Partida Rol por web

Tras buscar rápidamente el compartimento, acabáis suponiendo que no lo hay. Seguramente solo hay en aviones mas grandes pero este no parece tener nada parecido, al menos visiblemente en la parte delantera. En vuestro ímpetu de búsqueda os dais cuenta de algo en lo que no habíais reparado hasta este momento, el alboroto parece haber cesado, el avión está en completo silencio, cosa que hacía unos momentos, apenas se oía siquiera el motor.

Las cortinas de la parte central están corridas y hay un montón de maletas acumuladas en esa zona, pues Taubmann se había ocupado de hacer una pequeña muralla con ellas.

El silencio solo se rompe por el ruido constante del motor, el cual casi había sido asimilado por vuestro oído y se hacia imperceptible.

Silencio. No se oía un alma en el avión, salvo a la mujer y al hombre de antes buscando cosas. Cobos era bastante egoista, siempre lo había sido, pero no podía tener sobre su conciencia el haber dejado morir a esas personas. Abrió una raja de la puerta y miró, viendo la barrera de maletas y a dos hombres y la mujer de antes. Uno era su compañero de asiento y el otro el hombre que había estado buscando una ascensor. Abrió del todo la puerta y dijo: - Yo que vosotros entraría aquí. Vamos a estar muy apretujados pero al menos estaremos a salvo.

Mierda.
Sigo amontonando maletas y maletas, vació el contenido de las bolsas en el suelo mientras empiezo a retroceder en busca de mas y mas maletas.

Cuando el silencio se apodera de el avión rezo porque estén todos muertos mientras con mi muleta preparada miro hacia las maletas amontonadas sobre mi.

¡Parece que a parado!

Decid a los de la cabina que a parado, que somos 4 y que necesitamos ayuda, el baño no los retendrá mas que estas maletas.

- No se si eso servira de algo, los pilotos no parecen tener muchas ganas de abrir. Despues del 11S no se fian de nadie.- Le digo a hombre mientras intento hacer algo de provecho y le ayudo a apilar cosas.

Al tipo que sale del baño le dedico una mirada feroz.- ¿Yo que vosotros? Señor, tiene la cara mas dura que he visto en mi vida y su desfachatez solo es comparable a su corbardia.

- Nena, los juicios de valor mejor para otro rato. Ahora hay que pensar en que hacer. Probemos con los pilotos. Cobos se acercó al transmisor de la cabina apretó el botón y dijo: - Capullos, estamos solo cuatro pasajeros, los demás están tras una barricada que hemos montado. Haced el favor de abrir o llevaréis la muerte de cuatro personas sobre vuestras conciencias. Si él tenía conciencia esperaba que aquellos tipos también.

- ¿juicios de valor? Se ha encerrado en el baño dejandonos fuera, a nuestra suerte y ahora se atreve a tener la poca verguenza de...-Me muerdo la lengua con infinitas ganas de partirle la cara pero la violencia no es el camino.

- No merece la pena...-Masculle.

- Vale y después la he abierto para que paséis. Ahora ocupemonos de esto. Tras decir esto se giró y dijo al interfono. - Abrid de una puta vez.  Y se lio a puñetazos con la puerta de nuevo. El nerviosismo y el mono estaban empezando a sacar de sus casillas a Cobos. También aquella chica dándole por culo. Al menos estaba gastando adrenalina con los golpes.

Pero de pronto algo chasqueo en su cerebro. ¿De qué cojones esyaban huyendo? No se oía nada, a lo mejor todos los del otro lado estaban muertos y ellos estaban acojonados por nada. O quizás estaba igual que ellos, callados y atemorizados por nuestra actitud. Cobos se sentía ridículo.  - Oid. No se oye nada. Quizás ahí detrás estén todos...- hizo una pausa melodramática - ya sabéis...muertos. O igual están tan acojojnados como nosotros. Yo lo estaría si veo a cuatro personas armándose y haciendo una barricada. Quizás haya gente al otro lado pensando que somos cuatro psicópatas como el tipo del suelo, el de los mordiscos. Quizás deberíamos asomarnos a ver.

