Partida Rol por web

Observo esa extraña mirada en Roland, hace tiempo que no pasaba, sólo la he visto en marines con trastornos mentales postguerra y en él, no comparto su manera de conducir la situación, y a estos personajes, civiles en situación de estrés, no los puedo comprender, ¿no se dan cuenta de la situación en la que se encuentran?... Roland los amenaza con liquidar a la mascota, luego los presiona con interrogatorio duro bajo amenaza, enseguida les da esperanza y suelta información que ni siquiera debió mencionar y para finalizar el tipo herido parece conocerlo, por su reacción no creo que le haya agradado, permaneceré atento, no necesitamos más problemas y menos en nuestro grupo a causa de extraños.

-¿Te encuentras bien Roland?... No le quitas la mirada al hombre a pesar de que parece conocerte...- casi le grito a Roland para que regrese la atención a nuestra deliberación. Apenas vuelvo con las chicas y sucede, el andrajoso comienza una pelea, enseguida lo inmovilizo, con fuerza lo empujo para tumbarlo al suelo de bruces y le coloco la rodilla en la espalda sin escuchar los reclamos del afroamericano golpeado.

-¡HE DICHO QUE BASTA!... ¡NO OCASIONEMOS MÁS PROBLEMAS DE LOS QUE YA TIENEN!...-Me giro ante las palabras de los demás en especifico a lo que dice el último.

Después de que inmovilizo al herido bocón saco mi cuchillo ka-bar y me dirijo al que acaba de hablar.

-No los necesitamos... iremos por la doctora y no me importa si eres tú ó el bocón de allá el que nos indique la ruta, una vez que la localicemos, si es que está con vida y logramos sacarla le pediremos que nos acompañe, es todo...- corto sus amarras y de entre mi equipo le doy una navaja en la mano y antes de soltarle el arma lo miro a los ojos.

-Controla a tu gente.. no queremos problemas...- me dirijo al tipo herido y lo levanto en vilo casi a rastras  lo llevo a la camioneta.

-Dales las llaves de la camioneta Roland... que se vayan, no tenemos tiempo... continuemos con el plan, iremos al supermercado de enfrente y después de explorarlo que este tipo nos indique el camino hacia su antigua comunidad... ante ese tal Judas...- Miro a Rebecca y asiento con la cabeza para que me siga junto con la pelirroja. -No bajemos la guardia, mantengan listos los rifles automáticos...-

En cuestión de segundos esto se convierte en un drama, que es justo lo que menos necesitamos en estos momentos.

-"Genial, nos teníamos que encontrar con un grupo conflictivo..."- La situación rápidamente se torna cansina y no me creo que estemos lidiando con tonterías cuando el tiempo apremia y nos encontramos en un punto bastante visible colocándonos en una situación potencialmente vulnerable.

Reagan acostumbrado a dirigir pone fin al asunto, algo que agradezco pues a poco he estado yo misma de callarlos de una manera menos diplomática. Aún así he puesto atención a lo que cada uno ha dicho, no estoy segura que el dejarlos ir sea lo más conveniente pues aunque en apariencia han demostrado que no representan un peligro para nosotros, bien podrían ser de ayuda...con todo que me parecen bastante inestables.

Me acerco a Reagan antes de ir hacia el supermercado.

-Estoy contigo en ir a buscar a la médico, pero ignoramos si siga viva. Pensando en que al ir nos encontremos con que está muerta creo que deberíamos de tener una especie de seguro, me refiero a que tal vez aquellos dos- digo refiriéndome al veterinario y el enfermero- pudieran ser de alguna ayuda, no deberíamos dejarlos ir.- en este punto no me importa si quieren o no venir con nosotros, si se les requiere vendrán y no habrá más discusiones. -Y luego está el tipo al que todos quieren matar, después de lo que han dicho no me parece tan buena idea que sea él quien nos guíe hasta el club -miro hacia donde se encuentran los otros hombres y la mujer- pero igual ninguno de ellos me parece una buena opción, creo que en ese lugar que vivían estaban aislados de la realidad que vivimos la mayoría, así que por eso se encuentran tan asustados de regresar, ignoro hasta dónde pretendan ir con ese vehículo con el que no llegarán demasiado lejos pero creo que no tienen un plan concreto de lo que harán-  corto el rollo pues tenemos que movernos de ya- Bien, opino que nos llevemos al asiático y al rubio con nosotros, ellos igual nos pueden guiar hasta la doctora.

