Partida Rol por web

Apesar de los horribles acontesimientos Alexandra durmió como bebé, tal vez debido a lo mucho que lloró y que Negan parecía estar bien con ella, al menos por el momento.

Unos golpes en su puerta la terminaron de despertar, al abrirla estaba Sherry quien parecía más bien preocupada.

Cuando le platicó de lo que estaba enterada supo el por qué de su expresión. La pelirroja estaba segura de que Matt y compañía eran los que habían rescatado a Jeannine y Thomas, se alegró por ellos pero Sherry tenía razón, Negan podría pensar que ella sabía algo y eso no era nada bueno.

-Yo no sabía nada al respecto...-le respondió nerviosa a la castaña.

La sensación de bienestar pronto desapareció, seguramente en cualquier momento la mandaría llamar para preguntarle al respecto, esperaba que él le creyera. Nuevamente el miedo se hizo presente en ella.

Asiento ante lo que me dice Rebecca. Jafreese nos llama desde la parte de atrás del camión me adelanto aprisa con el rifle automático preparado, al asomarme al interior del camión n puedo creer que sean Jeanine y Jeafreese.

-¡Jeanine!... ¡Thomas!...  enseguida bajo el arma y Jafreese me muestra las cadenas sujetas a unos collarines para perro. -El tipo de delante debe tener las llaves...- Me dirijo nuevamente hacia adelante del camión y reviso al tipo que por cierto se encuentra demasiado mal herido, no creo que vaya a resistir. Encuentro las llaves y me dirijo a Rebecca.

-¡Traián a Jeanine y a Thomas atrás... en la caja, al parecer se encuentran bien...- le extiendo las llaves a Rebecca. -Ayúdalos por favor... vere que puedo hacer por este tipo...- la sangre en la boca del hostil me indica que el disparo ha tocado puntos vitales. -No te queda mucho tiempo...¿tienes algo que decirnos antes de que te vayas al infierno?... Le digo al moribundo que aún con la gravedad de su herida sigue sonriendo.

Poco después que cierran la puerta busco cualquier cosa que me pueda servir para golpearla, algún objeto, piedra con que pueda hacer ruido y empiezo tocar la puerta. -Tal vez los fastidie, si no me mataron de inmediato, no piensan hacerlo... por lo menos no por ahora y si se ponen agresivos tal vez tenga una oportunidad. -SE LES QUEDÓ ALGO... JAJAJAJAJAJA... -Malditos, ella no se lo merece y no me puedo rendir. -EEEEEE... ¿NO VIENE NINGUNO? -Me siento muy mal, quiero sacarla de aquí, quiero que esté bien, quiero... -¿NO LES DAN PERMISO? ¿DEBEN TENER PUNTOS PARA PENSAR POR SU CUENTA? JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA... DAN PENA. DEPREDADORES, JA. SON UNA MENTIRA Y SE LA CREYERON. -En verdad me dan asco.

Sigo golpeando la puerta hasta que el pequeño objeto se me cae y vaya mala suerte, no lo vuelvo a encontrar y sigo con mis puños. -Veamos quien aguanta más. La idea suena bien en mi cabeza y aunque lo más seguro es que termine cayendo por cansancio, empezaré nuevamente.

Negan se encuentra serio sentado en su despacho dentro de aquella lujosa habitación, meditando con las botas encima del escritorio las cuáles contrastan con la madera del escritorio finamente tallado. Un toquido en la puerta indica que Sherry ha llegado con Alexandra después de que el mismo Negan las hubiera mandado buscar para presentarse frente a él en su despacho.

-Adelante Sherry...- La chica abre la puerta y entra junto con la pelirroja. -Dejáme solo con Fuego...- Sherry mira a los ojos a la pelirroja y asiente con la cabeza, sale cerrando la puerta detrás de sí.

 Negan toma a Lucille si cambiar de poscición y comienza a revisarlo. Sin voltear a ver a Alexandra comienza a hablar.

