Partida Rol por web

El sonido del motor eléctrico tirando del cable de Padalka llenó el Nodo 1. Mientras tanto, Ford observó cómo el astronauta, embutido en su traje espacial, avanzó hacia la estación, golpeando suavemente contra la pared de Zarya en el camino. Para cuando la máquina había recogido todo el cable, Georgi ya estaba allí con su equipo médico. Presionáis el botón que cierra la esclusa exterior y presuriza de nuevo el pequeño espacio del Airlock para poder acceder a por él. Una vez la presión ha alcanzado un nivel adecuado para vuestro acceso, abrís la compuerta del Nodo 1, y encontráis al comandante flotando, con los ojos cerrados e inerte. Lo primero que se os pasa por la cabeza es que está muerto, pero respiráis tranquilos cuando veis que se forma un pequeño vaho en su escafandra. Parece inconsciente, y por el tiempo que ha pasado fuera probablemente tenga la reserva de oxígeno casi agotada.

Cuando retiráis su escafandra, parece reaccionar respirando más rápidamente, pero no responde ante ningún estímulo.

Mientras tanto, no sabéis nada de Yamazaki ni Sarah...

Tiras del cable de Padalka para sacarlo del Zvezda, y al momento el cable retráctil continúa con la tarea de remolcarle hasta la estación. Cuando el ruso pasa por tu lado te sientes tentado de escupirle y golpearle, pero consigues contener tu rabia. Le ves cómo flota tirado hacia la estación y se golpea contra el Zarya por el camino, y sonríes con cierta satisfacción. Mientras tanto, coges un par de fragmentos de la extraña roca tallada. Quizá alguien conozca alguno de los símbolos. El loco japonés, o alguno de los rusos. Ellos tienen estúpidos sistemas de escritura que nadie comprende.

Lo que ahora queda se te hace mucho más complicado, puesto que no tienes ningún interés en entrar ahí dentro a por el japonés ese. Sin embargo... Lo que queda de Sarah dentro del traje... Joder, es Americana. Una astronauta de verdad. Y ella ayudó a que esta mierda de proyecto internacional pudiera comunicarse con Tierra gracias a sus sofisticados sistemas de comunicación. Merece algo mejor que quedar flotando en el espacio. Al menos su traje tiene derecho a volver a la estación.

Respecto al experimento fallido del ruso... Cada vez que ves el cubo, no puedes evitar quedarte hipnotizado unos segundos, observando la cambiante superficie. No sabes qué puede hacer, o qué ha hecho ya. Ni siquiera qué demonios ha podido causar la rotura del traje de Sarah que ha causado su muerte. Pero estás seguro de que el cubo ha tenido algo que ver, de alguna forma. Querrías dejar al japonés morirse de asco ahí y volverte lo más rápidamente posible para desacoplar el Zvezda y lanzarlo a tomar por culo, donde nunca más volvieses a ver ese horrible cubo. Pero a la vez, te gustaría estar horas contemplándolo, rozar esa misteriosa superficie con tus dedos...

La radio crujió una vez más - ¿ Habéis podido recuperar a Padalka ? - dijo la voz metálica al otro lado, el piloto aún continuaba allá afuera - A los de allá dentro, aplicad un protocolo de seguridad, puede estar contaminado por radiación o algo peor. - dijo - ¡¡ Evitad todo contacto directo con él, que lo trate el médico y aislarlo en algún módulo hasta que comprobéis que todos los niveles están correctos !! - se hizo el silencio

- Voy a entrar a por los demás. - tomó aliento - Corto la comunicación.

Paolo responde ante las palabras de Ford:

Hemos recogido a Padalka, intentaremos mantenerle aislado. Por ahora parece inconsciente, pero vivo. Tenga cuidado, corto.

Dirigiéndose a Grechko.

Como le ves? Crees que podríamos trasladarle a algún lado en la nave en su estado.

Ford respiró hondo - Menudo desastre - dijo en voz alta al ver toda la sangre flotando, pero el piloto no parecía demasiado afectado y su estado se movía entre la certeza de que hoy se estaba convirtiendo en un héroe y el desasosiego de aquel extraño objeto - ¿ Será un arma ? - dijo mientras el piloto miró el traje de Sarah intentando averiguar qué o cómo podía haber causado la brecha fatal.

Tras haber tomado muestras (con los utensilios de seguridad) de los fragmentos flotando, el piloto decidió intentar planear el próximo paso (paso ?) a tomar. - "No se abandona el cuerpo de un compañero." - recordó el mandamiento de los Marines - Tu también te has convertido en un héroe hoy, ojalá descubra que esto que te ha pasado te lo hizo aquel Ruso o este puto Chino, te juro que descubrirán lo que es el infinito de este espacio.

