La playa de Hill Valley es un lugar de encuentro obligado en el tiempo de verano. Durante el día la playa es más familiar, aunque sólo los valientes se tiran a nadar por aquellas frías aguas.
Y es frecuente ver sufistas tratando coronar las fuertes olas.
Las noches de verano suele llenarse de jóvenes con ganas de fiesta y cogen este escenario para divertirse.
Durante el invierno la playa pierde esa vida que le da el buen tiempo, pero se convierte en una excelente pista de entrenamiento y los corredores suelen aprovechar bien las carreras en la arena.
Jason, David, Rylee y Leo entran en la playa.
De momento estaba algo apenada para quedarme solo con el traje de baño asi que me limite a ver alrededor como los demas presumian de sus cuerpos y algunos ya mas heroicas buscaban sortear las olas.
Ademas para ser donde era, tener tanto sol para mi sola era suficiente para sonrojarme asi que un paso a la vez.
Tal vez mas tarde entrase en el agua, por ahora solo queria ver y conocer a los demas mientras reia con alguna ocurrencia.
Y por otro lado no queria que Leo se fuese muy lejos.
El trayecto hasta la playa fue breve y no tuvimos problemas de aparcamiento. Hacía muy buen día y realmente apetecía darse un chapuzón, para el que tuviese los huevos de meterse en el agua helada, como los surferos que montaban las olas casi a diario.
El oleaje era intenso en ese momento y los surfistas se movían sobre ellas como si volasen sobre ellas.
Yo realmente los admiraba, mantener ese equilibrio sobre un trozo de fibra de vidrio lijado y no caerse en el intento me parecía obra del Diablo, me imaginaba a mi mismo intentando hacerlo y en cada simulación era engullido por las olas con el consiguiente ahogo e inexplicablemente se dibujó una pequeña sonrisa en mi rostro, ¡viva el humor negro!
Había menos gente de la que esperaba encontrarse en un día como aquel, pero teniendo en cuenta el desastre humano del día anterior, no creía que hubiera mucha gente con ganas de playa.
Tras adentrarnos unos metros en la arena, me sobraban las zapatillas así que me las quité junto con los calcetines dentro de ellos, encontramos una zona despejada y nos sentamos disfrutando de la vista-Bueno David ¿Qué te parece?- preguntó con curiosidad-No son las playas de Miami, pero no está nada mal ¿verdad?-dijo, mirando alternativamente a Leo y Rylee.
El paseo en coche hasta la playa fue gobernado por la radio local, donde estaban poniendo en ese instante los mejores éxitos de la temporada. David se quedó fascinado al ver el tamaño de la playa. Se imaginaba algo más pequeño y asalvajado. Pero aquella zona estaba realmente bien.
Al igual que hizo su guía, David se quitó el calzado y los calcetines, doblándose los vaqueros hasta las rodillas, se adentró en la arena con el resto. Miró como algunos surfistas jugaban con las olas mientras buscaban donde sentarse.
A pesar de estar a mediados de septiembre, la temperatura invitaba a quitarse la ropa aunque entrar en el agua fuese otra historia. David no lo dudó y se quitó la camiseta, dejándola a un lado. En el torso se le notaba que practicaba deporte. David miraba el océano, que lanzaba sus olas con fuerza hacia la playa.
- Es una pasada, tío. Es larga y esta bien cuidada. Creo que vendré a menudo por aquí. Correr sobre la arena de una playa es uno de los ejercicios más duros y completos... sobre todo si lo acompañas con el oleaje. - Dijo refiriéndose a correr donde las olas mueren, sintiendo el frío en los pies y donde te hundes más al correr.
El aire de la playa me hizo sonreir.
Ummm. Era sumamente agradable volver a sentir esa brisa y las pequeñas salpicaduras del agua que las olas esparcían por la playa al romper sobre la arena.
Me quité las zapatillas y la camiseta al igual que el resto. No hacia un calor extremo pero invitaba a bañarse. Joder!! Pues a al agua patos! Me quite los pantalones y con los calzoncillos puestos me tiré al agua sin esperar a nadie.
-Yujuuuu!!!- Algunos dirían que estaba loco pero es lo que tiene no tener muchas oportunidades de ir a la playa.- Venga vamos! No seáis gallinas!.
Salí un momento del agua para dirigirme a Rylee. Estaba mojado y algunas gotas cayeron sobre ella, haciendo que se mojara deliberadamente. Ella se revolvería para intentar no mojarse pero quería mi premio. Y no me iría sin mi beso, aunque supiera a sal y arena.
- ¿Vienes? Un chapuzon rápido!- Dije suplicando a Rylee como si fuera una plegaria en broma.
Asentí ante las palabras de David, aunque yo no era dado al deporte, desde luego estaba en lo cierto y su cuerpo lo demostraba cuando se quitó la camiseta, el tío se cuidaba-Tienes razón, aunque yo soy más de sofá-sonreí, desviando la mirada hacia las olas y escuchando su atronador ruido-el deporte me da cierta alergia-dije animado cuando en ese momento a Leo parece haberle poseído un vigilante de la playa colocado, se queda en calzoncillos y se tira al agua como si se estuviese ahogando alguien.