-Estoy casi seguro que tú no tuviste nada que ver con el jodido escape de tus antiguos compañeros...- repasa con la yema de los dedos los pinchos del bate. -A estas alturas ya debes saber lo que sucedió obviamente... en una hora saldré rumbo a Hilltop a visitar a tu antiguo y jodido grupo...  quiero que me acompañes...- Negan baja los pies y se incorpora con el bate al hombro, dándole la espalda.

-¿En verdad estás convencida de pertenecer al círculo más alto?... ¿al círculo de Negan?...- Negan mira a la pelirroja con una leve sonrisa en el rostro.

Los gritos de Roland retumban por los silenciosos corredores de aquella enmarañada fortaleza, de pronto de unas bocinas ocultas en la celda comienza a escucharse una canción, una y otra y otra vez.

Se repite la misma melodía por horas sin parar.

El abrazo de Jafreese es como un salvavidas. La felicidad que siento tras su beso supera toda la amargura que tenía en ese mismo instante... Estando abrazados no puedo evitar sentir un alivio enorme, como si ya no hubiera nada acechándonos. Comienzo a llorar, demasiadas emociones contenidas, sonriendo mientras también trato de acercarme y tocar a Thomas, que ahora estaba en brazos del exboxeador.

*Ya está, ya estamos a salvo. 

Entonces Thomas responde a su pregunta. Y yo le sigo.

-Esos ... hijos de puta...  degenerados...  - mi cara se torna en una expresión de rabia y frustración al recordar como nos han tratado durante los últimos días. -  ... son una enorme banda de cerdos malnacidos... no les tendrán vivos por mucho...  - digo con todo el desprecio que puedo hacia los raptores. - pero a Roland se lo llevaron como a nosotros, en otro camión?... no estoy segura... - me toco la cara con la mano, frustrada, cansada.

Le fue inevitable sentir aquellos ya conocidos nervios al entrar al despacho de Negan, principalmente por el motivo que la había llamado a presentarse y el que estuviera tan serio no ayudaba demasiado a sentirse más tranquila.

Miró a Sherry con disimulado temor de quedarse a solas con él, aunque una parte de ella no paraba de repetirle que no tenía por qué temer ya que ella era ajena a lo ocurrido con Thomas y Jeanine.

Se tranquilizó al escuchar que Negan estaba seguro que ella nada había tenido que ver con el escape de sus compañeros, más poco le duró conforme siguió hablando el líder de los Salvadores. Lo que le estaba pidiendo era una prueba más de su lealtad, tal vez las pruebas nunca terminarían. El recuerdo del día anterior estaba demasiado fresco, nunca más volvería a pasar por eso. Pero ahora le estaba pidiendo una prueba de fidelidad muy alta...

Se acercó hasta él y lo besó, tomándolo por la chaqueta de cuero se le repegó más.

-Estaré lista para ir cuando me lo digas-le dijo separándose un poco mirándolo a los ojos.

Sigo apuntándole al hombre quien me parece no sobrevivirá, aún así no bajo la guardia porque uno nunca sabe y no quiero llevarme una sorpresa. Si es que es parte del grupo de los Salvadores espero que pueda darnos alguna información que nos ayude a dar con nuestros compañeros, estoy por cuestionarlo cuando regresa Matt diciéndome que Jeanine y Thomas se encuentran en la parte trasera del camión. Lo miro sorprendida sin poder creerlo pero reacciono de inmediato cuando me extiende las llaves, me apresuro para ir a liberarlos pensando en la tremenda suerte que hemos tenido de habernos topados con ellos.

Cuando los veo tengo sentimientos encontrados, un alivo tremendo de que se encuentren con vida pero enojo al ver las condiciones en que los traían y más aún escuchando a Jeanine, la veo muy diferente y temo preguntarle por lo que han pasado. Atino solo a dedicarles un intento de sonrisa a cada uno al momento de quitarles el denigrante collar con el que los tenían sujetos.

