Partida Rol por web

Tormenta de Hierro

Una cena en familia

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20/04/2014, 14:19
Director

Más que una cena a la luz de las velas, es una cena a eclipses. La tormenta que sacude Puerto Rojo hace temblar los porticones. Cada vez que los criados entran y salen del comedor, entran corrientes de aires que apagan las velas. La sopa se ha servido fría y el estofado de carnero y setas llega con retraso. Bethany, la esposa de Ser Paxter y ama de llaves del castillo, parece a punto de echarse a llorar. Su único consuelo es que no hay invitados, solo familia. La mayoría recuerdan como eran las comidas antes que llegara: carne mal asada para comer y gachas el resto de comidas, así que no se quejan.

La ocasión celebrada es el regreso de Julia Alander, la hija mayor de Ser Alarich. Julia acaba de regresar de su último viaje, que la ha llevado hasta Desembarco del Rey, ido y vuelta. Ha traído regalitos para todos (los niños no paran de preguntar por las pastas de miel del postre) y chismorreos de la capital.

Para ese magno evento se ha reunido todo el clan: ser Alarich, el cortés ser Paxter, el sombrío Ulfryd, con sus seis críos. El hermano de Julia, Tormen y ese bardo que le sigue a todas, partes Thorn Merrylin.

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21/04/2014, 09:46
Alarich Alander

La situacion no era de su agrado , que su hija tubiera que aguantar esto no le parecia el mejor recibimiento. Mas que una fiesta parecia una travesia en alta mar. Estaban todos y aunque la cena no distaba de ser la corriente de toda la semana aquel dia quizas hubiera tenido que ser mas especial.

Bueno hija , explicanos tus viaje,¿ que tal en la capital? ?¿El rey sigue en las mismas de siempre?- Normalmente aquellos temas no le importaban pero si venian de la boca de su hija esta podia hablar tanto de muerte y batallas como de fiestas campesinas, con el solo oir de su voz le recordaba a su esposa. 

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21/04/2014, 12:26
Ser Paxter Alander

Tío Pax aguarda en una esquita tomando sorbos de una copa de vino (cutre, no del Rejo), le hace una pequeña reverencia a su (sobrina segunda?)(Sobrinanieta?)......Julia!, a su Julia. Y espera a que padre he hija terminen de hablar para poder saluldarla formalmente. 

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22/04/2014, 23:51
Ulfryd Wyrmslayer

Nunca le había gustado demasiado la fortaleza. Desde que la erigieran hace ya algunos años, cuando aclararon los trapicheos de monedas con los prestamistas y demás, Ulfryd había tenido cuidado de sólo aparecer por allí cuando las circunstancias lo requerían. El edificio, construido en piedra, ofrecía un aspecto portentoso, con sus gárgolas y todo, pero a la vez le parecía un lugar opresivo. Ulfryd se había criado para tener el cielo sobre su cabeza y la brisa del mar en el rostro. La fortaleza distaba mucho de esas condiciones. Por otro lado Ulfryd ya sentía el paso de los años y los barcos le resultaban cada vez menos confortables. Cuando estaba cansado al acabar la jornada lo que deseaba era volver a su simple casa de Puerto Rojo, con su mujer, Astryd. Era una buena casa, con paredes de madera, chimenea de piedra y vigas de buena calidad. En invierno era un lugar acogedor y desde hacía ya bastantes años siempre resonaban en ella las risas, juegos, llantos y peleas de sus hijos e hijas.

Aunque Ulfryd era demasiado frío y parco en palabras para expresarlo abiertamente, sentía devoción por su familia. Mataría por ellos. Y cuando uno veía la montaña de músculos entrenados para resultar una máquina de matar lo más eficiente posible, uno no podía sino preguntarse quién podría sobrevivir a su ira en caso de tocar un solo cabello de sus hijos.

Y allí estaban todos: Gran Gertha y su marido (que hacía bien de no atreverse a abrir la boca), el Pequeño Jon (casi tan grande como su padre, aunque mucho más pacífico), Gudmund Pietorcido (la tímida joven mujer coja por nacimiento que todavía vivía con sus padres), los gemelos Joren y Harald (todo unos muchachotes siempre dispuestos para una buena aventura o travesura) y Kyra la Bella (la más joven y tierna de todos, que con sus cabellos rizados y su sonrisa deshacía hasta los corazones más fríos). Faltaba, por supuesto, Ragnar el Intrépido, su tercer hijo, embarcado desde que tuvo capacidad para ser aceptado como grumete, y que sólo pasaba una o dos veces al año por Puerto Rojo para descansar y ver a la familia. Todavía pesaban en el alma del gigante del hierro la ausencia de Tallion, el que debería haber sido el varón primogénito, que murió de fiebres siendo todavía muy pequeño, y la niña sin nombre que nació muerta hace sólo un par de años. Tal vez la semilla de Ulfryd ya no sea tan fuerte como antaño, o el vientre de Astryd ya no pueda dar más fruto, quién sabe.

