Partida Rol por web

- Buenos días, tío. - Dijo David nada más verte y entrando cuando le invitaste a pasar, quedándose en la puerta. - Entoces, ¿te levantaron ya el castigo tus viejos? - Te preguntó mientras ibas en busca de las llaves. - Aunque no creo que te hagan falta las llaves... tu coche no está fuera. - Te indicó David sin moverse de allí.

-Si te digo la verdad no sé si me lo habrán levantado, pero después de lo de ayer podrían hacerlo que casi pierden a su hijo-dije con cara de hastío. Pero cuando David me dijo que no estaba el coche..

-¿Cómo que no está?-salí al porche y vi en efecto que mi coche no estaba en su sitio-¿dónde coño lo han metido?-estaba cabreado de nuevo ¿Por qué me hacían esto? Que, ¿Una de cal y otra de arena?-Joder...pues entonces habrá que coger el puto autobús-rezongué cogiendo mi cartera, las llaves y cerrando la puerta de casa tras de mí.

-Pues parece que no me han levantado nada ¿Vamos al hospital entonces?- pregunté mientras comenzamos a andar por la acera con las manos metidas en los bolsillos.

- Pues eso, que no está. - Te respondió y salió tras de tí, aguantando tu consiguiente cabreo.

- Quizás lo de ayer, lo de dejarte su coche, fue algo más que un simple "castigo levantado". - Te dijo haciendo el típico gesto con dos dedos de cada mano, simulando las comillas. - Son padres, a saber lo que se les pasa por la cabeza... y te repito lo mismo, al menos los tuyos se preocupan por tí. Yo sigo esperando a que me pregunten que tal anoche...

Comenzó a caminar a tu lado en silencio, sin saber bien que decirte. Tu te quejabas por algo que a él jamás le ocurriría. Para los ojos de sus padres, David era invisible. Seguramente se cambiaría por tí y te envidiaba por tener unos padres que se preocupaban por tí. - Por mi bien, pero... - Guardó silencio nuevamente al escuchar su móvil sonar, el cual sacó de su bolsillo y miró. - Es Leo, parece que ya ha estado allí. Espero que no haya vuelto a cabrear al bibliotecario llamando bruja a Mel. Ese tío da miedo de verdad... - Y más aún después de lo de anoche.

Asentí en silencio comprensivo ante lo que decía David, en eso tenía razón, al menos mis padres habían ido a buscarme al lugar del atentado, pero los de David no habían aparecido y eso demostraba lo que se preocupaban por él. Ni una puta llamada.

-No lo creo, ya le dió el primer aviso y dudo que Leo se atreva a decir algo así delante de él-le miré pensativo, Revock defendía con fiereza a Mel y cualquiera que se atreviera a decir algo de ella, el tío no se cortaba un pelo.

Chasqueé la lengua al responder a Leo en el móvil-Seré capullo, Leo se ofrece a llevarnos, pero no había caido en que él solo tiene moto, así que mira, dejemos de esperar y vayamos en el bus, no tardamos mucho y así no nos quedaremos aqui parados esperándole-el hospital tampoco estaba en la otra punta de la ciudad y en el autobú se llegaba en poco tiempo y quería hablar con Mel si es que tenía la oportunidad y no echaba a correr.

Llegamos a la parada en cinco minutos y justo uno estaba llegando-¡Ja! perfecto, mira viene uno, venga vamos-dije con una leve sonrisa mientras me subía y buscaba un sitio para los dos.

Llamé al timbre de la puerta esperando que me abriera Jason.

La moto la dejé aparcada cerca de la puerta. Si tenían intención de ir en Bus no iba a dejarla tirada en cualquier lado. Esperaba que al menos me dejaran meterla en su garaje.

La moto.

- Hey, Jason! Soy Leo, deja de pajearte, ¿quieres?

Al llegar a casa de Jason y llamar, nadie te responde. No ves coches en la puerta y todo está en silencio.

Un autobús pasa por la calle y al mirar, ves a Jason y a David sentados en él. Jason ocupa el asiento de la ventanilla y David está a su lado, siendo él quien te ve y quien te saluda con la mano.

Sabes que de un momento a otro, recibirás un mensaje en el móvil.

David te siguió y, tras mostrar el bonotransporte, caminó tras de ti hasta que os sentasteis. Ocupabas el asiento de la ventanilla y David se había sentado a tu lado.

- Lástima que la parada siguiente pille tan retirada... esto de que pase el bus por las puertas de nuestras casas y no pare... - Se quedó callado un instante. - Tío! Leo! - Exclamó al tiempo que saludaba con su mano a alguien al lado de tu casa. - No nos ha alcanzado por poco! No le avisaste de que íbamos para allá, ¿verdad? - Te pregunto sabiendo la respuesta.

Rápidamente sacó su móvil y comenzó a escribir. - Por si le da por seguirnos con la moto, que sepa donde vamos. - Le dije a Jason. Tras mandar el mensaje, se acomodó en su asiento. Entre parada y parada, teníais unos veinte minutos de paseo en bus. - ¿cómo crees que estará Leo después de lo de su chica? Parecía bastante entero, pero solo le vi unos segundos... Joder, tío... todo lo que está pasando es una mierda. ¿Habrán dicho ya quien era el loco de la matanza del hospital?

- La madre que les....- Dije con cara de malas pulgas mientras, veía a ambos dentro del Bus.

 Me monté en la moto, poniéndome el casco de nuevo, con mala uva.

- "Harás amigos, Leo". Dijeron. "Ya veras que bien te llevas con ellos, dijeron"... "Será divertido..."- Mascullaba por lo bajo recordando las palabras de mi madre, al llegar al pueblo por primera vez. - Y luego dicen que tengo un pronto muy malo... bah!

Arranqué la moto y volví de nuevo al hospital.