Partida Rol por web

Año 16 ABY. Han pasado tres años desde las Guerras Clon y el nacimiento del nuevo Imperio galáctico. Palpatine, nombrado pr sí mismo como único Emperador, está absorviendo todos los sistemas de la Antigua República que se mostraron en su contra. Un grupo de ex senadores republicanos asi como otros héroes han formado un grupo conocido como la Alianza para Restaurar la República, que organiza escaramuzas en contra de la expansión imperial.
Su mano derecha, el Lord Oscuro Darth Vader, han sentido una perturbación en la Fuerza, pero su maestro, Darth Sidious, le ha prohibido aventurarse en los confines del universo. Hace tres años, ante él se reveló un acólito del Lado Oscuro con estúpidas intenciones de servirle, tal vez sea el momento de tener un segundo encuentro.

En algún lugar de Arkania...

La estancia está oscura, salvo por una lámina de luminosidad suficiente para permitirte leer aburridamente los escritos que tienes ante tí. Todo carece de importancia desde aquel encuentro con el Lord Oscuro, con Darth Vader. Su ira era tal que podría haberte eliminado con un gesto de su mecánica mano. Pero no lo hizo, y la evidencia no dejaba lugar a dudas. Te dejó vivir porque pensó que de alguna manera le serías útil. Reconoció tu poder, tu ira, y tu miedo... pero de eso hace tres años, y hasta ahora le ha ido muy bien al Imperio y a su brazo ejecutor.

En mitad de tus pensamientos, percibes una reverberación en la Fuerza. Sobresaltado, recuerdas las enseñanzas de tu maestro y te concentras... el lado oscuro te rodea y su poder te lleva hasta los cielos de Arkania, por el espacio infinito hasta llegar a los planetas del núcleo, y ahí, cerca de Brentaal, sientes como el lado oscuro es malévolo y muy intenso, y entonces oyes su siniestra y artificial respiración...

Vuelves en sí, abres los ojos de par en par y sonríes, por fin el Lord Oscuro te había llamado a su presencia...

Nutriéndome de conocimientos Que he de utilizar en mi provecho sin duda devoro los anales que mi maestro había logrado acuñar sobre nuestro credo, y antes de ello, la verdadera estirpe sith.

Me encontraba releyendo sobre nuestra historia, sobre lo útil que son los usos de la Fuerza como aliado, allá por el 4.400 ABY. Asique, Freddon Nadd continuó batallando contra la escoria Jedi aún después de muerto... Veamos como sigue.

En voz baja y como entonando una letanía, continúo con mi lectura:

"Tres años después de su muerte y en plena lucha entre Jedi y los sectarios Sith Krath Nadd convirtió al Jedi caído Exar Kun en su aprendiz. Kun aprendió de él y destruyó su espíritu. El espíritu de Marka Ragnos convirtió en Lord Oscuro a Exar Kun y en Aprendiz a Ulic Qel-Droma. Ambos Sith atrajeron discípulos Jedi a Yavin 4, donde fueron poseídos por espíritus antiguos de Sith. Además empezaron la Guerra Sith. Tras ésta brutal guerra Exar murió y Ulic se redimió, pero los discípulos poseídos ...Desaparecieron..."

Corto en seco, hay una alteración en la Fuerza, como un elemento en ebullición... Difuso, pero claro para quien lo sepa ver.

¿Pero qué?

Hago uso de lo aprendido, el maestro había sido mucho más que claro al respecto. Como entrando en trance me siento ascender hasta los cielos, abajo ya veo Arkania, arriba, el negro universo plagado de pintas multicolores... Sigo el llamado hasta donde deba... Un manto de negrura y maldad envuelve el planeta del que parte el mensaje Brentaal Murmuro en la soledad de mi estancia.

El elegido. Acaso...¿Acaso requiere mi presencia? Aquello es un regalo envenenado, demostrar lo que valgo, ganar poder, es lo que me mueve, pero la mera presencia de aquella sombría y letal criatura de inconmensurable poder me provoca cuando menos, temor.

No le haré esperar... Me digo a mi mismo al tiempo que guardo el archivo y comienzo a buscar lo que habré de llevar conmigo. Debo estar preparado para todo...