-Hacia dónde los llevaban? Mencionaron a Roland en otro camión, qué ha pasado con Alexandra?- espero que la omisión de su nombre no signfique que se encuentra muerta.

Miro hacia donde se encuentra Matt, luego hacia el rededor, no es buena idea estar demasiado tiempo aquí. -Será mejor irnos ya, no sabemos si más miembros de los Salvadores estén cerca -pienso también en el que huyó, seguramente dará aviso de lo ocurrido y no sabemos que tan cerca o lejos se localize su base. Una vez de regreso en Hiltop que Jeanine y Thomas se hayan aseado y descansado podrán decirnos lo que saben de los Salvadores.

En el reencuentro aparecieron la pareja compuesta por el militar que fue primero en aparecer, y tras él la rubia. Mientras que el primero se fue a por las llaves, al poco vino Rebecca con la intención de liberar a los rehenes, desaparecidos desde hace bastantes días. A su vez lágrimas, emoción, abrazos....menos por parte del más joven de todos. Ni siquiera se mostró sorprendido, ni tampoco hubieron lágrimas. Una mirada vacua y distante en sus gélidos ojos. No hubo correspondencia alguna ante aquel contacto. Salvo tensión y rigidez en su cuerpo. Tampoco rechazo, se dejó hacer.

En algún momento, su única mano se encogió con fuerza, tras unos segundos de tensión, regresaron a su posición anterior. Sus emociones, si es que tuvo algunas, fueron ocultadas tras una inerte máscara. Guardó silencio a las preguntas de su liberadora, sin la molesta atadura de las cadenas, pasos lentos le llevaron a bajar del impositivo transporte. Ayudado con la mano, abandonó el vehículo y acabó pisando el suelo, aunque con esfuerzo debido al agotamiento de su maltrecho cuerpo.

Instintivamente, su mano cambió de función a una protectora del molesto sol. Aquellos rayos, le impactaron de pleno casi cegándolo. Tras unos incómodos segundos que le sirvieron de adaptación, sus ojos, con notorias ojeras analizaron de forma crítica el nuevo entorno.

Finalmente se posaron en el camino detrás del camión con obsesiva fijación. Señaló con el dedo la dirección. - No estoy del todo seguro, pero la base de estos hijos de puta, está a media hora, tal vez una. En camión. En esa dirección. - Hizo una breve y analítica pausa tras aquellas palabras en tono neutro. - Alexandra está ahí. De Roland es más complicado, tal vez le subieron a otro camión, o quizás esté en la base. No tengo certeza de su ubicación ya que no lo vi subir a ningún vehículo pero tuvieron intención de hacerlo. - Terminó por aclarar al trío rescatista, aunque tampoco estuvo del todo convencido de la posición del cazador.

Hubieron más preguntas, todas obvias. - No nos dijeron a donde nos llevarían, solamente a cobrar tributo, pero teniendo en cuenta que eran tres capullos y nosotros dos, quizás sea un pequeño refugio, o una comunidad de frágil defensa. - Aquello lo supuso tras su expuesto razonamiento. Que fuesen solamente tres de esos guardias, facilitó el escape. Suerte que tuvieron.

Podríamos llevarnos el camión, y minar a sí su capacidad de transporte. No es tarea sencilla encontrar un vehículo así, y además, tiene combustible. Tal vez nos pueda ayudar en caso de tener que llevar a mucha gente. - Lanzó la sugerencia a los demás de forma analítica. - Pero en cualquier caso, sí, hay que irse antes de que vengan los refuerzos. - No hubo mucho más que hacer allí, la morena y él fueron rescatados, liberados de su prisión, y tenían que reunirse con el resto. Mucho de que hablar, y mucho que planificar. Cuanto antes lo hicieran, mejor.

