Partida Rol por web

El joven miró con desgana a Mandy y a su amiguita. Estará muy buena pero es una zorra. Pensó para sí, fijándose luego en la chica que recibió las ofensas. Sus cabellos brillaban y desprendía un agradable olor a colonia. Miró como se sentaba a su lado y la sonrió, pero no se atrevió a decirla nada. Temía la reacción que esta podría tener después del repaso de Mandy.

Prestó atención a los nombres que dió el profesor, pero al ser nuevo, no le sonaban de nada. Cuando Rylee se presentó este la tendió la mano. Yo soy David, sin ninguna e. Respondió susurrando con una sonrisa después de la broma de la E. Soy nuevo aquí... susurró a Rylee a continuación y luego miró a Leonard, a quien Rylee parecía mirar de reojo y le saludó con la mano.

- Oh nuevo! yo tambien, ji ji ji!

Y sonrei como una tonta.

- De Canadá!

Pero era mejor hacer silencio asi que me quede muda haciendo un esfuerzo.

- Son malas pulgas aqui no? Susurre a mi compañero de al lado.

Estaba claro que me costaba estar en silencio. Leonard no volteaba asi que no podia mandarle besitos asi que comence a hacerle un dibujo en mi cuaderno mientras aun no empezaba la clase.

Las voces del fondo atrajeron la atención del profesor, quien miró de mala gana hacia los pupitres finales. Concretamente a Rylee, pues el resto de la clase estaba en silencio aún.

Muy bien joven! ¿Tiene algo que quiera compartir con el resto de la clase? Preguntó con seriedad a la rubia que acababa de hablar bastante alto e interrumpir el inicio de la clase. Sí, sí... usted señorita. Si realmente quiere comentarnos algo, venga aquí y hágalo. Indicó a Rylee, invitándola a subir a la tarima para hablar. Todos los alumnos se giraron a mirar a la nueva que parecía salir de un lío y meterse en otro.

De lo contrario, guarde silencio en clase. Sugirió cuando vió que la joven no se movía. Luego se giró hacia Jason. Y tú, ¿tanta prisa por sentarte y ahora vas a permanecer toda la clase aquí plantado? ¿O es que quieres subir a la tarima y decirle algo a tus nuevos compañeros? Frunció el ceño mirando a su sobrino. Si no hubiese estado en clase, Jason se hubiese llevado una buena colleja por parte de su tío, pero debía contenerse. Sin retirar la mirada amenazante sobre Jason, le siguió con ella en silencio hasta que este se sentó por fin.

Todos se fueron sentando mientras yo tenía que esperar pacientemente a que el suplicio terminase, y miré al suelo, mis ojos reflejaban ira y no quería que nadie se diese cuenta. Hasta que por fin llegó mi turno, miré de reojo a mi tío-Si señor- respondí secamente y me dirigí al pupitre más alejado y libre que había. De camino miré a Amber y la sonreí de manera tenue, me caía bien aunque apenas la conocía. Me senté al lado de la chica de pelo corto. -Hola-dije por lo bajo mientras la miraba, me dejé caer en el pupitre y no abrí la boca.

Vaya, vaya, vaya... dijo Mandy cuando vió pasar a Jason por su lado y dirigirse al asiento junto a su amiga Trish. Hoy debe de ser el día de los lumbreras y los iluminados. Miró con descaro a Jason.

La rubita lo pilló a la primera... espero que seas un poco más inteligente que una rubia y sepas que ese sitio, no es tuyo... ni ahora ni nunca.. Sonrió a Jason de manera claramente falsa y cínica. Su mirada invitaba a que se marchase de allí. Su amiga, sentada al lado del joven, le miraba mal tambien. Estaba claro que tampoco era de su agrado ni bienvenido.

Parecía que iba a decir algo, pero guardó silencio esperando a ver la reacción de Jason frente al comentario de Mandy.

- No nada... perdón!

Nerviosa negué con la cabeza despues de que me llamaran la atencion y mi boca se selló quedandome helada mirando hacia adelante. 

Tragame tierra, tragaaaaameeeeeeee.

Sabia que debia haberme puesto roja como un tomate.

