Partida Rol por web

No sé qué decirle a aquel ser. Parece saber cosas que yo no puedo imaginar, aunque lo intente. El silencio es mi respuesta. Y la voz aguda del niño me vuelve a llamar la atención. Enarco una ceja, extrañada ante su seguridad, y me acerco.

Pequeño, ¿estás seguro de lo que dices?

El desánimo de Helena causa en mí algo contrario, me hace pensar que debo quizás confiar en aquel pequeño, quizás no tan inocente. La miró y poso mi mano sobre la rosa que tanto atesora, fascinada ante su vida, y les hablo.

No podemos ser imprudentes, si queremos salir, pero tampoco debemos darnos por vencidos. Así, la vida renacerá para todos nosotros.

Miro mi mano que tapa la flor y le pido en mi mente que brille aún más, que se abra, siendo ejemplo de mis palabras. Cuando levanto la mano, los pétalos de la rosa están más abiertos, está más viva, de hecho parece haber incluso crecido, y sonrío a ambos.

La pequeña mano de Jhon recogió la lagrima que había brotado de los ojos de Helena, Jhon cerró el puño y cuando volvió a abrirlo, la lagrima ya no estaba, en su lugar habia un pequeño trozo de cristal transparente, que arrancaba de cada rayo de luz un brillo magnifico y espectacular

Cita:

-No tengas miedo, nadie volvera a hacerte daño , ya no

Demeter, la mujer con el pelo verde posó una mano en mi rosa y cuando la retiro sus pétalos brillaban mas tenían mas vida en su interior una exclamación de asombro se escapo de mis labios mientras la miraba con los ojos muy abiertos. El pequeño Jhon creó un cristal muy brillante con la lagrima que no había podido evitar que rodara por mi mejilla. Todo era nuevo y extraño, pero por alguna razón sus actos no me asustaban sino que me parecían posibles y mucho mas reales que las sucias tablas sobre las que estábamos arrodillados.

Podéis hacer todas esas cosas...¿ellos no lo notarán? mi mano se fue al collar de forma involuntaria acariciando su frío metal. Baje los ojos durante unos segundos para después mirar con ansiedad a los dos que estaban mas cerca mio ¿podremos salir a la libertad?

La pregunta de Helena me inquieta, y frunzo el ceño por un momento.

Hasta el momento no lo había usado así mientras he estado aquí, pero dudo que sean capaces de notar eso.

Miro al niño, encogiéndome de hombros, como preguntándole a él. Suspiro y miro al otro hombre, que sigue limpiando sin inmiscuirse, y a la otra chica, que parece bastante conformista y quiere evitar problemas al no decir nada. Respeto sus decisiones, no puede culparse a nadie por querer seguir viviendo con relativa seguridad. Vuelvo a emitir un suspiro y añado.

Creo que lo podremos hacer si no perdemos el sentido común.

Mis ojos se clavan entonces en el chico, fijos e inquisitorios.

Y dime, ¿cómo has pensado salir? ¿Con quién has hablado?

No parpadeo. Y es adrede. Quiero saber qué ha pensado.

Jhon mira las dos chicas, y su rostro se ilumina, como si los problemas no existieran y todo en esta vida estuviera controlado, Jhon se acerco a Helena Dame la mano y confía en mi-le dijo con tono confiado, cuando Helena le tendió su dulce mano el se la estrecho entre su manita, entonces todo lo demás sucedió muy deprisa en un segundo, un suave cosquilleo recorrió todo el cuerpo de Helena, y de repente los dos habían desaperecido.

La voz de Demeter refleja tanto su ansiedad por salir de este espantoso lugar como su preocupación ante tal cometido. Mis ojos miedosos la observan en silencio mientras increpa al pequeño Jhon sobre sus futuros planes.

Jhon para ser tan pequeño parece estar encerrado en un cuerpo que no le corresponde, es como si las preocupaciones fuesen un asunto fútil y banal que nunca le alcanzan, así que como simple respuesta se me acerca y me pide que le tienda mi mano. Separo una de mis manos de la rosa que acaricio y atesoro y le cojo la suya. Cuando entramos en contacto mi mano deja de temblar para empezar a sentir un agradable cosquilleo que crece y se expande. Cierro los ojos experimentando así mas profundamente la sensación para recordarla en los momentos mas duros del encierro.

Lo ves es asi de sencillo, los demás no pueden vernos. Los guardias tampoco podran hacerlo, en cuanto te saque este collar de tu ....tu cuello, estaras libre.

Las palabras de Jhon me devuelven a la realidad, el cosquilleo a terminado así que abro los ojos, nos encontramos para mi decepción en la sala del comedor todavía, no ha cambiado nada. Solo la sensación de que sus palabras son ciertas. Miro a mi alrededor buscando cualquier indicio de verdad o realidad, si no pueden vernos empezaran a hacerse preguntas o a preocuparse...incluso por ellos mismos...¿que le dirán a los guardias cuando entren y no estemos allí?.

Miro a Jhon con ojos suplicantes tienes que salvarlos a ellos también no merecen estar ahí...ni siquiera él aunque lo que diga sea horrible... mis ojos se posan en la criatura venosa y sanguinolenta que frota el pavimento. ¿como puedes quitarme esto? mis dedos se agarran al collar que sigue en mi cuello aniquilando poco a poco mis esperanzas.