Me comunico con los empleados del hangar por si el Vengador no estuviera listo, luego, tomo mi holocrón, mi sable ya se encuentra en mi cintura, el de aquella Jedi lo guardo bien escondido entre mis pertenencias por si me llegara a quedar sin el mio en algún momento. Finalmente, parto rumbo al hangar y a buscar mi nave...El elegido me ha llamado, a Brentaal...

Los operarios del hangar donde reposa la Vengador te dan luz verde y sales de la atmósfera de Arkania velozmente. Desde los cielos contemplas la hermosura de tu planeta natal mientras conectas el hiperimpulsor y te preparas para saltar al hiperespacio a velocidad luz.
Los controles de gravedad interna se activan a la vez que las estrellas se difuminan a tu alrededor. Las cartas de navegación indican la llegada en unas 14 horas estándar, sin duda la nave era rápida, pero tendrás tiempo para meditar.

El tiempo pasa y te preguntas si antes de presentarte a tu señor en la órbita de Brentaal deberías visitar la Sala de Comercio del urbano planeta. No, sería una falta de respeto no presentarte cuanto antes, después puedes ir tranquilamente y equiparte con lo necesario.

Ahí está...

Puedes sentir su presencia a medida que te vas acercando a un Destructor Estelar clase Victoria estacionado en la órbita de Brentaal. Algunos cazas TIE entran y salen de los hangares y navegan alrededor de la potencia militar. Estás entrando en una zona controlada por sensores y radares, así que planeas como entrar en la nave. El sistema de camuflaje de la Vengador podría hacerte invisible aunque quizás no sea necesario esconderse para llegar hasta tu señor.

Aquel viaje me había dado tiempo para repasar mentalmente todo lo ocurrido. No tenía complicaciones en cuanto a vuelo, era un viaje estandar. Quizà podría aprovechar para ver el holocrón del maestro... Pero no, no habría de activarlo allí. Aún no terminaba de hacerme a la idea de cuándo debía ser utilizado, como si mi riguróso maestro fuese a enfadarse conmigo Como si me estuviera viendo...

Así pues, entre diversas cabilaciones, opté por dirigirme a la orvita de Brentaal directamente, allí tratar de captar la localización del elegido y luego de saber en qué podría serle útil, pertrecharme.

El viaje va llegando a su fin a medida que veo a lo lejos tomar forma a la impresionante maquinaria del Destructor clase Victoria. Ahí está... Una poderosa herramienta de subyugación... ¿Acaso somos algo distinto de eso?

Ya con la enorme nave a la vista y la infinidad de cazas yendo y viniendo, toca evaluar cual es la mejor forma de ponerse en contacto Mi anterior encuentro no fue de lo màs acertado...

No, no habría de utilizar el camuflaje. Mi señor querría sumisión, reconocimiento de su absoluto poder... Entrar camuflado no me llevaría a ningún lado. Tampoco era digno de un Sith dejarse apresar como si nada...

Tomo una desición, una vez dentro del campo de comunicaciones del Destructor Estelar, envío un mensaje abierto

Destructor Estelar tipo Victoria, Barcaza HWK-290 solicita elace por canar seguro con puente de mandos, motivo confidencial.

Habré de comunicarle al oficial al mando que tengo un cita con Darth Vader.

Asimismo, trato de agudizar mis sentidos para percibirlo en las cercanías, tratando de hacer contacto con su escencia

Aunque sin duda habrá notado mi presencia hace tiempo...

Al entrar en el radio de los radares escuchas una interferencia en el comunicador y la señal de vídeo de tu panel principal parece ir y venir. En la consola aparece una numeración, un código que intuyes te servirá para acceder al destructor.

Cuando todo parece volver en sí, el intercomunicador salta y escuchas una potente voz que sale de ahí.

- Canal seguro ? confidencial ? Quiere convertirse en polvo estelar ? Identifíquese y dígame su código de entrada de inmediato. - La voz parece burlarse de tí.

Respondes irónicamente con el código proporcionado y el tono burlón del oficial al otro lado del comunicador pasa a convertirse radicalmente a uno más amable y servicial.