-Eh...vale..-me costó articular, ya que miraba la escena con estupefación, cuando sale de nuevo y vuelve corriendo hacia Rylee suplicándole darse un baño con él-¡Eso Rylee anímate y date un chapuzón!-dije con simulada exaltación-"todo sea por ver ese cuerpazo mover el culo"-pensé guiñándole un ojo.
La verdad es que Leonard tenía un cuerpo envidiable, más que el de David, quien rompió a reir cuando vió al joven meterse en el agua del océano, la cual debía estar a unos 20º como mucho. Pero verle volver corriendo a por Rylee le hizo muchísima más gracia. Primero por pensar que en cuanto se le pasase el calentón y el ataque de valor a Leo, sentiría un enorme dolor de pelotas debido al enfriamiento y encogimiento de la zona.
Segundo... porque quería saber si la niña se atrevería a meterse en el agua. - Leo, si no se atreve, llévatela en volandas. - Animó al chico, mientras le daba un codazo a Jason. - Si no puedes con ella, nosotros te ayudamos. - Le dijo al joven mientras se reía casi a carcajadas. Quiero verla con esos pezones como piedras. - Pensó para sí mientras aplaudía animando a Leo.
-¡Eso Leo! ¡Que igual si se resiste hay que echarle una mano! ¿verdad David?-guiñé un ojo cómplice al chaval. Desde luego dudaba muchísimo que Leo necesitase ayuda alguna para llevar en volandas a Rylee ya fuese al agua o a cualquier otro lugar, pero eso al menos nos mantenía distraídos y a mí en especial, después de la mierda de día que estaba pasando.
-¡Que no se diga que eres un flojeras o luego se sabrá en todo el instituto!- sonreí ésta vez con ganas, aplaudiendo a dúo con David y mirando divertido la situación.
Tuve que salir corriendo para que sus perversas intenciones no lograsen alcanzarme y llevarme al agua como fuese necesario. Una vez un poco mas a salvo les pedi un segundo para que dejaran quitar el vestido y afortunadamente ya tenia el traje de baño puesto.
Claro que por Leo me hubiese dejado agarrar pero preferia agarrarlo ya dentro del agua.
Ya en el agua y luego de sacudir mi cabello mientras asimilaba el cambio de temperatura me lancé al cuello de Leo para darle un fuerte beso.
- Pues ya ves que no es nada de eso Jason, y no es para nada flojo.
Ya cerca de Leo agradecí que me ayudase a mantener el equilibrio, en Canadá no es que hubiese muchas playas para practicar.
- Quien era que me iba a cargar a volandas? ... quien? Mirando a David con mirada retadora.
Si se acercaba veria lo que era nadar rápido, y tal vez algo de arena en el cabello aunque todo fuese en juego.
Perdon por la demora. Las ultimas 3 semanas y esta ultima en especial han sido realmente un lio.
Rylee acepto ir a al agua por su propio pié.
Era eso o que entre todos la tiráramos al agua. Se quitó la ropa y lelgamos ambos al agua para poder refrescarnos y darnos un achuchón. Por mi parte mas que refrescarme calenté motores y casi hago hervir el agua. La parte mala es que tuve que esperar un par de minutos antes de salir del agua mientras Rylee desafiaba a David.
Era algo reconfortante, estar allí. El mar estaba congelado pero nada que un viajero de de Ancorage no pudiera soportar. Igualmente, una vez pasado el "tiempo recomendable de calentón" salí a la playa para secarme con la toalla y mirar el reloj.
El tiempo pasaba y supongo que estaría bien ir a casa a cambiarme y decir por lo menos un "hola" a mis madres.
- Chicos. deberíamos irnos si no queremos llegar tarde a la cosa esa del velatorio.- Y con ello también pensaba en la brujilla ante la cual debía disculparme.
Awe!!!
- Ahora que la estabamos pasando bien?
Pero suponia que tenia razon, no podiamos llegar todo en trajes de baño a un velatorio, o si? Si todos nos ibamos podriamos regresar en algun otro momento con mas tiempo.
David miró asombrado como ambos jóvenes, después de ir a clase y sin saber que irían a la playa por la tarde, habían llevado toallas y como la chica llevaba su traje de baño y todo bajo la ropa.
Por un momento David pensó en llevar a la chica al agua y darla una buena lección, pero recordó que los calzoncillos que llevaba eran blancos... - En otra ocasión. No he traido traje de baño y no quisiera dejar en ridículo al soldadito de tu novio. - Rió su propia broma y le dió un codazo a Jason mientras ladeaba la cabeza mirando del culo de la rubia mientras esta corría hacia el agua. - Para ser una niñata no está nada mal. - Le dijo a su colega, que seguía allí sentado.
Desde donde estaba podía ver claramente lo que ocurría en el agua y se descojonó de risa cuando vio que Leo no salía del mar, mientras su chica estaba ya secándose. - ¿Qué te pasa Leo? ¿Has sacado el periscopio y no puedes bajarlo? - Le gritó desde allí sentado para romper a reir a continuación.
