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The Walking Dead - Historias

Escena I: "a bordo del Atlantis"

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15/01/2011, 03:48
Marcos

-Que?- dice completamente perdido en sus pensamientos, hasta que reacciono y se dio cuenta a que se referia-. Perdon me quede pensando en algo, es que pensaba en que no quiero que terminen estos dias, que me gustaria disfrutar de muchas tardes asi. Y por lo de cobarde…te sorprenderias- le giño el ojo misterioso y sonrie. Luego va a ponerse algo para la fria noche, por lo menos una remera mangas largas de color negra. Una vez ya mas abrigado vuelve con sus amigas.

-¿Pudieron hacer algo? ¿Necesitan ayuda?- pregunta mientras mira sobre el hombro de Isabel,

Notas de juego

Bueno es el ultimo del dia jeje me voy a dormir suerte, y no se mueran mientras no estoy XD

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15/01/2011, 11:53
Director

No hay manera de reconectar el piloto automático ni el seguimiento de GPS, simplemente no llega señal. Tendréis que navegar sin la tecnología puntera del barco, a lo antiguo, ahora mismo la brújula marca NOROESTE y el barco sigue en movimiento hacía esa dirección tal y como lo había puesto Marcos.

De repente oís unos ruidos en el agua, como si algo hubiera caído. Os giráis rápidamente asustados y os tranquilizáis al ver que dos simpáticos delfines siguen el curso del barco saltando cerca de vuestro casco.

Quizá sea un buen presagio.

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15/01/2011, 12:44
Marcos

Marcos nota que los intentos de sus amigas son infructuosos, algo debe estar interfiriendo con la señal de GPS y por lo tanto el automático no funcionará.

-Parece que no soy el único al que le ha quedado grande el GPS-. Comenta como al descuido mientras mira las uñas de su mano derecha, luego sonríe y pone su mano sobre sus labios lanzandole un beso a Isabel.

Un sonido a su espalda lo hace voltear rápidamente, no esperaba encontrar a dos delfines jugueteando con la estela del bote. Sus cuerpos brillan con los últimos rayos del sol y su aparente alegría contagia los corazones de los tres amigos.

-Otra imagen que va a quedar grabada en nuestra memoria-. Afirma mientras pasa sus brazos distraídamente por los hombros de sus amigas-. ¿Ven lo que les digo? Voy a extrañar todo esto.

Sonriendo y en silencio quedan por unos momentos contemplando este espectáculo de la naturaleza. Cuando el momento se rompe con el zarandeo del bote exclama.

-Bueno, ya es hora de empezar a darle velocidad a esto. Si llegamos temprano las voy invitar a cenar lo que quieran. ¿Que les parece?

Notas de juego

El master nos esta dando cosas asi para recordar, despues nos dara todas cosas podridas y con ganas de zamparnos de un bocado ajjaj

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15/01/2011, 18:15
Liz

Liz sonríe a Isabel, tendiéndole su limonada, mientras intenta ayudarla con el gps, aunque en realidad sólo consigue mirar. "Oye, en lo de cobarde habla por tí misma ¿eh?", dice mientras la observa trabajar. Cuando la mira sin hacer nada, se encoge de hombros. "Lo siento... la tecnología no se me da muy bien, no sé lo que estás haciendo", apunta.

Un rato después está claro que no hay GPS, y Liz está un poco nerviosa, con su rebeca y abrazándose a sí misma para protegerse del frío nocturno. "Isabel, sabes llevarnos a tierra ¿no?, esto de andar a ciegas no me gusta nada...". El comentario de Marcos la ayuda un poco; "Eso, a tomar algo, yo conozco un sitio genial en el puerto, os va a encantar".

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15/01/2011, 18:28
Liz

Marcos llevó a Isabel y a Liz junto a la borda, donde unos bonitos delfines salaban junto al barco; emocionada, Liz se asomó sonriendo de oreja a oreja, y los vio dar vuetas y saltos desequilibrada sobre la barandilla, ya sus preocupaciones olvidadas. "¡eeh¡, que bonito, ¿suele pasar esto menudo, Isabel?, son unos animales preciosos¡".

