Partida Rol por web

- Claro!- respondí al ofrecimiento de Rylee de la hamburguesa.

Realmente después de la movida se me había quitado el apetito, pero, hacer como si nada sería lo mejor. Tirar para adelante...

-Yo pediré lo mismo y un refresco de coca cola con fresa.-

Me quedé algo pensativo mientras tanto, hasta que volví la vista hasta los chicos.

- ¿Porque la llaman bruja? No, en serio! Tengo curiosidad. ¿Tanto se meten con ella? Crei que pasaría como hacemos muchos con esas cosas... Por cierto, ¿alguien tiene el teléfono de Diana o de Jay? Me gustaría mandarles un mensaje de disculpa tambien a ellos...

- Hola chicos. Bienvenidos al Simone's. - Os dijo el camarero con una sonrisa. En la placa de su camiseta se podía leer su nombre: Brad. - Lamento el restraso, hoy estamos teniendo un día un poco... complicado. - la sonrisa no se borraba de su rostro. - ¿Ya habéis decidido que tomar?

El joven, de unos 23 años como mucho, os tomó nota del pedido en la PDA que llevaba en la mano y lo repitió por si se había equivocado en algo. - Perfecto entonces. - Miró hacia la cocina donde Martha continuaba con su guerra particular con los fogones y la comida. - Procuraremos que no se demore mucho.

Vísteis como salía disparado hacia la cocina y hablaba unos segundos con la dueña del local, señalando vuestra mesa con un gesto casi inapreciable, salvo porque se tuvo que apartar un poco para que Martha pudiese veros. La mujer asintió con la cabeza y perdísteis de vista a Brad en la barra, puesto que los agentes de policía que aún continuaban allí os impedían ver más. Al momento asomó Brad de nuevo, con una bandeja en su mano y en ella cuatro refrescos y un plato de patatas fritas para picotear.

- Tomad chicos, invita la casa. Así se os hará más corta la espera. - dijo mientras servía a cada uno el refresco que había pedido con la comida con una sonrisa y una velocidad sirviendo envidiables. Luego se acercó a la mesa donde estuvieron el bibliotecario y "la bruja", donde recogió las patatas y el vaso de Mel y dejó la mesa limpia, lista para otro cliente y continuando con el afaenado día que tenía por delante.

Brad pregunta a Martha si la dará tiempo a sacar las comandas de los chicos a tiempo, que dos de ellos fueron quienes montaron el show. Martha le dice que no, pero que les invite a una ronda de bebida y les ponga un aperitivo por las molestias de la espera.

Agradecida por las patatas iniciales no perdi detalle de lo que pasaba mas allá y luego de ver como se retiraba el hombre hacia el barra. Por alguna extraña razon me llamo mucho la atención y solo esperaba que llegara nuestra orden rapido. 

Claro tenia hambre.

- Coca cola con fresa????? Pregunte extrañada. 

Eso era algo que nunca habia probado. Hasta el dia de hoy. 

Miré a Leo por un momento ante sus preguntas-Los que somos denominados "raritos"-dije haciendo el gesto de dobles comillas con las dos manos-suelen ser el objetivo del cachondeo y/o abusos de los más populares. Hay gente que los intenta ignorar y otros se hacen más introvertidos y les afecta mucho que les traten así-dije recordando la triste y llorosa cara de Mel.

-Y no, no tengo sus teléfonos, así que imagino que tendremos que esperar a la vigilia de esta noche para volver a verlos- comenté mientras el camarero se acercaba con un entrante gratuito.

Fruncí el ceño por un momento por la repentina invitación mirando hacia la cocina, pero no conseguí ver nada más que la barra volviendo a centrarme en Leo-Si tío será mejor que tú disculpa sea de las buenas y muy convincente, porque menuda cagada te marcaste- le dije con un tono reprobatorio a la vez que cogí una de las patatas fritas y empecé a comerla con parsimonia mientras esperaba mi hamburguesa.

- ¿Tu también eres de los raritos? -Pregunté sin tapujos y poniendo como cara de asco.

Luego mi cara esbozó una sonrisa para indicarle que estaba bromeando.