Tomas nota e introduces en las cartas de navegación las coordenadas facilitadas y te diriges con el Vengador al interior del destructor a través de un hangar apartado del resto. Una vez en el puerto de atraque, se aproxima a tí un guardia con atuendos rojizos y máscara de igual color con un visor sicodélico. Sin mediar palabra te indica que lo sigas. El extraño guardia te lleva nave a través pasando por estrechos pasillos hasta llegar a un turboascensor que te lleva directamente al puente de mando.

Aùn tengo mucho que aprender, mi posición es privilegiada, debo aprovecharla. Darth Mermen me ha dejado algunas herramientas útiles, haría bien en conocerlas todas, pero...

Veo al guardia de rojo, elit sin duda, y lo sigo hasta el turboascensor.

Una vez en el puente, observo atentamente el panorama, tratando de identificar al capitan si acaso no viera al Señor Sith.

Entras por la puerta principal. La estancia se encuentra vacía, el guardia rojo desaparece tras la puerta y al fondo puedes distinguirle mirando por el ventanal que ofrece una singular vista de Brentaal.

Te acercas y te postras tras él, a espaldas suya. Se da media vuelta, con los brazos cruzados ante sí, y agachas la cabeza en un acto reverencial.

- Levántate. - Ordena. - Te has hecho muy poderoso en el lado oscuro de la Fuerza. - Te dice contundentemente. - Has crecido mucho desde nuestro último... encuentro. - Sin más, gira sobre sí mismo mirando al infinito espacio exterior. - Dime Larius... te suena de algo el planeta Xandralis ?

Me mantengo impertèrrito ante su observación de mi crecimiento como sith usuario de la fuerza, sé que no es un cumplido ni mucho menos.

Cuando me menciona el planeta, hago memòria un instante y... Creo recordar algunas cuestiones, que no viene al caso recitarle, sé que no me pregunta para que le enseñe nada Qué puedo saber que él no...

Sí, mi Señor...Xandralis.

Me limito a responder lo que ha preguntado y a esperar. Lo que quiera decirme, sin duda me lo dirá.

Darth Vader no se sorprende por el amplio conocimiento de su siervo, al fin y al cabo era un Sith. El lord oscuro continúa mirando tras los ventanales del puente, por donde se divisa el color rojizo de Brentaal.

- He sentido una gran perturbación en la Fuerza, y su origen se encuentra en Xandralis. Debes ir hasta ahí y descubrir la fuente de la conmoción, sin duda el resultado del encuentro repercutirá activamente en el equilibrio de la Fuerza. Percibo que se trata de algo importante, tal vez un ser... - Durante unos segundos el silencio invade la sala y la respiración mecánica del señor oscuro te taladra la espina dorsal con un pavor ya conocido por tí - No espero que tengas éxito en tu misión, pero si es así, te habrás ganado mi confianza. - Al decir la última palabra se da media vuelta y alza el puño enérgicamente.

Tras oir lo que tiene el Señor Oscuro que decirme, me queda claro que ahora ESA es mi meta dentro del universo. Sé que descubriré lo que haya que descubrir o moriré en el intento.

Así será mi señor... Sin decir más, aguardo un pequeño instante y sin levantar la cabeza, vuelvo a susurrar ¿Cuales son sus ordenes para cuando descubra el origen? ¿Informar y...? Si me es licito preguntarle, mi Señor.

Algo me dice que destruír, pero en asuntos de tamaña importancia, no estaba de mas preguntar.

El sonido continuo de la respiración artificial resulta incómodo en las largas pausas de silencio que se producen a intervalos.

- Presiento cierta confusión Darth Larius, que el Lado Oscuro te guíe para con tus actos. - Vuelve la pausa. - Y una cosa más. El Emperador no debe descubrirte, si percibiera tu presencia, te eliminaría sin dudarlo. Ahora, márchate, y cumple con tu cometido. - Tras ello da media vuelta y su mirada se pierde en el espacio infinito que se observa tras los ventanales. -

Cita :"El Emperador no debe descubrirte, si percibiera tu presencia, te eliminaría sin dudarlo"

Las cartas estaban hechadas. Furtivo, invisible. Una mera sombra. No podría ser otra cosa si deseaba cumplir con mi cometido. Una sombra en Xandralis.

No hizo falta más palabra, lo dijo el elegido: El lado oscuro habría de guiarme llegado el momento. Sin mas, un inclinación y esfumarse tratando de no despertar la volcánica ira del poderoso Sith.