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15/01/2011, 22:53
Isabel Álvarez

Miro de soslayo a Marcos, con el ceño fruncido, sin duda, su comentario me había molestado un poco -Calla... hago lo mejor que puedo- fijo la mirada nuevamente en el GPS y tras otros minutos de fracaso, llevo ambas manos a la cabeza, tiro ligeramente de mi pelo y bufo exasperada -a navegar manualmente...- digo entre refunfuños y me incorporo.

No presto atención al paisaje, pues, estaba un poco preocupada, siempre había dependido de la tecnología y había olvidado casi por completo la lección de como conducir un yate. Deberían quitarme el permiso de conducir, ¿no?

-Con suerte y llegamos a esa cena- digo un poco entusiasta, dejando el negativismo a un lado y esperanzada de que tendríamos éxito.

-Bueno chicos, en marcha- y tras estas palabras comienzo a maniobrar el yate -y yo que pensaba que dormiría placidamente...- suspiro.

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16/01/2011, 14:12
Marcos

Los delfines logran relajar algo la tensa situación en que se encontraban, les daba algo en que pensar. Fue Isabel la que rompió el embrujo al decir lo que tenían que hacer. Marcos estaba completamente de acuerdo con ella, por el momento lo único que pueden hacer es dirigirse a puerto de forma manual. No sabía que tan lejos estaban ni cuánto tiempo les llevaría la travesía, pero si sabía que Isabel no tendría por que hacer todo el trabajo.

-Isabel, enséñame bien como operar el yate, te vi manejarlo contadas veces, pero me gustaría ayudarte así nos turnamos y puedes descansar en caso de que sea muy largo el trayecto

Luego se apoya contra una de las esquinas del bote mientras observa a Isabel manejando con algo de duda los controles.

Marcos siempre ha tenido un carácter curioso y un espíritu indomable, cuando todos lo tomaban como uno más del montón, un niño de la calle sin estudios y que trabaja el lo que sea para subsistir, el aprovecho las clases que le daba su madre para aprender a leer y a escribir. Cada vez que volvía de un largo día de trabajo se sentaba hasta altas horas de la noche para saber un poco más. Solo así dejo atrás la pobreza y la miseria. Ahora no era diferente, tenía que saber cómo manejar ese bote, cualquier conocimiento como ese era absorbido por el de forma automática. Le gustaba aprender.

Por lo que se quedo allí haciéndole compañía a Isabel y charlando sobre cualquier tema en particular. A lo único que parecía esquivar era a su origen y su tiempo en Argentina. Era un tema al que no le gustaba ni estaba preparado para contar.

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16/01/2011, 18:08
Liz

El motor del barco ronroneaba bajo sus pies, y Liz estaba tranquilamente asomada por la borda y abrazada a su rebeca. Había oscurecido, y los delfines se habían marchado hacía unos minutos; echando un vistazo alrededor, y viendo el mar, se sintió reconfortada al pensar en que, por fín, su carrera como cantante iba a despegar. Sería difícil y tendría que trabajar el doble que los demás, lo sabía, pero al fin le daban un papel protagonista.

Sobre la cubierta, todo estaba tranquilo. Marcos e Isabel estaban en la cabina, charlando, y Liz disfrutaba del momento de paz. Ya empezaba a hacer algo de frío, y parecía que Isabel y Marcos tenían la situación controlada, así que los dejó en la cabina y recogió los vasos vacíos de limonada en la bandera, y los bajó hasta la cocina. Tras lavarlos y dejarlo todo bien ordenado, sonrió tranquila y se dirigió a su habitación.

