Partida Rol por web

Maldicion...replico mientras me acerco a donde esta y saco una varita para curare . Tranquilo, todo va a salir bien, estaras bien como Lys. digo con un susurro mientras mi mano acaricia su mente y curo sus heridas gracias a la magia que hay en mi varita ajada.

En cuanto esta curado subo las escaleras y miro al otro mientras niego.

En eso estamos, si nos dejan. Replico mientras entro en la habitacion con la maza lista para acabar lo que puede haber empezado nuestro capitan.

Caminando hacia la habitación de Ismael y con una sensación extraña de cómo si fuéramos  vigilados por esos nuevamente. No dejo de estar alerta guardia para atacar sin pensarlo y sin fallar.
Voy observando tantas cosas en nuestro alrededor mientras vamos subiendo por las escaleras que todo me parece absurdo. Contemplo como Alyana cura al herido y me giro para contestar a Itkins, si somos nosotros los que os tenemos que proteger algo que objetar al respecto.

-Yo he venido a proteger a Ismael y a su familia, y pienso hacerlo.-dijo Arthur mientras seguía corriendo hacia la habitación donde se habían escuchado los gritos.

-¡Vamos! ¡Seguro que tenemos más bichos asquerosos que exterminar!.-

Parecía que estaban por todas partes, y aunque los guerreros como él podían defenderse de su ataque, habia demasiada gente inocente que se había quedado únicamente por lealtad a la familia. Porque otra razón no podía haber para quedarse en aquel lugar maldito.

Premió al lobo por ayudar al hombre malherido con una caricia llena de afecto. Siguió andando sin hacer caso al hombre que reprochaba. Solo quería adentrarse en la habitación en la que se encontraba Ismael y salvarle la vida, ayudarle en lo que pudiese, por lo que con paso avivado se dirigió en dirección a esa habitación. Con el arco en la mano y sin hacer caso de las malas jugadas que le hacía su imaginación al hacer moverse las sombras se dispuso a disparar al primer aullador que se le pusiese en el camino en la habitación de Ismael. 

Itkins se acerca al cuerpo insconciente de Johanson, las heridas han sido sanadas gracias a la magia benefactora de Alyanna, pero todavía anda muy debil, por lo que el malhumorado abogado de la familia le ayuda a levantarse y le lleva escaleras abajo, presuponeis a que terminen de curarlo.
En las paredes alrededor vuestro se encuentran rastros de arañazos y la marca del metal aplastado de las balas de Ismael, además de la sangre oscura del estomago de Johanson y la más viva de Itkins, podeis pensar de muchas formas sobre la personalidad de los criados, pero al menos su lealtad es suficiente para dar la sangre por su señor, al parecer la lucha a sido frenetica tambien aqui. Al entrar en la habitación cuya puerta ha sufrido la carga de al menos una de las bestias y varias balas de vuestro benefactor, podeis ver como Rosa ayuda a Ismael a echarse en la cama, en la comoda hay varias pistolas todavia humeantes de haber sido descargardas sobre sus enemigos, todavia lo recordais matando salvajes como una rafaga de muerte justiciera en vuestra época en el ejercito. Su rostro blanquecino hace comprender que ha sido un esfuerzo intenso para lo que ha quedado del hombre que conocíais.
Rosa al veros se despide con una pequeña reverencia, la mujer no ha sufrido heridas, Ismael la ha tenido que proteger de lo peor del ataque. Ismael os dice con tono triste:- Me temo que ya habeis visto los estragos que han sufrido mis hermanos y parte los males a los que tendreis que enfrentaros. No se, si os habran comentado que tengo la culpa de que esta maldición terminara por fijar por completo sus garras en nosotros, se que muchos de vosotros sois gente de poca paciencia y que preferis que se os indique a donde atacar en vez de dar tantos rodeos.- Os hace una seña para que os senteis en alguna de las sillas o taburetes que hay en la habitación- Pero es mejor que escucheis, para que comprendais lo que esta pasando...

