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The Last Blade 2

Capítulo IV: Se avecina tormenta (Akari, Hibiki y Kojiroh)

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23/01/2018, 14:08
- Narrador -

Hibiki y Amano vieron como Kojiroh se alejaba de ellos y se perdía entre las gentes de aquella bulliciosa calle de Kyoto. Volvían a estar los dos solos, como antes de llegar a la reunión del templo Ichijo. Pero ahora, además de un objetivo, tenían una pista. Sabían la dirección que había tomado Setsuna, y podían seguirle.

Hibiki aún temblaba un poco, al adelantar los peligros que tendría que enfrentar. No podía evitar verse como una chiquilla, por mucho que su padre, como buen espadero, la hubiera enseñado a defenderse desde muy pequeña. Ella no era desde luego una chiquilla indefensa... pero también era verdad que nunca había luchado de verdad, y que aquella era la primera vez que salía al mundo real. ¿Estaría a la altura?

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23/01/2018, 14:11
Amano

Un carraspeo leve de Amano cortó sus divagaciones. Se ladeó graciosamente para poner su rostro a la altura del de la chica y sonrió.

- Bien, hermosa dama -dijo-. Nosotros también deberíamos ponernos en camino. Y será mejor darse prisa, Setsuna nos lleva ventaja.

Se colocó un puño en el mentón mientras reflexionaba. Entonces pareció ocurrírsele una idea.

- Ya lo tengo -alzó un dedo, con expresión alegre-. Hay un establo en las afueras, que cría caballos para los soldados del Emperador. Lo lleva un conocido que me debe un favor, seguro que podrá prestarnos dos caballos. Si no tienes inconveniente en cabalgar, claro... ¿Qué te parece? Seguro que podríamos alcanzar al resto si galopamos.

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23/01/2018, 22:05
Hibiki

Sumida en sus cabilaciones, de pronto Hibiki se vió sorprendida con el rostro de Amano eante el suyo, abrió sus ojos asombrada, y se puso muy roja por la proximidad con aquel hombretón, se estrujó sus manos nerviosamente, y desvió la mirada, clavandola en la hierba que crecía a orillas del camino.

-Pen..pensé que ibas a sugerirme robar dos caballos- Dijo Hibiki, la verdad es que de cierto modo las proposiciones de Amano no podían sorprenderla, le gustaba su actitud desenfadada, y que al parecer era capaz de resolver un problema que se le presentase aunque estuviera amordazado de manos y piernas.

-Si, como tu digas Amano, me parece buena idea, cuanto menos tiempo perdamos mucho mejor...Me sentiría mas tranquila si Kojiroh tambien viniera con nosotros, pero, confío en que sabrá defenderse bien. Aunque recuerdo que habia gente que compraba armas a mi padre por adorno, y no tenian ni idea como blandirlas.-Se puso en marcha con Amano a la dirección que le había indicado, donde se encontraba el hombre que amaestraba caballos.

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24/01/2018, 19:35
Amano

Amano asintió con la cabeza y ofreció el brazo a su compañera de viaje. Ante la turbación de la muchacha, rió con ganas y retiró el brazo.

- Sólo es una broma, es una costumbre de los gaijin -dijo-. Vamos, es por aquí.

Y sin perder más tiempo, guió a la chica a través de las calles de Kyoto. Anduvieron un buen rato, hasta que las casas grandes de madera y los suelos empedrados dieron paso a viviendas más sencillas y un camino de tierra. Allí, Amano indicó un giro a la derecha y entonces Hibiki pudo ver una casa grande con establos de madera. Se oía relinchar a varios caballos.

- Hemos llegado -dijo-. Espérame aquí, voy a regate... digo, a convencer a mi amigo de que nos preste un par de sus mejores caballos.

Y sin más, se metió en el cobertizo próximo.

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24/01/2018, 19:40
- Narrador -

Hibiki se había quedado fuera un momento, esperando a Amano. Se volvió para mirar al este, hacia su destino y antes de que pudiera pensar en nada, vio algo en la lejanía. Fue como un fulgor en el cielo, más allá de las montañas. Por un momento le pareció que se lo había imaginado, pero entonces volvió a verlo. Un destello rápido e intenso, de color blanco, que se veía incluso a plena luz del día.

