Partida Rol por web

Oh, Danny la antigua maestra de escuela tarda en poder volver a hablar, trata de no romper a llorar como una niña. Aún no es tan dura como cualquiera de sus compañeros.

Lo sé, en el Saloon y en el hotel nos dijeron que ninguna diligencia federal viene hacia aquí. No me puedo imaginar quién podría habernos hecho esto.

Jin, yo... maldición, no quiero hacerlo pero transmitiré tus palabras. Les diré a los demás que has dicho que se larguen, que escapen. Me parece que tienes razón, alguien me está mirando...

Tras una breve pausa continúa.

Pero yo no puedo irme así jefe, pensaré algo, buscaré la forma de hacerlo sin que me vean. No dejaré que te cuelguen.

Te has cerciorado de que el tipo que quedó de guardia contigo no se acercaba y que no ha podido oirte, pero aún así sabes que la conversación es peligrosa para los dos y notas que Jane se da cuenta.

Danny, tengo que irme, volverás a verme jefe. No sé los demás, pero a mi volverás a verme.

A esto sigue un profundo silencio muy revelador, la vaquera se ha marchado, probablemente alguien acercándose le ha hecho desaparecer antes de levantar sospechas. En un instante te encuentras tan solo como durante tu meditación.

Vete Jane, vete...- El duro forajido no pudo continuar- ¿Que clase de Karma habré merecido en la vida pasada para que me pase esto?  Estará bien -se dijo a sí mismo con rotundidad- Estará bien. Danny había permanecido alerta todo el tiempo que había durado la conversación, no estaba seguro, pero creía que al menos nadie de este lado de la pared se habia dado cuenta.

-Nunca había sentido nada así por alguna mujer...

Acto seguido Danny bajo del jergón y se puso a recitar una oración budista por el alma de sus amigos muertos. Esperando de esta manera purificar su Karma -Ya no hay nada que pueda hacer por ustedes en esta vida, pero tal vez  pueda ayudarlos un poco  en la proxima. Danny sacó el mala(*) que tenía en el cuello a modo de talismán. Este era un mala budista, hecho por su propio tío y contaba con 109 exactas partes. Danny pensaba rezar ese mismo número de veces.

-Ohm Dare, Bán dare, Shuava, Jai-Jai, Sidhi-Shi, Pála-Pála, Ram, Yam Kam (**)...

Las cuentas de tu amuleto van pasando entre tus dedos mientras rezas por el alma de los caídos. Al llegar a la septuagésima repetición de tu oración algo vuelve a interrumpirte. Ves que el ayudante Rich ha regresado escoltando a un tipo con aspecto de granjero. El otro guardián también debe estar por ahi, porque oyes una voz que no pertenece a ninguno de los dos.

Los dos carceleros permanecen en el despacho adyacente sin hacerte mucho caso mientras el tipo gordo con sombrero de paja entra como una exhalación en la zona de las celdas sin dejar de hablar, por lo visto dirigiéndose a ti.

Hola querido amigo. Puedes llamarme Nathaniel, por lo visto seré tu abogado. No te preocupes por el dinero, el alcalde me paga para estas cosas y de todas formas no creo que invierta mucho tiempo en tu caso.

Tras esas palabras dirige su atención a tu vecino de celda.

Viejo bribón, ¿ya estás aquí otra vez? mañana te soltarán y vuelve a dirigir su atención a ti:

tengo una noticia buena y varias malas, ¿qué quieres primero?

El aspecto del extraño te dice que ciertamente no se dedica exclusivamente a defender maleantes, en una ciudad como Tombstone eso no debe dar para vivir. Los juicios acostumbran a ser tan cortos como las sogas que cuelgan de sus árboles.

El chino no se inmuto con la llegada de aquel peculiar personaje. Al contrario, siguió con sus rezos. Era de muy mal agüero interrumpir una oración para los difuntos. Mientra rezaba, el chino hizo una señal silenciosa con su mano libre, para que el abogado esperara.

Los rezos de Danny continuaron por unas treinta y tantas veces más. Él se sentía particularmente calmado, había algo verdaderamente apaciguador en aquellos mantras. No obstante se podría afirmar que aquel hombre que culminaba de rezar por unos amigos muertos era otro muy distinto a aquel hombre de buen humor y de sonrisa burlona que había estado en aquella misma celda antes de las tres de la tarde: él ya no sonreía, ya no hablaba. Una parte de él había muerto junto con sus amigos...