En el hangar me esperaría el Vengador y más allá la sala de comercio para hacerme de los pertrechos necesarios para "manejarme" en el selvático planeta.

En cuanto esté en un lugar seguro y privado veré que tiene Darth Mermen para decirme al respecto de lo que viene... Es sólo cuestión de hacer las preguntas adecuadas. Me dije ya en el turboascensor.

El Vengador te espera en el hangar tal como lo dejaste. Ya te has acostumbrado a él y te resulta cómodo. Activas los propulsores y volteas la nave para salir del hangar y dirigirte a Brentaal.

Desde arriba, su imagen es la de un planeta árido y volcánico, medianamente grande, y en sus casquetes observas una capa de hielo que mantiene el planeta habitable. Brentaal es un planeta que se encuentra justo en el cruce entre la Vía Hydiana y la ruta comercial Perlemiana. Está muy trascurrido y cientos de naves transporte entran y salen del planeta en diversas direcciones. Conforme entras en su atmósfera, sientes el intenso calor que hay en su ecuador, donde se encuentra la ciudad capital más grande del planeta. Planeas sobre los cientos de montañas con picos elevados y divisas ciudades grandes y muy concurridas entre ellas. Ya en el espaciopuerto, un técnico te indica una plaza del gigantesco hangar postrado sobre una plataforma y espera a que termines de atracar el Vengador.

- Bienvenido viajero, la tarifa de atraque es de cincuenta créditos la hora. No tiene que decirme las horas exactas, pero tiene que pagar por adelantado el tiempo mínimo, que es una hora. - Te dice amablemente. De sus bolsillos saca una pequeña etiquetadora cilíndrica y trastea con ella mientras espera tu respuesta.

Sus cincuenta crèditos buen hombre digo con voz serena.

Dígame, la sala de comercio, alguna recomendación? Preciso equipo para un viaje largo...

Le pregunto al hombre como al pasar, igual de desinteresado que al entregarlo los 50 crèditos.

...Hay algùn sitio en que pueda estar... Tranquilo, en soledad?

Debo mirar el holocrón lo antes posible...

El técnico recoge tus cincuenta créditos y chequea con la máquina que le devuelve un bono por una abertura.

- Guarde su tarjeta de bono señor, le hará falta para recuperar su nave y abonar el tiempo estacionado. - El encapuchado recoge su ticket. - En soledad ? ja ja ja ja - el técnico suelta una carcajada - Amigo, éste lugar ha tenido problemas serios de superpoblación. Demasiado comercio pasa por aquí. La Sala de Comercio está por ahí abajo, no tiene pérdida. - Y finalmente se despide y sigue con sus quehaceres.

Al bajar por las largas escaleras observas un cartel metálico de bienvenida a Cormond, la capital de Brentaal. Desde ahí puedes ver la ciudad bulliciada de gente que va de aquí para allá por las calles y plazas. A la izquierda de la ciudad, tras los muros, ves el mar Suporo y al otro extremo la cordillera Gravaal, cuyos picos están más altos que la plataforma en la que te encuentras.

Llegas al final de las escaleras y no resulta fácil caminar entre la muchedumbre. Siguiendo las indicaciones del técnico del espaciopuerto, sigues recto hacia la Sala de Comercio pasando por varios almacenes e industrias en plena faena.

La Sala de Comercio está provista de varias plantas del tamaño de un estadio, con diversidad de jardines y zonas de compras, miles de oficinas e incluso un pequeño espaciopuerto especializado.

Me tomo mi tiempo para realizar el abastecimiento ya que será mi última parada antes de Xandralis.

De momento, me hago a la idea de que se tratará de una cacería a muerte...Pero quizá llegado el momento deba analizar la posibilidad de llevar el trofeo con vida a mi señor... No volveré nuevamente a pertrecharme y en el planeta no hay nivel como para hacerlo... Lo mejor que puedo hacer, es comprar de más, previendo cualquier eventualidad...

Camino de una tienda a otra, tomandome mi tiempo para evaluar a los vendedores y sus productos toda vez que están realizando alguna operación. Quiero encontrar alguno que se vea propenso a bajar los precios sin detrimento en calidades... Quiero algún inexperto del que pueda sacar partido, quizá alguien que parezca novato y se vea tentado a asegurarse una compra masiva para si con su consiguiente comisión...