El comentario de la morena dejó claro que ni a ella ni a su amiguita no les había gustado sentarme allí.

Las miré con absoluta indiferencia, me daba igual lo que me dijera, pensé en quedarme callado, pero no pude.

-Ah, ¿pero tiene dueño? Pues cuando venga que me lo diga-me limité a decir, mostrando un gesto despectivo para luego mirar al frente clavando la mirada en la pared.

-Ya tengo el día bastante cojonudo como para aguantar gilipolleces de ésta prepotente- pensé cabreado.

 Mantengo una expresión neutral mientras pienso en cómo reaccionar, viendo cómo de tenso se encuentra el ambiente de clase. Es decir, tras las noticias de lo de anoche no me esperaba un día de buen rollo, precisamente, pero tampoco esperaba esta severidad. Ahora tengo claro lo equivocada que estaba, y además empiezo a dudar mucho de que elegir este asiento haya sido buena idea en absoluto. Quería estar detrás para pasar desapercibida, y ahora el profesor pregunta mirándome a mí directamente. Si pregunta por quien creo que pregunta, ¿Es que es el profesor Miller es el único que no sabe lo que le ha pasado?

 Tensión máxima. Viendo cómo están los ánimos, puedo estar ganándome mi primer reproche de todo el curso. ¿Quien me mandaría sentarme aquí, en vez de en primera fila para atender? Ya no hay vuelta atrás. ¿Cara de póquer, o cara de arrepentimiento? Cara de arrepentimiento. 

 ¿Y ahora cómo lo digo? No pega nada ser directa. - Eh... Creo que sale en los periódicos. Si no estoy bien aquí o algo puedo cambiarme de sitio... - Me pronuncio, decidiendo por otro lado no decir nada de Bella y el otro chico. Espero que no les haya pasado nada. 

El inicio de las clases estaba siendo un caos y un despropósito. Era normal, dadas las circunstancias, con todo lo sucedido el día anterior, y aún con gente nueva incorporándose.

¿Cuántos alumnos nuevos teníamos ese año? ¿Es que había un "efecto llamada" a Hill Valley por algún motivo?

La asignación de los pupitres iba a ser un cachondeo, estaba claro, y a Mandy le faltó tiempo para marcar territorio, obviamente secundada por una aún silenciosa Trish. Tampoco tardaría en soltar alguna perlita, y es que siempre era así cuando se juntaba con su amiga. Era una pena, porque yo la había conocido sin la influencia de aquella víbora presente y podía ser una chica encantadora.

Puse los ojos en blanco viendo el modo en que ahuyentó a la chica rubia, recién llegada y ya en el punto de mira. Resoplé, volviendo a mirar hacia delante, preocupado ya por otras cosas. Bella. El profesor había hecho mención a que no estaba, y eso me recordó con un estremecimiento el modo en que se había marchado de la cabaña la noche anterior. Bien podría hacerse pillado un pedo y estar de resaca pasando de ir a clase, pero... Envié un mensaje rápidamente y levanté la mano llamando la atención del profesor.

Bellatrix Tramell es mi prima. Hablé con ella ayer... -Dije, sin mencionar que fue en persona- ...pero no me dijo nada de que fuera a ausentarse hoy. Puedo tratar de averiguar por qué no ha venido, si quiere.

En realidad, ya lo había hecho, pero su permiso me daría más libertad para atender el móvil si respondía. Y no eran las explicaciones al tutor lo que me preocupaba, sino la seguridad de mi prima. Estaba loca, y probablemente no le caía bien a nadie, pero era mi prima. Si no me preocupaba yo por ella, ¿quién iba a hacerlo?

El profesor clavó la mirada en Amber nuevamente al escucharla hablar. No señorita. Estoy preguntando por su compañero, no por su asiento ni la estoy diciendo donde debe o no sentarse. Y por quien pregunto, señorita, no sale en los periódicos, ni hemos recibido notificación alguna sobre él. Quizás debiera empezar a preocuparse por su memoria y tratar de recordar quien se sentó ayer a su lado. con todo el lío de los nuevos, los desaparecidos, los heridos y fallecidos, organizar la clase empezaba a ser un caos y Miller empezaba a perder la paciencia. Además, aquella joven... anotó algo en su libreta.

