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Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche

Una sombra en los sueños (clonada)

El rincón del bardo

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24/10/2015, 00:32
Orfeo Megalos

Poneos comodós, la historia va a comenzar -dijo el bardo, mientras se ponia comodo junto al fuego- La historia que os voy a contar es larga, así que aseguraos de tener vuestra bebida a mano, y vuestras vejigas vacias - se oyen unas ligeras carcajadas.

La historia empieza con una celebración. Era el día en el que el hombre conquistaba el cielo, en lo que ahora todos conocemos como el zepelin. Ahora es común, pero hace años fue un gran triunfo, era la primera vez qel hombre surcaba las nubes, y la gente salio a la calle a ver por primera vez este evento. Las calles estaban repletas: puestos de mercado, de comida, de telas de juguetes, artistas... y también rateros y tahures dispuestos a dejarlos sin un solo chelín. -Risas- 
Y por supuesto, estaba la gente que tenia la suerte... o el dinero suficiente, para poder hacer ese primer gran viaje. 
El zepelin estaba bellamente adornado, cuadros y bustos de las figuras mas importantes del momento, lamparas de araña plagaban el techo, y una alfombra roja, como la de los reyes, recorria los pasillos.
La mayoria de los pasajeros - el bardo hizo un enfasís con un aspamiento de manos- eran gordos burgueses, más no sus lindas hijas, musas, que inspirarian al mejor de los bardos, como yo - risas varias mientras guiño el ojo a una señorita que esta sentada con los demas - más todas palidecian junto al ángel que quiso descansar de su estancia eterna en los cielos, y decidio volar junto al resto de los mortales. Un pelo tan radiante como la luz del sol que le colgaba hasta la cintura, unos ojos azules como el mismo cielo, y un cuerpo esbelto, que cubria con un sencillo vestido de un lino tan blanco como la nieve más pura. Entre sus posesiones, no contaba más que con una bella arpa, que portaba gracilmente entre sus brazos, con la misma ternura que una madre acunaria a su bebe.

Pero no estaba sola, un caballero de brillante armadura, la seguia, fiel caballero protector, que con orgullo y honor la protegia de todo mal.

Como polillas a la luz, todos los presentes se sintieron absorbidos por su presencia, más solo un hombre tuvo valor para hacercarse a ella y hablarle, por supuesto el hombre era un bardo, solo la gente de nuestra profesion tiene tanto carisma y arrojo - risas varias alrededor - y no solo eso, consiguio arrancarle una sonrisa y compartir mesa con ella. Zelda era su nombre, y Gilgamesh su caballero. 

Por desgracia para el joven bardo, la mesa estaba pensada para seis ocupantes, y no tardo en aparecer compañia, cada uno más raro que el anterior. 

Primero fue un joven ryuan, de ojos almendrados y un pelo negro que llevaba recojido en una coleta. Vestia ropas simples, y desde luego, parecia estar fuera de lugar. Se trataba de un Ronin, un exiliado de su País, y el joven bardo no tardo en percatarse de la razón. Siendo sutiles podriamos llamarlo un Coleccionista de lo ajeno. Aun con todo, era simpatico, y desde luego no parecia malvado. Hajime Harada era su nombre

Acto seguido aperecio otro joven, Jin mo-ri, sano y fuerte de ojos y pelo castaño, que lleva recojido con una tela en la frente. Extremadamente hiperactivo, que no podia estar más de dos minutos sin hacer algo que le llamara la atención.

Y por último aperecio él, al que vamos a llamar de momento el HEROE ENCAPUCHADO - digo, poniendo como voz de importante. Un joven encapuchado, de rubia melena, al que se le veian vendajes por las manos. Bastante falto de modales, del que a estas alturas no se sabia nada de el. Solo hablaba yamato, y tras una breve conversación entre Hajime y EL HEROE ENCAPUCHADO, este, cabreado, machaco contra la mesa una fruta que llevaba en la mano y se fue a otra mesa.

Pero poco tiempo tuvieron para hablar de lo sucedido, la puerta se habria con un sonoro golpetazo, mientras los guardias, echaban mano de sus armas, dispuestos a proteger a la tripulación del hombre que entro por la puerta. 
ATENCION TODOS- grito el hombre - ESTE BARCO HA SIDO CAPTURADO A LAS ORDENES DE NUESTRO GRAN CAPITAN, Y VOSOTROS SOLO SOIS CARGA INUTIL, ASI QUE MORID - Hago un gesto con las manos como si disparara una pistola - BAM!! sono y el grito de dolor de un hombre. Todos nuestros protagonistas se levantaron de la mesa, dispuestos a ayudar a los guardias a detener a ese hombre, pero... ¡Cual fue su su sorpresa, cuando los guardias les atacaron a ellos!

Y así termino la lucha. 
- ¿Como que termino? - Pregunta un niño sentado a mi derecha - Si no ha pasado nada!
jajajaja, tienes razón, pero es que nuestros protagonistas eran tan fuertes, que en unos pocos segundos vencieron a los malos. Jin de un gran salto llego hasta el que parecia el jefe, y de dos patadas voladoras, lo estampo contra la pared. Harada lanzo con precision dos puñales a su adversario que no pudo reaccionar y callo al suelo gritando de dolor. Gilgamesh se abalanzo con un gran grito de guerra, que haria estremezer el corazón de cualquier hombre, partio de un solo golpe a su enemigo por la mitad, y limpiando la sangre con un rápido gesto. EL HEROE ENCAPUCHADO de una carrera y de un salto golpea con la rodillas la cara de su enemigo, rompiendole la nariz y dejalo inconsciente en el suelo. Nuestro joven bardo desarmo con gran habilidad a su enemigo, le hizo un preciso corte en la pierna izquierda y le engatillo con su estoque a la altura del cuello. Era un caballero y no hiba a matar a un hombre desarmado.
Por su parte, Zelda, con una preciosa melodia y unas manos milagrosas consiguio salvar al hombre que habia recibido el disparo. 