Ford decidió actuar, engancharía el cuerpo de Sarah a su cable retráctil y les pediría a sus compañeros que la trajesen de vuelta a la esclusa como hicieron con Padalka. - Dejará la esclusa hecha un desastre, igual le hago al chino limpiarla con un cepillo de dientes. - Durante esos instantes Ford estaría "flotando" sin seguridad alguna fuera de la ISS y el piloto sabía lo peligroso que era aquello así que tenía que andar con cuidado.

- No quiero tocar esa mierda, aún no sabemos que cojones hace o quién o como se controla. - se dijo a si mismo evitando mirar fijamente el extraño cubo. A continuación intentaría armarse de valor e introducirse en Zvezda para tirar del astronauta Yamazaki e intentar volver a la ISS por la compuerta de Zvezda.

Ford activó una vez más la radio y tras las últimas indicaciones a sus compañeros dentro de la ISS, engancho el cuerpo de Sarah a su cable de seguridad para que al tirar de su cable la trajeran de vuelta a la ISS, y cuidadosamente entró en el interior de la Zvezda en busca del último astronauta.

No le gustaba nada el aspecto de Padalka, y había algo que rondaba la cabeza del Comandante Philips desde hacía rato. Se notaba en la expresión de su rostro. Observaba ceñudo el traje espacial del Comandante de la anterior expedición como si se tratara de un complejo rompecabezas.

- Georgi - dijo, cruzado de brazos - Lleva a Padalka al Columbus y tratadle con Raf y Wurst. Ojo con tocarlo, como ha dicho Ford, no sabemos lo que le ha pasado. En el momento en que recupere la consciencia, avisadme por radio.

La radio de Ford crujió - .....da - crujió una vez más - .. ..cu..hais ? - silencio - ... .ue ....nes .e .asa a ...o - la comunicación parecía entrecortarse y sin duda al otro lado el ruido de las interferencias se entremezclaba con pitidos de botones pulsados sin duda por el piloto intentando ajustar su intercomunicador

-!!! Mierda, mierda, mierda ¡¡¡ - se escuchó de repente gritar a Ford - mierda, mierda... - repitió - ¡¡ Me escucha alguien ??!! - preguntó a la nada - ¡¡¡ Tirad de mi cable !!!!, tirad de mi cable !!!! - dijo gritando

Inmediatamente, Saint pulsó de nuevo el botón que recogía el cable del que pendía la vida de uno de sus hombres.

- Raf, Wurst. He enviado a Georgi hacia el Columbus para que le echéis un vistazo a Padalka. Mucho ojo con tocarle sin protección - dijo por radio Saint, de una forma seria, como si estuviera en mitad del campo de batalla - En cuanto despierte, comunicad por radio.

Georgi sale hacia el laboratorio Columbus para analizar entre los tres a Padalka. En ese momento suena la voz de Ford a través del auricular y actuáis rápidamente para traerle de vuelta.

El sonido del cable enrollándose chirriaba mientras tiraba del astronauta enganchado. Una vez más, oís desde el otro lado del Airlock la esclusa cerrándose y el compartimento llenándose de aire. En cuanto el nivel de aire alcanzó lo mínimo para permitiros entrar, abrís rápidamente la compuerta que os separa del astronauta en apuros, para encontraros con algo que no esperabais ver...

Ante vosotros encontráis un traje prácticamente vacío, con un corte que abarca todo el frontal. El interior del traje está bañado en sangre y algunos restos de lo que hasta hace un momento constituía un cuerpo. Pequeños fragmentos cristalizados de sangre y carne flotan en el Airlock, rozando las paredes y la máquina que ha recogido el cable de seguridad. La horrenda visión os obliga a apartar la vista un instante y vuestro estómago se vuelve del revés. Por un segundo tenéis la sensación de que vais a perder la cabeza, y tenéis que concentraros un momento, mirando hacia el suelo, antes de forzaros a echar un segundo vistazo al traje del astronauta y sus restos.

Dando a Ford por perdido, leéis sobre la etiqueta el nombre de otra persona: S. Coleman.

El astronauta ha debido soltar su propio cable de seguridad y anclar a la ingeniera de comunicaciones en el momento antes de que presionarais el botón para traerla de vuelta. El destino de Ford es ahora mismo desconocido...