Una vez todos reunidos, David le dio la razón a Leo. - Sí, yo debería pasarme por casa a saludar a mis viejos al menos y decirles lo del velatorio ese del hospital. Además me gustaría cambiarme de ropa. Y supongo que Leo querrá ver si su moto sigue donde la dejó...
David era como todos los chicos de su edad.
Un imbecil.
Pero a pesar de todo me caia bien, mucho mejor que muchos otros aunque tuviese poco tiempo en la escuela y la ciudad. Ya cerca de el escuchaba mejor sus comentarios los cuales no me dejaban de sorprender por que los chicos siempre estaban molestandose para saber quien la tenia mas grande. Yo no era especialista en penes o peneloga como bromaeba con Chloe en Canada, pero no era nada nuevo para nosotras y todas sabiamos que el tamaño no era realmente importante siempre que acompañase otras cosas que habia aprendido en poco tiempo hacia apenas unas horas.
- Pues te enteras que Leo no tiene un soldadito, vale! Y si tanta envidia te da, mejor que nos lo vea compitiendo con ello que seguro pierdes! Y fui a terminar de secarme el cabello.
Para cuando salió del agua me acerqué con una toalla para que se secara o ayudarle ... y darle un besito.
-La verdad es que no, tiene un cuerpazo la chica, Leo es un tío afortunado-dije en tono confidente casi susurrante inclinándose hacia David, la chulería que traía era refrescante sin llegar a ser molesta, al menos de momento, al fin y al cabo lo acababa de conocer, ya veríamos como se portaba más adelante, había que darle un voto de confianza.
El comentario de David no le pasó por alto a Rylee y aunque a Leo no pareció molestarle, a ella si le tocó la fibra sensible, pero antes de llegar a más, reparé en las palabras de Leo, no podíamos quedarnos más e intercedí.
-Leo tiene razón, debemos irnos o llegaremos tarde al velatorio multitudinario-dije con tono neutro mientras me levantaba y sacudía la arena que podía haberse pegado a mi pantalón para luego dirigirme con los demás hacia el aparcamiento.
-Hey!- Grité desde lejos - Que estoy delante!
Y es que cuando hablan de uno estando presente, pero como si no estuviera, era un poco extraño. Sobre todo si se hablaba de cosas intimas.
- Miller, ¿puedes acercarnos al insti? Dejé allí la moto y la tengo cariño.- Dije en broma cuando nos reunimos todos.
Y es que desde luego no me iba a ir sin mi moto. Llevaría a Rylee a su casa y después iría a la mía. Saludaría a mis madres, me cambiaría de ropa y puede que practicara frente al espejo una disculpa creíble para esa chica. Seguramente me acolcharía los huevos también por si su padre me soltaba una patada en lo huevos.
Brrrr... Ese tío daba escalofríos.
Rylee me ha avisado de que andará un tiempo off, así que la prometí que me llevaría a su pj a un lugar seguro... y eso pretendo hacer, hagáis lo que hagáis xDD
Estábamos camino del párking cuando salió a nuestro encuentro un grupo de chavales, cuyo cabecilla anunció ser el hermano de la rubia maciza. Desde luego sus comentarios no eran nada amigables sino más bien hostiles e insultantes, pero el grupillo que le acompañaba era más que suficiente para no llevarle la contraria.
Su cara de chulillo prepotente era insoportable, no tragaba a ese tipo de gente, lo más probable es que si se encontrase sólo ante un tío más grande se cagaría en los pantalones pero esa no era la situación.
Por la reacción de Rylee, estaba claro que no era un plato de gusto para ella verse así, su rostro compungido era todo un poema.-No te preocupes tío, no tienes por qué ponerte así. Nosotros ya nos íbamos ¿verdad chicos?- pregunté mirando a Leo y David alternativamente con una sonrisa.
Y llegó el payaso de turno. Ron.
Me preguntaba porqué había pasado tanto tiempo sin verlo desde ayer por la noche. Le miré algo desafiante mientras me ponía al lado de Rylee. Menudo gilipoyas!
- Vaya! Por fin apareces. Ya decía yo que olía a payaso de circo.- Solté sin poder contenerme. Cerré los puños con fuerza. Odiaba a ese tío. Ayer nos tocó los huevos y sobre todo, pasó de Rylee olímpicamente cuando mas lo necesitábamos. Ahora iba de hermanito protector.
Salieron unos chavales del coche, para apoyar al hermano capullo y oí la voz de Jason, intentando tranquilizar, pero mis ojos seguían fijos es ese chuloputas. Respiré por dentro un momento para intentar tranquilizarme. No era plan de enfrentarme a todos yo solo, y aunque lo hiciera, Ronald era de familia rica y de seguro me llevaría al correccional de nuevos si la liaba parda. Y por Ryle, la liaría pardísima, pero no quería meter en medio a Miller y Cross.
- Ve con él, Rylee.- La susurré cogiéndola de la mano para que tuviera mas seguridad y la di un beso en la mejilla.- Luego nos vemos ¿Vale? Si necesitas algo llámame.- Dije mirando a su hermano de reojo, pero sin apartarme del lado de ella.