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24/01/2018, 23:56
Hibiki

Mientras Hibiki se quedaba esperando a Amano, y pensando cuan larga era la esperanza de vida de los cangrejos, observó a lo lejos algo que llamó su atención, primero creyo que era sólo un efecto de la luz entre las hojas de los árboles y no le prestó mayor atención.

Pero cuando el destello apareció por segunda vez, Hibiki se quedó boquiabierta, esta vez no podía negar que algo había visto y era algo maravilloso terrible y extraordinario, recortado por detrás de las montañas un relámpago de luz (porque no sabía como describirlo mejor había aparecido).

Se llevó las manos al pecho, mitad temerosa, mitad maravillada por lo que acababa de ver, mientras el guapo señor Amano se habia metido a conseguir los caballos en el establo. No sabía como reaccionar, no podía ponerse a gritar como una loca.

Esperaría a que Amano saliera para decirle. No iba a ser buena idea interrumpir ahora y hacer que las personas "inocentes" supieran o se vieran involucradas sin querer con algun suceso extraño y macabrón.

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25/01/2018, 21:13
Amano

Hibiki estaba todavía asombrada por lo que acababa de ver en la distancia, cuando Amano salió del cobertizo llevando las riendas de dos caballos. No parecían ser gran cosa... pero por lo menos servirían para montar y viajar rápido.

- Ya estoy aquí -dijo-. He tenido que cobrarme un favor, y no ha servido para mucho más que para conseguir que me prestasen estas dos monturas viejas, pero nos harán el servicio. Ten, creo que te llevarás mejor con esta. ¿Has montado alguna vez?

Y le pasó a Hibiki las riendas de una yegua delgada de ojos tristones y aire tranquilo. No parecía tener muchas ganas de viajar, pero su aspecto al menos era sano y dócil.

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26/01/2018, 07:32
Hibiki

-Si, si...esos están bien.- musitó distraidamente mientras escuchaba a Amano hablar -Si, monté a un hombre.-se quedó callada, y luego de golpe regresó a la realidad, se puso roja como un tomate, y sacudiendo sus brazos rápidamente le dijo a Amano -A mi padre! a mi padre, cuando era pequeña me dejaba cabalgar en su espalda!!- Miró a la Yegua que Amano le ofrecía y cogió la rienda, tragó saliva y dijo con timidez.

-La verdad es que...no...no he montado nunca. ¿Un caballo huele el miedo?-le dio unos golpecillos nerviosos a su montura en el cuello,y  se alejó un paso asustada cuando el animal resopló.

-Amano...hace un momento, mientras estabas en el establo, detrás de las colinas he...he visto, bueno creí que era solo un efecto de luz...pero...vi unos resplandores, como relámpagos brillantes, saliendo detrás de aquellas montañas...crees...crees que tenga algo que ver con Setsuna?, y lo que ocurrió hace tiempo?.- terminó con preocupación.

Notas de juego

No se si Hibiki está enterada que en el pasado se intentó abrir la puerta del infierno una vez D: .

EDIT del Master: Sí, se dijo en la reunión. Aunque tampoco sabe mucho más, desde luego menos que el resto de personajes, que lo vivieron en vivo y en directo. xD

Edit de la jugadora: Diablos, PORQUE NO lo televisaron!!, asi no me hubiera perdido de la accion T_T

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27/01/2018, 15:04
Amano

Cuando Hibiki le contó aquello, la sonrisa de Amano se borró, sustituida por un gesto de duda y preocupación. Relámpagos brillantes...

- La verdad... -dijo-. La verdad es que eso que me cuentas me recuerda a lo que pasó hace un año. También hubo destellos extraños en el cielo cuando la Puerta del Infierno se abrió. Yo no lo sabía aún, sólo estaba persiguiendo a un asesino en ese momento. Pero me lo contaron después. ¿Será señal de que es demasiado tarde...?

