su dialogo haciendo lo que mejor se le da hacer... Decir una frase aleatoria para romper el hielo. No tenia sentido empezar una conversación que iba a acabar con una "idea de hoya" tremenda, asi que dejo que se fuera sin darle mucho bombo a la señora demente.

- Imagino que ahora saldremos del autobús ¿Bajamos ya antes de que cierre? -le pregunta a Alyss después de suspirar por pura desesperación.

De cierta manera me sentia ya feliz al estar en la ciudad, eso podria finalmente dar comienzo a mi aventura de exploracion en este nuevo parque de diversiones... La ciudad. La MME ya se habia marchado antes de que yo pudiera siquiera despedirme, lanzando un leve suspiro mientras lanzo una mirada a Alyss y Matthew, parece que el esta molesto por las locuras de ella, aunque no me extrañaria... No parece apreciar la gracia de sus acciones, aunque al parecer por alguna razon siento que algo no esta bien en Alyss... Y yo no puedo meterme por respeto, pero al menos espero que Matthew aproveche para saber mas de eso.

-Finalmente llegamos... Bueno, yo ire por mi camino como habia dicho, ojala se diviertan juntos, nos veremos despues. -Les sonrio para empezar a bajar, aunque antes de eso como una mirada fugaz observo a Matthew con determinacion y sonrio con un semblante serio... Es mi manera de decirle buena suerte, y que averigue mas acerca de Alyss.

No me esperaba que la mujer de la máscara viniera a hablarnos de... ¡¿seguros?! Bueno, al menos se fue casi tan rápido como vino, por lo que no nos dio mucha lata, ¡menos mal! Desde luego, había gente rara por el mundo... sí... pero al menos había logrado romper el silencio incómodo que empezaba a surgir tras las palabras amables de Matthew. No quería seguir hablando del tema... así que en cierta parte fue un pequeño alivio que hubiera intervenido la rarita.

—Ehm. Sí, creo que será mejor que salgamos.

Sonreí ligeramente y me levanté de mi asiento. Justo en ese momento, Alphonse se acercó a nosotros para despedirse, a lo que le contesté con un asentimiento de cabeza y... poco antes de que bajara del todo las escaleras del autobús, con un...

—No te metas en muchos líos.

Admito que me costó decirlo, pero conocía la ciudad y le conocía a él. No es que me preocupara que le metieran una paliza, seguramente se la ganaría por cafre y por meterse donde no le llamaban, que seguro que lo hacía... al fin y al cabo era un experto en meterse donde no le llamaban... pero...

Seguro que se mete en líos...

—Bueno, señor caballero — le dije a Matthew nada más bajar del autobús con cierto tono burlón —, ¿adónde cree conveniente usted llevar a una bella dama como yo para que lo pase bien y se divierta? ¿Quizá un parque? ¿Quizá un paseo por las calles más bonitas de la ciudad? 

Tenía curiosidad por saber adónde me llevaría. ¿Sabría dar con lo que realmente me gustaba? ¿O fallaría vilmente? Voy a ser sincera, era como un juego para mí imaginármelo quebrándose la cabeza por intentar acertar... De hecho, apostaba a que fallaría. ¡Jujuju!

Matthew se fijo en la mirada de Alphonse, sabia que tenia que animarla, pero posiblemente ahora no sea un buen momento. Él ya estaba a punto de irse y con seguridad se despidió. Seguramente el chico se metería en problemas más gordos de los que podamos imaginar... Posiblemente se meta en una pelea y aparezca un hombre con sombrero de copa negro y traje a cuadros blancos y negros, acto seguido le enseñara el poder de la respiración y podrá ganar el combate contra su rival "God". Todo era posible mientras estuviera Alphonse metido en el ajo.

- Alphonse, ten cuidado y si ves a gente que te regala caramelos a precio de coste o te dicen algo sobre rallas y pastillas ignorales o algo, ni se te ocurra comprarlas. Son drogas y te pueden meter en un lió por eso -dice el joven esperando que le hiciera caso.

