Partida Rol por web

Cuando Henutsen prueba la llave de Gali, ésta encastra perfectamente y el druida logra abrir la puerta secreta que suponen, dará al puente.

Efectivamente...

La puerta secreta se abre a un puente de unos cuarenta pies de largo, que atraviesa el acantilado.
La estructura entera parece haber sido tallada en una sola pieza de piedra roja, pero el paso de muchos siglos impuesto su precio deteriorandola en varias partes.

Largas gruietas atraviesan las paredes y el techo, y a unos veinte pies de distancia de donde comienza el puente se puede ver un corte de dos metros que divide en dos el suelo, en una peligrosa caida, a través de la cual se alcanza a ver la piedra de color naranja del valle varios metros abajo.

Espaciadas cada tres metros, en las paredes, hay una serie de enormes cabezas esculpidas: un par de rugientes elementales de fuego, un par de humanos vestidos con armaduras, y un par de hombres con cabeza de toro, cada una flanqueada por enormes antorchas.

El otro extremo del puente, en forma de arco, está tallado en la pared opuesta del acantilado, con grandes y doradas puertas dobles en donde el puente desemboca...

Owen se queda mirando la sala por unos instantes. Como tratando de recordar algo. Pero la pregunta de Henutsen le sacó de su ensoñación.

La verdad, no lo se. Aunque no parece que sea algo que podamos cargar ahora. Supongo que lo mejor será seguir y luego con más tiempo llevarnos algún recuerdo.

Cuando atraviesan la puerta secreta y ven el puente cortado, el mago no puede evitar un escalofrio.

Mierda. ¿Cómo vamos a pasar eso? Yo tengo cuerda, pero alguien debería pasar al otro lado para poder atarla.

Cuando se adentran unos pasos a través del puente, una criatura alada y con cola serpentina en vez de piernas surge aleteando a través de la grieta y se planta en medio del puente, bloqueando el paso.
En sus garras, esgrime una especie de lanza, y el rostro es deforme y provisto de espantosas fauces.
Tiene todo el cuerpo repleto de escamas doradas y un par de alas correosas terminadas en púas!

La criatura, grazna amenazante, y agita sus mandíbulas dispuesta a atacar!

 Dranger no prestó demasiada atención al valor que pudieran tener esos trapos colgados de la pared, estaba más interesado en lo que acaecía más alla de la puerta... y esta no le decepcionó. Como esperaban estaba el puente, pero este estaba en un estado bastante lamentable.

 Entonces apareció esa pequeña criatura de escamas doradas, dispuesta a plantar cara sin previa amenaza.

 - ¡Si es guerrra lo que quierres, guerrra es lo que tendrrás!

- Oh dios. Esto es horroroso.

La criatura que aterrizó delante del grupo dejó clara sus intenciones. Para pasar por ahí tendrían que hacerlo por encima de su cadaver.

Mierda. No necesitabamos esto la verdad. Aunque mejor que nos haya atacado ahora y no cuando estuviesemos cruzando el hueco.

La espantosa criatura alada, aletea hasta Henutsen y mientras sostiene con una garra la lanza, con la otra aferra al druida de sus ropas y le retuerce un brazo obligandolo a hincar una rodilla en el suelo del puente!

Las mandibulas del monstruo se agitan como preparandose para desgarrar la carne de su victima.

Leila se lanza un conjuro mientras aprieta los dientes resaltando los músculos de su mandíbula.

Al mismo tiempo, desenfunda su cimitarra.

- Vamos a morir...  Que horror.

 Alzando su escudo, Dranger pasa por donde está el gato de Henutsen, para por un lado atraer la atención de la criatura en él y en segundo lugar para quedar tras este para darle una buena lección.

 - ¡Bicho asquerroso, aparrta de nuestrro camino si no quierres que me haga unas botas con tu piel!

Apresado como estoy se que no tengo muchas opciones de soltarme. No soy un guerrero. Afortunadamete Drangen si, y flanquea a la criatura, lo que provoca la distraccion suficiente como para que pueda atacar a la bestia con mi cimitarra.

- Arrrgghhhh ¡¡¡¡¡ - no queda muy claro si grito de rabia o de dolor...

Al ver como la criatura alada agarra a Henutsen, Owen decide no arriesgarse para no darle a su compañero. Por lo que una vez más, despues de gesticular y hablar en un extraño idioma, un nuevo proyectil plateado vuela hasta impactar directamente contra la cabeza del ser.

Tenemos que derribarlo rápido, si tiene la suficiente fuerza podría elevarlo y lanzar a Henutsen desde las alturas.

Al joven leon no le gusto nada ver como aquel ser alado atrapaba a Henutsen, asi que salta sobre sus cuartos traseros intentando morder una de las piernas de la criatura sin mucha fortuna....

Cuando Dranger pasa cerca del horrible ser alado, éste le lanza un golpe con su lanza a pesar de que mantiene aferrado con fuerza al druida. Sin embargo, el experimentado enano logra desviar la punta con su firme escudo, y llega a atacarle desde atras.
El hacha de guerra, sin embargo, revota contra la dura y escamosa piel del monstruo, como si hubiera tratado de golpear un árbol con un palo.

Algo más atrás, Leila lanza su conjuro preparándose para cuando pueda acercarse a enfrentar a la criatura de salida de algún lejano plano.

Henutsen, se debate con un brazo retorcido por las zarpas afiladas, y con la mano libre intenta golpear con su cimitarra. El acero logra herir en el vientre al fiero enemigo, o eso parece, pues la hoja sale empapada en sangre...pero extrañamente la herida parece regenerarse tan rapidamente como se produjera, dejando al ser completamente indemne!

Owen, es el único que logra algún grado de éxito contra el alado ser, y su proyectil de fuerza arcana impacta en el brazo que tiene libre, justo cuando lo alzaba para abrirle un surco a Henutsen en pleno rostro!
El ser chilla con furia, y sus ojos amarillos se clavan en Owen con una promesa de muerte!

Imdlara intenta clavar una flecha con cuidado de no darle al druida, pero ésta se hace añicos contra las paredes del puente.