Hace 7 generaciones la familia Covenant llego a estas tierras, eramos siervos de un rey cruel, cuya única valía era la de tener en buena consideración a sus vasallos más cercanos. Además de la familia inicial, nos cedieron a doscientos prisioneros, los cuales a base de un hechizo de geas (*1), pertenecerían a la familia para siempre, ese fue el principio del pequeño pueblo, que solo era en un principio un montón de barracones para los esclavos. Pero mi antepasado había conseguido gracias a poderosas energias nigromanticas, de que el hechizo no fuese satisfecho hasta la muerte del último de su estirpe.
Trás esto Ismael se detiene conmovido y dice con una triste sonrisa - Quizás nos mereciéramos sufrir esta maldición... pero no fue por estás acciones, me temo que venia de algo más malvado y antiguo-

Mientras se construía la mansión y los pequeños edificios de lo que sería el pueblo esclavo, se decidió investigar las islas del gran lago, pues había muchas siempre cubiertas por una sempiterna niebla.
Ese ancestro no llego a ver como se construia la mansión, pues su hijo termino con su vida con el antiguo pero efectivo metodo de envenenarlo. Fue entonces cuando encontraron la isla de las piedras erectas, cinco piedras que recuerdan los dedos de una mano gigante. Había algo malsano en el lugar, por lo que lo dejarón tranquilo, los que fuerón en aquel viaje enloquecierón y murieron entre horribles gritos.
Algo había salido al ambiente, si el padre y el hijo había sido unos monstruos, sus descendientes fueron peores, los hijos de los Covenant se volvían violentos o enfermizos. Pronto fenecierón los más humanos de entre ellos, quedando los más sádicos y descontrolados, incluso los aldeanos intentaron rebelarse, pero su pacto les hacía morir si se lanzaban a luchar contra sus esclavistas. No fue hasta que llego un misterioso anciano a la mansión donde se enfrento a mis desenfrenados ascendientes, a los cuales prometió que de seguir así, acabaría entrando en un lugar de no-retorno, donde serían castigados… Por supuesto no se hizo caso.
Las nieblas se recrudecieron y quien intentaba salir del lago no volvía. Cuando se abrierón las nieblas aparecierón en un paraje extraño, donde gobernaba un ser detestable, que bien conoceis, pues es el mismo que domina las tierras en las que nos encontramos ahora, el conde Strahd von Zarovich . Sus soldados fueron enviados para someter al nuevo señor, pero algo había que provocaba la locura a cualquiera que entraba con intenciones malignas hacia los Covenant. Finalmente se hizo un pacto a cambio de cierto pago en materia(pescado, madera…) Y la familia a partir de mi abuelo fue bastante más ecuanime, como si la maldición hubiese sido calmada...

Ismael sonríe ante vuestras muecas:- Lo siento, sabía que no os iba a gustar, nuestra familia era despreciable, aunque nos redimimos, al menos eso pensamos…-

Mi abuelo fue un nigromante, pero a pesar de su artes oscuras cogió cierta empatía por la gente del pueblo dominado por el geas de su ascendiente, por aquel entonces volvia ser tiempos de guerra, permitió llegar a más gente cansadas de las luchas sin fin, mientras que a los que eran descendientes de los esclavos, les permitió trabajos más descansados en la hacienda… Aunque la mayoría habían cedido a las depravaciones de los anteriores señores de la casa, solo quedando 15 personas, que se casaban entre ellas(pues el geas tampoco permitía que se casaran con otras personas o que tuvieran descendencia ajena, pues los niños eran enfermizos y terminaban muriendo en la juventud). A pesar de las cosas buenas que pudo hacer mi abuelo, hizo algo de lo que nos tendriamos que arrepentir con el tiempo. Él rompió el tabú, ansioso por saber que podrían ser la fuerza que provenia de esa extraña isla, y protegido por sus fuerzas de muertos vivientes fue a investigar la isla…