Se quedó un instante oteando el horizonte al este, en la dirección que Hibiki le había señalado. Pero no pudieron ver nada más que el cielo y las nubes. Amano negó con la cabeza.

- Quizá no fuera nada. Tal vez algún rayo aislado. En cualquier caso, partamos... Tenemos que tratar de alcanzarles.

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27/01/2018, 15:08
- Narrador -

Ambos se subieron a los caballos y empezaron a cabalgar. A Hibiki le costó al principio mantenerse en equilibrio sobre la montura, pero no era tan difícil como había temido. A los pocos minutos se acostumbró al movimiento y agarró las riendas con más soltura. En poco tiempo, estaban cabalgando por la Tokaido, la ruta de la costa sur.

Avanzaban rápido. Los caballos no eran jóvenes, pero todavía eran fuertes y aguantarían bien el ritmo. Además, Hibiki no era muy pesada. Dejaron atrás carros, viajeros a pie y partidas de guardias, y no se detuvieron en ningún momento para intentar acortar lo más posible la distancia que les separaba tanto de sus enemigos como de sus amigos.

Tras unas horas de cabalgata, llegaron hasta la primera de las estaciones de descanso de la Tokaido. Se detuvieron para que los caballos pudieran beber. Era ya por la tarde y el sol bajaba hacia el horizonte, pero todavía podrían recorrer otro trecho antes de que anocheciera. Amano se volvió hacia la chica, para preguntarle si estaba cansada y prefería que se detuvieran más tiempo.

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27/01/2018, 21:49
Hibiki

-Juro que no era un relámpago, Amano, se lo que vi!- Le dijo Hibiki manteniendo la calma, pero detestaba cuando la gente la trataba de rara o loca, sabía que tenían una misión pendiente, pero no entendía porque Amano habia minimizado hasta tal punto la información que Hibiki le habia dado como para compararla con un...relámpago.

Por lo que al subirse a la montura ( no sin cierto esfuerzo), el resto del camino Hibiki permaneció en silencio, volteando de vez en vez su rostro en dirección a las luces de las montañas, por si volvían a aparecer, pero nada paso, los cascos del caballo levantaban nubecillas de polvo que empañaban las flores que crecían cerca del camino "Las flores más bonitas son aquellas que crecen en la adversidad", pensó la chica con melancolía, no ocultó su mirada nostálgica, ni tampoco el hecho de que por un momento, se sintió ligada a aquella analogía.

Cuando llegaron al primer punto de descanzo, y escuchó la pregunta de Amano, Hibiki aun no bajaba del todo de su caballo, lo acercó a los bebederos para que su yegua tomara un poco de agua, volteó a ver apenada a Amano, y exclamó mirando los pies del hombre .-Siento como si mis piernas se hubieran quedado amoldadas a la espalda del caballo.- para liberar un poco de la tensión impuesta por su silencio, Hibiki camino abriendo las piernas y arqueándolas, lanzando una risilla apenada.

-Solo necesito estirarme unos minutos, nada más, y nos pondremos en marcha de nuevo, si te parece bien.-

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31/01/2018, 11:38
Amano

Amano asintió satisfecho y sorprendido ante la resistencia de Hibiki. Estaba claro que aquella chica no era una damisela en apuros, por mucho que aquella fuera la primera vez que salía de su casa. Era una mujer fuerte, decidida. A Amano le recordó a las viejas historias de las Onna Bushi, las mujeres que defendían las fortalezas durante el Sengoku cuando sus maridos partían a la guerra, y que muchas veces combatían mejor que los propios hombres. Eso le recordó algo mientras subía al caballo para continuar con el viaje.

- Disculpa, Hibiki -la interpeló-. Me pregunto si... has combatido alguna vez. Es decir, sé muy bien que tu padre era uno de los mejores espaderos de Japón y también sabía manejar las katanas, no sólo fabricarlas. Pero... ¿Te enseñó a manejarlas? ¿Lo has hecho alguna vez en una pelea real?

Le preguntaba todo aquello mientras se ponían de nuevo en camino. El cielo tomaba un tono anaranjado mientras el sol se aproximaba al horizonte, y volvía a hacer frío. La noche estaba cerca.

