Partida Rol por web

Última Frontera

Epílogo 2: Tras la frontera

Cargando editor
09/10/2013, 20:43
Director

La mujer, sentada frente a ti, escuchó atentamente cada una de tus palabras. Ella parecía también afectada por lo que vio en el laboratorio. Es como si tan solo necesitara tu confirmación: saber que no había sido un producto de su imaginación.

- Tienes razón. Comunicarnos con él es lo primordial. No sé que otras cosas podrá hacer, pero parece que tiene mucho que decirnos.

La mujer parece dudar algo durante unos momentos, y al final decide girarse y mirarte directamente a los ojos. Siempre que te observa directamente puedes ver en sus ojos el coraje y la iniciativa. Es una mujer fuerte, muy fuerte.

- Qué demonios. No nos vamos a andar ahora con reparos a la hora de contarnos las cosas - dice con una media sonrisa -.  ¿Recuerdas lo que os conté de la expedición de mi padre? Lo que allí escucharon es lo mismo que hace reaccionar al cubo. Ese sonido o mensaje. Pero lo que les atacó... - en este momento la mujer dudó. Es como si la idea que se formara en su cabeza pareciese una locura, pero aún así decidió continuar -. Lo que les atacó no creo que tenga el mismo origen que el cubo. En la ISS esa cosa os buscó después de que el cubo llegara. En el Polo, aquello que acabó con todos los agentes e hizo enloquecer a mi padre, justo después de que escucharan el mismo mensaje de vuestro cubo... Podría ser lo mismo de la ISS. Es posible que ese mensaje del cubo lleve mucho tiempo advirtiéndonos sobre esa cosa"O cosas", parecéis pensar en silencio los dos a la vez.

La mujer rebusca en uno de sus bolsillos buscando algo.

- La última vez no os conté otra cosa. Mi padre también dejó esto junto al diario...

Y de su bolsillo saca un fragmento de roca anaranjado. La misma roca que estaba esparcida por la Zvezda, cubierta de símbolos por toda su superficie.

Cargando editor
11/10/2013, 17:19
Shauri Ravmanujan, "Raf"

Cogió el fragmento que Helen le tendía y asintió.

- Hace tiempo que sostengo que el cubo y el monstruo no juegan en el mismo equipo. -a veces el indio empleaba expresiones que no acababan de venir muy a cuento.- Así se lo hice saber a mis compañeros cuando me despedí de ellos.

Después de darle un par de vueltas en sus manos se lo devolvió.

- Analizamos un fragmento parecido con el espectrógrafo de la ISS. Los elementos de los que está compuesto son conocidos, pero la proporción en que se mezclan no recuerda a ningún mineral de la Tierra.

Y tras una pausa en la que aprovechó para incorporarse un poco en la cama, continuó.

Recapitulemos...

Tenemos un cubo muy probablemente "vivo" que viaja envuelto en cápsulas formadas por un mineral alienígena que interfiere con los sistemas de comunicación. Se pasea por el espacio enviando un mensaje de alerta en forma de señal pautada y repetitiva el cual, a su vez, lleva grabado en su envoltorio con una extraña simbología.

Además, tiene la curiosa manía de aparecer precedido o sucedido de unas criaturas monstruosas de intenciones no pacíficas. Lo que nos lleva a preguntarnos: ¿es la criatura quién persigue al cubo tratando de capturarlo o es el cubo quién intenta adelantárse para advertir de la llegada amenazante de los gusanos?

¿Le parece que tiene sentido lo que digo? -inquirió.

Desde la cama, Raf se había estado mirando el bulto de sus pies bajo la sábana mientras hablaba. Ahora, giró la cabeza buscando la mirada de la científica.

Y lo más importante, Helen... sería posible que me trajesen un sandwich o algo por el estilo. Me siento hambriento.

Con una sonrisa infantil miró a su acompañante y la encontró realmente hermosa. Se encontraba bien con ella, sobre todo porque notaba esa agradable sensación de trabajar con alguien con quien te sientes a gusto y hay buena comunicación.

El recuerdo triste de Wurst, con quien también había sentido eso y con quien había compartido gratos momentos, vino a empañarle el que ahora estaba viviendo.

