Partida Rol por web

Frente a vosotros, a unos metros entre la multitud, pudistéis ver a Revok caminando delante y justo un paso atrás, Mel. Por la postura se diría que ambos están agarrados de la mano. Parecen ir con algo de prisa a la entrada, quizás por encontrarse con vosotros. Revok se abre paso entre la gente y Mel parece llevar su cuaderno de dibujo aferrado a su pecho.

- Hablando del rey de Roma... - Dijo David señalando con la cabeza al frente. Al mirar viste a Revok caminando hacia la entrada del hospital. Mel iba a su lado y por la postura podrían ir cogidos de la mano. - Parece que tienen prisa... - Añadió David viéndoles avanzar con rapidez entre la gente. - ¿Habrá pasado algo?

Te miró con curiosidad, por si alguien te respondía y te contaba alguna cosa nueva. De alguna manera sabías que le podía la curiosidad... pero no te dijo nada más y esperó a tu reacción.

Seguías sin ver a nadie por allí, al menos ningún conocido... aunque a lo lejos divisaste al tipo aquel con cara de mala leche y la chica por la cual Leo se llevó tu bofetada en el Simone's. Parecían dirigirse a la entrada del hospital.

Despues de tanto andar medio sola y fastidiada vi a la pareja y me acerque a ellos mas por curiosidad que otra cosa. No esperaba que me vieran, solo queria saber a donde iban y trate de seguirles. 

Me sentia un poco inquieta de no haber visto nadie conocido pero que mas daba, igual era nueva en la ciudad, asi que a cuanta gente podria conocer. 

Debi quedarme en casa con mi hermano. 

Aleje el recuerdo sexual para seguir mi camino.

-Madre mía!- Pensé mientras veía a la gente a nuestro alrededor.

El tráfico era insoportable y yo me estaba desesperando. incluso me llegó un mensaje de Jason, y desesperado tiré desganado el móvil al asiento. Me tumbé en el asiento de atrás, llevándome las manos a la cabeza y revolviéndome el pelo por pura desesperación.

Al girar la cabeza me pareció ver a Rylee. ¿ Se habrá encontrado con su hermano en casa? Me incorporé sobre los asientos de delante para hablar con Norma y Gill.

- Emmm... os importa si me bajo y voy  andando? Creo que he visto a una amiga y... bueno.. a ver si la alcanzo. ¿Os veo por allí?- pregunté quitándome el cinturón y haciendo ademan de salir del coche, no sin antes me dijeran ellas algo.

A ver si encontraba Rylee... La buscaba con la mirada entre la gente a través del cristal.

Seguiste a la pareja entre la multitud y viste como se detenían en las cercanías de la entrada del hospital. Mel llevaba un cuaderno de dibujo aferrado a su cuerpo y miraba entre la gente. Seguramente habían quedado allí con más gente. Permanecían cogidos de la mano hasta que ella se pegó al cuerpo de Revok y este la paso la mano por la espalda con disimulo besándola el cabello a continuación. Mel le miró y le sonrió, poniéndose colorada en ese momento y agachando la mirada unos instantes antes de volver a mirar de puntillas sobre las cabezas de la gente.

No te pusieron impedimento alguno para que salieses corriendo de su lado. Es más, jurarías que te alentaron a ello.

Rylee caminaba entre la gente, por sus gestos parecía seguir a alguien también, algún conocido quizás. Su ruta parecía indicar que se encaminaba a la entrada del hospital. Y así era, la encontraste no muy lejos de ella, mirando en la distancia a alguien.

Al mirar en aquella dirección viste a "la bruja" y al tipo que estaba con ella en el Simone's. Parecía que Rylee les acechaba. Observaste nuevamente a la pareja. Mel llevaba un cuaderno de dibujo aferrado a su cuerpo y miraba entre la gente. Seguramente habían quedado allí con más gente. Permanecían cogidos de la mano hasta que ella se pegó al cuerpo de Revok y este la paso la mano por la espalda con disimulo besándola el cabello a continuación. Mel le miró y le sonrió, poniéndose colorada en ese momento y agachando la mirada unos instantes antes de volver a mirar de puntillas sobre las cabezas de la gente.

La pareja me era extraña en su modo de actuar y al no tener nada mejor que hacer se me hizo divertido seguirles y ver que hacian. 