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01/02/2018, 06:56
Hibiki

-Disculpado estás- respondió Hibiki rápida e inteligentemente cuando la interpeló Amano. Puso una sonrisa amable en su rostro, y escuchó lo que Amano le preguntaba.

Se sintió ligeramente apenada "Bueno, que te sorprende, tu misma sueles considerarte bastante inútil y sin gracia" pensó un tanto ofuscada, comparandose con Yuki y su dominio de la naginata, Akari y su multitud de espiritus guerreros, ella se veía en bastante desventaja frente a las otras dos chicas.

Se acomodó un largo mechón de su negro cabello detrás de la oreja y le respondió a Amano. -Pues...pues la verdad no...mi padre me enseñó un poco, eso es cierto señor Amano, pero nunca he estado en un combate real, solo conozco ligeramente la teoría además...- continuó sintiendose muy apenada por lo que iba a decir, sus finos dedos juguetearon con las crines de su montura, enrollandola en su dedo índice. -No estoy segura de poder lastimar a alguien, es que, si es por defenderse no veo porque no hacerlo, pero...es que yo siento que está muy mal matar a una persona, porque alguien se pondrá muy triste.- Hibiki no se atrevió a mirar a la cara a Amano, porque sabia que de una u otra manera, el hombre le increparía su falta de carácter, estaban en una misión de vida o muerte y Hibiki en el fondo sabía que llegado el momento tendría que tragarse sus palabras.

-Hace frío- comentó en voz alta para sí misma.

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01/02/2018, 19:59
Amano

Amano asintió ante la respuesta de Hibiki. Era lo que había esperado.

- No te preocupes -dijo mientras cabalgaba-. Me imaginaba que no habrías combatido nunca. Pero me alegro de que al menos hayas recibido lecciones de tu padre, es más que nada. Lo preguntaba sólo porque si el viaje es tan peligroso como parece que va a ser, no vendrá mal que sepas defenderte. De todas formas, no romperé mi promesa y me quedaré contigo hasta que encontremos a ese malnacido.

Frunció el ceño al acordarse de Setsuna y de la muerte de su amigo Genzo, el padre de Hibiki. Amano era lento para la ira, pero cuando se le agraviaba, también era lento para perdonar.

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01/02/2018, 20:02
- Narrador -

Continuaron cabalgando durante un buen trecho, mientras el sol continuaba descendiendo. Cada vez hacía más frío, e incluso empezaron a caer un par de copos de nieve. Sería mejor buscar un techo durante la noche.

No tardaron en llegar a la primera de las estaciones de descanso de la Tokaido, justo antes de que el cielo pasara de un azul oscuro a un negro impenetrable. Las estaciones eran poblados pequeños donde los viajeros se detenían para pasar la noche y reponer fuerzas a lo largo de la famosa ruta. Les vendría de perlas para descansar y resguardarse del frío.

A una señal de Amano, los dos desviaron sus caballos y se dirigieron a la posada que había al borde del camino.

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01/02/2018, 20:05
Posadero

Nada más llegar ante la puerta, bajaron de los caballos. No eran los únicos huéspedes, y el posadero que atendía a los recién llegados se acercó a recibirlos. Echó un vistazo sorprendido al kimono rosa y al flequillo alzado de Amano, pero enseguida sonrió ampliamente como si no pasara nada.

- ¡Buenas noches, honorables señores! -saludó con una inclinación-. Adelante, adelante. Dejen que mis mozos se ocupen de sus monturas. ¿Desean alguna cosa en especial? Una cena caliente y un baño, al menos, estoy seguro.

Hablaba muy deprisa mientras se inclinaba una y otra vez, haciéndoles señas para que entrasen.

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02/02/2018, 05:49
Hibiki

-Mi padre estaría muy feliz de que un hombre como tú, estuviese al lado de su hija.- Hibiki le sonrió con amabilidad a Amano, y luego añadió rapidamente -CUMPLIENDO SU PALABRA!!!.-.