No te preocupes, también les salvaré a ellos-Jhon se llevo hasta sus labios la mano de ella, la mano que el tenia agarrada entre las suyas. La beso suavemente, con dulzura, luego la miro los ojos y mientras sonreía pudieron volver a notar ese cosquilleo que volvió a recorrer todo su cuerpo, en un instante, los demás les con asombro, como si no se acaban de creer lo que veían.
Podría intentar sacaros estos collares-dijo mientras les miraba. No se había dado cuenta pero todabía tenia agarrado la mano de ella

Miro atentamente, y cuando desaparecen, me quedo congelada, como si no pudiera asimilar lo que acabo de ver. De hecho, así es. Pienso, por un momento, que aquel niño ha pasado de mí por completo, ayudando únicamente a Helena, y a saber a dónde se la había llevado.

Sin embargo, cuando aparecen de nuevo, suspiro aliviada y tengo que sonreír, entre alegre por verles y avergonzada por haber pensado eso del pequeño Jhon.

V- vaya... ¿Qué clase de habilidades tienes exactamente?

Lo miro con interés, mientras llevo mi mano al collar con un ademán que parece adolorido, pensando en cómo podría quitárnoslos.

Creo, que las suficientes para quitaros esos colarines y luego sacaros de aqui, esta no sera la única prisión de la que me he escapado. ¿ tu tienes también algún tipo de talento especial ? No he podido evitar darme cuenta lo que has hecho con la rosa cuando la has tocado

Lo miré y sonreí con cierta ironía, mezclada a su vez con una poca de melancolía.

De poco me sirven hoy en día, cariño... De bastante poco... Digamos que las plantas son... eran mis amigas.

Miro hacia el suelo, con tristeza, mientras llevo mi mano al cuello, acariciando el collar que Jhon dice ser capaz de quitarnos.

Fascinada al comprobar que era verdad lo que decía Jhon sobre nosotros, cuando la sensación volvió a recorrer mi cuerpo los ojos de Demeter nos miraban como si no fuese posible lo que acababa de suceder, sin embargo allí estábamos, y allí habíamos estado, pero ellos no nos habían visto. Sin duda alguna con una habilidad semejante podíamos tener una minina opción de escapar de allí.

Escuche sus comentarios aun absorta en mis pensamientos y en las sensaciones solo intentando discurrir algún tipo de plan o algún fallo, mi mano libre fue de forma inconsciente hacia el collar, uno de los pétalos de la rosa me rozó la barbilla haciéndome cosquillas justo cuando Demeter hablaba sobre su habilidad. Al escucharla me acerque a ella rompiendo así la unión que tenia con Jhon, le tendí la rosa, la cual brillaba mas gracias a ella si son tus amigas le encantara estar contigo. Mi mirada desbordaba inocencia y una tímida sonrisa apenas se dibujaba en mis labios esperando su reacción.

Bonito truco chaval... pero no llegaréis muy lejos con eso.

Algo parecido a una risa sale de mi boca.

Fuera hay más soldados y aunque salíeramos del complejo, ¿cómo pensáis sobrevivir en el desierto? Os volverán a capturar. Sería un suicidio, me necesitáis.

No esperaba el gesto de Helena, y la miro, hablándole con cariño:

Pero él te la regaló, Helena, y seguramente querrá estar contigo.

Le sonrío y le guiño un ojo, para luego mirar la rosa aunque prosigo hablando con la joven.

De todas formas, siempre se le puede preguntar.

Miro la rosa y me acerco, susurrándole:

Dime, preciosa, ¿quieres quedarte con Helena?

Escucho las palabras del otro hombre, y lo miro enarcando una ceja, aunque espero la respuesta de la pequeña rosa antes de responderle.

-plas,plas,plas..en verdad sois pateticos

apareciendo sentada sobre una silla, surgiendo de la nada, mientras su sonrisa se muestra burlona y sarcastica, a la vez que sus manos aplauden lentamente

-lamentablemente pateticos, quereis salir de aqui y solo os recreais en vanas ilusiones, teneis poder y lo unico que sabeis es crear florecitas..florecitas que por otra parte, solo habrian alertado a los guardias si no hubiese interferido en su señal

levantandose y caminando, cual fantasma, deslizandose por el suelo..

-si en verdad quereis salir de aqui, yo os puedo ayudar...

Estaba encantada pensando en lo maravilloso que seria poder hablar con esa flor cuando una figura fantasmal apareció de la nada. Debía ser eso lo que pensaron mis compañeros cuando Jhon y yo desaparecimos, pero esto es algo mas inquietante ya que por lo que parecía llevaba mucho tiempo observándonos.

Ella no llevaba collar, inconscientemente fui retrocediendo unos pasos para no estar muy cerca suyo, si es verdad que había venido a ayudarnos ¿por que nos hablaba de esa forma? ¿por que nos amenazaba? su forma de actuar me recordaba a la de los guardias, siempre haciéndote pasar miedo, así que no me fiaba de sus intenciones.

Eso no es un competición, todos estamos en el mismo equipo, asi qeu si eres capaz de sacarnos este collar, te rugo qeu lo hagas, asi podremos marcharnos