Sea como fuere, allí estaban todos, expectantes, deseosos de conocer las aventuras y desventuras de la joven Alander. Casi todos sus hijos habían jugado, bromeado o al menos hablado a menudo con Julia. Julia era, por extensión, una hija más, adoptiva de un bastardo o su mujer cuando las circunstancias lo requerían. Ulfryd no sólo había sido fiel a Alarich, sino que los hijos de éste habían sabido conquistarle.

Por otro lado, todos los varones siempre pensaban que eran las hazañas en batalla de los hombres valerosos los que marcaban el destino de una Casa, pero la edad y la experiencia enseñan a ver más allá. Las hazañas de un padre no son nada sin que sus hijos saquen partido de ellas. Las mujeres son portadoras del futuro: le dan a luz, lo crían, lo educan y enderezan, le dan forma a sus ideas y luego lloran su ausencia. Ulfryd lo sabía, lo había vivido. El futuro de sus hijos todavía estaba en el aire, el mismísimo apellido Wyrmslayer todavía estaba en entredicho. La situación familiar no era mala, pero no era tan brillante como él una vez soñara, carecían de una Casa propia, aunque fuera sirviendo a su hermanastro Alarich. ¿Quedaría todavía tiempo para ver su herencia medrar? Eso esperaba. Todavía no perdía la esperanza.

Desde su posición retirada en el comedor, observó cómo sus hijos y los demás convertían la llegada de su sobrina Julia en un evento, la recibían y abrazaban. Silencioso, retirado junto a una fría pared y con los musculosos brazos cruzados sobre su ancho pecho, Ulfryd permanecía como si él mismo fuera otra gárgola del lugar. Sólo Julia podría percibir, cuando le mirara, que el gigante del hierro, su tío bastardo, le guiñaba un ojo, como siempre cómplice silencioso de lo que Julia necesitara. No era secreto que Ulfryd profesaba sincero afecto hacia su única sobrina.

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23/04/2014, 04:34
Julia Alander

Los negros rizos de la jóven Alander se agitaban con el viento cada vez que la puerta se abría para dejar paso a alguno de los sirvientes. Pero eso no importaba. Estaba en casa nuevamente. Y si bien sabía que en unas semanas se cansaría de estar allí y volvería a partir, estaba feliz por tener un lugar donde siempre podía volver. Su familia era uno de los pilares de su vida.

Abrazó fuertemente a su padre antes que a nadie mas, largo rato. Realmente lo extrañaba, existía un fuerte vínculo entre ellos. Luego fue el turno de sus tíos. Recibió el giño de Ulfryd y le respondió con una cálida sonrisa que dejó ver sus dientes blancos. Saludó a todos sus primos uno por uno. Se detuvo unos segundos a hablar con Kyra diciendole que luego le contaría de varios cotilleos acerca de galantes Caballeros que ella admiraba. Solían mimar mucho a su prima, de alguna forma se veía reflejada en ella.

Se dirigió a Tormen finalmente. Tomó la cara de su hermano menor entre sus manos y luego de mirarlo un rato le dió un largo beso en la frente. A pesar que ya era un hombre, para ella seguía siendo su hermano menor.

- Hermano, estuve a punto de comprar para ti un gran Mastín. Pero no lo hice por miedo a que él se pusiera celoso y lo matese a mordiscones. Dijo señalando a Thom. Disfrutaba molestando al Bardo. Solía hacerle bromas pesadas como aquella. Pero en el fondo lo apreciaba, al fin y al cabo siempre se había mostrado leal a su hermano.

- Antes de contarles todo acerca de desembarco, les traje un regalo... Dió un silbido y uno de los sirvientes entró con un barril. - Vino Dorado del Rejo para todos!!!

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23/04/2014, 22:49
Director

Todos os animáis ante la posibilidad de probar semejante exquisitez. Se han servido ya las copas, y Ser Alander va a proponer un brindis cuando se abren las puertas del salón. Pero por una vez el viento helado no apaga las velas, sino que parece avivarlas, junto con las de la chimenea y los braseros, dando a la sala un brillor rojo y dorado.

Por la puerta ha entrado un hombre que debe ser un pescador, por sus ropas y su aspecto calado hasta los huesos.

