Partida Rol por web

Desmonto la cerradura magnética, la guardo en mi mochila de herramientas y abro un poco la puerta para mirar que hay al otro lado.

- ¿Algo por lo que vivir?. Seguro que se lo dices a todas las twi´leks con las que te cruzas - digo, tras el comentario de Pash, haciéndome la ofendida. Después, sonrío cuando éste me informa de que Sasha ha encontrado algo, y una vez más cuando, por el rabillo del ojo, diviso que todos los lugareños observan al joven piloto debido a su forma de actuar.

- Bien, así nuestros compañeros podrán trabajar más cómodamente. Ojalá tengan suerte, y encuentren algo - pienso, mientras observo detenidamente la puerta de entrada.

Entonces escucho gruñidos que provienen del exterior. Parece ser que la espera ha terminado.

-Perfecto, eres un hacha, amigo.

Murmura Sasha cuando ve a Mathus manipular y guardarse la cerradura. Buena idea, puede serles útil en otro momento. Pero  antes de que él haya abierto la puerta y mirado qué hay al otro lado, escucha los gruñidos y pasos.

-Ahí están ya. Echa un vistazo ahí fuera, yo me quedo aquí, tengo la puerta a tiro.

Preparada ya la carabina, se coloca en el quicio apoyada contra la pared para actuar tan pronto alguien cruce la entrada, si ese alguien es un gamorreano armado. Atenta a Pash y Oskara, que tienen aún mejor ángulo de visión, pero también están más desprotegidos, por lo menos el piloto, que sigue plantado frente a la puerta en actitud desafiante.

No se puede negar que tienes agallas, compañero...

Pash se encogió de hombros ante la respuesta de su compañera twi'lek, y fue entonces cuando los gruñidos comenzaron a escucharse cerca de la puerta de la cantina. Se había percatado de la atención indeseada de todo el mundo, esa sobreactuación había ayudado a sus compañeros, de eso no había duda, pero ahora el piloto debía lidiar con los problemas de una fama temprana.

Despejó la capa de su gabardina sobre la funda del blaster con su mano, como si estuviese en pleno duelo bajo el sol de Tatooine... de hecho estaban en Tatooine. La capa voló hacia su lado izquierdo eclipsando el rayo de luz de los soles que entraba por la puerta, pero eso solo fue un segundo. Después se precipitó hacia el suelo, como costumbra a hacer la gravedad.

Oskara parece relajada. Una situación de combate se va a desencadenar de un momento a otro, y ella parece estar haciendo algo trivial.

Echas un vistazo dentro de la puerta y ves un espacio cerrado que parece ser un almacén. Malas noticias, no hay salidas. Pero es un buen escondite si entran los gamorreanos. 

Hay cajas amontonadas con raciones de comida, mucha bebida en packs y herramientas de limpieza. También parece ser donde guardan los objetos perdidos o requisados de los clientes de la cantina. Hay ropa variada, cinturones y hasta mochilas.

Rápidamente, buscas algo que te llame la atención o sea útil. Algo tiene que haber en la sala para tener una cerradura magnética protegiéndola.

Dos objetos llaman tu atención. Primero... ¡una granada aturdidora! Podría ser útiles. Y segundo... hay una pieza tirada en una esquina que te recuerda a algo.... ¿la reconoces?

¡Si! Es un modificador de cañón de alta potencia BlasTech. Es una pieza suelta para modificar un blaster. Seguramente nadie en la cantina sabe lo que es. Con un poco de tiempo, podrías instalarla en un blaster para mejorar su daño. ¿Ningún palurdo se ha dado cuenta? ¡Esa pieza vale más de 1500 créditos! (La ventaja te sirve para hacer la valoración en créditos de la pieza).

Mathus mete medio cuerpo en la sala, examinando el almacén. Sasha le cubre, preparada.

Pash parece el protagonista de una de esas holonovelas de aventuras mientras la gabardina le cae a un lado.

Oskara está preparada para la acción.

Y la acción no tarda en llegar.