Ismael termina diciendo:- Eso es más o menos lo que se de mi historia escrita en el libro de mi familia. Mi abuelo no volvió de la isla y mi padre siguio la politica de mi abuelo en cuanto al pueblo, como yo la intento seguir aunque sea para lavar un poco nuestra culpa. - Ismael suspira y os mira con una mueca:- Pero claro, hace dos años que volvió el horror, en forma de gente de mi familia, vuelta del más alla… - Se remueve incomodo en su silla, como si le pesara el remordimiento de retornar a aquellos tiempos- El único hermano que merecía mi total confianza murió en extrañas circunstancias y mi hermana pequeña que era lo más inocente, cayo victima de su enfermedad. Después me llegaron misivas de mis criados pidiendo mi vuelta, cuando mi hermana mayor desapareció. Desgraciadamente alguien más estuvo aquí, alimentando esta lacra que tenemos por maldición, lo conoceis bien por desgracía, pues él fue el que os hizo traer a mi unidad- Recordáis el rostro del hechicero, el mismo que os hizo llevar durante tres años de pesadilla en medio de la batalla- Pero os tengo algo más que de…- Entonces escuchais que alguien da golpecitos en los restos de puerta, es Rosa, que intentando evitar vuestras mirados dice:- Señor, hemos preparado la cena, ha pasado la hora y en su estado no es bueno…- Se tapa la boca, al dejar en evidencia a Ismael delante de vosotros, pero Ismael le sonríe:- No se preocupe, Rosa, ahora mismo vamos…, lo siento después de la cena seguiré la historia, preparaos, y dentro de 15 minutos os veré allí- Pronto salís de la pequeña habitación, pensando en que la explicación ha dado más preguntas de las que ha respondido, pero tambien podeis notar que el tiempo ha pasado volando y no os importaría tener una opípara cena.

-Ismael, menuda historia más trágica nos estás contando. Pero yo soy optimista, lograremos romper la maldición nigromántica que os acosa igual que hemos prevalecido contra toda adversidad.

-Vayamos a cenar, hasta ahora hemos conseguido salvar a vuestra criada y a los banqueros.

Tomando asiento como Ismael nos había indicado, me dirijo a un taburete para escuchar lo que nos tiene que contar.
Escuchando muy atentamente a lo que nos relata de porque la maldición tiene que ver con él, no puedo dejar de pensar en que tenemos que hacer todo lo que esté en nosotros para acabar con todo esto sin que salga dañado, no me importa lastimarme con tal que el este bien. Tras contarnos todo esto, nos avisan que la cena esta lista, es una pena porque aun no ha acabado de contar y son tantas las preguntas que podría hacer que del mismo bloqueo que tengo no soy capaz.
Me levanto del taburete pensado en todas mis preguntas y me preparo para estar en 15 minutos en la cena.

- Bueno, por fin empiezan las explicaciones. - sonríe, tensa. Al fin y al cabo no es plato de buen gusto llegar a una casa, y casi sin dar tiempo a poder saludar, tener que pelear con malditos y sus lacayos, sin ninguna información. Y peor aún es que la información te la den ellos, y no la persona que ha pedido que viaje hasta aquí para ayudarle.

Sentándose, escucha atenta a Ismael, en parte lamentando haber venido, pero también llegando a  lamentar incluso las frías palabras al darse cuenta de que él no fue culpable de la maldición.
- Aunque Lucy dijo que... ya, claro, como si pudieramos fiarnos de su palabra - piensa, negando con la cabeza.

Asiente al escuchar a Arthur decir que lograremos romper la maldición.

Pero antes de que termine de contarnos absolutamente todo lo que podría, - más detalles sobre sus hermanos, por qué ahora hay tantas muertes en el pueblo, si antes la maldición había sido más bien cosa de la familia, etc. - les interrumpe Rosa, avisando de la cena.

- Creo que será necesario coger fuerzas con una buena cena, porque supongo que la historia llevará bastante más tiempo, y quién sabe qué más puede pasar hoy.

Va a su habitación, donde había mandado a Lord ir al llegar para que descansara.
- Al final tendré que entrenarte para la lucha, aunque no me guste - piensa, mientras le acaricia. - Vamos, la cena está lista. - Abre la puerta de su cuarto, saliendo detrás del animal, llevando, a resultas de la paranoia, sus armas con ella.

Alek escuchaba lejos. En el umbral de la puerta sin interrumpir. Cuando Ismael se hubo marchado y quedaron todos en la sala el hechicero volvió a hablar.