Se dio una ducha, y escuchó los sonidos del agua golpeando contra el casco mientras se preparaba para dormir, un camisón verde con golondrinas estampadas y un pantaloncito corto a juego. Parecía que la pareja de arriba se hacía cargo de todo, y si la necesitaban sabían que podían llamarla. Mañana despertaría temprano y haría un buen desayuno, y si necesitaban que condujera el barco por la mañana tampoco tendría problema. No era muy buena conduciendo nada, pero la verdad es que en el mar hay pocos sitios en los que chocar.

Se fue a su habitación, preparó la ropa sucia metiéndola en la cesta y se metió en la cama perfectamente hecha. La calidez de las mantas la acogió, y apolló la cabeza en la almohada. Cogió el despertador y lo puso tempranito; era curioso, echaba de menos su hora de natación diaria, precisamente allí, donde había tanta agua por todas partes. Poco a poco, Liz fue quedándose dormida.

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16/01/2011, 18:22
Director

Ya era de noche a bordo del Atlantis. Manteníais el mismo rumbo que os había dejado anteriormente el piloto automático. Sin las indicaciones tecnológicas seguramente os ibais a desviar un poco pero no era eso lo que os preocupaba.

A medida que avanzaba la noche, el oleaje era mayor y la mar estaba un poco brava, el barco empezaba zarandearse e incluso en alguna ola hacía que saltara, lo que os daba una impresión bastante desagradable de "caída".

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16/01/2011, 18:25
Director

Mientras conducías el yate te diste cuenta de algo, y te alarmaste bastante. Te fijaste como el indicador de combustible estaba bastante bajo. Te das cuenta que ninguno de tus compañeros se ha fijado en el indicador, pues tu eres la única que conoces bien el funcionamiento del barco.

Piensas que quizá no deberías alarmar a tus compañeros, o quizá si que tenías que ponerlos en situación, eso dependía de ti.

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16/01/2011, 19:39
Liz

Liz cantaba la canción principal ante un público extasiado por su voz, moviéndose por el escenario mientras los bailarines le hacían coro. Las miradas de la gente y las luces de los focos la deslumbraban, pero era una profesional y hacía su trabajo sonriente e impecable. Con el último tono, una nota muy alta mantenida durante casi un minuto, la gente se levantó y aplaudió sorprendida por la actuación.

En ese momento, todo empezó a tambalearse. ¡Un terremoto¡. La gente corría hacia las salidas, y todo se removía de un lado para otro: la gente caía por el suelo, y todo se volvía horrible. Con un chispazo, se soltó uno de los focos y calló hacia ella. Con un grito, notó el golpe y despertó.

Estaba en el barco, pero el despertador había caído de la mesilla. El oleaje lanzaba el barco aquí y allá, con fuerza, y Liz se encontraba desorientada por el brusco despertar. "¿Chicos?", exclamó alarmada. Se levantó como pudo, y se dirigió a la cubierta intentando mantener el equilibrio. Antes, por supuesto, se miró en el espejo para arreglarse el cabello con la mano.

Un momento después salía a cubierta, donde un viento sacudió su pijama con fuerza. Abrazándose para ceñirse el incómodo busto libre bajo el camisón, se acercó resbalando hacia la cabina, y allí apoyó la espalda contra una de las mamparas y se hizo oir sobre el sonido del viento forzando la voz; Marcos e Isabel seguían allí, debían haber pasado sólo unas horas.

"¿¡Qué pasa¡?", preguntó gritando, "¡Me estoy asustando¡, ¿esto es normal?, ¡casi me caigo de la cama¡, ¡igual deberíamos llamar a los guardacostas, o a quien sea¡", dijo mirando a isabel y a Marcos.

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16/01/2011, 22:23
Marcos

 

El tiempo paso despacio y sin grandes complicaciones, siguieron el rumbo fijado esperando llegar pronto a algún puerto. Pero después de un rato el mar empezó a picarse, olas bastante más grandes que las que estaban acostumbrados, los continuos bamboleos, subidas y bajadas hacia que constantemente tuvieran que sostenerse con lo que encontraran más cercano. Marcos miraba hacia el horizonte de vez en cuando tratando de discernir alguna luz o tormenta cercana. Escucho la voz de Liz llamándolos.