Luego miró a Jaydren cuando esté habló sobre Bella. Han sido bastantes los heridos y desaparecidos durante la clausura de la fiesta del bosque por la policía y no disponen de todos los nombres. Será mejor que su prima le conteste o me tocará dar parte a las autoridades pertinentes para que la añadan a la lista de desaparecidos. Volvió a tomar notas de algo, antes de seguir hablando.

Al escuchar las disculpas del fondo, hizo un gesto con la mano mientras seguía escribiendo para que quien hablase en ese momento guardase silencio. En ese instante, sonó un golpe fuerte en los asientos de atrás.

Al giraros, visteis a Trish levantada y alejada de su sitio. Su silla estaba tirada en el suelo, la cual era la causa del ruido que se había escuchado. Miraba con rabia a Jason, apretando los puños con fuerza. Mandy seguía en su sitio sentada, se acababa de girar como el resto y miró a su amiga con cara de sorpresa. 

A Trish le temblaban las manos y estaba roja como un tomate. Tú! exclamó señalando a Jason. Que estemos aquí detrás no quiere decir que sea la zona de los mancos!! Sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas. Mandy se levantó corriendo y abrazó a su amiga.

que se vaya Mandy...  que se vaya... gimió Trish en el hombro de Mandy mientras esta trataba de consolarla.

El profesor Miller se puso en pie y se fue directo a las filas de atrás sin mediar palabra, tan sólo miraba enfurecido a Jason sin ser capaz de comprender que acababa de pasar allí atrás. Se detuvo ante las chicas y miró a Trish a los ojos. Las lágrimas mojaban sus mejillas y sus manos se clavaban en el cuerpo de Mandy. Con mirada inquisitiva, Miller clavó sus ojos sobre Jason...

Una cara de perplejidad se dibujó en mi rostro cuando la chica sentada a mi lado pegó un salto y se alejó de mí como si tuviese la peste.

-¿Y a ésta loca que le pasa?-estuve a punto de echarme a reír, empezaba a pensar que era una puta broma de cámara oculta.

El tío Miller se acercó, me miraba con furia, cuando yo no había hecho nada esta vez, le devolví la mirada inexpresiva-Te juro que yo no la he tocado, si es una desequilibrada no es mi problema-respondí seco.

Estaba totalmente asqueado de la situación, pero me negué a decir nada más, me daban ganas de coger el pupitre y estrellarlo contra la pared, pero en vez de eso, callé y volví a mirar a la pared, indiferente.

Entre una cosas y otras la clase no empezaba.

No es que estuviera ansioso, es que tenía curiosidad por saber que había pasado en la fiesta. Rylee y yo sabíamos  que lo que vimos estaba lejos de ser normal, pero si otros lo vieron, puede que no estuviéramos tan locos.

Tampoco iba a decir nada como "Oh, tío, he visto como un perro gigante se zampaba a vuestro compañero!" o "Zombies! Zombies Everywere!" Bastante teníamos ya con las dos soplapollas del rincón. Seguro que conocían al estúpido del hermano de Rylee, por lo que esperaba que no se enteraran de mucho.

De hecho, ni dejaron a Rylee sentarse con ellas, cosa que agradecí, ya que se sentó al otro lado del pasillo muy cerca de mí. Así podría ver si se metía en algún jaleo. No me malinterpretéis, no estaba celoso por que hablara con el compañero de mesa. Pero Rylee, en el poco tiempo que la conocía, era de las que se metían en problemas constantemente. Y no me apetecía que la hicieran daño.

Por otro lado, la rubia de la pareja zorra-víbora se sobresaltó cuando un chico quiso sentarse a su lado también. Joder! que le ha dado a esta? ​Además estaba en modo Sensible-ON y se puso a gimotear. Seguramente algún compañero de los desaparecidos estaría en su lista de chico-que-me-mola-y-no-puedo-vivir-sin-el. Toda una sentimental.

- Emmm... Colega!- Dije alzando la voz intentando suavizar la escena. ¿Que? Tampoco soy un insensible!-  Siéntate aquí, que está libre.- Dije señalando el sitio frente a mi ( 8 )

-¿Por qué está todo el mundo tan tenso hoy? No será por mi! Tampoco soy tan feo!- Susurré bromeando a Amber - Leonard. - me presenté a la chica que hacía de mi compañera de mesa.