- Son etiquetas, tio. Nada mas.- suspiré mirando hacia a tras a ver si venía el pedido.- Una etiqueta no debería hacer daño a nadie. La gente es muy cruel. Dímelo a mi! De donde vengo la etiqueta te la ponen por la noche con un rotulador en la frente y te tiran el cubo de agua encima de los huevos. Porque los calzoncillos te los han quietado antes.

Volví a mirar a Jason algo mas serio.

- No teneis ni puta idea de lo que es por lo que he pasado, así que... no me juzgueis tan pronto. No eres raro, Jason. Todos somos frikis de algo. Y yo voy a hacer que eso cambie aquí así tenga que partirle la cara a medio pueblo. Por eso quería saber sobre ... Mel. - Lo decía completamente en serio. -Me jode que se metan con los demás, eso es todo. Y como veo que tendré que pasar mucho tiempo en este pueblo, al menos me gustaría que nadie pasara  por lo que yo.

Volví a sonreir. Las cosas tristes no me iban y prefería dejarlas de lado.

Miré a Rylee y la sonreí - .. Aunque también es cierto que necesitaré clases de modales. No ha sido mi mejor presentación. - Cogí con una mano las patatas y con la otra enlacé mis dedos con los de Rylee.- Ya lo verás. Coca-cola con fresa...te  gustará.- susurré

Yo tambien me sentia culpable por como habia tratado a Leo y sin embargo aunque habia escuchado todo lo que habia dicho de momento mi atencion estaba en una sola cosa.

COMIDA!!!!!

Y asi comence a comer...

- Los raritos molan. - Dijo David con una sonrisa en el rostro mientras os miraba uno a uno. - Yo era el coleguita guay de los ratiros en mi antiguo instituto, antes de venir aquí. - Sacó su móvil mientras hablaba y buscó algo en él.

- Mirad, eran estos. - Os mostró una foto de un grupo de auténticos empollones.

- No me gustaba salir ni beber, así que... entrenaba en el equipo de soccer del instituto entre semana o bien me iba a que me ayudasen con los estudios si no entrenaba. Los fines de semana por las tardes, solía juntarme con ellos en casa de Nick, el más alto y delgado. Era hijo único y le habían dejado el sótano para él.

» No solo era su dormitorio, sino que tenía varios ordenadores, un pequeño laboratorio y una tele con la PS4 y la Wii, donde pasábamos grandes ratos jugando juntos. - Dijo con una sonrisa en su rostro, la cual se borró con una mueca de nostalgia. Miró como un grupo de enfermeros salió del Simone's y como Brad recogió su mesa vacía con celeridad, para regresar a la barra nuevamente. Allí vió como los platos con las hamburguesas comenzaban a asomar desde la cocina hacia la zona del comedor. - Creo que no tardarán en traernos las hamburguesas.

Asentí a las palabras de Leo con una sonrisa, el chaval lo había pasado mal y lo sentía sinceramente-Bah, no te preocupes luego tendrás opción de disculparte y todos amigos-dije con tono despreocupado mientras ví como Rylee se lanzaba a por la comida como el mismo Tiburón de Spielberg.

Al final David resultó ser una sorpresa al contar su historia con los "perdedores" de su antiguo instituto y sonreí al ver la foto que nos enseñó, desde luego era una estampa curiosa como mínimo, cinco empollones de libro con sus gafas de pasta y peinados extravagantes, parecían sacados de una peli de los ochenta-Desde luego parecen buena gente-dije sincero-debes echarlos de menos-comenté mirando como devolvía su móvil al bolsillo y siguiendo su mirada hacia la barra, las comandas venían.

-Y por cierto David, yo tengo la Play 4 con una tonelada de juegos, además de un PC recién montado con lo último en hard, así que si algún día te apetece, te vienes y echamos unas partidas, que no se diga de la hospitalidad de hill valley-le dije con una sonrisa mientras ví como llegaban las hamburguesas a nuestra mesa.

-Dios, David!!- Dije riendo y algo asombrado por la foto.- Pero si parecéis los Goonies!!Jajajjaa. Me encantaba esa película, jejeje! Bah, todos somos frikis de algo! A mi me gusta la guitarra! Y por lo que veo a Jasonn los videojuegos.