Cargando editor
12/10/2013, 22:55
Helen Raynor

La mujer emite una risa pura y sincera ante tu último comentario, ese toque de felicidad que hace falta en un momento de tensión y dificultades como este. Se levanta y se dirige hacia la puerta, no sin antes dirigirte una mirada que refuerza la cercanía que existe entre dos personas apasionadas por descubrir un gran secreto.

- Shauri - que pronuncie tu nombre en lugar de tu apodo añade más solemnidad a la frase -. Gente como tú es la que necesitamos ahora. Gente que nos haga ver que más allá de todo esto, que traigan la jovialidad en los momentos más difíciles.

Y sin esperar a ver tu respuesta, sale de la habitación, para volver minutos después con algo de comida traída desde la cafetería del edificio: una botella de agua y un sandwich vegetal.

- No se si eres vegetariano, así que... Bueno, espero que te guste - concluye, como si esa conversación os fuera a distraer del asunto importante -. Antes resumías tu hipótesis de que el cubo viaja en esa cápsula con símbolos, y va acompañado de esas criaturas. Pero antes de preguntarnos si las criaturas llegan antes, con o después de que aterrice el cubo, tengo que añadir otro detalle, que te hará llegar a la misma conclusión que tengo desde que llegaste con el objeto.

La mujer se levanta del asiento y camina despacio por la habitación, que se encuentra sumida en el más absoluto silencio. Además de todas las cosas que Raynor ha demostrado ya tener, te das cuenta de que también es una maestra a la hora de mantener la expectación a través de los silencios. Cuando estás a punto de rogarle que continúe, se queda fija junto a la ventana, observando el cielo con una mirada algo melancólica y lanza su frase al aire.

En el Polo Norte, hace años, aparecieron este trozo de piedra-cápsula con extraños grabados que te acabo de enseñar, y lo que poco después acabó con el equipo de mi padre fue probablemente algo igual que lo que os atacó en la ISS. Eso significa que...

Cargando editor
13/10/2013, 08:10
Shauri Ravmanujan, "Raf"

- Gracias, Helen. No, no soy vegetariano pero éste es uno de mis sandwiches favoritos. -Comenzó a comer a peequeños pero rápidos mordiscos, alternando con algún que otro trago del botellín de agua. Mientras, escuchaba a la científica que le iba dando nuevos datos, a cuentagotas.

- Eso significa que... -le dio otro mordisco y se chupó el pulgar pringado de mayonesa- ¿qué significa eso, Helen? No me tenga con la intriga, por favor.- sonrió, contento, como un niño al que le plantean una adivinanza.

Eso puede querer decir, veamos... por ejemplo que el cubo llegó al polo norte envuelto en su cápsula y tras él la criatura monstruosa. Esta hipótesis nos dejaría la duda de saber por qué la expedición de su padre no hayó rastro del poliedro.

También podría ser que la criatura fuese la que viajase en la cápsula, lo cual nos haría replantearnos la idea de que lleva un mensaje escrito de advertencia en su superficie.

Y una combinación de ambas teorías, nos daría la opción de que el cubo y el monstruo sean una misma especie, capaz de transformar su aspecto bajo ciertas condiciones. -de hecho, eso se podía entender que casi había sucedido horas antes en el laboratorio, cuando el cubo comenzó a mostrar manchas naranjas.

Pero esta última teoría no agradaba nada a Raf, quien había desarrollado un gran cariño por el objeto.

O... -dejó la frase sin acabar, mirando a Helen, para que fuese ésta quien la terminase con sus propias conclusiones.

Cargando editor
13/10/2013, 18:13
Helen Raynor

Helen no apartó la vista de la ventana. En el exterior, algunas nubes comenzaban a arremolinarse en la distancia. Sin duda llovería pronto. La mujer tamborileó con los dedos en el borde de la ventana, y después se giró hacia ti.

- Mi idea, y creo que no es tan descabellada - comenzó despacio -, es que lo que ocurrió en el norte y lo de ahora en la ISS están conectados, pero... El cubo que has traído parece inmóvil, y si nadie lo transporta... Es decir... Una cápsula cae en la ISS transportando un cubo, y una criatura aparece y acaba con todo lo que encuentra. En el polo, una cápsula cayó, y una criatura acabó con todos los que encontró. Esto puede significar que a aquel lugar cubierto de hielo, al igual que a la estación espacial, llegara otro cubo.