Con cierta apatía, no, con cierta distancia, como si él estuviera mirando desde lejos y como si aquel que estaba tras las rejas fuese otro, dijo: -Buenas, señor abogado. Diga, ¿Cuáles son las malas nuevas?

El abogado espera pacientemente, no parece tener nada mejor que hacer. Cuando al fin le hablas, responde.

Bueno, veamos...

El esfuerzo que hace, como queriendo enumerar sin olvidar nada, no resulta muy alentador.

...El juez MacArthur no es ningún pedazo de pan, eso juega en tu contra, y se te busca por multitud de asaltos. A los ciudadanos de Tombstone no les gustan los extranjeros y... bueno... ciertas circunstancias especiales podrían hacer que el Sheriff o el alcalde decidieran hacer contigo algo, al margen de los juicios.

Toma aire y sonríe, tratando de resultar tranquilizador sin mucho éxito.

Lo bueno es que aquí en Tombstone no tenemos mucho contra ti; ni posesión de armas ni asesinato. Tan solo el incidente ese, una vulgar agresión sin agravantes.

Uhhhhm... pero se me había olvidado otra mala noticia. Dos Rangers acaban de llegar a la ciudad y si se interesan por ti estás en lios: su jurisdicción es todo el territorio confederado y ellos sí que pueden juzgarte legítimamente por todo lo que has hecho desde que te parió tu madre.

La manera en la que se sienta en un taburete que acaba de arrastrar del despacho te dice que este hombrecillo no tenía muchos planes contigo, aparte de informarte de lo mal que estaba la situación. Te mira esperando respuesta sin mucho interés.

Tras oir las malas nuevas, él se queda sentado con las manos cruzadas, a la manera de los orientales y con aire meditabundo. Su rostro denota una total serenidad. Alguien podría pensar que Danny se había puesto a rezar otra vez, pero en realidad estaba repitiendo las palabras del abogado en voz baja...

-Bien -dice al cabo de un rato- Por lo que usted me dice la situación está así: Uno, si se lleva mi caso a los tribunales locales no tienen con que enjuiciarme, pero aquí en Tombstone no hay tolerancia hacia los forasteros y menos si son como yo... Dos, El Sheriff, el juez o incluso el alcalde pueden pasar por alto el juicio,  pero ¿qué pueden hacer exactamente? -Danny le pregunta al abogado- ¿Ejecutarme?... Y tres, lo peor sería que los Rangers se interesaran por mí ya que si quieren enjuiciarme tienen la jurisdicción para hacerlo por todo lo que pasa en el territorio confederado... Ahora, tambien podrían ejecutarme en el acto si así lo quieren. -Danny habla como quien enumera una lección particularmente tediosa- Veo que no ha preparado nada, no obstante: ¿usted qué cree que es lo mejor que se puede hacer?

Bueno... dice el abogado lo cierto es que he estado pensando posibles defensas, se puede intentar. Basicamente es como dices. Si los Rangers se encargan de ti podrán hacer lo que les parezca, ni siquiera habrá juicio si les molesta pasar por el trámite. La palabra de dos Ranger de Texas es suficiente para mover la justicia contra un extranjero.

Esta opción no parece hacerle mucha gracia, como a ti.

Un linchamiento público es lo peor que te podría pasar, y en ocasiones el Sheriff o el alcalde han hecho la vista gorda. Han soltado a criminales de los peores... en las manos de ciudadanos muy enfadados. Por otro lado, también pueden decidir saltarse los trámites legales e ir directamente a la pena, siempre que sea un forastero.

Suspira de forma poco alegre.

La verdad, lo mejor que puede pasarte es ir a juicio aqui. Hay posibilidades de que no sea tan malo, probablemente Tombstone es de las ciudades en las que has cometido menos delitos de los alrededores.

Se levanta de su butaca.

Sólo te puedo recomendar que hables lo menos posible y que colabores; ante cualquier cosa reclama tu derecho a un juicio y reza.

Danny escucha con detenimiento las palabras del abogado y se queda callado por otro par de minutos. -Bien... -La verdad es que las palabras del abogado no eran del todo alentadoras -Rezar... prefiero no tener que hacerlo, no por mi al menos. -Bien...

