Partida Rol por web

Los supervivientes, atraidos por el ruido de explosiones y gritos, os reunis en la entrada del complejo.
Un pequeño grupo de hombres acaba de entrar llevando con ellos a un herido de gravedad y a una bestia gigantesca que os intimida con su presencia.

Todos, hombres, mujeres y niños, os observais unos a otros sin saber que decir. Pocos quedais vivos, una sombra de todos los que convivisteis en este lugar en las últimas horas.

De los nativos del complejo solo se encuentran en la entrada la lider del grupo y otros dos hombres, manchados de sangre y con aspecto cansado. Además todavía sigue vivo André, el cual acaba de entrar en el refugio, pero sin la compañía de su hermano Emile.

De los supervivientes solo permanecen con vida y presentes en la habitación la sacerdotisa, el rico comerciante y sus dos guardaespaldas, una mercenaria, un científico y el padre con sus dos hijos que acaban de subir, los últimos en llegar, junto a Atho y Mark Mijail.

Michael Blackwater, otro superviviente, está en el suelo a los pies del guardaespaldas del rico, prácticamente muerto. Junto a él se encuentra un hombres desconocido que acaricia al gigantesco animal, cuyo lomo se encuentra bañado de sangre.

Muy bien, me gustaría detenerme a conoceros a todos uno a uno pero una horda de monstruos vienen a por nosotros -comenta el hombre extraño, compañero de André y Michael -fuera tenemos algunas armas y explosivos que encontramos en el otro complejo, será mejor que vayamos a cogerlos.

Vosotros dos, tu, tu y tu -ordena Gea señalando a sus dos hombres, al hombre y la mujer guardaespaldas de Kaaper tuya y a la mercenaria -salid con ese hombre y traed todo lo que podais. ¡Ahora!

Donald acaricia a Testigo y le hace una indicación para que se quede quieto mientras sale con los otros hombres a por el cargamento.

Cuando todos han salido la lider guerrera mira a André con frialdad y a Michael de reojo-Decidme rápidamente todo lo que os ha ocurrido y si ese hombre que habeis traido es de fiar. No podemos permitir que otro asesino se cobije en nuestro hogar, no en este momento. Y esa bestia es un ser mortal, no puede permanecer aqui.

Michael alzó la mirada y esbozó una media sonrisa,todo lo que el dolor le permitió.-Gea...no me jodas...me voy a morir así que deja al puto lobo aqui conmigo...es de fiar y pelea bien...y el tipo ese...bueno,digamos que no maneja bien los explosivos..jejeje...-Tose un poco de sangre y se acomoda en la pared con el rifle a su lado,palmeando la granada que lleva en el chaleco.-yo me encargaré de matar cabrones....

-Ambos nos han ayudado; no podríamos haber llegado hasta aquí sin ellos -dijo André en tono seco-. Y esa bestia debería permanecer aquí, precisamente porque es un ser mortal y esto pronto se va a llenar de seres a los que tendremos que matar.

Hizo una pausa.

-Se llevaron a mi hijo y ahora se han llevado a mi hermano -aunque su voz no delataba sus emociones, las lágrimas corrían por sus mejillas-. Esta banda es una amenaza para todos los habitantes de las zonas libres, y lo seguirá siendo si nos limitamos a morir aquí acorralados como ratas. Probablemente no podamos matarlos a todos antes de que acaben con nosotros, pero, con un puñado de valientes y buenas armas, creo que podría llegar hasta el líder y volarle la cabeza, si somos capaces de localizarlo. Pensándolo bien, creo que el lobo debería venir con nosotros, si es que Picker es capaz de hacerlo venir. ¿Algún voluntario?

Obedezco a Donald, y entro en aquel lugar. Luego también según sus instrucciones me siento y espero con la lengua fuera para ventilarme, mientras observo a los humanos que parecen hablar de cosas importantes.

Uno de ellos me mira, un momento, y yo le devuelvo la mirada con curiosidad. Quizá están hablando de mi, aunque sin ninguna seña no estoy muy seguro de que sea así.

Tras un momento, me acerco de nuevo al humano que se esta muriendo, y me siento a su lado, contra la pared. Mi cabeza queda a la altura de su cintura, mis orejas están firmes aunque levemente inclinadas hacia atrás, y mi cola golpea contra la pared a velocidad media.

No sé de qué va esta historia, pero está claro que si nos quedamos aquí, no vamos a durar demasiado.

¿Cual es el plan?

Mientras digo esto, voy comprobando el rifle. Hoy es un buen día para morir.

-Su líder es un hombre... un mutante albino y completamente calvo llamado "Raubtier". Es inteligente y extremadamente cruel. No sé muy bien cómo, pero tenemos que encontrarlo y meterle una bala en el cráneo, o mejor unas cuantas -hizo una breve pausa, mentras pensaba-. ¿Tenemos radios? Tal vez si alguien pudiese hacer de vigía desde lo alto del refugio, podría guiarnos a los que salgamos fuera a darle caza.

El rico hombre carraspea un poco, logrando atraer la atención de algunos, antes de hablar -Ese hombres se está muriendo -dice señalando a Michael -Cosmo, ¿crees que puedes salvarlo? en caso negativo deberíamos ahorrarle más sufrimiento. Puede que vosotros querrais morir matando, no es mi caso ¿no podemos huir sin más?