Entre la gente se me hizo facil ocultarme siempre pendiente de que hacian o adonde iban. Solo esperaba que hicieran algo mas picante para tener algo que contar.

Rei para mis adentros. Algo me hacia recordar a ese hombre. Tal vez en alguna pelicula o algo, era algo del FBI pero ya no estaba segura. En todo caso era muy mayor para ella, todo un viejo, y se estaba quedando calvo. 

Que lindo. Dicen que los calvos son buenos amantes. Me imagine a mi hermano calvo y me dio mas risa.

La propuesta de Diana me resultaba lo bastante atractiva como para centrarme en ella para superar todo aquello. Cuando terminase, huiríamos juntos, sí. Aunque la huida no llegase más lejos que acompañarla a su casa, ya habría valido la pena. Además, no iba a irse lejos cuando tuviera que contarles... todo.

Sonreí de medio lado ante su comentario del "guardaespaldas", aunque la sonrisa se borró de mi rostro cuando casualmente vi a Mel y a Revok entre la gente. ¿Iban de la mano? Podía perfectamente ser para no perderse entre el gentío, pero aún así se me hacía raro, lo bastante como para ladear mi cabeza mientras les miraba desaparecer entre la marabunta, curioso.

Vamos, no te separes de mí. -Indiqué a Diana, volviendo a sonreír- Voy abriendo camino, ¿vale?

Si no fuera por las compras que teníamos que cargar, también yo habría dado la mano a Diana. De hecho, deseaba estrecharla con la mía. Deseaba estrechar a Diana entre mis brazos.

-Mierda-chasqueé la lengua contra el paladar en señal de fastidio-Leo pasa de mí y Amber no está aquí, así que ni puta idea de qué hacer tío-dije mirando a David, llamandome en ese momento la atención ante lo que ve-¡Joder el abuelo! ¿has visto? ¡van cogidos de la mano!-comenté con voz queda.

El rollo que se traían entre los dos era muy raro, ya lo pude comprobar en la cafetería, pero esto ya era otro nivel. Miré a David-Vamos, sigamosles, a ver a dónde va la parejita del año-le dije con una sonrisa burlona, teniendo cuidado de que no me viesen-igual les pillamos haciendo manitas-comenté casi susurrando. Así que evitando perderles de vista serpenteé con David a mis espaldas entre la gente, siguiendo a Revok y Mel.

- Quizás no se haya enterado de que le ha sonado el móvil, tío... si está aquí, con tanta gente... mal lo lleva para escucharlo. - Te respondió David tratando de quitarle importancia al asunto. La verdad es que él no le conocía, no conocía a ninguno, pero no era plan de empezar a pensar mal de toda gente a la primera. Además nadie está obligado a contestar a los mensajes que recibe...

- ¡Venga ya tío! ¿No pensarás eso en serio? Si podría ser su... ¿abuelo? - Te respondió con gesto de sorpresa, pero su curiosidad aumentaba con tus palabras. Te siguió tan rápido que parecía estar pegado a tu espalda. Se notaba que era deportista por la facilidad con la que se movía entre la gente. 

Ambos visteis como la pareja se detenía en las cercanías de la entrada del hospital. Mel llevaba un cuaderno de dibujo aferrado a su cuerpo y miraba entre la gente. Seguramente habían quedado allí con más alguien más. Permanecían cogidos de la mano hasta que ella se pegó al cuerpo de Revok y este la paso la mano por la espalda con disimulo besándola el cabello a continuación. Mel le miró y le sonrió, poniéndose colorada en ese momento y agachando la mirada unos instantes antes de volver a mirar de puntillas sobre las cabezas de la gente.

David te dio un codazo en ese momento y te señaló con la cabeza a Leo. - ¿Ves? Anda ocupado también vigilando a la parejita y... ¿hacia dónde más mira? - Se preguntó en voz alta, buscando con la mirada a alguien más. - ¿Aquella no es su novia? - Rylee estaba unos metros más allá, escondiéndose entre la gente sin quitarle el ojo a Revok y Mel. Parecía que todos habías tenido la misma brillante idea de espiarles.

Cita:

Fruncí el ceño durante un segundo, de hecho tenía toda la razón, con todo éste barullo ¿Cómo iba a escuchar el móvil? Desde luego llevaba un día de mierda y me di perfecta cuenta de que estaba bastante "sensible"-Tienes razón-dije escueto.