Danny se queda callado mirando la nada, no había mucho que decir. No había mucho que hacer...

-Nos vemos el día del juicio, supongo...

La voz de Danny parecía venir de aquel lugar lejano en donde sus pensamientos estaban.

-Que pase una feliz tarde, señor abogado.

Y sin decir más se acuesta de lado, con la cara en dirección a la pared. Nunca había tenido muchas esperanzas con el abogado, para empezar, no señor...

Igualmente. Suerte, señor Chang.

Dice unicamente, a modo de despedida, el poco tranquilizador hombre. Cargando con su taburete, el abogado va hasta el despacho donde cambia unas pocas palabras con Rich o cualquier otro guardián que esté ahora, y sale del edificio.

Él seguía quieto en el mismo lugar, esperando a que aquel  abogado desapareciera de su vista. Cuando dejó de escuchar su voz, Danny dio  la vuelta y agarró el plato de estofado, oliendolo primero con incredulidad antes de probarlo: no estaba mal, un poco rancio y un poco frio, pero Danny no tenía motivo de queja. En sus años adolecentes, cuando había escapado de aquel horrible colegio cristiano, él, como el joven hambriento y desesperado que era, había probado cosas mucho peores y mucho más desagradables.

Una vez terminado, Danny le pidió al tal Huck que le prendiera un cigarrillo. Él no era un fumador empedernido, pero de vez en cuando le agradaba "echar humo" después de una comida.

Acostado en su jergón de paja, Danny echaba perezosos aros de humo de diversos tamaños. Dejándose vencer por la somnolencia, Danny apagó el tabaco y se dejo llevar por sueños inciertos.-Jaa-ahh-ne -Sus palabras fueron acompañadas con un ligero bostezo. No había dormido mucho el día anterior, y una ligera siesta le caía como añillo al dedo. Tal vez el joven ayudante de Sheriff le despertaría si lograba encontrarle algo más que leer.

No te duermes muy profundamente y, pasado un rato, despiertas al oir voces. La voz del joven ayudante hablando en la sala cercana, cuando te levantas ligeramente parece darse cuenta y se acerca hasta el marco de la puerta.

Oh señor Chang, vi que estaba dormido y no quería despertarle.

Regresa al despacho donde coje de la mesa algo y te lo acerca.

Aquí le traigo unos periódicos para que tenga algo que leer.

Y da a través de los barrotes varios ejemplares del Epitaph.

Por lo que puedes ver, la tarde ha avanzado mucho y ya ha anochecido. La breve siesta ha sido demasiado corta pero los periódicos despiertan tu interés.

- ¡Oh!, gracias chico. - Responde Danny, no sin cierta somnolencia- ¿Me podrias pasar una vela? De noche me cuesta leer un poco más...

Acto seguido Danny agarra los viejos periódicos y comienza a leerlos en orden cronológico. Buscando atento a todo, pero también prestando atención a cualquier incidente que pudiera arrojar algo de luz sobre el asunto de la Fargo y de aquel pueblo del otro lado del desierto que mencionaban en la editorial de esta mañana.

¡Claro! aquí tengo una.

Tras pasártela se despide de ti y se sienta en el despacho pero cerca, en un lugar en el que puedes verle y hablarle si lo necesitaras.

El chico te ha traido las últimas semanas, tienes lectura para rato pero muchas páginas contienen escasa información importante y no todas las noticias las lees con profundidad. Aún asi tienes oportunidad para analizar detenidamente todo lo que te llama la atención. Si algo no te falta en la cárcel, es tiempo.

La noche avanza entre amarillentas páginas de números atrasados.

Una de las primeras noticias que ves te llama la atención por hacer referencia a tu tierra natal, California, y a la zona donde naciste. Habla sobre la guerra.

Noticia del 3 de Abril de 1876

Victoria militar del Gobierno Confederado en el Oeste.

Nuestro enviado especial a Lost Angels informa y varias fuentes confirman: ¡la balanza se inclina del lado confederado en California!

-El vecino estado en disputa tiene un especial valor económico y estratégico por los grandes yacimientos de piedra fantasma- declaró el alcalde H. C. Greely a nuestro reportero.