Jafreese observa como se llevan al mecánico a su furgoneta. No se puede imaginar qué habrán visto en él pero lo recibe con comedido entusiasmo por tener una herida en la boca que sangra sin poder aliviarse adecuadamente. A Stan lo liberan y le dan un cuchillo para que los suelte. Parece que los captores tampoco tienen muy claro qué hacer, el que parece al mando solo quiere llevarse al mecánico pero los otros no son de esa opinión.

Despacio y en una postura no amenazadora Jafreese voltea la espalda y levanta los brazos para que Stan corte las ataduras, gracias (*). Jafreese se masajea las muñecas para recobrar la circulación y con un pedazo de su camiseta se limpia la boca de sangre, suerte que estoy acostumbrado a golpes en la cara, ojalá Mayweather golpeara así de mal.

Jafreese lentamente comenzó a moverse hacia su furgoneta pero se quedó quieto al escuchar que la mujer pretende llevarse a Jae y a Thomas, no le hace gracia. En primer lugar Jafreese considera este grupo muy compacto pese a que esta gente que está evidentemente mejor equipada los considera unos mindundi y en segundo lugar no le queda claro qué harán con ellos una vez Judas les empiece a dar problemas, que lo hará, por no hablar que tendrán que ir con el mecánico.

Jafreese mira a Stan a ver si se le ocurre algo o a Jeanine, creo que no les he caído en gracia por haber perdido los nervios con Zach así que no creo que nada de lo que diga pueda mejorar la situación, Jafreese inspecciona el escenario y reflexiona sobre qué podrán hacer, su plan de seguir al norte se tambalea, Jae y Thomas cumplen su función y son un engranaje del mismo. ¿Podría ofrecerse a ir con ellos a por Judas para acompañar a sus compañeros? La sola evocación de la idea en su mente le provoca un dolor en el estómago por nervios, pero sus compañeros no son el embaucador de Horace, no se merecen eso.

Lo que estaba claro era que sus captores tenían ideas dispares, uno parecía confiar mucho en Zach y en cambio los otros no lo tienen tan claro, a la espera de acontecimientos y oportunidad, Jafreese guarda silencio antes de intervenir más.

Jae se gira y mira a la mujer rubia que termina de hablar y que dice que se tienen que llevar a Thomas y a el con ellos. - ¿Disculpa? ¿Quienes sois vosotros para decidir si Thomas y yo tenemos que ir con vosotros a ese cementerio canibal? Jae se gira en dirección a Stan esperando que vaya a liberarle.

- Hablo en mi nombre e incluso estoy seguro que en el de Thomas, cuando digo que os ayudaremos si alguien de vuestro equipo necesita ayuda medica, pero no tienes derecho alguno a obligarnos a ir al campo de golf. 

Jae mira a la rubia con tristeza. - Este mundo es una mierda, pero eso no te da derecho a decidir sobre la vida de nadie. Hicimos lo que nos pedisteis, os demostramos que no somos peligrosos y os estamos ofreciendo nuestra ayuda medica. Solo os pedimos que no nos lleves alli.

Estos jugadores son unos cobardes, vámos a meterles más miedo Roland, no les regreses las llaves del vehículo y si quieres puedes meterle un tiro al mecánico, habrá un conflicto terrible pero soltaré una horda para que esto se ponga más interesante, ¿que opinas?

Hay que especificar si sacaste las armas de la furgoneta de cobardes ó sólo les quitaste las municiones.

También debes aclarar que la camioneta de ellos esta cerrada, yo lo haré en su off topic

El mecánico indefenso ante los jaloneos del capitán se limita a obedecer, inevitablemente escucha los comentarios de sus antiguos compañeros de comunidad.

-¡SOMOS UNOS HIPÓCRITAS, QUIÉN ERES TÚ COREANO PARA HABLAR DE DECIDIR SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE DE QUIÉN SEA CUANDO A TODOS USTEDES LES PASO POR LA CABEZA DARME UN TIRO PARA ACABAR CON MI VIDA!... O´BRIAN NUNCA DEBIÓ HABERLOS ACEPTADO, POR TIPOS COMO USTEDES NOS DEVASTARON EL CAMPO DE GOLF SARTA DE COBARDES QUE PREFIEREN SALVAR EL PELLEJO ANTES DE DEFENDER SU HOGAR!...-

Levanto una ceja ante la pregunta de Matt. -No es confiable. -Le respondo casi en susurro y sin dilación. 

Ya nos volveremos a mover, pero al veterinario no le agrada la idea de venir con nosotros. -Una pregunta muy fácil niño, somos los que tenemos las armas y necesitamos que nos acompañen. Así de simple. -Digo apoyando a Rebecca.