Atento a que el profesor no nos observara, Jayden cogió mi mano y la besó, haciendo que me sonrojara de inmediato. Aún no era capaz de creerme todo aquello, y me quedé mirándole con cara de tonta, hasta que me preguntó si nos cambiábamos de sitio. Realmente no es que fuera mi sitio preferido, pues prefería un lugar desde el que poder atender mejor al profesor, y en esa posición sería una clara diana llamada Diana.

Pero la verdad es que pensar en que el día anterior Tala había estado sentada en el asiento en el que se encontraba Jayden y que ahora estuviera en el hospital me daba malas vibraciones. No es que yo creyera en ese tipo de cosas como las energías, la magia y otras cosas no demostradas científicamente… Pero me daba algo de yuyu. Además, tenía que reconocer que en esos momentos no hubiera sido capaz de negarle nada a Jayden.

Me encogí de hombros y me levanté, acompañándole a los asientos centrales, donde invitó también a Amber a sentarse. Sin embargo, el movimiento de los alumnos pronto comenzó a ser fluido y se le adelantaron. Unos y otros tomaban asiento o lo intentaban, mientras Mandy y Trish hacían de las suyas.

Al preguntar por algunos de los alumnos, Jayden informó sobre lo relativo a su prima. ¿Aún no había dado señales de ningún tipo?

- Seguro que está bien, a lo mejor se ha quedado dormida, ¿No? – susurré a Jayden, tratando de buscar una explicación plausible. – O simplemente ha pasado de venir… No conozco mucho a tu prima… Pero parece del tipo de persona capaz de haberse dado la vuelta al ver el coche de policía. – añadí después de que el profesor remarcara la necesidad de dar con ella.

No fui consciente de qué estaba sucediendo atrás, pues comenzaba a ponerme nerviosa al demorarse tanto el inicio de la clase. Estábamos perdiendo demasiado el tiempo. Aun así, me vi obligada a girarme al escuchar la silla caer, viendo a Mandy increpar a Jason y mostrándose demasiado afectaba, ante lo que el profesor Miller reaccionaba con furia.

- ¿Sesión de teatro? – dije con sarcasmo, pues no me creía nada que viniera de aquellas dos. - ¿Cuándo va a empezar la clase? – me quejé antes de volver a sentarme mirando al frente, comenzando a sacar las cosas de la mochila.

 Bueno, ya me he ganado la fama de despistada, sí que me ha calado rápido. Al final no me he librado del reproche... Al que contesto simplemente asintiendo, de nada me va a servir llevarle la contraria. Tampoco es que haya sido para tanto, mejor me callo y dejo que pase la hora mientras echa la bronca a otros. No parece que vayamos a dar mucha clase hoy. 

 Pero el profesor no es el único que monta el numerito. Una de las pijas de la otra esquina de la clase empieza a llorar. ¿Le pasa algo, echa de menos a alguien de la noche anterior? No, todo indica a que llora por Jason. ¿Acaso ha dicho algo? No le encuentro sentido alguno, pero si fuera él querría que me tragara la tierra.

 La cosa no pinta bien, pero el chico que se ha sentado a mi lado sale al rescate, y Di se une con una especie de broma, que me inspira curiosidad por el historial de estupidez que tendrán esas chicas. 

 - Sí, Jason, no pasa nada, siéntate aquí. - Aunque quería pasar desapercibida, al final me decido por apoyar también al chico a mi lado. Tengo la sensación de que tratar de ayudar a Jason, aunque sea con algo tan tonto, no nos va a ayudar a ganar puntos con este profesor, precisamente, pero me da igual. Si Miller va a tener esa actitud de mierda con todo el mundo sin importar lo que hagamos, voy a intentar darle la menor importancia posible.

 Al menos mi compañero de mesa, que se presenta como Leonard, tiene sentido del humor hasta en los peores momentos. Es la mejor primera impresión que cualquiera puede darme. Alzo los hombros en gesto de desconcierto ante su pregunta, a la vez que sonrío discretamente. - Estarán abrumados por la belleza de los nuevos. - Contesto confiada, pasándome los dedos por el pelo hacia atrás. - Yo soy Amber. - Me presento.