El rencuentro con Thomas fue extraño, pero como no iba a serlo, había perdido primero parte de su ser, lo que le permitía ejercer su profesión antes del apocalipsis y posteriormente desapareció de su vida Jae, lo que daba sentido a su existencia actual. Un desastre que difícilmente puede digerir nadie. Aun resuenan en mis oídos los desgarradores gritos surgiendo de la garganta del enfermero hace apenas unos días. Responden sobre donde están Roland y Alexandra, por sus palabras, no parecen saberlo exactamente.

Aparece el capitán que muestra un genuino gesto de sorpresa, supongo aliviado en parte. Yo al menos lo estoy, tenemos el 50% de lo que perdimos.

Tras marcharse el capitán Jeanine continúa las palabras de Thomas, parece destrozada por algo ocurrido, nunca lo había oído hablar así... Espero poder ayudarla pero en verdad la veo cambiada...

Rebecca aparece y pregunta por Alexandra, de la que no se sabe nada y, con buen criterio, pide premura para irnos de ahí.

Ya fuera del camión Thomas proporciona más información, digiero poco a poco lo que dice. Nos han contado que es un grupo muy grande y parece concordar.

Al acabar sus palabras asiento, creo que tenéis razón, se ha ido uno y volverá, y en más número seguramente. Yo voy con ellos en el camión, os sigo. No..., me interrumpo momentáneamente, no sé si habrá que pensar en algo para decir a Gregory...

Escucho lo que nos dice Thomas, al parecer al menos Roland y Alexandra siguen con vida, pero tendremos que apresurarnos a rescatarlos antes de que sea lo contrario...aunque la tarea sigue pareciendo demasiado difícil de llevar a cabo. Hemos tenido una tremenda suerte de habernos topado con el camión en el que iban Jeanine y Thomas.

-No lo se, no creo que llevarnos el camión sea lo más conveniente. Es demasiado grande y si Gregory nos ve llegar con él seguramente nos echará de Hiltop en el acto, le tiene demasiado miedo a los Salvadores, nos arriesgaríamos a llevar algo tan notorio y difícil de ocultar. Pienso que sería un riesgo inecesario el llevárnoslo, tal vez solo sacarle el combustible. Puede que en el camión o la camioneta haya mangera y bidón para poder hacerlo rápido.

Me apresuro a buscar pero sin mucho éxito.

-Nada- digo con un ligero tono de frustración -Entonces? Yo digo que nos marchemos sin más- miro hacia Matt esperando su respuesta, tenemos que marcharnos de ya.

El señor Gregory acepta de buena manera mi negativa para asumir el puesto de asistente personal. En primer instante me desconcierta, pensé que sería un tanto complicado pero no fue así. Dentro de mi desconcierto, toma mi mano y la besa nuevamente en son de despedida.

Continua solicitando le avise a Ramiro que necesita hablar con él por lo que su presencia es requerida en el despacho. Me levanto de la silla, el señor sigue observándome con una sonrisa. Aliviada de poder dejar esa oficina, asiento con la cabeza.-Por supuesto, le doy su recado.- le digo dando la vuelta directo a la puerta.

-Supongo que se refiere a Stan....-pienso mientras atravieso la puerta.

Voy directo a la casa rodante donde se hospeda Stan. Toco la puerta esperando no se encuentre dormido.

El tipo el cuál se está desangrando no para de reír, pareciera que no le importa el hecho de que va a morir por nada.

-Sabes que no te queda mucho tiempo... ¿A donde se dirigian?... ¿Qué ha sido de los demás prisioneros?...- lo sujeto de la camisa pero una bocanada de sangre le impide hablar y no por eso deja de sonreír.

Le disparo en la frente para evitar que retorne y nos cause problemas. Me dirijo hasta donde están mis compañeros y escucho sus propuestas, Rebecca es la última en hablar y es lo que me parece más pertinente.

-Rebecca tiene razón... lo mejor será dejar el camión donde está, así cuando esos Salvadores regresen no sepan quién le ha pegado, además no sabría cómo explicarle su procedencia a Gregory y menos si liga el vehículo con el grupo al que le tiene tanto miedo... todos regresemos en la camioneta que hemos encontrado, pero antes tienen que cambiarse ese... uniforme...- les indico  los harapos con que los mantenían cautivos e identificados con una enorme x en el pecho y espalda.