Miré a la pareja cuando David hizo referencia a la extraña pareja.

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-Yo que sé tío, me empiezo a creer cualquier cosa- arqueé los hombros confundido, después de ver a esos lobos en el bosque, podía ser perfectamente posible.

Ahora situados más cerca, los miré con más detenimiento, los gestos protectores del bibliotecario eran mucho más parecidos a un padre cariñoso que a un amante. Apreté la mandíbula durante un instante y comprendía a Mel perfectamente, la trataban como una mierda, dudaba mucho que tuviese amistades en el instituto y eso provocaba una sensación de soledad brutal ¿Por qué iba a ser tan raro que encontrase un apoyo en aquel hombre? Sin duda Revok tenía un lado amable y cariñoso que sólo mostraba a quien realmente se lo merecía. Por un instante sentí una fuerte punzada de envidia, recordaba cómo me habían tratado mis padres esa misma mañana y cómo sonreía feliz Mel con ese hombre ¿Quién coño era yo para juzgarlos? Me mantuve en silencio mirándolos hasta que David me sacó de mis pensamientos.

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-Coño, pues si, al parecer su hermano la ha soltado para venir aquí..-dije mirando a ambos, ¿Por qué se mantenían separados? La cara de Leo no era de felicidad precisamente-Vamos a ver a Leo, a ver qué pasa...- comenté mirando a David con curiosidad, mientras empezamos a andar hacia él.

Jayden me animó a encaminarnos hacia la parte delantera, pidiéndome que no me separara de él e indicándome que se encargaría de abrir el camino tras mostrarme nuevamente su encantadora sonrisa. Asentí, también sonriendo, comenzando a caminar tras él.

Fue entonces cuando me di cuenta de que más adelante estaban Revok y Mel… ¿Dados de la mano? A lo mejor sólo era por no perderla, pero aun así… Aquellos dos tenían una relación muy rara, y tenía que averiguar qué pasaba ahí.

No me pasó desapercibido que Mel llevaba su cuaderno. Vale que amara el dibujo, pero llevar el cuaderno a aquel acontecimiento me pareció raro. Quizás…

- Parece que Revok y Mel ya están aquí. – dije algo inquieta a Jayden, acercándome a su espalda para que pudiera oírme entre el gentío. – Mel trae el cuaderno, ¿habrá dibujado algo? – le comenté, sin dejar de avanzar.

Iba agarrada de la mano de Darryl mientras avanzábamos entre la multitud. Iba buscando a Diana entre la gente, pero eran demasiadas cabezas. Revok me aferraba la mano con fuerza, no quería perderme entre la multitud y yo tampoco quería soltarme de su mano. Nos detuvimos cerca de la entrada del hospital y seguí buscando a mi amiga con la mirada mientras pegaba a mi pecho el block de dibujo.

Había estado leyendo en la biblioteca sobre el tema y, a pesar de que Darryl le quitaba importancia al mismo, me ayudó a buscar hasta que me quedé dormida sobre su hombro. Recordando lo que vino después me aferré al cuerpo de Revok, apoyando mi cabeza en su pecho. Sentí como me agarraba por la cintura y me besaba el cabello. Le miré unos segundos y me puse colorada a continuación, agachando la cabeza como una tonta.

Cuando me sentí más segura me puse de puntillas y volví a buscar a Diana, quien estaría seguramente con Jay. No tardé mucho más en ver al chico moviéndose entre la gente y Diana caminaba tras él. Me puse a hacerles señas, pues ponerme a llamarles sería algo ridículo por mi parte y no me apetecía ponerme colorada de nuevo en un periodo de tiempo tan corto. Tan pronto Revok se dio cuenta de que la pareja ya era visible, me soltó la cintura y se separó un poco de mi lado. Le miré nuevamente. Había recuperado su gesto serio... Su "yo gruñón".

- Hola. - Dije a ambos con tímida sonrisa. Estaba nerviosa de que ellos y que... Revok... yo... Cálmate Mel o te dará un chungo. - Pensé para mí. La verdad es que no sabía bien como actuar, ni que decir. Suponía que se conocían, al menos a Diana si... Jay parecía ser más bien alérgico al conocimiento... y creo que nunca le vi pisar la biblioteca. Pero quizás antaño fuese un asiduo... así que preferí dejarlo estar. Además Revok, en su estado de gruñón, sería un tanto seco con ellos. Mejor así, sí.- Me animé a mi misma.  Vi como ambos iban cargados con bolsas.