Cargando editor
13/10/2013, 19:29
Shauri Ravmanujan, "Raf"

- Entiendo lo que dice Helen. Por eso decía yo que, en ese caso, lo extraño es que su padre no dejase constancia del descubrimiento de ningún cubo.

Claro que, sería posible que los pedazos que recogió su padre hubiesen saltado a bastante distancia del lugar del aterrizaje del meteorito y que su presencia les pasase inadvertida. En ese caso, es posible que todavía se encuentre allí, quizás sepultado entre nieve y hielo.

¿Eso es lo que cree, Helen? -ahora Raf no sabía a dónde quería ir a parar su compañera ni por qué. Tenían un cubo y que hubiesen más de su especie no cambiaba eso. Tenían un cubo, y debían hacer cuanto esfuerzo fuese necesario para entender sobre él todo lo posible.

Cargando editor
14/10/2013, 18:21
Helen Raynor

La mujer, pacientemente, se tomó el tiempo necesario para explicar a Raf su hipótesis. Más allá de la importancia de que pudiera haber más de un cubo estaba el hecho de si eran iguales o distintos. Si el objeto de Raf era completamente único, o tan solo uno más de un conjunto de objetos emisores. El hecho de que su descubrimiento pudiera no ser único, pareció incomodar al científico indio, que consideraba su hallazgo una maravilla incomparable. Sin embargo, continuó escuchando a la mujer con atención.

- Otro aspecto importante es qué le pudo suceder. Si mi padre no lo encontró, puede que la cosa que atacó a su equipo ya hubiera dado cuenta de el objeto. O puede que algún agente de la CIA, al igual que tú hiciste, lo tomara y escapara con él antes del ataque - la comparación de Raf con el agente, y el recuerdo de sus compañeros abandonados a su suerte levantaron una pequeña ampolla de dolor en el hombre. Con tacto, Raynor le recordó que hizo lo correcto.

- El problema llega si ese objeto llegó a las manos equivocadas. Nuestros enemigos siempre parecen ir un paso por delante, y es posible que, si se hicieron con ese cubo, ya hayan descubierto su utilidad.

Al igual que Raf daba importancia a su cubo, Raynor parecía dársela de igual forma al que llevó a su padre a la locura. Cada uno de los dos tenía sus motivos e implicaciones personales en esto, y la conversación no les iba a dar más datos que los que podían obtener abajo, en el laboratorio. Una vez Raf terminó el almuerzo, no tardaron en ponerse de acuerdo para proseguir.

Una vez en la sala de investigación, lo primero que hacéis es observar con cautela la iridiscente superficie del objeto. Los recuerdos de la última visión hacen difícil fijar la vista, debido al temor de la visión de los ojos anaranjados. La hipótesis de Raf respecto a que la criatura y el objeto puedan ser la misma cosa todavía ronda vuestras cabezas, y el solo hecho de plantearos que eso que apareció junto a la ISS pudiera materializarse aquí os insta a abandonar la sala y cerrarla para siempre. Por suerte, la curiosidad científica y la convicción de que esa hipótesis no es cierta os permiten continuar aquí y tratar de progresar en vuestra investigación. Sin embargo, Antes de que puedas proseguir con tu trabajo, Helen te interrumpe.

- También quería informarte sobre algo, Raf - comienza dubitativa. Una vez roto el silencio, parece no costarle proseguir -. Este trabajo se nos puede quedar grande, pero no quería inmiscuir en él al resto de mis hombres, a pesar de que son de mi total confianza. Por el contrario, he buscado a quienes creo que son más adecuados para esta labor para que nos ayuden. Muy pronto no seremos nosotros dos los únicos que traten de descifrar el misterio que rodea a este cubo.