La puerta se abre con un fuerte golpe y cuatro gamorreanos, seres de rostros porcinos armados con pesados garrotes con filos de hacha, entran en la cantina. ¡Son los matones de Teemo! Sus ojillos saltones parpadean para adaptarse a la penumbra mientras examinan el local buscando algo... y no tardan en encontrarlo. Todos centran su mirada en Pash y emiten un gruñido en su primitiva lengua mientras agarran con fuerza sus armas. No parecen reparar en nadie ni nada más. Su objetivo parece claro: ¡romperle la crisma al contrabandista!

Entro en el almacén y cojo rápidamente la granada aturdidora que meto en uno de mis bolsillos y después una mochila donde meto el modificador de cañón de alta potencia BlasTech de 1500Cr, abro una caja de comida y meto 7 raciones de comida*, lo mismo hago con la bebida, cojo 2 packs de 6 y los meto tambien, y despues cojo algo de ropa** para cambiarse y me la coloco a la espalda.
Después repito el proceso con otras 3 mochilas, una vez terminado con la ultima salgo agachado del almacén.

Digo a Sasha:- mierda, no hay salida, pero hay cosas interesantes, voy a recogerlas.
Atravieso la puerta y desaparezco durante un rato...

-No! Mathus, están dentro. ¡Hay que pararles! ¡Ahora!- Cuchichea entre dientes.

Sasha busca cobertura preparada para disparar su fusil, esperando que aún no la hayan visto, concentrados en el piloto. Un ataque furtivo sería una ventaja nada despreciable.

El momento había llegado. Los esbirros de Teemo, finalmente, habían hecho acto de presencia en la cantina, y, como no podía ser de otro modo, habían fijado su atención en Pash.

- Peor para ellos - pienso, mientras, de forma extremadamente sigilosa, para no delatar mi presencia, muevo mi arma para apuntar a uno de ellos - No verán venir el impacto de blaster -

Y cuando los esbirros de Teemo entraron por la puerta de la cantina, Pash sacó su arma mientras saltaba hacia un lado, ganando distancia entre su blaster y las hachas de los gamorreanos. A continuación en cuanto tiene línea de visión, dispara.

Iba a entrar pero la alarma de Sasha me hace pararme en seco, y situarme detrás de la barra mientras saco mi blaster de bolsillo.

El momento de disparar, tras el último movimiento de Pash para alejarse lo más posible de las hachas de los gamorreanos, había llegado.

- Eso es, quedate ahí. Perfecto - pienso, mientras aprieto el gatillo de mi arma suavemente, sin brusquedades, para conseguir un disparo limpio.

El característico sonido de la carabina blaster de Oskara rompe el momento de tensión y acierta limpiamente a uno de los gamorreanos en la cabeza, matándolo al instante.

Un tiro limpio, un muerto.

La fama de la cazarrecompensas era bien merecida.

Parapetada tras el quicio de la puerta a la zona de almacenaje, Sasha comprueba como la Twi'lek desintegra literalmente al primer gamorreano que ha cruzado el umbral, justo tras el momento en que Pash se aparta de la trayectoria de tiro, haciéndose a un lado.

Ella entonces se apoya el fusil con cuidado, sintiendo la culata del arma bien ajustada en su hombro. Su rostro se ladea sobre el visor, apuntando. Y dispara.

La detonación del fusil suena desde la posición de Sasha. El proyectil vuela por la sala y atraviesa el pecho de uno de los gamorreanos con un sonido seco. El porcino se mira al pecho, extrañado, intenta correr hacia Pash pero cae de rodillas. El hacha cae de sus manos y se desploma de bruces.

Detrás de la barra del bar y aprovechando que van cayendo gamorreanos a cada disparo asomo un poco la cabeza apunto al mas cercano a Pash y disparo.

Mathus se asoma por el mostrador y dispara con su blaster de bolsillo. El tiro no solo impacta en el pecho, si no que acierta en el corazón del gamorreano, que cae fulminado al suelo.

Solo queda un enemigo que, lejos de acobardarse, corre hacia Pash gruñendo cargando un golpe con su hacha. Al final, Pash tendrá su duelo. Uno contra uno. Con los rayos del sol de Tatooine filtrándose por las estrechas ventanas. El gamorreano es una bestia imparable, pero Pash es más rápido desenfundando...