Miré para ver si venía la comida y efectivamente estaba de camino. Yumm, que hambre!! Aunque luego mi sonrisa se ensombreció un poco.

-Yo nunca he tenido amigos. Amigos de verdad, me refiero. Todos me metían en líos. Seguramente la culpa es mía por no saber elegirlos bien.- Me encogí de hombros.- La mayor parte de las veces acababa en comisaría por robar coches, cajas fuertes de las licorerías o asaltar gasolineras con la moto. "Vamos tío, sera divertido"," venga no seas gallina" Ya sabéis, ese tipo de cosas. Creo que aprendí demasiado tarde.

Cogí un par de patatas y les metí a la vez en la boca.

-Estoy en prueba. Con... la condicional, si lo preferís. He vivido toda la vida de casa de acogida en casa de acogida. Y el resto del tiempo en un reformatorio. La próxima vez que la cague... con mi edad, yo no iré al reformatorio. - Los miré  con media patata en la boca aún.- La próxima vez tendré vistas a un patio interior.

Sonrei cuando termine de tragar como si fuera lo mas normal de la vida.

-Por eso, entenderéis que prefiriera hablar primero con Mel. Odio a los abusones, pero si tengo que hablar con la pija y la Chearleader y armar follón... bueno... intentaré  no liarla demasiado.

De momento me limite a escuchar la conversacion, despues de todo era una chica y no esperaba poder aportar mucho al tema pero estaba emocionada por mi parte de ser la novia del chico rudo y mas lindo que habia conocido.

Y era feliz porque estaba comiendo, que mas podia pedir?

El joven camarero no tardó en aparecer al vuestro lado. En la bandeja llevaba los dos primeros menús Titan. - No creo que seas capaz de comerte todo esto sola. - Dijo con un guiñó  Rylee mientras colocaba la comida frente a ella. Luego pasó el otro menú a Jason.

- No tardo. Son muy grandes para traerlos de golpe... - Y casi al instante, estaba de vuelta con los menús faltantes. - Si queréis ya la bebida avisadme, aunque supongo que preferiréis acabaros primero la otra. - Os dijo con simpatía y dedicándoos una sonrisa a todos.

Alzó la cabeza y asintió a otra mesa. - Debo irme, avisarme con lo que sea. - Dijo antes de atender a los clientes que le habían reclamado.

Seguía escuchando con tranquilidad a Leo, no le hacía falta el rapapolvo de un desconocido-No te preocupes tío, aquí las cosas pueden cambiar, no somo mala gente y no te vamos a pedir que robes un banco-dije con tono jocoso para aliviar el ambiente-además todos cometemos errores..de repente mi mirada se ensombreció ligeramente volviendo a mí de nuevo, toda la movida de esa mañana ¿cuándo coño dejarían de atormentarme esos pensamientos? joder si al fin y al cabo yo hice lo correcto, pero en el fondo pensaba que si hubiese obrado de otra manera esos chavales seguramente seguirían con vida, en vez de estar muertos, miré a David y Rylee de manera alternativa sonriéndoles de nuevo.

Madre mía, me empiezan a rugir las tripas, a ver si traen de una vez la comida, no suelen tardar tanto..y es justo entonces cuando aparece Brad con mi gigantesca hamburguesa, dejándomela en la mesa frente a mí-muchas gracias-le respondí mientra se iba ipsofacto a por lo demás, le dí un buen bocado y empecé a masticar saboreando la mezcla de la lechuga, el tomate y la carne al punto-vaya ésta vez se han superado-dije enarcando las cejas para luego darle un sorbo al refresco-y bueno,  decidme ¿tenéis algún plan para luego?-a penas les conocía y con toda la movida de la mañana ni había pensado en qué hacer luego.

Entre unas cosas y otras, el tiempo se os pasó casi volando. Por fortuna la tensión inicial sobre todo lo ocurrido tanto con Mel, como el ataque de celos y bofetón dado por Rylee, quedó apartada y olvidada por la serie de bromas y anécdotas que compartísteis en la mesa.

El local se fue vaciando poco a poco, pudísteis ver como los agentes se llevaban varios paquetes de comida, seguramente para sus compañeros y como los profesionales de la medicina se marchaban en pequeños grupos. Algunos de ellos iban claramente a casa, pero otros regresaban al hospital.