-Liz, tranquila, no hay que caminar por ahí ahora- le indico-. O te quedas acá con nosotros o te metes adentro. Prefería que estuvieran las dos adentro. Uno solo puede manejar esto.

No creía necesaria la presencia de todos en la cabina, estar adentro era más seguro por si venia algún vendaval o si se ponía el oleaje más peligroso. En medio de la oscuridad y como estaba el clima si uno caía por la borda sería muy difícil encontrarlo.

-Puedo seguir manejando yo, ustedes busquen algún chaleco salvavidas…-dijo Marcos y mirándolas con una sonrisa agrego- por las dudas... Liz tranquila que esto es muy normal, solamente soy precavido.

Hace caso al consejo de Liz y llama al guardacosta para pedir indicaciones y que le informe si habia alguna tormenta cercana.

 

Notas de juego

hay viento o se ve alguna tormenta en el horizonte? alguna luz?

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16/01/2011, 23:29
Director

Al ser oscuro es difícil ver con claridad ninguna tromba de agua. Aunque fijándote bien te das cuenta como en el horizonte se pueden apreciar de vez en cuando unos leves destellos. Calculas que no estáis suficientemente cerca para que sea una luz terrestre. Aunque con la niebla baja y la mar picada esos destellos se ven muy distorsionados, es muy posible que se avecine tormenta.

De momento pareces ser el único que ha notado eso.

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17/01/2011, 00:05
Marcos

No dice nada a sus amigas, aunque es cuestión de tiempo que noten los destellos sin contar los continuos bancazos del yate. No tenían noticias de la costa y el guardacostas parecía no prestarles atención.

-Tal vez la tormenta los mantiene ocupado- pensó mirando de reojo hacia donde estaba la posible tormenta. Volvió a intentar contactar al guardacostas.

-A lo mejor ellos sepan bien hacia dónde dirigirnos y así llegamos mas rápido a la costa- les informa a sus compañeras de viaje.

Como hace siempre que se siente algo perdido y sin saber que hacer mira su tatuaje…

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17/01/2011, 04:28
Isabel Álvarez

Al parecer no se me daba tan mal conducir manualmente. Afortunadamente las lecciones no fueron olvidadas, era una privilegiada, tenía buena memoria y esperaba tener controlada la situación por completo hasta llegar al muelle.

Agradecía la compañia de Marcos y no me molesto que Liz nos dejase solos, era lo mejor, deberíamos turnarnos hasta cumplir el objetivo.

-Claro que te enseñaré, no recuerdo todo exactamente, pero creo que lo fundamental- dije sonriéndole y con el dedo índice izquiero, le hice un gesto para que se acercara al timón y en ese instante me percato de algo... -joder...- murmuro y giro la cabeza en dirección hacia la entrada, por la cual entraba una Liz asustada y alterada

-¿Que pasa?- la miro perpleja -¿El que? ah ah, ya, si, la marea está un poco alterada, es un poco normal a estas horas, pero tranquila, haz lo que Marcos te indica, ponte el salvavidas y relajate, todo irá bien- le guiño y miro a Marcos -pues no, aún no me iré a dormir que todavía no tienes la mínima idea de como funciona esto. Ponte el salvavidas- me percato del roce de su mano en su tatuaje, pero no era el momento.

-Por cierto... esto... como les digo esto... mmm- suelto una risilla -el combustible se acaba...- cierro los ojos, hago un gesto de dolor, esperando gritos como reacción.

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17/01/2011, 08:18
Liz

 

-Liz, tranquila, no hay que caminar por ahí ahora- le indico-. O te quedas acá con nosotros o te metes adentro. Prefería que estuvieran las dos adentro. Uno solo puede manejar esto.

Apollada contra la mampara de la cabina, Liz negó con la cabeza abrazada a sí misma y gritó para hacerse escuchar por encima del viento. "Ni hablar, no voy a bajar ahí dentro, estoy más tranquila con vosotros, y si al barco le pasa algo...", sintió un escalofrío por su espalda, "Soy muy buena nadadora, pero no si estoy encerrada en una trampa que se llena de agua".