El civil, padre de los dos niños, se introduce en la conversación aportando su punto de vista -Yo no puedo resignarse, no puedo quedarme aquí a morir, mis hijos no se merecen eso, ya han perdido bastante. ¡No! No nos podeis pedir que nos quedemos aqui a hacer una última resistencia, debe existir otra alternativa, una salida.

Mientras que el padre habla uno de sus hijos, la mayor, se acerca al gran lobo sin que la vea. Cuando está cerca trata de acariciar su bello lomo cubierto de pelo.

Cosmo, el científico pálido y nervioso, se acerca al cuerpo de Michael haciendo caso a las órdenes del rico. Tras examinarlo por encima levanta la cabeza haciendo un gesto de resignación con la cabeza -Este hombre no va a morir, debería de estar muerto ya. No tiene ninguna posibilidad, deberíamos ayudarte a que partas amigo, aliviariamos tu dolor

Gea se acerca a Michael -Yo misma acabaré con su sufrimiento, lo llevaré abajo junto al resto de los muertos. Y no tenemos muchas opciones -comenta mirando al resto -podeis tratar de huir por la llanura pero sereis facilmente alcanzados por esos monstruos u otros aún peores, o quedaros aquí y luchar hasta el final, tal vez matemos a su lider con algunas de las armas que han traido pero no creo que eso nos libre de morir hoy, en este lugar.

-No... no... -André parecía desorientado- Raubtier ya está muerto, igual que mi familia. Yo le ví morir. Ya da igual, ya nada tiene sentido. Que muramos nosotros o que mueran ellos no supone ninguna diferendia. ¿Qué más da?

Era evidente que no estaba del todo en sus cabales. Cayó de rodillas. Se dobló sobre sí mismo y comenzó a llorar. De pronto se puso en pie y se enjugó las lágrimas.

-Disculpadme, no puedo pensar con claridad ahora mismo, pero debemos tratar de sobrevivir, como hemos hecho siempre, porque la supervivencia es lo único que importa en Arimor; nuestras vidas son lo único que tenemos. La tribu debe sobrevivir, debemos garantizar su perpetuidad.

Se acercó a Michael.

-Michael, amigo, me temo que no podemos hacer nada por salvarte, pero estoy seguro de que tú todavía puedes hacer algo por salvar al resto -se volvió hacia Gea y los demás-. No matéis a este hombre, dadle un arma y seguro que podrá llevarse con él a unas cuantas bestias. ¿Sigue funcionando el vehículo? ¿Hay algún otro? ¿Tenemos explosivos? Tal vez podamos abrir una brecha para que escape un vehículo, mientras otros nos quedamos aquí vendiendo caras nuestras vidas y volamos el lugar cuando se llene de esos engendros.

Michael sonrió ante las palabras del científico como si aquello fuera el mejor chiste que jamás había oído.-Eres gracioso tio...pero,no me voy a dejar morir tan fácilmente...-Acarició al enorme perro y palmeó la granada del chaleco.-Donald arrastradme hasta la pared de enfrente de la puerta y dejad todos los explosivos conmigo...el resto marchaos a tomar por culo y corred como si no hubiese mañana...-Sonríe a los niños y hace una pregunta infantil.-os gustan los fuegos artificiales?...pues estad atentos al edificio cuando comencéis a correr...-Echó mano del arrugado paquete de tabaco y se puso en los labios el ultimo maltratado cigarrillo.-Venga...a tomar por culo a prepararse todos.

Sonidos, ruidos, llantos. Los humanos hablaban y hablaban. Hablaban sin parar. Nunca habia visto a ningun humano hablar tanto. Aun sin saber que decian, supuse que la conversacion habia terminado. Fuese lo que fuese lo que hubiesen hablado seguramente tendria que ver con las criaturas que se acercaban. Aun dentro del edificio el hedor de miles de esos seres llenaba mi nariz con un regusto amargo.

Segui junto al moribundo, quieto, y dispuesto a acompañarle hasta el final.

Será mejor que nos movamos rápido- dice Atho mientras mira a Michael- esto... Gea, del cuarto de médicos me he encontrado estas jeringas- rebusca entre sus bolsas hasta sacarlas- han curado la pierna de Carol como si nada. Puede que a Michael les sirva de algo, ¿no?

Gea alza los hombros en un gesto de desconocimiento -Vosotros sabreis, vuestra tecnología es rara y avanzada, si eso puede salvarlo tal vez sea buena idea probarlo

Yo me quedaré aqui junto a mis hombres, si tenemos que morir mejor que sea aquí que en campo abierto -responde a la petición de Michael -además tenemos otros ocho pisos por debajo, se lo haremos pagar caro.

Donald entra durante la conversación con el resto de los hombres y comienza a dejar todas las armas, explosivos y otros instrumentos que ha encontrado en el otro refugio. Finalmente cuando parece que ya han acabado se decide a hablar.

Yo no voy a ser la niñera de nadie, si salimos fuera es muy posible que esas cosas nos alcancen con rapidez, sobretodo si vienen con nosotros mujeres o niños -dice mirando a los crios -voy a tratar de arreglar el vehículo, si lo consigo me iré, si no daré por culo a esas cosas todo lo que pueda antes de morir. Por cierto, eso de esa caja es una ametralladora automática, un arma que matará a muchos de esos bichos -concluye señalando una caja de aspecto pesado.

Después se acerca a su gigantesco lobo y le susurra algo en el oido mientras le da el resto de la carne que le queda.

Eres un bicho jodidamente listo, quiero que bajes a los otros pisos y busques algo raro. Busca chico, busca -te susurra mientras te ofrece las últimas tiras de carne seca.