Partida Rol por web

Cuando miraste hacía la parte trasera del avión, casi te caes de bruces de la impresión que te dio esas imágenes. El silencio se había generado porque parecía que todo el mundo había sido abatido en esa pelea que hubo unos minutos antes. Había gente sangrando y herida por todas partes, parecían todos inconscientes. Notabas algunos movimientos que seguramente serían de gente que agonizaba.

Solo echaste un vistazo pues la apertura repentina de la cabina te hizo girar la vista y encarar el nuevo problema que teníais a solo unos pasos.

Antes de llegar a la altura de donde el capitán estan tendido en el suelo siendo atacado por su segundo; Cobos se giró hacia el tipo que había hecho la muralla con las maletas y le dijo: - Ahí detrás hay un reguero de gente herida sobre el suelo del avión...algunas personas están agonizando. Metamos a este loco en el servicio y quitemos después las maletas. Hay gente que necesita ayuda ahí detrás.

Cobos se puso junto a Roque y le ayudó como buenamente pudo a coger de la parte trasera de la chaqueta al segundo de abordo.

Actuáis rápidamente y conseguís quitarle al enloquecido segundo capitán de encima del primero. Con una rápida patada de Roque y la ayuda de Jorge, conseguís golpear a aquel hombre hasta meterlo dentro del baño, que había servidor de guardia a Jorge hacía tan solo unos minutos.

Ahora con la puerta de la cabina abierta, os sentís totalmente desamparados, pues a través de la puerta veis la parte delantera del avión, que esta volando sin pilotaje, surcando a través de las nubes, una sensación de velocidad y algo de vértigo os inunda al contemplar a través de los cristales de la parte delantera.

El capitán, entrado ya en años, se está intentando levantar, aunque parece dolorido. Está balbuceando algunas palabras en alemán y tosiendo por el duro golpe que parece haber sufrido.

Diana se apresu a ayudar al capitan a ponerse en pie, dejando que se apoyara en su hombro para acomodarlo en su puesto.

- Animo capitan, tiene que aterrizar este pajarito en alguna parte... solo tiene que aguantar un poco mas.

Mire a sus compañeros.-Rapido, entrar en la cabina y cerrar la puerta.- Les apremio

Corro hacia el segundo de a bordo con mi muleta preparada pero los dos hombres se me adelantan encerrándolo en el baño

Si no se oye ruido es porque nadie necesita ayuda, ya as visto a este, probablemente todos estén igual.

Me adelanto hacia la cabina.

¿Donde están las azafatas?

El capitán se levanta con problemas, pues no estaba acostumbrado a esos trotes. Al parecer se duele de uno de los brazos, seguramente de la caída. Cuando se levanta, se recolocó el sombrero de capitán y se dirige hacía vosotros.

- Las azafatas están ahí atrás calmando a la gente, no se que ha pasado pero se han vuelto locos, como el segundo a bordo. - dijo ahora mirando al lavabo, dónde lo habían encerrado.
- Aún así me temo que deberán volver a sus asientos, porque no se les permite estar en la cabina, según las leyes aeroportuarias. - sentenció.
- Pero les agradezco la ayuda - dio un golpe a la puerta del WC - este cabrón responderá ante la policía, una vez aterricemos.
Hablaba con un acento hosco y muy pronunciado de alemán, no había duda que no era español, aunque dominaba muy bien el idioma.

- Señor, respeto mucho la ley pero ninguno va a volver a sus asientos. Parece ser que alguien se a contagiado con un virus parecido a la rabia... ya lo ha visto. En este momento no sabemos si, aparte de nosotros, queda alguien fuera que no este infectado. Es un motivo de causa mayor, ademas ya no puede contar con su segundo de abordo y necesitara ayuda...

Gracias a la ayuda del otro pasajero, él y Roque consiguieron encerrar en el aseo al segundo de abordo, cuando terminó, Roque se giro para ayudar al capitán, dándose cuenta de que la mujer ya lo había levantado del suelo.

Para su sorpresa, el capitán los mando a sus asientos… -P.. pu... pues cuando lleguemos a tierra nos denuncia, pero ahora nos encerramos todos en la cabina hasta que lleguemos a tierra firme- … replicó Roque mientras se introducía en la cabina del avión por si al capitán le daba por entrar y cerrar la puerta dejándonos fuera… -y si esto es un problema para usted, siempre podemos abrir el aseo y preguntarle al segundo de abordo…. ¡o mejor!, abra y pregúntele usted- …apuntilló desde la cabina del avión mientras sujetaba la puerta con la mano, esperando que los demás entraran.

Mientras discutíais con el capitán, algo se agitó tras las cortinas, removiendo algunas maletas. Se oía ahora un leve murmullo, varias voces que balbuceaban sin sentido, Parecían que gruñían y hacían sonidos huecos con sus voces.

- A ver una cosa. Yo he echado un vistazo por encima y ahí detrás solo hay gente herida que apenas se mueve. Tú - dijo señalando a la mujer - me decías egoista a mi y ahora... ¿piensas dejar a toda esa gente a su suerte? ¿No los escucháis? Parecen estar pidiendo ayuda. - Dicho esto Cobos se fue hacia allí y empezó a quitar maletas.

¿Eres imbécil?
Están enfermos, una rabia de acción rápida, y con la rabia se muere así que dejalos antes de que nos infecten, solo se contagia por contacto.
Hago amago de ir a cerrar a puerta mientras espero a que la tía y el piloto entren.

El capitán entro en la cabina, ahora algo mas recompuesto y se quedó en la puerta dubitativo, no sabía si cerrar y dejaros fuera o dentro. Él también pareció oír aquellos quejidos que venían de la parte trasera, y os miró para ver vuestra reacción.

- En vez de decir estupideces porqué no echas un vistazo. Están todos en el suelo en charcos de sangre y gente gimiendo pidiendo ayuda. ¿Te gustaría que te dejasen a ti ahí tirado? - Dicho esto siguió quitando más maletas superiores.

- No podemos ayudarles, lo que tienen no se soluciona con unas tiritas, temos que aterrizar para que les puedan dar ayuda cuanto antes pero dentro de nada se van a levantar como el copiloto y van a empezar a pegar mordiscos. ¿Por que no va usted que es tan valiente a ayudarles? o mejor, encierrese en el baño otra vez.

Miro al capitan y tomo aire.- Por favor capitan, esto es una emergencia, no podemos perder tiempo. Si nos deja fuera nosotros tambien nos infectaremos de lo que sea que esta afectandoles a ellos... por favor. Cuando llegemos a tierra yo misma me entregare a las autoridades y pagare la multa que sea precisa pero dejemos pasar.

El capitán observaba la situación y lo que decían todos. Pareció alarmarse al oír a Taubmann, lo que lo puso visiblemente mas nervioso de lo que estaba.
- Bien, me han convencido. Voy a entrar a la cabina y voy a cerrar la puerta. No la volveré a abrir hasta que hayamos aterrizado y este todo seguro, así que decidan en que lado de la puerta quieren estar.
En sus palabras había determinación, sin duda no dudaba en su decisión y no vacilaría. Os miró a los presentes, como apremiandoos, pues la situación era algo crítica, al menos para los ojos del Capitán Ackermann.

Roque se apresuro en entrar en la cabina del avión al escuchar las palabras del capitán... -pues no perdamos más tiempo- dijo Roque mientras entraba y buscaba un sitio donde sentarse.