- No os olvideis de lo que dijo Lucy. Además, esta claro que le quiere muerto. Por algo será. E Ismael lo ha dicho con sus propias palabras: "No se, si os habran comentado que tengo la culpa de que esta maldición terminara por fijar por completo sus garras en nosotros" - dijo Alek remarcando la frase que su capitán les había dicho. Eso no quería decir que no fuera a ayudar, por supuesto. Pero indicaba que aún faltaba mucha información por saber. Y que quizás los que parecían no tener que decir nada, como eran las propias personas malditas, igual si que tenian algo que aportar. - Quizás es el hecho de que si esa maldición ha ocurrido hace tanto tiempo, el hecho de que Ismael haya pasado tanto tiempo fuera de casa puede haber tenido ciertas consecuencias. ¿Qué pasaría cuando Ismael estuvo con nosotros? ¿Quiere decir eso que la familia también nos culpa?

Maldita sea... ¿Qué narices significa esto? Tiene que haber más cosas. Necesitamos saber. Tengo algunas preguntas sin respuesta, y creo que tenemos que encontrarlas por nosotros mismos, ya no podemos fiarnos de nadie.

Finalmente, Alek salió de la habitación en dirección al salón. No pensaba ni mucho menos en cambiarse de ropa. La túnica negra y la cara pálida siempre quedaban de maravilla. En cualquier circunstancia. Por este motivo, y dándo tiempo para que chicos y chicas se asearan, Alek salió el primero en dirección al salón. Estaba seguro de que esa noche tenía que aguantar despierto, por eso era importante tener el estómago lleno. Alek se miró las manos y pensó,

Tendreis que demostrar otra vez el valor que teneis.

Al entrar en la habitación contempló curiosa lo que ocurría en el interior. Vio a Rosa bien, por lo que se relajó un poco. Ismael también estaba bien, por lo que se relajó más aún. Se sentó en la silla que le indicó y escuchó atenta la narración de la historia de la maldición.

¿Quién habrá echado una maldición a esta pobre familia?

Pero daba igual, sus dudas no iban a ser resueltas en ese momento puesto que Rosa interrumpió para indicar que la cena estaba lista. Se levantó de la silla, silenciosa, perturbada por lo que había pasado hacía solo un rato. Se estaba preocupando por la suerte de aquella mujer lasciva.

Sabía que en el fondo del alma de aquella muchacha no había tanto mal como su caparazón exterior demostraba. Seguramente mostrase esa cara por miedo a algo. Seguramente hiciese daño porque el daño se lo estaban haciendo a ella, torturandola con una maldición y unos deseos de sexo nunca saciados. La lascivia era una grave enfermedad, sobre todo para las personas ninfómanas.

Ella nunca había sentido lascivia, aunque tenía que reconocer que lo visto en la sala anterior más que repugnarla como había hecho con la curandera, había despertado cierto interés en ella. Pero cierto era que no estaba dispuesta a ser hechizada y obligada a hacer cosas en contra de su voluntad. La última y primera vez que la obligaron a algo el repugnante cerdo salió bastante mal parado.

Ante tales recuerdos miró a Draco y le acarició suavemente la cabeza. Estaba muy agradecida a su compañero puesto que nunca la dejaba sola desde ese incidente. Siguió a Alek. Era la hora de la cena y tenía hambre. Un combate siempre abría el apetito. 

Le escucho y por un minuto les doy la espalda mientras en mi interior se forma un debate que mejor nadie supiera,  cierro los ojos y respiro hondo, no digo nada solo escucho y las reacciones de mis compañeros.