Luego miró a Isabel y asintió. "Sí... vale, el salvavidas, eso tiene sentido...". Mientras lo buscaba por la cabina, deseando haberse vestido adecuadamente para salir a cubierta, sus dos compañeros hablaban del funcionamiento del barco: Isabel intentaba hacer entender a Marcos cómo iba todo.

La cabina del barco estaba abierta hacia la popa, y el agua del mar entraba como pulverizada, flotante, mojándolo todo con cada ola que se estrellaba en el casco. Finalmente, Liz encontró un salvavidas e hizo lo posible por ponérselo sobre el batín del pijama. Encontró los otros dos, y se los dio a Marcos y a Isabel. "Vosotros también, si nos hundimos lo necesitaréis...". Mirando alrededor, mientras el barco se removía sobre las olas, se preguntó qué era lo que había pasado para que unas vacaciones de celebración se convirtieran en aquello, y se tomó un momento para calmarse y pensar las cosas. En ese momento se dio cuenta de la atracción que Marcos e Isabel parecían tener. Sonriendo, agarrada con las dos manos a una barra de sujección en la cabina, intentó quitar hierro a la situación. "Vaya, no sabía que tuviéramos pareja a bordo chicos, como Isabel es la capitana supongo que puede casaros, los capitanes casan en alta mar", sonrió intentando hacer una broma.

Pero entonces Isabel dijo que se acababa el combustible, y la cara de Liz se quedó pálida. "¿Quieres decir que vamos a quedar a la deriva con este tiempo?... oh dios mío... vale, tengo el móvil abajo, ahora vengo, hay que avisar a alguien...", dijo caminando torpemente hacia la escotilla para bajar; llegó a cuatro patas sobre la resbalosa cubierta, y bajó sólo hasta el mueble que había justo bajo la escalera, en el interior. El agua que salpicaba estaba metiéndose en el hueco del interior, y la moqueta y el pasillo estaban mojados; abrió el cajón del mueble y encontró su móvil, e intentó llamar a los servicios de emergencias para, al menos, dar noticia de su situación.

Luego, demasiado asustada para preocuparse en ponerse más cómoda o en buscar su documentación, volvió a subir con el móvil en la mano, y se tambaleó de nuevo hasta la cabina.

Notas de juego

¿Funciona el móvil?. Si funciona hablo con el servicio de emergencias¡

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17/01/2011, 09:49
Director

Los móviles no tienen cobertura, seguramente porque no estáis suficientemente cerca de tierra. La radio de largo alcance se quedó inoperativa igual que el GPS. Sólo tenéis la radio vieja de corto alcance, en la cual podéis intentar contactar con alguien cercano, buscando algún canal que coincida.

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17/01/2011, 11:18
Liz

Liz tenía la angustia pintada en el rostro, intentando hacer funcionar su teléfono, sentada en el suelo de la cabina con el salvavidas sobre su pijama mojado. El barco seguía saltando sobre las olas, e Isabel decía que no quedaba combustible. ¿Qué podía hacer?, no tenía ni idea. En la pantalla del móvil, con varias gotitas de agua salpicadas, no se mostraba ninguna barra de cobertura: no había ninguna posibilidad de llamar.

Afortunadamente estaba haciendo buena temperatura, y no hacía tanto frío como podía haber hecho; a pesar de eso, cada vez que una ráfaga de viento se colaba en la cabina y se deslizaba sobre sus piernas desnudas, le daba un pequeño escalofrío.

Liz se levantó para coger una manta de un armarito metálico que había allí, y al hacerlo vio la radio. Isabel y Marcos seguían intentando maniobrar el barco, y ella le enseñaba a él cómo se hacía. Habían intentado hablar con tierra con la radio, pero no lo habían conseguido. La joven cantante no tenía ni idea de tecnología, pero sabía que había otras frecuencias que no llegaban muy lejos, pero que podían alcanzar a algún barco de rescate que hubiera salido para buscar gente en problemas con este temporal. No tenía muchas esperanzas, pero envolviéndose las piernas en la manta se sentó en la silla frente a la radio; era una silla fija, taladrada en el suelo, así que no corría el peligro de volar en una sacudida.