Pero esto no habia acabado, aun quedaban villanos que derrotar, y solo nuestro pequeño grupo podia hacer algo al respecto.

- ¿Y que paso despue? - pregunta otro chaval a mi izquierda.
- Eso os lo contare mañana 
- Joo, quiero saberlo ahora!
- Jajaja, tranquilo, ahora toca disfrutar un poco - dice mientras coje su laud - ¿Que cancion quereis que os cante hoy?

CONTINUARA...

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26/10/2015, 20:30
Orfeo Megalos

--Bueno chicos, como prometi ayer y veo que os habeís portado bien, continuare la historia. Vamos, sentaos todos, poneos comodos, Claire, Maria, vosotras dos también, luego os ayudo a recojer, no os preocupeis. 

El bardo veve un poco de agua, mientras espera a que todos los presentes esten listos.

--Como termine ayer, nuestros protagonistas, salvaron a los pasajeros, pero ellos sabian distaba mucho de acabar, más estos malechores tenian un jefe. Pero eran listos, y sabian que si queria raptar el zepelin, alguien tenia que estar en el puente de mando, y seguramente ese alguien seria el jefe. 
Con presteza fueron hacia el puente, pero cuando llegaron al salon, un salon bellamente adornado, que no tenia nada que envidiar al de cualquier noble o burgues de Gabriel, pero digais que yo he dicho eso - digo bajando un poco el tono de voz, escuchandose algunas risas

- -Ahi es donde encontramos a un gigante - digo aumentando el tono de la voz - un hombre tan fuerte como un toro, que nos impedia el paso. 
-- ¡Yo soy vuestro advesario, y no pasareis de aqui! - Grito con su potente voz - y tan veloz como un caballo cargo contra nuestro HEROE ENCAPUCHADO, haciendole un gran tajo con su enorme espada, que hubiese matado a una persona normal, pero no a él, que era más duro que el acero.

-- Así fue como el bardo grito como respuesta: ¡No podras detener a la justicia, villano!¡Nostros venceremos y nada nos detendra! - Hago una pequeña pausa - Nah, eso es lo que le hubiese gustado decir, la realidad fue que se abalanzaron cual juaria rabiosa y recibio una lluvia de cortes, punzadas y golpes que lo dejo KO en pocos segundos - Hago gestos moviendo freneticamente los brazos de un lado a otro como si balancease una espada de forma patetica, lo que provoca junto a la narrativa una serie de risas .

-- Pero claro, los problemas no acababan ahi. Para ir al puente de mando, habia que pasar por la pasarela que conectava las dos estructuras. ¡Y al otro lado habia una docena de guardias con ballestas apuntandoles! Por suerte para ellos, las fuertes corrientes de aire desviaron los proyectiles, y cuando se disponian a pasar, Jin hizo un gran salto, pasando toda la pasarela de este, cayendo sobre ellos y causando una gran confusión. Aprovechando la ocasión, sus compañeros le siguieron, derrotando a todos los guardias que habia en el camino hasta el puente de mando. Aunque estaba cerrada, nuestro HEROE ENCAPUCHADO -poniendo la tipica voz que ponia siempre- que iba primero, de una fuerte patada destrozo la puerta, y en la instancia, alli estaba, un fornido hombre, con un bigote largo y fino que iba a juego con su lujosa ropa, con un semblante duro y firme

-- Así que sois vosotros los que estáis matando a los míos... Pues dejadme que os diga algo; No sé qué le habéis hecho a la sala de máquinas ni por qué queréis destruir este navío, pero os aseguro que nada impedirá que me apodere de ella!

-- ¡¿Porque habeis secuetrado este zepelin e intentado matar a los pasajeros, bellaco?! 
-- ¿Mís razones para secuestrar este navío? ¡Dinero! Esa cantidad ingente de dinero que me darán mis contactos por poder estudiar un aeronave como esta! Pero por qué me decís de matar a los pasajeros? Vosotros habéis matado a los únicos hombres de esta nave que podían tripular el zepelín. Quienes sois vosotros para juzgarme?

Justo tras esas palabras algo paso. El zepelin cambio de direcció bruscamente... ¡Hacia abajo!

Y así empezo un combate... que acabo tan rápido como todos los demás. Jin se abalanzo antes de que ninguno pudiese reaccionar, y de un rodillazo en la cara dejo al capitan inconsciente.

Jin volvio al grupo con una sonrisa tonta en la cara mientras se rascaba la mejilla 
-- No me abre pasado un poco, pensé que sería un poco mas dura por ser el capitan y eso -
Mientras el resto del grupo intentaba estabilizar el navio. Pero llegarón a la conclusión, que sea lo que fuera que estuviese pasando, no era culpa de los controles del puente, si no de la sala de maquinas.

Y así es ... como niños, os vais hoy a la cama

- ¡QUEEEEEEEEE! - suena al unisono de todos los niños. - con risas varias de los adultos.- ¡No puedes dejarnos así, es injusto! 
- Bueno chico, la vida es injusta, pero es una histora que tendras que vivir, digo con una sonrisa de melancolica. 
- Y ahora niños a la cama, si no se enfandaran vuestras mamas.

CONTINUARA....