Nada más terminar volvió a hablar con Alyss cuando Alphonse estaba tan lejos que no podía escucharles.

Matthew se mantuvo pensativo ¿A donde podría llevar a una chica joven a divertirse sin pensar que intenta tirarle los tejos? Era una respuesta muy difícil, pero tenia que intentarlo... Ademas, supuestamente a esta chica le gustaba bailar y habíamos quedado en ir a eso el fin de semana.

Una vez ya fuera del autobús se dirigió hacia ella con su amable tono particular.

- Mmm... ¿Que te parece si vamos a bailar a algún sitio y después a tomar un helado para descansar? -le pregunta el joven a la chica.

Ciertamente si aparecía por una discoteca con esa chica y se encuentra a alguno de sus compañeros o a alguien conocido lo primero que le preguntaran es "¿Es una amiga?~~" y con claridad me sentiré camino a ser un pedofilo... Aunque no tenga esas intenciones con ella.

El grupo de tres se separa. La pareja va por su lado a echar la tarde y Alphonse decide tomar otro camino con el fin de encontrar alguna aventura por la ciudad. Lo positivo es que es un domingo por la tarde; algo oscuro pero de actividad ciertamente más tranquila. La ciudad en sus días más comunes es la pura visión de una sociedad permanentemente ocupada y preocupada por cuestiones individualistas.

Matthew y Alyss... ¿a dónde dirige el caballero a la señorita? La verdad es que tiene que ser particularmente difícil de contentar, dado lo quisquillosa que puede resultar a veces... ¿elegirá bien? ¿fallará? Lo que está claro es que va a tener que comerse mucho la cabeza.

Al rato de andar, una vez se ha despedido de Matthew y Alyss, Alphonse se encuentra apoyada en la pared de un oscuro callejón a su enmascarada favorita. Bueno, eso de favorita es un poco pretencioso teniendo en cuenta las perlitas amenazantes que le suelta a cada rato. ¡Pero podría ser peor! Podría cumplirlas.

-Hyehehehe. No iba a mentir, ¿no? Habría estado feo dejarte vagar por ahí buscando a Labrys, chico travieso. ¿Ya te has deshecho de los tortolitos? Muy bien. ¡Por aquí! A algún sitio alejado de los viandantes, ¿si? A Labrys no le gusta responder preguntas de la gente boba.- Hace un gesto con el brazo restándole importancia y se adentra en el callejón. Solo es un callejón a fin de cuentas, pero eso de "alejarse de los viandantes" suena bastante mal por parte de Labrys, aunque... ¿no ha demostrado ser siempre muy discreta? Es posible que solo quiera intimidad a la hora de hablar. Si, seguro que es eso. Al lío.

—Creía que no sabías bailar.

Sonreí. Había acertado en elegir actividad para hacer, aunque claro... ¿contaba como acierto si ya le había dicho días atrás que me gustaba bailar? ¡Eso era hacer trampas!

—Sé de un local que te gustará — agarré su brazo y tiré de él —. Vamos, no está muy lejos de aquí.

Obviamente, el local se encontraba en una de las zonas más pudientes de la ciudad. ¡Jamás iría a un antro de mala muerte! Sólo esperaba que, siendo temprano aún, no hubiera mucha gente y se pudiera bailar bien. Y... bueno, también esperaba que Matthew no pensara que sólo me gustaba la música más... formal... qué también, pero la juventud no está hecha para pasarla bailando vals.

De hecho, a medida que nos acercábamos al local, se comenzaba a escuchar la música que había allí. Más aún cuando saludé al portero y entramos dentro. Por supuesto, todo estaba semioscuro salvo por las luces parpadeantes que se encendían y apagaban frenéticamente.

—Voilà! ¿Qué te parece?

Tuve que alzar la voz, ya que si no sería imposible que me pudiera escuchar con el volumen de la música. Luego sonreí y comencé a moverme al ritmo de la música. Era uno de mis temas preferidos, así que había que aprovecharlo. Aun así, no perdí detalle del gesto de Matthew, sentía curiosidad por saber si se sentía cómodo en un lugar así.