Soy la ultima que queda, me acerco y le miro a los ojos Creo que no tienes que darnos ninguna explicacion, aunque no hubiera pasado nada de todo esto te aseguro que hubiera venido a ayudarte y si mi hermana estuviera viva tambien hubiera venido Pongo mi mano sobre su hombro Mi puerta esta abierta si necesitas hablar lo que sea y a la hora que sea del dia o de la noche.  Un guiño complice de ojo antes de girarme y de salir por la puerta cerrandola tras de mi. Creo que esta noche tendremos que prepararnos para lo que pueda venir, sea bueno o no. Rezare a mi señor para que me guie en la mision que viene, para que nos de valor a todos y para que nos ayude a acabar con la maldicion que se cierne sobre este lugar.
Pasar por mi habitacion para cambiarme y ponerme un tunica con el simbolo de mi dios, sencilla y de color blanco con el cinturon y mis bolsas en el.
¿que haria mi madre en este momento? lucho una guerra para estar junto a padre, clavo una daga en una mujer que deseaba dominar el mundo conocido y eso la marco mas de lo que pudo hacer en su pasado.

Has escuchado rumores lugubres sobre el hechizo geas, pero por las referencias están hablando de un hechizo geas especial que se pasa de padre a hijo, durante generaciones hasta que una clausula termine. Solo un hechicero de gran poder con ayuda de seres fuera de los planos "normales" podría dar suficiente energia. El ascendiente tuvo tratos con algo fuera de toda constancia humana, y por lo que parece algo bastante maligno.

En la pasarela alrededor de la escalera se encuentran las puertas a vuestras habitaciones, hay suficientes habitaciones para todos, tres en cada lado y en medio protegido por una barandilla la escalera principal. Los que dais una visita a vuestras habitaciones os dais cuenta de que son más grandes que la de Ismael, y bastante confortables con muebles de gran calidad, que os hace recordar que ni en las mejores posadas de vuestros viajes habeis visto tanto lujo. Vuestro equipo está colocado con esmero y no falta ningún objeto, por lo que pronto trás descansar un momento, escuchais a Rosa llamandoos para la cena.

Pronto llegais a una gran sala caldeada por una chimenea adornada por unas grandiosas gargolas hay una gran mesa con candeladros de raros motivos, velas aromaticas proporcionan dulces aromas que ocultan el ligero olor a humo, cientos de cuadros familiares os observan, como si la historia de la mansión os estuvieran constriñendo. No podeis dejar de fijaros en el más grande de todos, donde un sonriente Ismael sentado en medio de sus hermanos, quizás fue antes de que acabaran asi por su maldición, en el reconoceis a Lucy, con un hermoso vestido aunque incluso en él, tiene un algo en su mirada, felina y depredadora. Tambien está el hermano fantasma con su traje de un vivo color azul.
Ya en la mesa para vuestro agradecido olvido de asuntos más oscuros, podeis ver que los entremeses estan colocados y que Ismael os espera ocupando la silla del anfitrion con una sonrisa de bienvenida:- Espero que esta cena compense en parte la mala bienvenida recibida-

Parece de mejor humor, quizás veros a todos juntos le hace mitigar el sentimiento de debilidad ante el destino. Vuestras sillas están situadas cerca de él como los invitados de honor que sois. Pronto llega Rosa acompañada del joven que os acompaño hasta la entrada, que dejan los otros platos en una mesa paralela a la vuestra. Ismael al ver que llegan los demás criados dice:- Espero que os gusten los platos, la mansión Covenant tiene a la mejor cocinera de toda la región- Rosa comenta apostillando:- Aunque tambien la de más caracter-A pesar de la gravedad de la situación, todos se rien como una pequeña broma en familia.

Al poco llega Itkins que se acerca a Ismael, para hablarle al oido, con cara seria proclama:- Me temo que el doctor, mi mayordomo Johanson y nuestra querida Lys no podran acompañarnos en la comida...- su tono se nota entristecido. Todo se silencia ante el recuerdo de la ultima depredación de Lucy. Todos callan hasta que Itkins dice secamente:- Espero que acabeis con ese monstruo, ni Johanson, ni Lys no se mereciam nada de lo que les ha hecho...- Rosa y Peter se sientan en un silencio.El ambiente esta tenso, parece que no es la única, ni sera la última discusión sobre estos temas que han mantenido, pero parece que se silencia un momento.

