Una vez he salido de la sala donde se encontraba la mayor parte del grupo, avanzo hasta una puerta y la cruzo.
Nathan se despertó sobresaltado, y con un grito ahogado, colocó su mano apuntando al joven. Pocos segundos después, vió quien era, y bajó la mano. Con un suspiro dijo:
-Maldita sea...no vuelvas a despertarme tocándome, me has dado un susto de muerte con todo éste estres.
Gruñó un poco mientras se sentaba en el lecho, y con los ojos cerrados, se frotó las sienes con los dedos, cuando reparó en lo que le decían:
-¿Cómo? ¿Qué dices de un ataque?
-Pero... ¡Thane!- lo llamé.
"Maldito crío" pensé, mientras lo seguía.
-Espera, dime qué es lo que te pasa. Venga, en realidad, estoy preocupada. Lo de antes sólo eran tonterías para picarte.
-Voy a despertar a Nathan, creo que pueda ser necesario.
-La nave ha empezado a pitar avisando de formas de vida, y Jordan dice que es probable que sean peligrosos.
Lo miré extrañada.
-¿Necesario para qué?- pregunté-. ¿Quieres decirme qué te pasa? ¿Por qué te comportas de esa manera? ¿Qué es lo que te ha pasado?
Apareció en la sala donde estaban todos, con cara de cansancio y quizá también un poco de frustración, y dijo:
-¿Qué se...-bostezo-supone que ocurre?
-Su magia es poderosa, y si alguien nos ataca es mejor que esté despierto.
Perdona, pero como no creía que me siguieras, ya le puse a Nathan que lo despertaba.
Sacudí la cabeza, negando.
-Vale, vale, vale, pero, dime, ¿a ti qué te pasa? ¿Me quieres explicar tu comportamiento desde que hemos subido a este cacharro?-lo miré, con un deje de preocupación-. ¿No te habrá pasado algo mientras... ya sabes.... eras inmaterial y todo eso, no?
Don´t worry ^^
XDXDXD
-¿Te parece poco ese hecho? - Suspiro - Mira, he dedicado mi vida entera a estudiar el teletransporte, siempre todo el mundo ha alabado lo bien que se me daba ese campo, por fin encuentro un material sobre el que trabajar, lo pruebo y destruyo una ciudad. Creo que entre eso y el dolor que he sentido al morir, es motivo más que suficiente para no estar alegre.
Escuché sus palabras con atención y sin mediar palabra, le di un bofetón.
-¿Lo sientes? ¿Sientes el dolor? ¿La mejilla arder?- pregunté, con el ceño fruncido-. Así como el dolor, tú, que ahora estás vivo, puedes sentir, puedes vivir. Quien no valora la vida, no merece vivirla, Thane- dije, seria-. Muerto no sirves y yo no quiero que te vayas, ni que estés de esta manera con nosotros.
Suspiré. Me dolía la mano.
-Quizá, no merezcas vivir- dije, recordando palabras del pasado-. Quizá, no debí escuchar tu voz en aquel momento y debí dejar que murieras.
Callé durante un segundo. Me mordí el labio inferior y dije:
- Además, serás afortunado en la vida, nada te será fácil y es ahí, es el esfuerzo lo que te hace tal como eres. Nadie te reprocha lo de la Ciudad, yo menos que nadie, te lo aseguro, pero no quiero verte así, ¿sabes?- sonreí-. Anda, quiero ver al Thane que conocí y no a éste, que es frío y amargado.
Irremediablemente me llevo la macho derecha a mi dolorida mejilla mientras el dolor penetra en mi, un dolor que nada tiene que ver con el que sentí cuando volví a materializarme, solo de recordar ese momento, siento más dolor que por recibir aquél golpe... Pero aún así, duele.
Siendo como la temperatura de mi mejilla crece por momentos, ahora mismo debo tener la cara roja, pero es lo de menos.
¿Quizás debería haber muerto en aquél momento? Puede, aunque no se me culpara de mis pecados, esto no quita que lo haya cometido... Pero la gente dice que lo peor después del pecado es la tristeza, porque nos predispone a volver a hacerlo.
Sin apartar la mano de mi rostro miro fijamente a los ojos a Ireth.
- He cometido el peor pecado que uno puede cometer. No he tratado de ser feliz. - Tomo aire - Gracias.
Sonreí.
-Anda, ven- le di un beso en la mejilla y lo miré-. Que sea la última vez, niñato, que nos haces esto. Nosotros preocupados por ti, y tú, ahí, amargado y alicaído- reí.
En eso ya no estoy tan de acuerdo con Ireth, pues ciertamente me sentí frustrado al verme ignorando cuando me desmaterializé. Tuve que insistir varias veces para que alguien me hiciera caso, y mientras tanto ellos se dedicaban a reirse de que Ireth se había quedado sin vestido.
Pero trato de no dar muestras de lo que estoy pensando.
-Voy a despertar a Nathan.
-Como quieras, me vuelvo con los demás- informé, desandando mis pasos y volviendo con el resto.
-Ya estoy aquí, ¿qué ha pasado?- pregunté-. Nada malo, espero.
Regreso tras Nathan.
Es evidente en mi rostro que estoy menos decaído.
No, aquí no ha pasado nada extraño-Digo con una voz mas tranquila de lo normal-Esperemos que de verdad sean enemigos y tengamos un poco de acción-
-Ah, muy bien- me encogí de hombros y me senté, cómodamente.
¿Te pasa algo Ireth?-Pregunto sin entender esa frialdad por su parte