- ¿Os ayudo? - Pregunté tendiéndoles mi mano libre.

Diana llamó mi atención hacia el cuaderno que Mel llevaba consigo. En otras circunstancias, que hubiera traído algo así a un acto como en el que estábamos me habría resultado... raro. En el caso de ella, precisamente, con lo que sabíamos... daba un poco de miedo.

No lo sé. -Admití mirando a Diana de reojo, con cara de circunstancias- Nos enteraremos pronto, supongo.

Inconscientemente, mis ojos volvieron a mirar hacia arriba, a los tejados, recordando la noticia de las armas en la fiesta. Un funesto pensamiento que sólo se desvaneció cuando Mel se situó junto a nosotros, saludando con su timidez habitual y ofreciéndose a ayudar con las bolsas.

Hola, Mel. -Le devolví el saludo, inclinándome hacia ella como buenamente pude para darle dos besos, a pesar de las cajas en mi hombro y las bolsas que cargaba en la mano contraria- Señor Revok... -Me apresuré a saludar también al bibliotecario, aún a la distancia que dejó respecto a nosotros. Aquel hombre daba miedo, parecía siempre enfadado, pero no sería tan mala persona si cuidaba así de Mel, incluso aunque no terminaba de comprender la relación que había entre ellos- Yo voy bien, si quieres ayuda a Diana. Hemos quedado en la parte de delante, cerca de la entrada, pero parece que va a costar llegar. No esperaba que viniera tanta gente, la verdad. ¿Hay...? -Detuve mi pregunta, bajando un instante mi mirada al cuaderno que llevaba, visiblemente nervioso- ¿...algo de lo que debamos preocuparnos?

- Buh!!- Dije dando un pequeño susto a Rylee por detrás.

- ¿Que haces espiando a la gente? Eso no es chicas buenas- Dije en broma mientras esperaba que me diera un manotazo o algo así.

Miré justo en la dirección en la que ella miraba hacia apenas unos segundos y vi a Mel y a ese señor que parecía sacado de una película de Cuentos de ls Cripta. Era como el enterrador de la WWF pero en calvo. Daba miedo, pero verlo achuchar asi a la chica era hasta tierno. demasiado. Hasta que caí en algo.

- Un momento... No me jodas! ¿Están liados?- Me llevé la mano a la boca para contener una pequeña sonrisa burlona.- En el amor no hay edad. ¿Crees que ella por amor le hará un brebaje para que le crezca de nuevo el pelo?. - miré a Rylee -O vamos es un una broma. De hecho tengo que ir a hablar con ella.

Me aparté de ella y la lancé un beso con la mano.- Deséame suerte, princesa.-

Me metí entre la multitud hasta llegar justo a donde estaban ellos dos. Supongo que no querían verme a mi para nada. Estarían buscando a los otros dos y que no estuviera con ellos facilitaría mi forma de hablar y disculparme. Sin presiones, esperaba.

- Hey! - Dije al llegar frente a ambos.- ¿Que tal? Me... Si, bueno, soy yo, el metepatas. No me gustaría interrumpir lo que sea que ... estén hablando.- Si, estaban hablando, ya. Pero bueno, eso es mejor que decir que les has visto hacer manitas..- Podría hablar contigo un momento, por favor.- Dije dirigiéndome a Mel. - Solo será un momento.- Añadí mirando al bibliotecario.- Prometo no hacerte llorar esta vez. Lo juro!- Levante la mano en plan juramento.

Comentando si Mel traería su cuaderno por haber dibujado algo nuevo, Jayden concluyó que pronto nos enteraríamos, encontrándonos poco después con mi amiga y su guardaespaldas; a quien no pude evitar mirar con cierta suspicacia.

- Buenas noches. – saludé a ambos tras Jayden, acercándome un instante a mi amiga para darle dos besos. – Tranquila, no pesa tanto, Jayden se ha encargado de la peor parte. – dije mirando aquella caja que Jay cargaba al hombro.

