Partida Rol por web

Arthur golpea al otro aullador de forma tremebunda, la sangre ponzoñosa de la criatura salpica todo el lugar como si fuera un surtidor, cortandole parte de la quijada y una garra, pero es Eleyna que clavandola la cabeza contra el suelo la que termina con la desaventurada vida de la criatura. Alek intento acertarle antes del borrón de espadas que han acometido los dos guerreros, pero es imposible seguirles el ritmo.

Al otro lado de la sala está el monje que golpea mortalmente con un bastón a uno de los aulladores y otra de esas criaturas que le ataca mientras esta desprevenido tirandolo al suelo, convirtiendo la lucha en un forcejeo por si el aullador le cercena la cabeza de un mordisco al apurado monje.

Maldita sea, esto se nos va de las manos. Perdimos al monje, no se si es malo o es lo siguiente.

Miro al resto y retraso mi ataque para cuando terminen los demas, puede que les haga falta. 

Corro hacia el aullador que tiene atacando al monje. Con espadón en la mano y a sangre fría le ataco sin más.

- ¡Forza Proyectis Fulmini! - Alek hizo un movimiento con las manos y pronto 3 misiles de fuerza salieron despedidos e impactaron contra el aullador.

- ¡Eh, que yo también se hacer magia! - Gritó Arthur mientras cargaba contra el asqueroso aullador. - ¡Uga puga! ¡Ego con mi spátula aperturo tua caprisca! - dijo al golpear al asqueroso ser con todas sus fuerzas.

- ¡Y es igual de efectiva!

Alek prepara y lanza el hechizo que ilumina la sala, varias bolas de energia impactan en el lomo del aullador, lo que hace que reciba el impacto del palo del monje, alejandolo de él haciendolo un blanco perfecto para el golpe de Arthur que lo deja muy mal herido. La flecha de Evadne y el golpe de Eleyna fallan, aunque es peor en el último caso, que hace que el espadón de Eleyna salga volando hasta la pared.

Pero lo peor es la traición del monje al que habéis salvado la vida, que golpea por la espalda a Arthur(aunque parece que lo único que hace es atacar a todo el mundo a su alrededor). Por lo que siente un fuerte golpe en la espalda.

¡El puto monje le había golpeado! ¡El jodido y puto monje le había hecho daño!

Arthur gritó de rabia, maldijo a todos los dioses del cielo, y moviendose un pasito para flanquear con Elenya, golpeó al monje que estaba en el suelo con todas sus fuerzas.

¡Un puto monje golpeándole cuando acaba de salvarle!

- PERO QUE LECHES HACES IDIOTA ¡MUERE MUERE MUERE!

El espadón casi empaló al asqueroso tipo...

Al ver como mi espadón salía disparado. Corro hacia donde está para agarrarla y volver atacar y ayudar al resto que estaba en problemas.

Cuando consigo agarrar mi arma, me dirijo por la espalda y ataco nuevamente.

Los malditos monjes estan locos, ahora comprendo las palabras de mi madre cuando nos lo explicaba.

Creo que es hora de que esto acabe, y curar al loco de Arthur, loco con un algo que no se que decirlo.

- Alyanna, ¿no puedes tranquilizarle de alguna manera?

La proclama de Alek llega tarde pues Arthur empala al monje que se desangra sobre su espada antes de caer al suelo moribundo susurrando algo sobre un arma...

Ini 17.

Ataque 18 toque.

Daño 2 (y 1d6 más el siguiente turno).

Recorreis el espacio que os separa de los convocantes del ritual, que se ponen en medio para proteger al anciano que parece ser el jefe de todos ellos, que  sigue con una letania que no parece que lleve a nada bueno. Los otros monjes esperan con sus cayados a cualquier ataque por vuestra parte, aunque la suerte no está con ellos y vosotros tenéis cuanto menos un equipamiento muy superior. 

La bola de fuego le hace alejarse de sus ensimismamiento al jefe cuando su carne empieza a arder y balbucea amenazas sobre Alek, Alyanna pronto se le une destrozando las costillas a uno de los monjes que no es lo suficientemente veloz para esquivarla, el resto del grupo no tiene tanta suerte y los monjes esquivan sus ataquen. En tanto se escuchan gritos detrás de la puerta, parece que al final han decidido cruzar las hogueras provocadas por Alek.