-Vámos Jafreese... saquemos ese combustible del camión y busquemos algo de ropa para Thomas y Jeanine para presentarlos en la comunidad cómo sobrevivientes ajenos a los Salvadores...- Extiendo la mano para ayudar al más próximo y dirigirlo a la camioneta que hubieramos encontrado más temprano, una vez todos a bordo enfilamos de regreso a la colonia Hilltop.

Comienza a caer la tarde cuando una camioneta cruza el enorme portón de madera de la colonia Hilltop  coronada en su cima por la Mansión Barrington.

Una camioneta desconocida cruza la entrada con Jafreese y Thomas en la caja y en la cabina Matt conduciendo junto con Jeanine y Rebecca, la detiene cerca de la herrerría, al descender le da indicaciones a Rebecca para que instale a los recien llegados en una de las casa rodantes, luego inmediatamente después se dirige a a mansión Barrington en busca de Gregory quién ya viene saliendo en compañía de Stan para recibirlos.

Tras una larga búsqueda por toda la comunidad Amandha logró dar conmigo y pasarme un recado. Al parecer tenía que hablar con el "líder" de la comunidad.

Tras despedirme de los otros cocineros fuí hacia su despacho y toqué la puerta firmemente. Me preguntaba qué necesitaría este tipo ahora, o mejor dicho qué me reclamaría.

-Oiga, Gregory, ¿Hay alguien ahí dentro?- pregunto tras esperar sin oir respuesta alguna. Evalúo la posibilidad de que se hubiese marchado al no llegar a tiempo.
 

Después de una breve espera la puerta del despacho se abre  y Gregory soma la cabeza, logrando reconocer a Stan al cuál al momento lo  deja pasar...

-Pase... pase...- le indica con una mano cerrando detrás de sí la puerta, luego le invita a sentarse. El hombre carraspea mientras se acomoda el cuello de la camisa y toma su lugar en el escritorio.

-Me pareció escuchar a uno de mis hombres decir que usted tiene los conocimientos para eficientar la producción y almacenamiento de nuestros productos... sabe... últimamente nuestra cosecha de tomates no está siendo lo bastante generosa cómo para que las personas que a las cuáles estamos proveyendo la encuentren satisfactoria, pero más que eso, quisiera saber si usted ha visto ó escuchado hablar sobre "Los Salvadores"...- Gregory mira a Stan fijamente cuando de pronto se escucha movimiento afuera, Gregory se levanta de sus asiento y observa por entre la cortina del despacho hacia la entrada de la colonia.

-Alguien ha regresado... ó es gente nueva en un vehículo desconocido... vámos a ver de quién se trata...- Gregory insta a San a que se levante señalandole la puerta de su despacho.

Sus preguntas son interrumpidas rápidamente, al parecer alguien nuevo había llegado. Mientras bajamos las escaleras lo sigo por detrás y respondo cuanto puedo.

-Mire, si, tengo conocimientos para mejorar la producción sin dudas. Y en cuanto a eso de los Salvadores, si, escuché hablar a la gente de algo así pero jamás le dí importancia- lo que no sepa... -¿Qué son?- pregunto -¿Algún grupo evangelista acaso?-.

Cuando el dirigente está fuera simplemente me quedo en el pórtico esperando a que regrese.

Negan acerca a la pelirroja tomándola entre sus brazos suavemente, y le dedica un beso intenso, diferente a sus arrebatos pasionales anteriores, se separa lentamente y le mira a los ojos -Cambiate... nos iremos ahora...- Le ordena  mientras la toma de la barbilla -Toda decisión es una prueba... Fuego... el temor es un arma de doble filo... puedes elegir el lado al que quieras pertenecer...- Negan permanece en silencio sin quitarle la vista a Alexandra hasta que desaparece para cambiarse.