Me aproximo al mecánico y lo ayudo a levantarse. -Voltéate, hay que hacer algo con esos amarres. -Le digo colocando una mano en el mango del K-BAR pero cuando se voltea saco mi beretta y le doy un tiro a quema ropa en la cabeza del mecánico.

-¿Alguna otra pregunta? -Digo mirando al veterinario -¿Donde queda el campamento de ese tal Judas? Creo saber a que club se refieren y lo conozco. Me alegro de no haber ido allí, no me imagino convirtiéndome en un cobarde miedoso por tanta comodidad.

Mientras esperamos a que Stan nos libere, el tonto de Zach sigue gritando como loco. Pero contra todo pronóstico que pudiera imaginarme... de repente se lo cargan de un tiro. 

No grito, solo doy un pequeño bote del susto y me quedo con la boca abierta. Definitivamente no son el tipo de personas que creía que eran... 

*... de un judas ... a otro... - Pienso mientras me quedo clavada en mi sitios sin cerrar los labios y con los ojos bien abiertos, mirando la gorra empapada en sangre de Zach en el suelo, junto a su reventado cráneo.  

Parecían intensamente interesados en la doctora, Eura, claramente en los tiempos actuales los conocimientos en medicina escaseaban y eran unos bienes tan preciados a la altura de la comida, o la munición. Uno de ellos era conocido del mecánico, no obstante no le miró con buenos ojos. ¿Desconfianza tal vez? No estaba del todo seguro, aunque tampoco fue de extrañar.

Se empezó a poner en cuestión la utilidad del propio Thomas junto al veterinario, si merecían la pena que les acompañase o no, y sin embargo el rubio no abrió la boca. Se limitó a escuchar y observar con reticencia. En un par de ocasiones quiso decir algo, pero se calló creyendo que no sería del todo inteligente.

Una interrupción, una trifulca entre Jafreese y Zach, por suerte el primero pudo esquivar el golpe, todo lo que su escasa movilidad le permitió. No fue fatal por fortuna, y en las condiciones actuales no es que el enfermero pudiese hacer mucho sin ni siquiera una insignificante tirita. El mecánico se salió con la suya, o al menos quiso intentarlo, quería convertirse en el guía hasta el club. Thomas lo observó con el ceño fruncido sin decir nada.

Sus palabras, carecían del más mínimo sentido, para él, era un loco, y lo miraba como tal. Había perdido la razón. Al menos la desconfianza era mayoritaria. Preferían llevarse a los que tuviesen conocimientos médicos, aunque escasos comparados a los de un doctor, que al "bienintencionado" mecánico.

El resto de sus compañeros intercedieron por el silencioso Thomas a su favor, sin excepción, que pese a que inicialmente parecía nervioso, hace rato que dejó de estarlo: Desconfianza en sus ojos claros, más no temblaba. Fueron desatados finalmente,¿les dejarían marcharse sin más? Cuestión que se le pasó por la cabeza, las palabras del presunto militar le dieron entender eso. ¿Debería de creerle?

La chica rubia de actitud parecida, dio su opinión, quería llevarse a Thomas y a Jae y dejar al resto, incluido el propio "guía" que había ofrecido voluntario. Y éste últimamente intervino con palabras perfectamente ignorables. No tenían razón, o el propio chico no las veía. Sin embargo, aquel tipo de mirada fría mató a sangre fría al mecánico sin dilación. Por alguna razón el rubio no pareció sorprendido, como si lo hubiese esperado, tampoco reaccionó. Se limitó a observar como la sangre manchó de forma vertiginosa el asfalto.

Finalmente, y tras meditarlo mucho aprovechando su propio silencio, le había tocado el turno de hablar. Le dio igual que le tomasen por un cobarde o un inútil. A es alturas poco relevancia tenían para él. Quizás tenían razón y había vivido en una cómoda burbuja. - Entonces....¿vais a ir a por Eura? - Preguntó Thomas dubitativo, como si hubiese valorado sus siguientes palabras. - Si tanto necesitáis un médico.....hay otro, su nombre es Reing. Ignoro cuál es su situación, de si está vivo o no, pero debería estar cerca del campo de Golf. - Dijo finalmente antes de continuar, aparentemente, tenía más que decir.