Pronto llegaron las cinco de la tarde, vuestros platos estaban vacíos y el hielo de vuestras bebidas estaba completamente deshecho, quedando en el interior de los vasos agua fría con el tono de la bebida que había ocupado el recipiente con anterioridad. La cuenta había quedado pagada y era hora de moverse o volver a pedir alguna bebida más.

- Yo no se vosotros, pero casi que preferiría darme una vuelta para bajar la comida. - Os dijo David mientras se estiraba con disimulo. - Si queréis que vayamos a algún lado, por mí vale... Me apunto a lo que sea. - Añadió con una sonrisa.

-Vaya! Parece que se nos ha hecho tarde.- Comenté justo cuando me terminaba un trozo de la hamburguesa de Rylee- Estaba superrico!

Saque algo de dinero de mi cartera para pagar la cuenta.

Miré a Rylee como estaba supergraciosa mientras terminaba de apurar ella su vaso de refresco. Esas pecas la hacian estar preciosa y verla sonriente me pareció de lo mejor que podía pasar.

-Podíamos ir a la playa un rato.- dije mirándola- Era lo que querías, ¿no?- La susurré - ¿ Que pensáis, chicos?

La comida pasó sin más contratiempos y realmente terminó siendo amena, pero cuando la misma llegaba a su fín surgió de nuevo el tema de qué hacer ahora de boca de David, hablando primero Leo. La idea de la playa no era mala al fín y al cabo, aún quedaban unas horas para la noche y no tenía nada mejor que hacer.

-La idea de Leo no es mala-dije mirando a David-desde luego no es una playa de Miami, pero está más que bien y así vas conociendo algo más de la ciudad-dije con cierto ánimo-así que si no tienes problema, vamos para allá además Rylee tenía ganas de ir-comenté mostrándole una sonrisa a la rubia.

-¿Vamos entonces?-pregunté mientras sacaba la cartera y llamaba la atención del camarero.

Tus pasos y tu cabreo te llevaron a una cafetería y restaurante inspirado en los años 50, donde un joven camarero te atendió enseguida al percatarse de tu presencia.

- Buenos días. - Te dijo nada más verte entrar. El local no estaba muy concurrido, tan solo una pareja parecía estar disfrutando de sus bebidas en un rincón en las mesas. - Bienvenida al Simone's. Soy Brad, el camarero y único trabajador hoy por lo que se ve... del local. - Su sonrisa era amplia y su comentario lo dijo entre dientes, aunque realmente parecía estar molesto por estar allí solo aquella mañana. - ¿Qué desea? La cocina está cerrada ahora mismo, pero todos nuestros desayunos están disponibles.

Sus gestos te invitaban a pasar y a tomar asiento sin prisa alguna donde quisieras. Una vez sentada te dejó una pequeña carta de desayunos. - Estaré justamente detrás de aquella barra. Solo tendrá que llamarme cuando se decida. - Te indicó sin borrar aquella sonrisa de su rostro y se dirigió justamente al lugar donde te había dicho.

Tus pasos te llevaron al corazón de Hill Valley. Las calles estaban tranquilas para ser un viernes. Pasaste por delante del Ayuntamiento, al cual no le prestaste la más mínima atención, al igual que no le hiciste ni caso a la vieja biblioteca o al instituto al pasar por sus puertas. Cruzaste un pequeño parque y sin saber por donde ni como, acabaste en la puerta de un local con un agradable ambiente.

No ibas a entrar, hasta que en la puerta viste un cartel en el que rezaba: se necesita personal.

Quizás no fuesen horas para preguntar, puesto que el sol ya se había puesto... pero no había ningún teléfono al cual llamar ni horario alguno. Miraste por el cristal y viste a una mujer de unos cuarenta años en la barra, hablando con un hombre que estaba sentado al otro lado de la barra y con una bebida delante.

Más allá, alguna mesa ocupada, aunque te parecía poca clientela para ser un viernes por la noche. Claro, que no sabías que nada de la vigilia en el hospital y que medio pueblo se había reunido allí, dejando el resto casi desértico.