—Vamos, anímate — le dije en tono coqueto —. El truco está en no pensarlo y dejarse llevar.

Apreciaba su preocupación muy en el fondo mientras seguía avanzando por las calles y los dejaba a ellos dos en privado, quizás a la próxima pueda venir yo también con alguien pero tendría que ver con quién sería... De todas maneras no importa en este momento; la señorita Labrys ya ha aparecido y al parecer siento algo extraño en sus palabras pero no tengo nada que perder siguiéndola...

-Claro, no tengo algún problema... Me gusta la privacidad de todas maneras y supongo que a ti igual, Labrys. Dije con una sonrisa de oreja a oreja mientras empezaba a seguirla.

- Ciertamente no se bailar, pero tampoco es que lo haya intentado mucho.

Claramente había acertado ¿Dudaban que Matthew se equivocaría a la hora de ser detallista? Posiblemente alguna vez si, pero esta vez no podía permitírselo.

Esperaba ir a un lugar normal y corriente con música normal, como rock o quizás música clásica o quizás... ¿Salsa? Pero las esperanzas se fueron al garete una vez vio el local. Era una discoteca de música moderna... Casi su peor pesadilla, no le gustaba mucho el ritmo cambiante y basado en bajos de esa música, pero bueno, necesitaria dar mucho de si respecto a sus reflejos y sentido musical. Entraron sin dificultad, posiblemente ya la conocían, pero... ¿No tenia 16 años... como puede entrar aquí? Aun así es guapa, por lo que es un buen reclamo.

La música le sonaba de algo, principalmente por que pensó en una mujer de pelo azul de buenas a primeras. Matthew no podía concentrarse con la música tan alta, por que estaba alerta y la perdida de visión le creaba algo de angustia, pero tenia que hacer un esfuerzo. Al fin y al cabo era su plan.

- Esta bien, lo intentare, pero nunca he bailado este tipo de música -responde tocándose la nuca- No te rías si hago algo raro.

Alyss le pidió que se animara y se dejara llevar ¿Dejarse llevar? Quizás ahí estuviera la resolución... Si se dejara llevar podría olvidarse de eso de estar siempre alerta por si pasara algo y ademas incluso podría bailar. Matthew se concentro durante un momento tomando aire, cerrando los ojos y empezó sentir el ritmo "in the body", empezó a zapatear un poco, aunque poco a poco fue cogiendo más el ritmo y la confianza, teniendo como resultado el movimiento de cadera y piernas. Estaba todo el rato con los ojos cerrados, pero parecía estar dejándose llevar incluso demasiado... También empezó a hacer movimientos que había visto en algunas películas de la época y acabo con un resultado bastante ochentero.

¿Estaría haciendo el ridículo o realmente lo estaba haciendo bien? Había puesto su orgullo en ello, pero quizás el resultado era demasiado vivo para la situacion. Aunque ciertamente su habilidad y su agilidad hacían presencia en este momento ¿Su entrenamiento sirve para algo más que un simple combate?

Labrys asiente cruzándose de brazos con esa larga sonrisa entre dientes que la caracteriza, sin poderse identificar exactamente si está feliz o simplemente todo le parece gracioso. Aunque todo apunta a lo segundo.

-Hyehehehe. Si, si. La privacidad es la base de toda relación sentimental.- Asiente totalmente convencida, cerrando los ojos. Un momento. ¿¡Relación sentimental!? ¡¿Qué demonios está diciendo esta ahora!? -¡Hyahaha! ¡Pero cálmate, que era solo un ejemplo!- Hace un gesto con la mano para que le reste importancia al asunto. Tras unos minutos caminando por las calles hacia zonas de menor densidad de viandantes, Labrys se para en un pequeño parque urbano -es decir, unos cuantos bancos y una fuente como mucho- y se sienta sobre el reposabrazos de uno de los bancos, llevándose una mano a la barbilla mientras observa a Alphonse.

-Es de mala educación ser una interesada, traviesillo... Así que tienes el don de la palabra. ¿Qué querías cuestionar a la magnífica Labrys?