Dio una descripción detallada de ambos con la única finalidad de que fuesen reconocidos. Si tanto les necesitaban de sus conocimientos y habilidades, les tendrían con vida. O al menos...eso fue lo que gustaría creer. Después cambió de tema. - Tampoco sé cuantos hombres forman la banda de Judas, lo que estoy seguro es que...cayeron al menos siete en el asalto. - Y con eso terminó de exponer. - ¿Necesitáis saber algo más? - Preguntó el joven antes de regresar a su silencio.

Alexandra sin bajar la guardia miraba a uno y otro hablar, aquello se estaba convirtiendo en una mala telenovela con sendos dramones. Aquel grupo de hombrecitos (y mujer) no paraba de hablar mostrando su enorme temor a regresar y de cómo tenían grandes deseos de matar al sujeto andrajoso al que traían atado.

Cuando Roland habló le pareció un tanto extraño que de manera tan rápida estuviera optando por mandarlos a su refugio sin siquiera saber si se trataban de personas que fueran realmente de fiar, la perra del veterinario era el único elemento de aquel grupo era el que su parecer valía la pena llevarse, los animales siempre eran mejor que las personas. Por lo que estuvo de acuerdo con Matt cuando éste decidió que los dejaran de lado y ellos continuaran con su búsqueda.

Pero no, no se podían ir tan fácil pues aquello seguía y seguía.

-"El tal Zach creo que es un desequilibrado y sus compañeros no dejan de parecerme como ratoncillos asustados."- pensó mientras seguía observando lo que ocurría.

Era cierto que ella no había estado presente cuando aquel grupo de caníbales a los que tanto tenían miedo había invadido su comunidad y que el sentido de supervivencia siempre era el más alto cuando las cosas andaban mal, pero no podía comprender el temor tan enorme que aquellos hombrecitos sostenían en estar aferrados a no querer regresar. Para ella sobrevivir a toda costa estaba también en el top de sus prioridades, pero la cobardía y el miedo eran algo que detestaba.

El disparo que Roland hiciera matando al hombre la sacó de sus pensamientos. Definitivamente aquello no se lo había visto venir y se sentía desconcertada, no entendía el por qué lo había hecho. Pero no preguntaría, no por el momento.

Matt había liberado a uno de ellos y este a su vez liberaba a sus compañeros, no me gustaba mucho tenerlos sueltos sin realmente conoerlos y no sabía qué poddrían hacer ahora que Rebecca y Roland les habían dejado en claro que no había cabida para una democracia y estaba decidido que dos de ellos irían con ellos. Sujetando con fuerza su Ak-47 caminó hasta Matt, esperando la reacción que pudieran tener.

Se sorprendió cuando el rubio a diferencia del asiático quien reclamó al saber que se lo llevarían, se mostró hasta cierto punto sereno y cooperaba dándoles información. -"Así que hay otro médico, bueno pareciera que nos sacamos la lotería...mientras no estén muertos"-Tal vez finalmente podrían avanzar sin que todo fuera drama y conlficto.

Me acerqué a Jafreese, lentamente y siempre mostrando mis manos, mirando a los ojos a los captores. Pese al golpe parecía estar más tranquilo, posiblemente un reflejo de su carrera en el ring y el dolor lo había ayudado a enfocarse.

-Vamos a estar tranquilos- le digo al resto -esta gente no tiene intenciones de matarnos y pretenden dejarnos marchar-. Ayudé al etíope a incorporarse y revisé su nariz durante una milésima de segundo.

Zack comenzó a gritar más idioteces mientras dejaba los brazos del enfermero libres -A ver, revisa la nariz de Jafreese- le comento mientras extiendo mi mano para ayudarlo a incorporarse. Ignoro los reclamos de Jae hasta estar junto a él.

-Mira, esta gente puede darte seguridad igual que a Thomas y lo único que piden es que cooperes, si es porque te hace sentir mal tienes mi bendición, además podrás ayudar a...- se escucha un disparo seco, amortiguado por el cuerpo inmediato del mecánico.

Stan gira mientras se arrodilla pero nota que no los apuntan a ellos. -Esto cambia todo...- les comenta muy serio -si quieren yo me ofrezco para ir también... Si no les parece solo nos iremos-.

Desato rápidamente al resto del grupo no sin antes aclararles -Antes no quise infiltrarme porque era una expedición suicida, pero esta gente tiene armas y entrenamiento. Hay una oportunidad de salvar a Eura. Pero solo les pido que no hagan nada estúpido-.

Miro al capitán apoyado contra la camioneta -Bien, usted dirá- digo haciendo clara alusión al debate entre sus mismos compañeros. Tengo la navaja plegada y las llaves de la camioneta en mi otra mano.