- Su repentino ataque de humanidad cuando ya no se huele a peligro es conmovedor.- Murmuro

Roque palideció al sentir el silencio en el avión... -Después de la calma viene la tempestad- ...murmuró, luego se quedo parado un instante, pensativo, mientras la mujer y el tipo del lavabo discutían e intentaban que abrieran la cabina... -sea lo que sea, parece que es contagioso, primero el pasajero que parecía estar enfermo, luego se forma una revuelta y cunde el pánico, aparece el segundo de abordo para solucionar la situación y en vez de eso, sale corriendo a atrincherarse en la cabina, luego empieza a verse gente herida, uno de los pasajeros se desploma en el pasillo desangrándose y con el hombro destrozado aparentemente a mordiscos y luego de pronto, se levanta como si nada y se pone a morder a diestro y siniestro, ¿por qué?- ...deliberó sin más.

-¿Os habéis fijado en una cosa?- ...prosiguió Roque... -si es algún tipo de enfermedad como la que avisaron en las noticias poco antes de salir de Zúrich y es contagiosa, si el hombre que cayó en el pasillo mordido, se infecto tan rápido por la herida, entonces......- ...hizo una breve pausa dejando sentir el silencio del avión y mientras giro la vista hacia la cabina, dijo... -si el segundo de abordo también estaba herido, ¿creéis que...?- ...termino señalando levemente con la mano a la cabina.

Sin hacer caso al último comentario de la tía aquella, Cobos se giró con ojos incrédulos hacia el viejo. - ¿Una especie de virus de la rabia entre humanos? Ese virus es lento, tarda semanas en actuar. No te lo transmiten y te conviertes en un salvaje; y aunque lo tengas ni mucho menos te lías a bocados con desconocidos. Sobre el segundo capitán, quiero recordar que le habían herido, pero quizás no le hayan mordido. Yo creo que lo que tenemos que hacer es echar un vistazo ahí detrás. Dicho y hecho Cobos se fue hacia las maletas y subiéndose a un asiento quitó un par de ellas de la parte de arriba con mucho cuidado para observar que estaba pasando allí.

- Algunas veces un virus muta y se vuelve algo mucho mas peligroso ¿A oido hablar de la gripe española? ¿De la gripe A? no seria tan descabellado pensar que algo asi pudiera pasar. Los cientificos decian no hace mucho que esperaban una gran pandemia... En cualquier caso tenemos que tener fé y razar por llegar a tierra de una pieza, alli habra medicos y gente preparada para contener... lo que sea que esta causando esto.

-Si es que el piloto está bien y no siendo mordido por el segundo de abordo como hacia el hombre del pasillo, claro- ...puntualizo Roque el comentario de la mujer.

El silencio sigue en la parte trasera, y no os atrevéis ni a mirar que ha pasado ahí atrás. De repente la puerta de la cabina de abre de golpe con un estrépito. El que parece ser el capitán sale de golpe trastabillando y cayendo de espaldas, en posición defensiva.

El que era el segundo capitán abordo, parece muy desmejorado y se abalanza sobre el capitán en actitud hostil. Su piel era mucho mas pálida y parecía que la herida que habíais visto que arrastraba había empeorado de tal manera que estaba totalmente podrida y se le veía el hueso. Sus ojos casi salían de las órbitas y tenía la cara manchada de sangre, parecía totalmente fuera de sí.

Su rostro reflejaba terror, y al caer al suelo y ver como el segundo se abalanzaba sobre él, no hizo mas que empeorar las cosas.

- Ayúdenme! Se ha vuelto loco! - gritaba el capitán.

Os pasa por hablar.

-Tu, imbécil, sal de ahí.
Grito al tío que va a conseguir desmoronar mi pobre trinchera de equipajes mientras me dirijo con la muleta en alto hacia el segundo de a bordo preparado para arrearle un fuerte golpe en la cabeza.

Casi como un acto de reflejo, Roque alzo la pierna cuando el segundo se abalanzaba sobre el capitán y empujo con toda su fuerza al segundo de abordo con el pie mientras grito... -¡¡¡DEMONIOS!!!- ...con la intención de introducirlo en el baño ahora vacio y encerrarlo allí.

Estiro la mano para tirar del capitan y apartarlo de ese pobre infectado.

- Tenemos que sacarle de la cabina, despues nos encerramos en ella. Estaremos seguros dentro y podremos aterrizar.

Miro a mi compañero, el tomo el extintor. Estoy segura que un buen golpe con eso dejaria fuera de juego al segundo de abordo.

Una vez visto lo que hay al otro lado, Cobos escuchó como se abrió l apuerta de la cabina y vio al capitan y al segundo de abordo. Rápidamente bajó de los asientos sin hacer caso de las palabras del tipo de su fila de asientos y se acercó al viejo viendo las intenciones que tenía. Le ayudaría empujándolo al baño.