Georgi había salido arrastrando a Padalka hacia Columbus, pero a último momento cambió de idea y siguió hacia el "logístico" (MPLM) mientras emitía un escueto anuncio por la radio:

-No vamos al Columbus, mejor en el logístico.-

Las razones del médico para hacer esto eran más precautorias. El módulo estaba, después de todo, al lado del Columbus pero lo más importante era que no se utilizaba demasiado, mientras que en el Columbus había varias cosas importantes y de uso común. Si había que aislar a los pacientes iba a ser mejor tenerlos en el "logístico". 

Realizó una inspección lo mejor que pudo a Padalka tratando de exponerese lo mínimo a cuanquier contaminación que pudiese presentar...

En cuanto sus ojos se posaron en la catastrófica herida que había provocado la muerte de Sarah, Stanley intentó moverse de ahí, apartarse buscando la pared del habitáculo. Pero no recordaba que se encontraba en gravedad cero, con lo que sólo pudo palmotear y agitar los brazos inútilmente, dándole una apariencia ridícula. Una gota de sudor se materializó en su frente, que rápidamente se quedó flotando junto al resto de gotas de sangre, bailando juntas en una macabra danza ritual. A su mente afloraron los recuerdos de la batalla, de decenas de compañeros que habían muerto a su lado, y su corazón se aceleró, amenazando con salirse del pecho.

No fue hasta que se forzó a tranquilizarse respirando acompasadamente, y sin mirar al cadáver, que pudo recuperar la estabilidad. Pero la presencia de la bolsa de restos que hacía pocas horas era la sonriente Sarah Coleman le provocaba una sensación de náuseas, y estaba seguro de que su compañero Paolo no estaba en mejores condiciones.

De repente, con un rápido movimiento, echó mano a la radio.

- ¡Ford! ¡FORD! ¡Responde muchacho, maldita sea! - dijo Saint por radio, terriblemente alarmado - Ford, al habla el Comandante Philips, ¡vuelve inmediatamente a la Estación. ¡Repito, REGRESA INMEDIATAMENTE!

La comunicación se mantuvo abierta durante unos segundos, como si Saint estuviera pensando bien qué decir.

- Al habla el Comandante de la Expedición 35 a todos los miembros de la ESI que me escuchen. Shauri y Wurst, acuden a la Zayra en cuanto Georgi estabilice a Padalka, usted también, doctor. Es imperativo que mantengamos una reunión de emergencia.

En cuanto desconectó la comunicación, Saint se volvió hacia Paolo.

- Eh, ¿estás bien muchacho? - dijo, tomándole de los hombros, poniéndose entre su punto de vista y el cadáver - Venga, tranquilo, vamos a dejar el cuerpo en otro sitio y vamos a buscar una solución.

Dispuesto a llevar los restos de Sarah hacia el ala incomunicada, Saint se dispuso a buscar una manta térmica o algún tipo de envoltorio para cubrir al cadáver y llevárselo.

Ford escuchó el mensaje de Saint - No me toques los cojones ahora Saint, aquí aún tengo trabajo - se dijo a si mismo mientras intentaba entrar en la Zvezda cuidadosamente, aún no estaba claro que les había sucedido a los astronautas y Ford no iba a cesar hasta que lo averigüara y atrapara al responsable (y le pateara el culo).

Así que entró flotando en la Zvezda, no quería acercarse más de lo necesario al extraño objeto, quizás fuera corrosivo, o radiactivo, o ambas cosas. Si se llegara a descubrir que aquello era un experimento secreto o prohibido de alguna de las naciones a bordo de la ISS, esto podía provocar una crisis internacional y el deber de Ford era averigüarlo.

De esta manera el piloto flotó por Zvezda intentando averiguar que había sucedido en el módulo para el accidente (o acaso ataque ?) a Sarah, como se había podido realizar ese corte ?...

Una vez examinado el módulo el piloto se acercó flotando al astronauta japonés - Ven para aquí ,aunque juro que no lo mereces. - Dijo Ford mientras alcanzaba al astronauta y lo arrastraba hasta la compuerta de la Zvezda con Zarya para reentrar a la ISS.

Con sumo cuidado te aproximas hasta Wasabi. Cuando tiras del japonés, primero se resiste, para después soltarse y dejarse llevar por ti sin presentar más resistencia. Ves como masculla algo dentro de su casco, mientras sigue agitando la cabeza hacia delante y atrás en un movimiento lento y constante.