Entonces Ismael calla, no quiere andar al trapo ante la provocación de Itkins,solo esperando que se calmara un poco entendiendo lo que sienten, cuando os ve sentados os pregunta:- Decidme por favor, como os ha ido la vida, ahora necesito saber un poco que os ha sucedido desde nuestra separacíon, tanto hablar de mis problemas, me satura y en verdad que tengo curiosidad...-

Bajó a paso vivo por la elegante escalera, no sin antes mirar en el interior de la habitación en la que se iba a quedar a dormir. Había pensado que iban a dormir todos juntos, pero no, cada uno tenía su propia habitación y de unos lujos impresionantes. Se quedó pensativa un momento, antes de seguir con su camino hacia el comedor, pensando en dónde dormiría Draco. Decidió que sería en la alfombra, que le pareció ver al echar el vistazo a la habitación. 

Al llegar al comedor se encontró con una elegante sala, como toda esa casa, que al principio le podría haber parecido tétrica pero finalmente la encontraba bella. Admiró el cuadro familiar, en el que salían todos los hermanos. Pudo apreciar la belleza de la muchacha lasciva que habían visto antes, y aunque sus ojos eran depredadores, felinos, tenía una gran belleza que no se dejaba ensombrecer por su mirada. 

La tranquilizó ver a Ismael tranquilo, sentado en la mesa. Parecía estar mejor. Además... Sonreía. Eso era bueno. 

Se sentó en la silla de al lado de Ismael ya que estaba libre y sus compañeros aún no se habían movido. A la entrada de Itkins le miró impasiva. No contestó a sus palabras, pues era simplemente una provocación.

Debería dar las gracias porque les salvamos la vida, y no echarnos en cara el ataque de Lucy.Ni nosotros ni ella teníamos la culpa de lo que había pasado, y cierto era que Lys no se merecía que la hipnotizasen y la desvirgasen, y tampoco el mayordomo merecía ser herido, pero nosotros no habíamos hecho nada para producir eso, de echo lo intentamos evitar.

Una vez más calmada la cosa, Ismael intentó romper el hielo. Y como nadie contestaba empecé yo.

-Cuando nos separamos una vez terminada la guerra, volví a casa de mis padres, en mi tierra. Los bosques seguían tan verdes como cuando los dejé. Estuve tranquila, nada más que cumpliendo con las tareas de la casa y descansando día a día, recuperándome de los horrores de la guerra. Poco interesante hubo en mi vida, ya que me cuidé de no meterme en líos, hasta que me llegó tu carta. Y acudí nada más la leí. Me puse en camino, Draco se vino conmigo, como siempre. Y aquí estoy, intentando ayudar a un viejo amigo.- mientras hablaba sonreía dulcemente, mirando fijamente a Ismael. En su mirada no había maldad, simplemente un gran afecto y amistad. Esperaba animar un poco al hombre tan precipitadamente envejecido. 

Mientras espera ser llamada para ir a cenar junto a Ismael. Hecha un vistazo a la habitación donde iba a pasar la noche para descansar. Como era de esperar no ha alojado a cada uno en sus mejores aposentos y con elegancia que tiene toda la mansión.
Me quito la coraza para ponerme una capa fina y trasparente negra que deja ver perfectamente mi vestimenta y mis encantos. A la vez que limpio mi espadón y lo guardo en su funda que llevo como cinturón.

Al oír a Rosa que nos llama, dejo todo colocado en la habitación, y me dirijo hacia el salón. Mientras camino con paso firme me da un buen olor a velas aromáticas, que hace que me estomago se empiece a quejar. Observo un cuadro que me llama la atención ya que reconozco a Lucy tan bella como siempre y con una especial mirada que hace que se te vaya la vista en el.
Cuando entro veo que este Ismael sentado, y junto a el esta nuestra compañera Kakuonsäde.

Tomo asiento junto a ella, pero antes de sentarme saludo educadamente a nuestro anfitrión buenas noches Ismael, espero que estéis más animado ahora. Retira la silla para afuera para poder sentarse.
Escucha como nos dice a todos que le contemos que tal nos ha ido tras marcharnos de aquí. La primera en hablar es nuestra compañera y tras escucharla habla con tono claro y suave hacia el y hacia todos. Desde que me fui de aquí he estado viviendo por mi cuenta, y sin apenas visitar a mi familia. He seguido combatiendo con los que me venían buscando, y he mejorado mis formas de luchar, y mis modales. Mi vida no es que haya cambiado mucho la verdad…tan solo se puede destacar que he aprendido a hablar educadamente aunque en ocasiones sea bruta jejeje. Hasta que recibí la carta y sin pensarlo dos veces me dirigí para ayudar a una gran persona como es usted y respeto. Agacha la cabeza y mira a los ojos de Ismael.