Entonces este les informó de nuestros planeas, haciendo alusión a la inesperada afluencia de gente antes de preguntar de forma velada si había alguna novedad con respecto a los dibujos de Melissa. Noté a Jayden nervioso, y no era para menos, aquel tema te ponía los pelos de punta.

No tenía muy claro si Revok sabría algo de todo aquello. Mel había dicho que le pediría ayuda para buscar información, pero no sabía si se la habría pedido contándole directamente lo que pasaba o poniendo algún tipo de excusa. Tenían una relación bastante peculiar, así que cualquiera sabía.

- Y… ¿Has encontrado algo? – añadí a la pregunta de Jayden tratando de ocultar mi inquietud, mirando brevemente al bibliotecario antes de fijar mi mirada en Mel.

Saludé con cuidado a Jay, dándole aquel par de besos con cuidado. No quería que las cajas acabasen en el suelo. Tras la negativa del chico a aceptar mi ayuda, miré a Diana, a la cual se la ofrecí igualmente tras saludarnos. Revok les saludó de manera escueta, con un sencillo gesto. - Está bien. Luego no digáis que no os la ofrecí... - Dije sacando la lengua a modo de burla.

Miré el cuaderno cuando ambos me preguntaron sobre él. - Pues yo... me dormí... - Respondí con mi habitual timidez. Y es que aquel asunto... - Y al despertar, volvió a ocurrir... - Agaché la mirada, me avergonzaba todo aquello bastante. Entonces sentí la mano de Darryl sobre mi hombro, se inclinó hacia mí y me susurró algo al oído. - Sí... será mejor que nos movamos. Os seguimos. - Dije respondiendo así a Darryl y me dispuse a seguir a Diana y Jay al lugar concreto de la entrada donde querían montar todo aquello.

Pero alguien irrumpió ante mí, saludando con un "Hey", alguien que no se percató de que Diana y Jay también estaban allí.*

- Hey! - Dije al llegar frente a ambos.- ¿Que tal? Me... Si, bueno, soy yo, el metepatas. No me gustaría interrumpir lo que sea que ... estén hablando.- Si, estaban hablando, ya. Pero bueno, eso es mejor que decir que les has visto hacer manitas..- Podría hablar contigo un momento, por favor.- Dije dirigiéndome a Mel. - Solo será un momento.- Añadí mirando al bibliotecario.- Prometo no hacerte llorar esta vez. Lo juro!- Levante la mano en plan juramento.

Su saludo me asustó y dejé caer mi block de dibujo al suelo, abriéndose casualmente por la página de mi último dibujo. Me llevé la mano al pecho y miré al chico. No podía creerme que estuviese allí también. ¿Qué le había hecho yo para que me acosase así? Porque dos veces en un mismo día y viniendo tan directo...

- ¿No tienes a nadie más para ir a molestar? - Le pregunté molesta mientras me agachaba a por mi block. Me había enojado que acabase en el suelo por culpa suya. Una vez con él en mis brazos, lo apreté con fuerza hacia mí. No quería que mis dibujos acabasen de nuevo en el suelo. - No voy a irme a ningún sitio contigo. No se quien eres, ni que quieres... pero lo que tengas que decir que sea aquí y ahora. - Mi voz temblaba y si me había envalentonado en algo era porque Darryl estaba aquí y sabía que no le dejaría hacerme daño alguno.

Di un paso hacia atrás, buscando el cuerpo de Revok a mi espalda. Cuando lo sentí me detuve y le miré con cierto temor en mis ojos. Revok puso su mano sobre mi hombro y con su pulgar me masajeó levemente el cuello, mientras esperábamos que "el mete patas" hablase.

- Tranquila, pequeña. Será mejor que nos movamos. Esas cajas tienen pinta de pesar. - Susurré a Mel al oído, refieriéndome a las cajas que llevaba Jay sobre su hombro.

Sin darte tiempo a reaccionar, ves como Leo se acerca a la pareja, quienes están ahora también con Diana y Jay. La llegada de Leo hace que a "la bruja" se le caíga el cuaderno que llevaba entre sus brazos y puedes ver como, tras recogerlo, la joven busca refugio en los brazos de bibliotecario, alejándose como puede de Leo. El "viejo" pone su mano sobre el hombro de Mel, haciéndola ver así que está con ella.