"Isabel, ayúdame... ¿cómo es eso de llamar cerca?, no quiero ser una inútil, mientras vosotros pilotais esto yo llamaré por la radio, a ver si suena la flauta ¿vale?". Tras un par de recomendaciones de su amiga, empezó a sintonizar frecuencias en busca de voces, hablando para que alguien, quien fuera, supiera su situación. Con voz temblorosa, empezó a repetir una y otra vez una petición de ayuda; "¿Hola?, ¿alguien me escucha?, por... por favor, tenemos problemas, nos quedamos sin combustible... el barco se va a hundir, necesitamos ayuda... ¿guardacostas?, ¿alguien?, por favor, respondan... oh, por favor...".

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17/01/2011, 11:41
Marcos

 

Las cosas parecían ir de mal en peor, no sabia si era mejor estar allí arriba o bajar al camarote, de todos modos no dudaba de que Liz fuera una excelente nadadora así que ella saldría mejor parada que ellos dos. Tal vez estando los tres juntos era una mejor idea que separase. No presto atención al comentario de Liz, de momento.

-Si ya había notado la falta de combustible- dijo con un suspiro-, esperaba llegar antes a puerto para reponerlo. Con algo de suerte nos alcanzará- agrego con más animosidad, luego se volteo para responder a la sugerencia de llamar a alguien por teléfono-. De acuerdo Liz ve a buscar tu móvil pero ve con cuidado, esto se mueve mucho.

Al rato escucharon que Liz encontro una antigua radio, Marcos habia visto varias veces como se usaban, pero creyo que Isabel tendria mas experiencia.

-¿Funciona eso? Podríamos probar contactar con alguien-dijo pensativo jugueteando con su arete-. Muchos pescadores o aficionados tienen radios de esas.

Solo tenian que ir probando un canal tras otro si nadie contestaba en uno giraba una perilla hasta que el display indicara un numero mas alto, así abarcaría toda frecuencia en la que podría haber alguien escuchando.

-Muy bien Liz, sigue asi- la apremio-. Pronto saldremos de este embrollo y tendras mucho que contar cuando regreses- luego le dedico una radiante y tranquilizadora sonrisa. Todos tenian que hacer algo, ser utiles, para poder salir de alli.

Miro una vez mas el horizonte, allí donde viera los relámpagos. Trato de concentrarse en lo que hacia, no era buena idea pensar en problemas de los cuales no puedes salir…

 

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17/01/2011, 16:50
Isabel Álvarez

Sin señal de móvil, sin GPS, estábamos realmente jodidos. Echo una rápida mirada al viejo radio ¿Habría funcionado alguna vez?.

Acepto el consejo de Liz y me pongo el salvadidas y al terminar con el mio, le arrojo unoa Marcos -es mejor prevenir- le guiño y giro la cabeza hacia Liz, frunciendo ligeramente el ceño -¿pareja a bordo?- comienzo a mirar hacia todos lados, en busca de ella -pues no la veo...- volteo la cabeza hacia Marcos y le sonrío, negando varias veces. No era el momento para pensar en ello, además, eras solo amigos ¿No?.

-Espero tengas suerte con el viejo trasto, no recuerdo si alguna vez funcionó...- digo sombría y un tanto nerviosa, aquella situación me estaba poniendo de los nervios. Esperaba que Liz tuviese suerte en comunicarse con la guardia costera o con algun otro yate o barco, de lo contrario, lo pasaríamos mal.

Debía concentrarme, no perder el control del yate, mantener el rumbo. Tan solo esperaba que la tormenta no empeorara, no deseaba caer al mar, en la oscuridad, en medio de la nada.