Partida Rol por web

"Así que aqui gobernaba su rey" digo con paso cauto. Casi con respeto.

Respeto a una civilización, y aunque no todos los reyes fueron dignos y sabios, las dinastias de hecho SI que nacen con gente sabia, fuerte y capaz. 
Contemplando este salón destrozado, no puedo sino pensar en el gobernante, viendo como su pueblo se caia a pedazos. Quizá sería una figura decorativa que huiria el primero, pero quiero pensar que fue un hombre entre los hombres, plantando cara a lo que sea que estuviera.

Me acerco -despacio- al trono, fijandome en sus facciones, fijandome en si es de piedra, madera, métal o hueso, y en los detalles. Al fin y al cabo, en estos salones suelen ponerse algunas de las mejores obras.

Jainas encuentra detrás del trono una pequeña palanca que al moverla hacer que se mueva una de las baldosas del suelo, enseñando así un pequeño pozo que se pierde en una curva abajo.

Seguía al grupo tranquilamente, absorto en mis pensamientos, cuando note que el suelo bajo mis pies se movía. Suerte que estabamos en el agua, sino me abría tocado caer. Miré al resto y con una sonrisa comencé a descender en el túnel, atento a todo.

Jainas contempló un buen rato la sala del trono antes de abandonarla, encaminándose tunel abajo, siguiendo a Salomon. La iluminación del asimaar resultaba muy útil.

- Ten cuidado Sal, no sabemos que hay allí abajo.

Abajo tras la curvatura, de nuevo hay una pequeña cuesta hacia arriba y dentro de ésta otra sala, sin embargo está totalmente oscura (aunque no para ti) y no hay agua. Incluso si intentas gritar que vengan ahora no te escucharan debido al agua.

Veo como gracias a Jainas conseguimos descubrir un nuevo pasadizo, le hago un gesto de aprobación con el pulgar y sigo a Salomon, no me gustaba la idea de que la poción se pudiese acabar y nos ahogásemos, había que darse prisa.

Abajo tras la curvatura, de nuevo hay una pequeña cuesta hacia arriba y dentro de ésta otra sala, sin embargo está totalmente oscura (aunque no para ti) y no hay agua. Incluso si intentas gritar que vengan ahora no te escucharan debido al agua.

Miro arriba a la capitana y al enano y les hago un gesto con la mano para decirles que todo esta bien mientras me impulso para ir a la habitacion siguiente, en la que asomo ligeramente la cabeza.

Salomón y Golgorín que ya están fuera del agua en la nueva habitación empiezan a inspeccionarla con su vision en la penumbra y descubren una antorcha en perfecto estado, aunque no encuentran salidas aparentes de ahí. A lo mejor con un poco de luz la cosa mejora.

El elfo se tira siguiendo a Salomon. Rapido, no sabemos lo que dura el efecto de la pocion.

Si salomon no da luz, entonces saco mi yesca y pedernal y enciendo el fuego.

Nada más encender el fuego una imagen horrible os asusta y acecha. Las paredes están llenas de sangre, seca y antigüa pero es obvio que aquí hubo una batalla encarnizada.

Después escuchais como unas losas en la pared empiezan a resquebrajarse y tras salir despedidas en una explosión, un ser horrible, un humano con esteroides pero con la piel desgarrada y hecha trizas y casi sin ropa, envuelto en un aura rosácea sale y carga hacia vosotros sin pensarlo con su tridente por delante..

No se si era por estar aturdido por salir del agua pero no reaccione a tiempo para lo que iba a venir..

Normalmente, siempre hago la luz en un virote, o en el escudo.

Y entonces vemos a este ser. El último ser viviente de Therang.

Conforme carga con nosotros, sólo puedo musitar una palabra, y esa es "Hildegarth!" mientras mi mano, por instinto, va hacia el pomo de la Oathkeeper, dispuesta a demostrar su valía una vez más.