- Señor, hay una nave atrapada en los Anzuelos! La tormenta los hundirá si no se hace nada.

Los Anzuelos son unos arrecifes en el límite de vuestras tierras. Son difícilmente detectables incluso con buena mar, y más de una barca de pescadores ha acabado allí sus días, con la tripulación ahogada devorada por cangrejos y gaviotas.
 

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24/04/2014, 20:06
Thom Merrilin

Thom se había mantenido apartado de la mesa principal durante toda la cena, charlando animadamente con Bela, la sirvienta de curvilínea silueta y llana sesera. La facilidad con que conseguía hacerla enrojecer llegaba a ser exasperante...  Después de intentar sentarla en su regazo, llevándose un soberbio guantazo a cambio, decidió prestar más atención a lo que sucedía a su alrededor.

La llegada de la hermana de Tormen a Puerto Rojo parecía haber traído algo de alegría a la húmeda fortaleza, y toda la familia Alander se arremolinaba a su alrededor derramando sonrisas y atención sobre su añorada Julia. Tal despliegue hacía imposible que Thom pudiera siquiera pensar en acercarse a la joven Alander; siempre le había gustado la refrescante mordacidad de la chica, pero un plebeyo debe saber cuál es su lugar.

La noche pareció animarse cuando abrieron un barril de Dorado del Rejo traído desde la mismísima Desembarco del Rey. Apenas un instante después, el bardo ya se encontraba junto a la silla de Tormen.

- Algún día, Tormen, tu nombre será pronunciado con admiración en la corte del Rey, te lo aseguro -murmuró al oído del heredero, mientras llenaba dos copas con el afamado vino-. Y seré yo quien componga la balada de tus hazañas que hará temblar los corazones de todas las damas de Desembarco.

Cuando Alarich pedía silencio para proponer un brindis, Thom tomó un largo trago -delicioso...- y volvió a rellenarse la copa aprovechando que todas las miradas estaban atentas a las palabras del señor de Puerto Rojo. No pasaba cada día -ni cada mes- que el bardo pudiera degustar tan delicado caldo...

La súbita entrada del desconocido, calado hasta los huesos y con la tormenta rugiendo a sus espaldas, pilló a Thom a medio sorbo, consiguiendo éste a duras penas no atragantarse y bañar en tinto la elegante camisa de Tormen. Un pesado silencio se adueñó del salón, solo roto por el bramido de un trueno lejano. Las urgentes palabras del pescador borraron en un instante las sonrisas de todos los presentes, como si nunca hubieran existido.

¿Salir a navegar con este tiempo? ¿A los mismísimos Anzuelos? ¡Solo un loco lo haría! O un borracho...

Con un rápido movimiento, Thom se echó al gaznate todo el contenido de su copa.

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25/04/2014, 12:12
Ser Paxter Alander

Ante la espectación que levantó Julia con el maravilloso jugo del Rejo parecía haberse acabado la ligera tensión que se mascaba antes. Sonreí pues parecía que la chica apuntaba a maneras.... con un poco de suerte, sus nuevas no serán tan malas como cabría esperar después de tal regalo.... mientras tanto no desaprobecharía tal manjar. 

Bethany Oakheart, mi mujer, se dedicaba a chismosear cosas con otras damas de la corte, estar en cinta por 3º vez y sin un primogénito en la familia levantaba mucha espectación. Por dos veces me había traído vergüenza y las cosas estaban algo tensas entre los dos, así que no se respiraba el mejor de los aires entre los dos. Justo cuando llegaba el mejor de los momentos y que pudiese respirar tranquilo, llegó el vigía con el avistamiento del barco. Sonrio, por fín podre quitarme de enmedio sin ser descortés.

- Ser Alarich... no os cree pesar tal noticia, ya me encargo yo, vos podéis disfrutar de vuestra recién llegada hija. 

Le hecho una mirada al señor de la casa  esperando su aprobación, también otra a Ulfryd por si reaccionaba.

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25/04/2014, 13:32
Alarich Alander

Cuando se entero de la noticia se quedo un momento reflexivo. En otro caso hubiera ido sin dudarlo pero la llegada de Julia era mas importante para el que sus obligaciones como señor. Sin duda Paxter era un buen candidato a ir en rescate de los pescadores y cuando este le pregunto no dudo. 

- Ves hermano , llevate a Ulfryd es buen navegante. Tu Tormen coge a varios de nuestros hombres y dirigete por tierra al lugar. La ayuda desde la costa tambien sera util, Elric acompañale.- Con el temporal que caia no se como alguien se le ha ocurrido ir hacia los Anzuelos ... Sinceramente habia que ser un inutil. 