 - Ahora en serio, a ver si se relaja la cosa. - 

A mi rescate salieron un chico que no conocía y la propia Amber a la que asentí agradecido, pero antes miré a mi tío-mira, no quiero más problemas de los que ya tengo, deja que me cambie de asiento, ése de ahí parece estar libre y creo que no molestaré a nadie-dije mirando de reojo a la pareja de brujas que me observaban-zorras-pensé asqueado y esperé tenso a su respuesta-joder sólo quiero irme de aquí, ¿cuánto va a durar ésta tortura?-

En algun momento entre el jaleo que se habia armado y la vuelta a la paz le pregunte a David, mi compañero de al lado si sabia algo acerca del accidente del Capitan Fred.

- Lo he leido en un panfleto de aquella chica. Dije señalando con la mirada.

No tenia porque saber, el era nuevo como yo, pero el tal Fred debía ser alguien importante para salir en un panfleto. 

Tragué saliva con preocupación ante la respuesta del profesor Miller. Bella en la lista de desaparecidos... La simple idea hacía que mi corazón se acelerase por momentos, sin poder quitar la vista de la superficie del móvil sobre la mesa, esperando que el led de notificación se encendiese de un momento a otro. Sólo levanté la mirada cuando Diana trató de tranquilizarme, a lo que respondí con una sonrisa algo forzada. Pero llevaba razón, era una llamada a la calma, después de todo, era Bella ¿no? Ni que fuera algo raro en ella pasar de las clases.

Pero, precisamente ese día... con todo lo que había pasado...

No tuve tiempo de maldecirme por haberla dejado marchar la noche anterior, cuando todo explotó en el otro lado de la clase. ¿Qué le pasaba a Trish? Nunca la había visto así. Diana hizo un sarcástico comentario acerca de lo teatrero de la situación, pero no me lo parecía. Conocía a Trish, podía llegar a ser muy bruja cuando quería, sobre todo junto a Mandy, pero aquello... Mis ojos se desviaron al lugar donde se había sentado Jason. ¿Qué importancia tenía...? Mi boca se abrió ligeramente, como si acabase de caer en algo, como si hubiera encontrado una pieza que parecía encajar en todo aquello.

Fred... -Dije en voz baja- T-todo esto es ¿por Fred? -Busqué con la mirada a Gus y Jordan. Incluso me encogí de hombros abriendo mucho los ojos, indicándoles por gestos si ellos sabían algo al respecto. ¿Le había pasado algo a Fred?

Miré al profesor y luego hacia atrás por la que se estaba liando. Parece que con las desapariciones había problemas internos en clase, o quizás aquí la gente tenía los nervios muy a flor de piel. Yo lo único que sabía a ciencia cierta eran dos cosas: que no había tomado suficientes aspirinas para la resaca esta mañana y que me fumaría un cigarro de una calada.

No quise meterme en las rencillas de la clase, por eso preferí elegir un sitio sola. A veces era mejor solo que mal acompañado y las compañías desconocidas siempre eran malas. Porque cuando te introducían en un grupo como la novedad, ese tipo de gente que en grupo se crecía y se sentían más aceptados por la multitud, lo que te dejaba como nuevo de la clase en la mierda de la que debían burlarse para que eso pasase. Ellos eran amigos de antes y los nuevos, pues nada que ver. Seguro que existía un puñetero experimento con ratas de alguna universidad prestigiosa. Nada unía más que crear guerra en común contra alguien. Dijeran lo que dijeran, el odio hacía más amigos que el amor. Solo debía pensar en el ejemplo que era mi amiga Holly. Odiaba a todo lo que no pudiera pasarse por las piernas, suerte que yo la conocí antes de eso.

Saqué mi agenda y me puse a mordisquear uno de mis nuevos bolígrafos, matando así el mono por un buen cigarro. Eché otro ojo a la clase, sin saber cómo debía sentirme del todo. Mi cabeza solo giraba en lo épica que había sido la noche anterior y en si podría repetir brevemente la misma.