No sabes como reaccionar ante la declaración de Helen. Por un lado, tiene razón, pero el hecho de compartir tu descubrimiento con más gente te mantiene a la defensiva. Desde que has comenzado a investigar el cubo, tus argumentos científicos se tambalean cada vez más, y tus conclusiones suenan cada vez más fantasiosas y menos racionales. Tener que hablar de teorías que se te hubieran antojado completamente imposibles con personas que aún no conoces se te hace difícil. Mientras tu cabeza no deja de darle vueltas, ella continúa hablando.

- No son científicos, ese campo seguirá siendo completamente tuyo. Son personas que podrán aportar otros puntos de vista: un novelista, y un investigador.

Cargando editor
14/10/2013, 19:47
Shauri Ravmanujan, "Raf"

- ¿No lo dirá en serio, Helen? ¿Un novelista? y... y... ¿un investigador? ¿un detective? -el pobre Raf estaba estupefacto.

Cargando editor
15/10/2013, 21:33
Helen Raynor

La mujer te observaba seria, sin pestañear. En su rostro no había atisbo de broma, y no tardó en confirmarte lo que acababas de oír.

- Raf, tú eres el mejor científico para investigar el cubo. Pero tanto tú como yo sabemos que esto se escapa del ámbito experimental. El hallazgo y las consecuencias de la aparición de este objeto van más allá del mero conocimiento, y necesitamos personas que sean capaces de pensar de una forma distinta a nosotros.

La explicación de la mujer seguía sin convencerte del todo, y te estabas planteando qué respuesta darle cuando un teléfono sonó en una mesa unos metros más allá de donde estabais. Raynor lo observó con hastío. Haber sido interrumpida en este momento le incomodaba, y dudó si debía contestar o no. Finalmente suspiró y se levantó de su sitio.

- Un segundo, Raf. Perdona la interrupción.

Caminó sin prisa, haciendo esperar a quien fuera que llamara. Cogió el teléfono igualmente despacio, y respondió con apatía.

- Raynor. ¿Qué quieres? ¿Que tiene visita, ahora? Estamos muy ocupados, tendrán que esperar.

Raynor permaneció en silencio mientras la otra persona, probablemente la secretaria, le explicaba en detalle. Mientras ella hablaba con quien fuera que había llamado, observabas el cubo, pensando en lo que la mujer acababa de decirte. Sin concentrarte en él, simplemente dejando tu vista perdida en los brillos que emitía su superficie, te planteabas qué podría aportar un novelista. O peor aún, qué iba a hacer un detective. ¿Tendría razón Helen? ¿Podrían ayudaros desde otro punto de vista? De cualquiera de las formas, sentías un intenso recelo en compartir tus descubrimientos con gente tan poco interesada en el conocimiento.

La voz de la investigadora te sacó de tus reflexiones.

- ¿Cómo has dicho que se llaman? No puede ser... Un segundo. Ahora vamos.

Raynor colgó. Volvió a hacerlo muy despacio, pero esta vez las razones eran muy distintas. Podías percibir cierta inquietud en su rostro y en un ligero temblor en el brazo que dejaba el auricular en su lugar. Sin levantarse de su sitio, te observó, con un gesto de desconcierto.

- Shauri... Acaban de informarme que tenemos... Que tienes visita. En la recepción te esperan...

Y a continuación pronunció unos nombres que te resultaban muy familiares. Al igual que ella, escucharlos te produjo una sorpresa difícil de ocultar. Arriba, en la recepción del edificio, te esperaban...

Casi fuera de tu campo de visión, algo llamó tu atención. En el cubo estaba ocurriendo otro cambio. Una vez más, su superficie pareció reaccionar de la nada, y comenzó a trazar sombras y figuras. Desde la distancia te costaba discernir con claridad qué se formaba en su superficie, pero asegurarías que os estaba mostrando algo importante. Después de lo que te acababa de decir Helen no podías pensar con lucidez, y giraste la cabeza hacia el poliedro, confuso. Entonces su contorno se desdibujó. Parecía oscilar, atenuándose, y en pocos segundos toda su superficie se tornó negra. Del tono azul iridisado que generalmente bañaba la superficie, unas letras tomaron forma.

HA COMENZADO

Y los nombres que Helen acababa de mencionar todavía producían ecos en tu cabeza. En la recepción te esperaban Stanley Philips, Georgi Grechko y Paolo Torboli.

 

FIN