Tras ello que quedo mirando su copa de vino y tras uno segundos de mantener la mirada fija y pensativa la cogio y se la bebo de un trago. 

-Ya sabes como son las cosas aqui hija , somos hombres de mar y es lo que nos toca.

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25/04/2014, 15:55
Thom Merrilin

Notas de juego

¿Tu ordenador tiene tildes, Alarich?

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28/04/2014, 08:36
Ulfryd Wyrmslayer

La alegría del reencuentro manchada por la desgracia. Los Anzuelos eran un mal lugar para navegar, pero las inclemencias de la tormenta podían empujar al más pintado hacia lugares por donde uno no pasaría ni borracho. O bien alguien audaz podía haber tratado de utilizarlos para evitar males mayores, como piratas hombres del hierro. En cualquier caso estaba claro que les tocaría ir a comprobarlo.

Astryd, la voluptuosa mujer de Ulfryd quedó como helada al poco de irrumpir el pescador en el salón, cuando se dio cuenta que su enorme marido sería reclamado para embarcarse hacia el problema. Las palabras del señor de Puerto Rojo confirmaron sus temores y se separó con pesar de él, con una última caricia sin palabras en el musculoso brazo del gigante. Éste la recibió sin girarse, asintió a las palabras de ser Alarich y avanzó por la sala hacia la puerta todavía abierta, deteniendo con un simple gesto en su progreso a sus gemelos, Joren y Harald, que claramente tenían intenciones de participar en la aventura.

Ulfryd tomó su capa, se arrebujó en ella y se adentró en la negrura de la noche, sólo iluminada por el aparato eléctrico de la tormenta. Sus hijos quedaron allí, en el portal, frustrados y anhelantes, pero sin atreverse a contradecir a su padre. En la sala Gudmund se abrazaba a su madre, tratando de confortarla, mientras ésta permanecía de pie, helada pero sin mostrar signos de debilidad.

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28/04/2014, 10:29
Director

A la orden de ser Alarich, todos os ponéis en marcha. Ser Paxter y Ulfrich se van al puerto, donde sacan de los barracones y la taverna a todos los tripulantes de una de las galeras. Pronto la Perdición sale del refugio de la ensenada, donde el azote del viento obliga a guardar la vela y avanzar a golpe de remo.

Mientras Tormen sale al patio y pide a gritos su caballo mientras se ata la capa. Con una docena de hombres pronto parte hacia los Anzuelos al galope.

Notas de juego

Necesito saber si Thorn y Julia se quedan en el castillo o parten tambie´n.

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28/04/2014, 10:50
Thom Merrilin

Thom observó con resignación la expresión de serenidad y certeza que se afianzó en el rostro del heredero de los Alander al escuchar las palabras del pescador. El chico solo tenía dieciocho años, pero su reacción fue la de un hombre destinado a ser un día el señor de Puerto Rojo. El instinto de supervivencia del bardo clamaba a gritos por quedarse al abrigo de los muros de la fortaleza, con una copa de vino en una mano y las nalgas de Bela en la otra, pero el aprecio y la amistad que le unía al joven Tormen le impelió a salir tras él.

- Será mejor que te acompañe. ¿Cómo voy a cantar tus gestas si no estoy ahí para contemplarlas...? -le dijo sonriente mientras le seguía fuera del salón, echándose la capa sobre los hombros- Luego no quiero quejas si cojo una pulmonía y desafino.

Un escalofrío le recorrió la espalda al salir al patio; la tormenta arreciaba y los relámpagos se sucedían en un baile alocado y sin pausa. El suelo de tierra se había convertido en un fangal y costaba dar dos pasos sin resbalar. Tormen ladraba órdenes a los hombres de la guardia, que se aprestaban a sacar los caballos de los establos y a montar en ellos con miradas de incertidumbre. Thom se agenció un penco algo desastrado, el más viejo de las cuadras, esperando que la edad llevara asociada mansedubre.

No me gustaría acabar la noche con la cara en el barro... aunque mejor eso que terminar ahogado...

 

Notas de juego

Y no es Thorn, es Thom, con m.

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28/04/2014, 22:06
Julia Alander

Julia frunció el ceño desconcertada. ¿Desde cuando toda una familia gobernante salía a arriesar sus vidas por una simple embarcación de ineptos éscadores que caían donde no debían en medio de una tormenta así?

- Padre, apenas regreso te cuento todo. No quiero perderme esto... Si hubiese sido solo por los pescadores no abría movido un solo músculo. Pero la posibilidad de una aventura bajo la lluvia... no lo pudo resistir.