¿Qué tipo de baile era ése? Anticuado como él sólo... Pero por lo menos se había animado a intentarlo. Además, admitía que, dentro de lo que cabía, no era arrítmico e incluso se movía bastante bien. Sólo había que modernizar un poco su estilo... sí...

—¡Eh! No está mal — reí animada y me acerqué más a él —. Ahora sujétame la cintura y no pierdas el ritmo.

Pasé uno de mis brazos alrededor de su torso para evitar que huyera, que me lo veía venir. El otro lo alcé con el puño cerrado y lo movía a un lado y al otro, al igual que mi cadera. Nuestros cuerpos estaban peligrosamente cerca, pero en eso consiste bailar en pareja, ¿no?

—¡Vamos para abajo~! ❤

Sin esperar respuesta suya, flexioné mis rodillas y comencé a bajar poco a poco sin dejar de mover mi cintura... Cuando ya estaba en posición parecida a una sentadilla, paré y lo miré a la cara desafiantemente. ¿Sería capaz de mantener la posición y sus movimientos sin caerse ni perder el ritmo?

"Woho Woho". Piensa mientras la muchacha baja ¿Seria consciente de lo que esta haciendo o es producto de su inocencia? Matthew se podía mantener férreo, e intentamos hablar de la voluntad, seguía bailando, pero no podía evitar bajo ninguna circunstancia recibir la vista que estaba teniendo actualmente. Como recompensa para la muchacha, el anacrónico amigo se le subieron un poco los colores, pero tampoco estaba tan mal como para dejar de bailar o fuera natatorio.

- Esto no me lo esperaba, Alyss -dice sin desviarle la mirada y con un tono algo divertido, como dejando de lado su seriedad natural.

Le cuesta un poco coger el nuevo ritmo, pero poco a poco se acostumbra. Al final consigue cogerle el ritmo, pero no le gustaba mucho la posición de su compañera.

- ¿Te gusta mucho jugar conmigo, cierto? -dice Matthew cambiando a un tono más coqueto para seguirle tanto el ritmo musical como el ritmo conversacional. 

Los roces antes de que ella bajara habían emocionado al joven, hacia mucho tiempo que no bailaba pegado a una pareja, pero nunca lo habían hecho así ¿Cual sera el siguiente resultado?

Cuando dijo "Relacion sentimental" una vez mas me tomo con la guardia baja, ¿Yo? ¿En una relacion sentimental con Labrys? No, que hay cosas raras en el mundo y luego estaria eso aunque no digo que no seria bonito, si tan solo no fuera tan amenazante... ¡Pero que cosas digo! De todos modos ella lo dijo, eso solo fue un simple ejemplo, por lo cual lanzo una carcajada acompañandole a ese pequeño "chiste".

Al parecer este parque es muy tranquilo... Estas zonas en la ciudad parecen tan desoladas... Tan tristes y aburridas que de cierta manera es horrible ver esto, ¿No hay diversion por estos lugares? Todos parecen estar ocupados en todo menos en divertirse o vivir la nueva vida... Que triste. Pero de todas maneras, aprovecho a sentarme a la par de Labrys para preguntarle cosas... Cosas de mi.

-Labrys, no vayas a explotar pero son dos preguntitas~ En primer lugar me gustaria que me miraras a los ojos y me dijeras... ¿Como es que tu has logrado obtener ambos ojos asi? Son identicos a mi ojo y no puede ser coincidencia... ¿Y te digo que lo confirma? ¡Mi segunda pregunta, chan chan chan! -Observe hacia el cielo solo con mi ojo con esclerotida negra... Y la vuelvo a ver. -Parece que desde la primera vez que me conocias ya sabias de mi existencia... Te lo preguntare una ultima vez Labrys... ¿Quien eres, y cual es tu verdadero vinculo conmigo? -Pero mi sonrisa en ese momento desaparecio, y un semblante serio aparecio en mi rostro mientras solo la observo con un solo ojo... Ya que es un momento oportuno para aclarar las cosas.