Partida Rol por web

Llegáis a una nueva estancia. Esta vez mucho más grande que las dos anteriores en las que habéis estado. Parece que estáis en la planta superior de lo que parece ser un recibidor de una mansión enorme. Hay muchas puertas y un gran reloj en en la pared, alzandose como dueño de la estancia. Pero poco os da tiempo a investigar porque practicamente al asomaros por la barandilla escucháis un ruido al lado vuestro y por otra puerta aparecen otros 3 tipos.

Llegáis a una nueva estancia. Esta vez mucho más grande que las dos anteriores en las que habéis estado.  Parece que estáis en la planta superior de lo que parece ser un recibidor de una mansión enorme. Delante de vosotros, asomados en la barandilla hay 3 personas más, que se giran al escuchar el ruido de vuestra puerta abriendose. Hay muchas puertas y un gran reloj en en la pared, alzandose como dueño de la estancia.

El reloj ese... de algún modo te resultaba familiar... como si lo hubieras visto en alguna revista o algo...

- "Alto ahí, ¡Quién va!." - Dije gritando al personal y fijándome en sus pintas.

-¿Pero qué...? ¿Más tíos raros? ¿No teníamos suficiente con el tío asqueroso este? 

Y señalo al chico que estaba a nuestro lado.

Concordaba con widow pero me mantuve callada mirando ese reloj, me acerco hacia él como embobada.... Cuando me doy cuenta de que hago sin mirarles empiezo a hablar...

Ella es widow, el John, creo recordar, y yo sin.- Especulo sin dar importancia.- Imagino que os ha pasado igual que a nosotros: Despertáis en un cuarto extraño, y mediante buscar y encontrar una serie de objetos se os ha abierto la puerta, os habéis conocido fuera y habéis pasado los relojes por un escaner ¿Me equivoco? ¿Varía algo?

"Esta claro que Widow no sabe tratar al resto como personas. O al menos aparentarlo." pienso.

Miro a los que han salido por la otra puerta intentando analizarlos. Ninguno de ellos parece tener más idea que las chicas sobre este lugar. Algo no parece ir nada bien. Empiezo a pensar que habria sido mejor encontarme a Dibbler y "El Ruso" con unas tenazas al despertarme.

Miro al reloj para comprobar que hora marca.

Luego me giro a los tres que no conozco.

¿Y vosotros sois?- les pregunto intentado ver el número en el reloj de sus muñecas.

-Cuidado, o los amenazara con una palanca -Dije, entrando al gran salón -Soy Tiberius, y no se equivoca señorita, es un aceptable resumen de lo que me ha pasado hasta ahora -Bueno, al parecer hay aún más gente aquí. Esto ya se ha convertido en un verdadero misterio. Me acerco a la barandilla y desde ahí comparo la hora del reloj en mi muñeca con la que marca el que estaba en la pared. También intente contar las puertas que podía ver desde ahí y buscar alguna que pareciera una salida en potencia -Si no les molesta la pregunta... ¿Recuerdan cómo han terminado aquí? ¿O antes de eso?

-Mucho gusto. Pueden llamarme Santiago. Y si, salí de un cuarto tras usar unas tarjetas, y me he encontrado con ellos dos -Digo señalando a mis compañeros.

-Señoritas, un gusto- Digo saludando cortesmente a las damas.

El reloj de la estancia, aunque imponente, parecía estropeado, puesto que las manecillas no se movían. Y el resto de la habitación estaba vacía. No había ningún mueble, cuadros o decoración en sí. Como si lo que no era útil, lo hubieran sacado de allí.

Desde donde estas, llegas a contar 3 puertas a vuestra espalda, 2 de ellas abiertas, otras 3 puertas en esa planta, y una en la planta inferior.

Sólo recuerdo un hombre con una máscara de gas. Pero si estamos todos aquí es que entre todos debemos guardar un tipo de relación, dudo que estemos aquí al azar.- Explico separandome del reloj y paseando por la zona.- Pero la pregunta no es que recordamos ni siquiera como nos llamamos, la pregunta crucial son dos en sí ¿Dónde estamos? Y ¿Cómo podemos salir de aquí?

- "A mí llamarme... Cinco..." - Dije levantando el brazo en horizontal y señalando el reloj con cara apenada, mientras me dediqué a bajar al piso de abajo por las escaleras del recibidor.

- "Veo que por lo menos algo tenemos en común, nuestra forma de pensar. Creo que va siendo hora de intentar salir de aquí. Decidme, ¿Qué partes de la mansión habéis visto? Podríamos hacer una especie de mapa." - Dije rascándome la cabeza.

Antes de poder seguir conversando, un gran estruendo se escucha de las puertas por donde habéis venido, y la tercera puerta se abre, apareciendo otros 3 tipos.

Al abrirse la puerta, delante de vosotros veis un grupo de personas... unas 6 podéis llegar a contar. Os encontráis en una estancia mucho más grande que las anteriores.  Parece que estáis en la planta superior de lo que parece ser un recibidor de una mansión enorme.  Hay muchas puertas y un gran reloj en la pared, alzándose como dueño de la estancia, a pesar de que parece no funcionar.

Genial, más gente extraña.- Comento irónica mirandolos fijamente a todos uno por uno.

Os fijás que el chico que lleva el número 1 en el reloj, lleva una cámara en su mano, y otra palanca roja...

Sin que se note mucho, observo a los nuevos compañeros de aventuras.

Vaya, ya somos nueve...

Sonrío a los nuevos compañeros de forma tímida con un inclinamiento de cabeza mientras jugueteo con la palanca roja que llevo en la mano.

Sonrío a los nuevos compañeros de forma tímida con un inclinamiento de cabeza mientras jugueteo con la palanca roja que llevo en la mano.

...para disimular que llevo una cámara de fotos en la otra. No sé por qué, prefiero que sepan que tengo una palanca que una cámara de fotos, y cuando estás rodeado de arenas movedizas, mejor moverse con cuidado.