La noche había dejado caer su manto, Hibiki se apeó de su caballo, y contempló la posada en el camino de Tokaido, no tenía mala pinta, Hibiki miró con ensoñadora nostalgia al cielo oscuro, en el momento en que blancos copos de nieve comenzaban a caer, extendió su brazo con un movimiento femenino y sumamente lánguido al frente, atrapando un copo de nieve en la palma de su mano. -Que bonito no le parece señor Amano?, en medio de estos tiempos oscuros, parece que el mundo se encarga de recordarte que hay belleza aún en la oscuridad- contempló la amplia espalda de Amano mientras avanzaba con su caballo, y se fijo en sus manos haciendo con firmeza las riendas del animal, luego miró los blancos pies del hombre y estuvo a punto de decirle algo pero se vió interrumpida por la llegada del alegre posadero.

Un tipo casi tan pintoresco como Amano, y tan lleno de vida como Akari, Hibiki no pudo evitar sonreír mientras se cubría sus delgados labios con el dorso de la mano ante la actitud servicial del anciano, lo habia imaginado como un pequeño Kappa despistado.

-Si el baño está caliente también, no me desagradaría en lo absoluto buen hombre.- Hibiki se introdujo a la posada, desde la puerta contempló el interior buscando un lugar y luego, se dirigió a Amano, recordando lo que tenía que decirle. -Señor Amano...no tiene frío con ese kimono y sus pies desnudos...va a pescar un resfriado si no se abriga bien, y necesitamos todas nuestras energías cuando nos topemos con Setsuna-le preguntó la muchacha señalando los pies desnudos de Amano, y jugueteando con la tela de la manga del kimono de Amano entre sus dedos. -Mire esta tela es muy ligera, no creoque le ayude demasiado a cubrirse del frío.-exclamó perspicazmente.

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03/02/2018, 19:23
Amano

Amano hizo un gesto negando con la cabeza mientras reía con fuerza.

- ¡No os preocupéis, bella dama! -exclamó-. Hace falta algo más que frío para amedrentar a Amano Hyo. Aunque... tampoco le haré ascos a ese baño caliente. Si quieres te acompañaré... ¡para protegerte, claro!

Antes de que Hibiki pudiera escandalizarse ante la propuesta, Amano miró a su espalda y abrió mucho los ojos.

- ¡Oh, qué criada tan guapa!

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03/02/2018, 19:26
Momoe

Cuando Hibiki se volvió, pudo ver que efectivamente, una muchacha se acercaba a ellos con una sonrisa. Se inclinó con deferencia.

- Buenas noches, honorables clientes. Mi nombre es Momoe -se presentó-. Estoy aquí para acompañaros al baño...

Amano se adelantó enseguida sonriendo de oreja a oreja, pero Momoe se apresuró a añadir algo.

- ... al baño de mujeres -indicó con una sonrisa-. Mi amo vendrá enseguida a ocuparse de vos, honorable huésped.

Y sin más, hizo un gesto a Hibiki para que la acompañase, dejando a Amano con una expresión de gracioso pesar en su rostro.

- Si os dignáis seguirme...

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05/02/2018, 09:16
Hibiki

Hibiki sintió como los colores en su rostro pasaban del rojo, al morado, al verde, y sintió que de seguir así se pondría como un arcoiris cuando escuchó la propuesta de Amano, cuando estaba a punto de hacer un comentario al respecto, fue interrumpida por Amano quien acababa de ver a una chica muy bonita aproximándose a ellos, Hibiki sintió como las palabras quedaban en sus costillas haciendo presión como si fueran a reventar, tragó saliva mientras miraba a Amano mitad sorprendida y mitad molesta, sin saber realmente porqué "Colibrí, picaflor...imprudente...incorregible!!!" pensó la muchacha mirándolo con unos ojos llenos de despecho.

-Por supuesto que al baño de mujeres, es una posada, no uno de esos...como se llaman...burdeles!.- exclamó Hibiki, no se despidió de Amano, sacudió su cabello con un movimento elegante y se alejó caminando detrás de la criada Momoe, con la barbilla levantada y los puños apretados a sus costados.