Partida Rol por web

Taller literario umbriano

Ejercicio: Cadáver Exquisito (Escena ejercicio [POSPUESTA])

Cargando editor
28/03/2016, 09:41
Fr3d1
Sólo para el director

Fecha inicio: 28 Marzo 2016
Fecha fin: 3 de Abril 2016

 

  • Escribamos una historia entre todos continuando el párrafo anterior
  • Sólo podremos leer el post anterior al nuestro
  • Procurad que no sean muy largos ni muy cortos
  • Temática libre
  • Reservad turno grabando un mensaje con el texto [ESCRIBIENDO] para evitar pisarnos los unos a los otros
  • Lunes y Martes - Introducción / Miércoles, Jueves y Viernes - Nudo / Sábado y Domingo - Desenlace
Cargando editor
28/03/2016, 09:46
Fr3d1
Sólo para el director

La luna jugaba al escondite con las nubes de aquella noche de otoño, provocando sombras siniestras allá donde Sandra posara la mirada. No sabía si había sido buena idea salir precisamente aquella noche, pero si postergaba más su plan, había muchas posibilidades de que todo se volviera en su contra.

Con la mochila al hombro cargada con todo lo necesario, inspiró una profunda bocanada de aire que llenó su pecho con el frescor de la noche. Soltó el aire y volvió a inspirar, y luego dos veces más. Era un ritual que le tranquilizaba, que le ayudaba a calmar su espíritu inquieto, dándole fuerzas para embarcarse en aquella aventura.

Cargando editor
28/03/2016, 09:55
Albos
Sólo para el director

Lo más común en una una persona normal, en un adulto sano, era no temer la oscuridad. Lo más común si uno estudiaba un poco más la naturaleza de la oscuridad y lo que yacía tras ella, lo que se arrastraba por ella, lo que sangrientamente se abría camino a través de ella, era temerla. Pero Sandra no. Sandra no era una persona normal. Ni siquiera era una ocultista normal. Podría decirse que no era una «adulta sana» en el sentido más estricto de los términos, ni siquiera para los estudiantes del Entramado. Los tatuajes de sus brazos que brillaban cuando sentía magia en el ambiente eran una pequeña muestra, una rareza. Las cicatrices que cubrían su espalda, su pecho y sus muslos, otra. Y quizá los ojos con los que analizaba todo como si desentrañase su estructura atómica fuesen otra. Y pese a todo, aunque no asustada, se sentía nerviosa: el pulso algo acelerado, los sentidos alerta. Como debía ser.

Si los investigadores de lo oculto habían sobrevivido a las Cazas de Brujas, a siglos de la destructiva luz de una Iglesia que quemaba vivos a quienes desafiaban lo que consideraban posible, así como a los a veces imprevisibles resultados de la exploración del Entramado; no podían echarse atrás ahora. El colectivo parecía haberse estancado, pero algunos miembros seguían explorando caminos desconocidos, mapeando la realidad subyacente. Y Sandra no iba a estancarse. Nunca. Sandra quería explorar y grabar su nombre a fuego en los libros de ocultismo, junto a los de Aleister Crowley y Nicolas Flamel. Sandra quería ser recordada. Ser recordada o no ser en absoluto.