-Le garantizo que exterminaremos a ese monstruo y a todos los que haya.-Responde Arthur a Itkins, tratándole como una persona por primera vez. El guerrero se había aseado un poco antes de acudir a comer.

Luego deja hablar a Kaky y Elenya, mientras da cuenta de la comida, regándola con cantidades enormes de bebida, intercalando algunas frases -Elenya, ¿Tu aprender modales? ¡Antes se apagará el sol!-rie -Y tú Kaky, vuestros compañeros peludos simplemente son algo para sustituir el cariño y el afecto de un buen mozo. No digo que sean malos compañeros pero un hombre os vendría mejor.- y a continuación informa a sus amigos de sus correrías.

-Pues partí sin rumbo fijo, hasta que llegué a... unos meses después me tuve que largar porque su padre quería que me casara con ella... y los mercenarios y yo decidimos incendiar el túmulo... perdí mi oro en la casa de apuestas... bebí tanto para olvidar aquel día y aquella criatura que nos persiguió..- El relato de sus aventuras dura un buen rato y os deja con la sensación de que quieto no ha estado, y desde luego no ha tenido días para vivir tantas aventuras.

En el camino hacia el salon me paro en un espejo, me miro a el, en otras ocasiones mi hermana hubiera estado detras haciendome burla, nos hubieramos reido las dos y este hubiera sido uno de esos dias.  Cierro los ojos y al abrirlos son azules como el cielo y una sonrisa en los labios mientras echo el pelo hacia atras un poco y parece que susurro algo por el movimiento de mis labios.
Entro en el salon y los sonrio a todos mientras me dirigo a mi sitio. Una servilleta por encima mio mientras los escucho mientras doy un sorbo de la copa que hay frente a mi y miro la comida. Parece deliciosa.

Yo no voy a estar de acuerdo, todos podemos cambiar y aprender cosas nuevas. Una mirada a Alek antes de que empiece a hablar, parece que todos hemos tenido una vida un tanto ajetreada.

La verdad es que sigo buscando una manera de quitarme esta piedra que se nos incrusto a todos en el cuerpo, en mi caso fueron dos fragmentos.  Tambien busco la respuesta de algunas cosas inexplicables que hasta ahora no tienen sentido.  Me callo y doy otro sorbo a la copa antes de continuar.
No ha habido noche que no estuvierais en mis rezos, los eche de menos a algunos mas que a otros. Mi mirada se cruza con la de Alek y los labios se curvan un poco mas  hacia arriba.
Paso mucho tiempo en un orfanato, me gusta estar alli con los niños cuando puedo que no es mucho, tal vez...entre eso y buscar el camino de vuelta a casa, pero no podria volver sin saber que paso realmente a  mi gemela, mi madre no me lo perdonaria realmente.

Evadne se queda en silencio hasta que ya no puede evitar hablar en último lugar.  Pese al tranquilo comportamiento de sus compañeros, ella no deja de moverse nerviosamente, mirando a todas partes, esperando que algo más pase.

- Puede que después no tengamos tiempo para hablar tranquilos, pero éste tampoco me parece el momento adecuado - piensa, mientras escucha a los demás hablar de sus ajetreadas vidas.

- Me parece que mi vida no ha sido tan ajetreada como las vuestras. - Empieza, encogiéndose de hombros, marcando la poca importancia que le da. - Me he dedicado a viajar por el núcleo, sobre todo por los bosques de Falkovnia, Kartakas y Darkon, trabajando, a veces como guerrera, y otras como artesana, cuando tenía necesidad, y moviendome mucho. De hecho, acababa de volver a Darkon, a casa de mi madre, cuando me llegó la carta.