Cuanto más te acercas al cubo, más te cuesta evitar aproximarte a él. Su superficie desde aquí se ve completamente lisa, sin fisuras, roces ni marcas. Es tan lisa como el cristal más puro, pero para no haber sufrido nada con el golpe (y parte del cubo está clavado en la pared de Zvezda) debe ser extremadamente resistente. Y su superficie parece variar la intensidad de color ligeramente, como si se trazaran sombras y reflejos cambiantes, que alteran el brillo de su superficie. Girando la cabeza para evitar su hipnótica atracción, te impulsas hacia la compuerta de salida del módulo con Ukio bajo el brazo. Antes de abrir la compuerta tienes la sensación de escuchar un ligero zumbido en tu oído que jurarías proviene del cubo, pero sabes que es imposible, pues el vacío espacial no transmite sonido alguno...

Apresuradamente colocas a Padalka sobre una de las superficies del módulo logístico, lleno de paquetes que contienen material para la ISS y para llevar de vuelta a la Tierra. Con cuidado pasas alrededor de su cintura y su pecho unas cintas para aferrarle y que no se desplace de su ubicación.

Retiras con mucha precaución el casco de su cabeza, por si tiene alguna lesión medular, y luego procedes a tomarle el pulso en el cuello. El comandante ruso respira despacio, pero al menos es constante. Sus pulsaciones están dentro de los niveles normales, y las pupilas de sus ojos no responden a la luz ni otros estímulos. Sus brazos y piernas están completamente inertes, y no responde al movimiento ni al dolor.

Todos los síntomas responden a un estado de coma. Pero sin embargo, no parece tener ninguna lesión corporal, salvo alguna que otra magulladura sin importancia, probablemente debidas a algunos golpes mientras el cable de seguridad ha tirado de él hacia la estación. No tienes ninguna pista de qué ha ocasionado la entrada en coma.

El piloto sintió un escalofrío al pasar por al lado del cubo, desconocía la existencia de ese tipo de tecnología y secretamente le aterraba que pudiera ser algún tipo de arma superior al conocimiento de los EEUU. Aquellos símbolos brillantes significarían algo sin duda, ¿ Escritura cirílica quizás ?.

Fué en ese momento cuando Ford recordó sus días de instrucción, ese maldito traje de astronauta llevaba un pequeño ordenador a la espalda y si no se equivocaba, también algún tipo de cámara en la parte superior del casco, pero tenía que activarla y este tipo de cosas no se le daba demasiado bien a Ford.

Abrió la compuerta de la Zvezda con y empujó al astronauta Japonés dentro para a continuación volver a la Zvezda, tras toquetear los botones intentando activar la cámara, grabó (o intentó) una toma general del estado de la Zvezda y del extraño objeto para posterior estudio - Espero que haya conseguido grabar algo. - se dijo mientras volvía al nodo de unión con la Zarya y cerraba la compuerta de la Zvezda.

- Tengo que ganar tiempo y no desvelarlo todo, tengo que inventar algo - pensó mientras activaba el intercomunicador a la vez que activaba la despresurización de la Zarya para reentrar en la ISS con el japonés.

El silencio de la radio era total, Ford había dejado de responder y el retractil del cable de Ford no le había traído de vuelta a la exclusa. La autonomía de los trajes espaciales era limitada y el oxígeno para los astronautas estaría agotándose, fué entonces cuando escuchásteis crujir la radio, era la voz de Ford pero ahora sonaba temblorosa y debilitada :

- Ha-hay alguién ? - preguntó a la nada - ¿ cuanto tiempo ha pasado ? - susurró - ¿ me-me es-cucha alguien ?, ayudaaa... - y la radio se silencio...

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Fué entonces cuando escuchásteis el inconfundible ruido de la despresurización, pero esta vez el estruendo no venía de la exclusa exterior por la que habían salido los astronautas, sino del acceso desde la zona aislada de la Zvezda...

El periodo de años de servicio del capitán Torboli, no le había preparado para la imagen dantesca que mostraba el cuerpo destrozado de la simpática Coleman. El más cercano contacto con la muerte que había tenido eran los vuelos de bombardeo sobre las tierras de irak, en un pasado oscuro que ya no quería recordar y que se acercaba a la sensación que tenía en estos momentos.

Algo aturdido aún, Paolo sigue las indicaciones de Saint y le responde:

Ehhh, si señor. Lo mejor será tapar el cuerpo.

Pero que esta pasando aquí, Ford debe estar en problemas.

Tras la calma tensa, las palabras de Ford vuelven a dar esperanza.

Ford, como estas?? Te escuchamos. Donde estas ahora?? Has encontrado al resto de nuestros compañeros??