Desde que a principios de esta década se descubriera el insólito valor de este material, California ha sido fuertemente disputada. No cabe dudar de que este avance en su dominio representará un impulso de crecimiento y estabilidad para el sudoeste y, en concreto, para nuestra gran ciudad. Del este e incluso de Europa siguen llegando hombres de ciencia, emprendedores e incluso inversores interesados.

Huelga decir que poco mal hará a nuestra orgullosa ciudad este reconocimiento y la entrada de capital extranjero.

Algunos, incluso, aventuran más alla. ¿Tal vez estos tesoros en manos de nuestro industrioso gobierno permitan repetir la ofensiva del 71 que llevó al ejército sudista a las mismas puertas de Washington?

La prudencia, no obstante, es nuestra seña de identidad, y la filosofía de nuestro periódico, no dar crédito a rumores sin contrastar. Nuestro lector será oportuna y prontamente informado con la imparcialidad que nos caracteriza.

Gary Finkenbinder.

Pasando páginas y desechando ejemplares ya leidos vas acumulando información.

Noticias de Abril de 1876

El frente de California continúa dando buenas noticias: escaramuza ganada en Santa Ana. Entrevista al Mayor O'Callagan en pag. 3. Gary Finkenbinder.

Fuga múltiple en Yuma. Seis presos abandonaron ilegítimamente la conocida prisión de la ciudad de Yuma, los habitantes de la región sufrirán previsiblemente las consecuencias de la libertad de estos forajidos.  Nicky Cataldo.

La Wells Fargo informa: las diligencias de los días 7 y 11 hacia San Manuel y Sweetwater respectivamente, aplazadas indefinidamente. Jan Holden.

Nuevo tiroteo en el Saloon "La Jaula", el más turbulento de nuestra ciudad pero el más conocido en buena parte de Arizona. Jan Holden.

Otro yacimiento de piedra fantasma en las gargantas del Laberinto de California. Entrevista con un académico economista de Europa en el interior: "el oro seguirá devaluándose mientras se saque a este ritmo del Laberinto". Bob H. Rohan.

Se suspende la salida de otra diligencia hacia Tucson. Editorial en el interior. Charles Eckhardt.

Ahorcamiento mañana a las 15:00 de un cuatrero. Nuestro juez, aún con fama de estricto, mantiene el orden en Tombstone. Jan Holden.

La locomotora de la línea oeste se ha averiado, la compañia pide disculpas y promete un horario alternativo antes de una semana. El tren de la línea este sigue en funcionamiento y no habrá retrasos, aseguran. Bob H. Rohan.

Bob el Honesto vuelve a subir el precio de sus caballos. Nuestros lectores se quejan: "un abuso". Nicky Cataldo.

Fuentes informan de que el ejército confederado va a avanzar en el frente de California. Mientras, las cosas no van tan bien en Utah. Gary Finkenbinder.

Otra diligencia suspendida; dos detenidos por "escándalo y resistirse a la autoridad" en una protesta frente a la oficina de la Wells Fargo. Jon Abbot.

Vuelve la ley "No Armas" a Tombstone. Reaprobada la ordenanza 41: se prohibe la posesión de armas a extranjeros y ningún habitante de la ciudad podrá portarlas públicamente. Más en el interior. Charles Eckhardt.

Asalto a un importante banco en Bisbee. "En contra de lo esperado, nos llegan muchas más noticias de atracos en las comunidades del este" dice el ayudante del Sheriff. Jan Holden.

Quejas por vulneraciones de la Ley No Armas. "El sheriff nunca haría la vista gorda..." dicen los entrevistados. Nicky Cataldo.

La Wells Fargo cambia los billetes de sus viajes suspendidos por travesías hacia el este o vales sin caducidad. Charles Eckhardt.

Entre los ejemplares de abril también ves dos carteles de Se Busca, anunciados en la contraportada como detalle de colaboración con la oficina del Sheriff, seguramente. Incluyen pocos datos, pero uno incluye un alias y el otro una imagen dibujada de su rostro.

El famoso "Disfraces" John, de nombre e incluso aspecto desconocidos pero que siempre firma sus timos. 300$ de recompensa en Febrero de 1876, aumentada a 700$ en Abril de 1876 ...y... un asaltador y asesino de nombre desconocido. 2000$ de recompensa a 16 de Abril de 1876. Preferentemente vivo.