Jae escucha lo que le dice Stan cuando este le suelta las manos y de pronto el disparo del que parece el segundo al mando a Zach. En ese momento lo único que piensa el modelo es la pena de no haber sido el que le diera el disparo a ese mamarracho. 

Jae se pone en pie sujetando la correa de la perra y mira a Roland cuando este le amenaza. - El niño lo entendió. La cara de Jae ni se inmuta. -Iré con vosotros, pero quizá tengas que hacer caso a mi compañero y que el venga también, yo estoy en este país por mala suerte. No conozco la zona y es mas probable que el si la conozca, solamente os puedo decir que de camino aquí pasamos por una ciudad llamada Sandy Springs, tenia dos grandes edificios en una de las entradas. 

Jae acaricia la cabeza de la perra para que permanezca tranquila a su lado.

Veo como el resto (de mi grupo) parece ni inmutarse ante el tiro que le pegan a Zack... Me siento muy confusa.  *No lo entiendo... Todos querían huir... y ahora aparecen 4 personas armadas, que también matan sin pensarlo, y les van a seguir contra Judas...? pero Zach no era su amigo?? - recordando la cara de Zach al ver al tal Roland.

En mi fuero interno no podía imaginarme volviendo. No teníamos garantías de que quedase nadie vivo. Empecé a tener otro tipo de miedo, mirando el cuerpo de Zach. Asesinado por cobarde.... 

Me sentía identificada con el muerto.  *Yo soy igual de cobarde. - pienso con algo de lástima por él, tampoco le quería muerto así ... ¿o si?... - *No quiero volver allí. -  Todo parecía ridículamente más tranquilo después de matar a Zach. - *...  ... eso es lo que te espera Jeannine... Algún día todos querrán dejar de escuchar tus idioteces.

Me quedo callada a un lado con la cara pálida, sin expresión, inmersa en mis temores, esperando.

*...Y entonces me pegarán un tiro a quemarropa en la cabeza*

Rebecca parece querer llevar prisioneros, una especie de seguro, al veterinario y al enfermero, no podemos llevar a más gente que sería una carga para nuestra misión, nosotros no tomamos prisioneros y tampoco podemos llevar a nuestro refugio a gente que no ha demostrado su valía para conformar una comunidad, a pesar de toda esa lastimosa verborrea de que son elementos valiosos, este tipo -Zach- aunque loco es manejable, en cuanto nos acerque al campo de golf le damos la opción de que siga su camino y nosotros el nuestro, respecto a ellos, sus problemas no nos interesan, son gente desorganizada, conflictiva y cobarde, si abandonaron a una parte de su grupo no pueden pertenecer al nuestro, ese es uno de los requisitos indispensables para conformar un grupo fuerte y leal.

El disparo con la Beretta me devuelve a la realidad, revienta el cráneo del tipo que había accedido a mostrarnos el camino al campo de golf, instintivamente apunto con el M16 a la cabeza de la persona que ha accionado la pistola, me sorprende sobremanera que ha sido Roland.

-¿¿¡¡Qué te está pasando!!!??...- Quito el seguro del rifle autómatico y me dispongo a disparar.

Roland puede percibir el zumbido de una bala a escasos centímetros de su oreja derecha. El sol cae a plomo calentando la calle principal del pueblo de Dalton en GA, el tiro de la Beretta  accionada por el cocinero aunque algo apagado por el cráneo del desafortunado y lúnatico Zach se ha escuchado lo suficiente para atraer a los primeros walkers que parecieran oler la sangre derramada en el asfalto.

Matt Reagan derriba 3 putrefactos seguidos y retrocede hacia su vehículo.

-¡REBECCA, A LA CAMIONETA!... ¡ALEXANDRA CUBRE A ROLAND MIENTRAS TOMA EL OTRO VEHÍCULO Y VAYAN TRAS DE NOSOTROS!... se nos acabó la suerte...- Vuelve a accionar el rifle autómatico dos veces más mientras alcanza la camioneta, uno de los tiros no derriba al walker seleccionado, sólo le destroza lo que le queda de garganta y sigue avanzando, al otro le vuela una parte de cráneo per sin inmutar su avance.

-Maldita sea no los podemos dejar aquí...- ¡LOS DEMÁS REPARTANSE EN LOS VEHÍCULOS!... ¡NOS LARGAMOS DE AQUÍ!

Una inmensa horda se acumula lentamente y el primero en ser devorado es el cuerpo del desafortunado y loco Zach en medio de aquel poblado de GA.