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29/04/2014, 19:31
Director

Acabáis de salir de Puerto Rojo cuando empiezan a sonar truenos que inquietan a los caballos. Pero seguís adelante. Pronto estáis calados hasta los huesos, pero persistís hasta que divisáis los Anzuelos. Ciertamente es el demonio en persona quien los hizo tan afilados y tan traicioneros. Solo se divisan con la marea baja.

A la luz de los relámpagos veis al barco en problema. Es una galera mercante que tiene uno de los anzuelos bien clavados. Como siga así la tormenta se hundirá sin remedio. Los de vista más aguda podéis ver a los tripulantes intentando achicar agua de mil formas.

 

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29/04/2014, 23:08
Ser Paxter Alander

Supongo que la tormenta sólo me permitirá hablar a gritos:

- ULFRYD!!!! VAMOS AL PUERTO, APRISA... TENEMOS NO SABEMOS CUANTO TIEMPO TARDARÁ EL DIOS AOG......LOS SIETE EN LLEVASE A LOS TRIPULANTES. QUE BARCO CREES QUE ES MEJOR?

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30/04/2014, 09:46
Ulfryd Wyrmslayer

-¡El Perdición, mi señor! ¡Tiene los suficientes remos para poder remolcar a la costa a otro barco! ¡Lo podríamos hacer embarrancar si lo sacamos de los Anzuelos! ¡Veamos si ya se ha saciado el Dios de los Ahogados! -gritó en respuesta el gigante de hierro. Él no tenía la cortapisa de tener que vigilar qué dioses nombraba en sus oraciones. Tenía otras cosas más importantes para que le echaran en cara. Desde luego, si lograba salvar la vida de alguien, éste debería ser muy tonto para no agradecérselo, siguiera a las deidades que siguiera.

Lo siguiente fue sacar a gritos a los tripulantes, usando toda la potencia de su poderosa voz que era capaz de sacar de sus grandes pulmones, que no era nada despreciable. Había que reunir la tripulación cuanto antes, cada minuto contaba. Si lo que les había dicho el pescador era cierto, la nave ya estaba en dificultades antes de que acudieran a avisarles, de manera que un minuto más o menos podía significar la vida entre un sinnúmero de ahogados desparramados entre las rocas o la posibilidad de incluso rescatar el navío. A las malas, si el plan de remolcar la otra nave resultaba inviable, siempre podrían salvar algunas vidas. Tal vez el capitán y algún pasajero importante. Esos siempre eran generosos, si tenían con qué permitírselo, cuando se trataba de salvar sus propios pellejos.

- Tiradas (1)

Motivo: Plan de rescate

Dificultad: 9

Tirada (4): 5, 4, 3, 4

Guardados (3): 5, 4, 4

Total: 13, Éxito insignificante

Notas de juego

A la orden de ser Alarich, todos os ponéis en marcha. Ser Paxter y Ulfrich se van al puerto, donde sacan de los barracones y la taverna a todos los tripulantes de una de las galeras. Pronto la Perdición sale del refugio de la ensenada, donde el azote del viento obliga a guardar la vela y avanzar a golpe de remo.

El máster ya había relatado esta parte...

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30/04/2014, 15:58
Director

ULFRYD y PAXTER.

Al llegar cerca de los Anzuelos os dais cuenta que no se puede remolcar la nave encallada. Si lo intentáis es muy probable que se hunda. Lo mejor es intentar salvar la tripulación. Les haceis señales con un farol para que os vean y os responden con otro.

La operación consiste en aproximar las naves impediendo que las olas os encallen contra las rocas a vosotros también. Así que se situan hombres con pertigas a los lados para impedir morder los Anzuelos. Cuando estéis cerca pondréis la pasarela.

Notas de juego

Uno de los dos (el que sea el capitán) que tire Guerra/Capitán de Navío a dificultad 10 para dirigir la operación.
 

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30/04/2014, 16:33
Thom Merrilin

Notas de juego

Duda:

Si lo he interpretado bien, Ulfryd y Paxter están en una nave acercándose al barco encallado y Tormen y yo estamos a caballo con unos cuantos hombres de la guarnición en la playa observando la operación. ¿Es así? En caso afirmativo, ¿estamos en una playa o lo observamos todo desde un acantilado? No es que vaya a haber diferencia, pero es para hacerme una idea de la situación.

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30/04/2014, 16:38
Thom Merrilin

Notas de juego

Si hay dos grupos diferentes, quizás sería mejor no incluir a todos los PJs en los posts, porque puede generar dudas.