Tras varias horas, el último número que lees te llama la atención por su primera plana. Tras leer todo lo pasado entiendes mejor el artículo que viste hoy en el Epitaph, esta última primera plana, la de ayer, pone el contexto que te faltaba a la actitud de la editorial respecto al "asunto de la Fargo".

Noticia del 1 de Mayo de 1876

¿Qué se nos oculta?

Bien sabe nuestro lector la buena relación de esta editorial con nuestro alcalde Herbert C. Greely, el orgullo que sentimos por nuestra ciudad, sus dirigentes, ciudadanos y por todos los que la hacen grande. No podemos en conciencia, sin embargo, hacer oídos sordos a lo que pasa a nuestro alrededor y haciendo honor a nuestro lema Verdad y Libertad nos atendremos a nuestra obligación de hacer eco del que es un pensamiento generalizado.

Tombstone siempre ha sido un puente entre México y el territorio Confederado, entre el Este y el Oeste. ¿Por qué, entonces, nativos y extranjeros se ven aislados del exterior por la profunda incompetencia?

Recapitulemos los hechos: en el último mes se han suspendido seis salidas de diligencia hacia el Oeste, eso sumado a la avería en la línea de tren oeste hacia California ha provocado que en las últimas seis semanas ningún viajero con destino en esa dirección haya podido salir de Tomsbtone. Desde luego, ningún tren ha venido desde el Este ultimamente con nuestra vía obstruida, las salidas hacia el Este han sido pocas y tardías. ¿A quién hay que pedir responsabilidades por esto?

El Epitaph tiene la respuesta. Por alguna razón la incompetencia de los directores de la Wells Fargo y de nuestro ferrocarril son consentidas e incluso justificadas por nuestro alcalde con el apoyo del Sheriff.

¿Qué razón hay para esto?  ¿acaso la frágil paz con los apaches ha vuelto a romperse y no nos lo han dicho? No caeremos en el error de acusar a la ligera de algo tan serio como la traición pero... ¿no convendría a la Unión este corte de las rutas comerciales?

Que el lector saque sus propias conclusiones.

Quizá las razones para cubrir tan honda ineficacia sean más bien económicas. En todo caso el Epitaph no descansará hasta destapar el motivo de este insulto a los consumidores y ciudadanos afectados por las vagas promesas de "vuelta a la normalidad" de nuestras dos oficinas de transporte.

La redacción y nuestro Editor John P. Clum prometen no escatimar esfuerzo ni gastos hasta acabar con esta insostenible situación u obtener una explicación satisfactoria. Nuestra primera acción al respecto consistirá en que, con el propósito de mantener aún más informado a nuestro lector y como medida de presión, el Tombstone Epitaph desde el cierre de esta edición cambia su formato trisemanal para convertirse en un periódico diario hasta la resolución de esta afrenta.

Charles Eckhardt y John Abbot.

La noche avanzaba lentamente entre volúmenes empolvados y amarillentos del Tombstone Epitaph, pero Danny no tenía sueño. Muy al contrario, seguía leyendo como si estuviera "poseido" . Si algo lamentaba de su "profesión" era el poco tiempo que le dejaba para hacer sus lecturas ¿Qué podía decir?, muy en el fondo Danny era un lector y tal vez un "literato" frustado, por eso el "fichaje" de Jenny le había caído como anillo al dedo. No solo era una profesora de escuela brillante; también era una mujer muy culta, que incluso había estado en la ¡universidad! Si algo era raro por aquellos parajes salvajes al Oeste de la civilización eran las personas con educación formal...

Danny se quedó pensando en la noticia de la piedra fantasma en su California Natal -¿¡Conque la piedra fantasma, eh!? - Si algo le daba grima en este mundo era la tal "piedra fantasma". hace un par de años, Danny había rescatado a su padre de una de las minas de aquel extraño mineral, y su padre al igual que otros esclavos habían sido forzados a trabajar hasta perder la razón...

- ¡Mi padre! - Poco a poco en la mente de Danny se fueron formando la caras de sus seres queridos: su padre, su tio, sus primos, su mamá, sus hermanas maternas, sus amigos... -No puedo quedarme aquí esperando el día de mi ejecución, no puedo morir, no todavia hasta haber logrado un cambio... -¿Entonces de qué valdrían las muertes de mis dos amigos mexicanos?

Poco a poco Danny fue maquinando una idea para escaparse de aquel lugar...