Veamos... Pienso al tiempo que invierto esa hora paga màs otra en observaciòn, dos horas, en encontrar el sitio en que comprar todo lo que tengo en mente, al tiempo que ideo la forma de no llamar la atención de balde.

...Desconozco lo que allì me espera en parte... La parte que sé, es que tendré como enemigo al medio ambiente... Contra eso me puedo preparar. Un equipo de campaña por ejemplo, una mascarilla respiratoria, pues puede que haya pantanos en medio de la selva, quizà con emisiones gaseosas... Sí, también puede que algùn líquido me estorbe... Un aquata vendrá bien, por si acaso... Si hay vegetaciín, hay agua... Humm... Si hay agua y hay selva... Hay presipitaciones! Una capa aislante podrà con ello... Luego, quizá necesite revisar lugares alejados sin recorrerlos en persona... A falta de un droide espía, que oportunamente construiré cuando esto acabe, debería hacerme con un par de electrobinoculares como los que está comprando aquel mercenario zabrak... A ver, quizá la topografìa sea un escollo... Un lanzaclavos y un generador de cabla líquido extra pueden solucionarlo....

Sigo caminando en busca de los productos y de los vendedores que cumplan con mi necesidad...

...Ahora a lo que no sé. ¿Qué rayos me espera en esa jungla? Suponiendo que deba aniquilar, lo mejor será contar con equipo... Quizá pueda hacerme pasar por un noble que va de caza a Kashyyk... A su primer cacería, así me evito preguntas de si conozco a tal o cual y de paso, puedo preguntar por armas como quien no sabe... Un fusil blaster de caza sería ideal para la distancia, quizá algunas células de energía de recambio, algunas granadas de fragmentación por si puedo "ablandar" a mi objetivo antes de apañarmelo con mi sable...Aunque, granadas aturdidoras serían igual de útiles, tanto para dar muerte cuerpo a cuerpo con el sable, como para capturar... Humm... Si de capturar una electrored me vendría como anillo al dedo! Sí, aunque si es tan importante, dudo que se deje agarrar así como así... Lo llevaré de igual modo... Ahora que lo pienso, puede que resulte muy, muy herido. Varios medpac... Eso he de llevar... Hum... Que mejor que hacerme con un trofeo... lo pueda capturar o no... Un holograbador... Sí, es funadmental... Algo que de fe de mis actos y en última instancia quede como registro para los tiempos por venir jaja mi ego... Bueno, en última instancia, un cinturón de accesorios para cargar todas las pequeñeces... Eso será todo...

Camino un poco más hasta encontra lo que busco, y

Quizà pueda apañarmelas durante el viaje para armar en la nave un droide espía que me faliclite la búsqueda... Dejando el piloto en automático... De ser así, compraré los materiales*...

Vas de tienda en tienda observando, meditando sobre tu misión, sobre qué necesitarás... los comerciantes son hábiles elocuentes en éste planeta, cruce de rutas comerciales, y no te será fácil conseguir buenos precios.

Te percatas que la mayoría de los comerciantes son humanos, aunque también te encuentras con algún trandhosano y un par de parejas de duros.

Uno de los hermanos bothan del taller de reparaciones te hablan acerca de la tecnología de droide corelliana - Si necesitas un droide, Corellia te aportará desde la primera a la última pieza, incluso puedes comprarlos fabricados! ... aunque eso te resultará más caro -

No tienes tiempo para eso ahora, pues tu misión te espera, pero la información te podría ser de utilidad en el futuro.

Al entrar en distintas armerías, todos los vendedores son reticentes a venderte un fusil blaster, pues legalmente están restringidas solo a personal imperial. En Brentaal no hay una excesiva presencia de soldados, pero el gobierno compuesto en su mayoría por el gremio de comercio, son leales al imperio y acatan sus reglas.

Siete mil trecientos veinticinco créditos me había salido aquel asunto entre cosa y otra, pero eran valores invertidos, no gasto.

Aquél bothan me había dado información útil si las había.

Pero aún así no cuento con ningún arma a distancia... Supongo que tendré que exponerme a un asalto de comerciantes en Xandralis para hacerme de un blaster de quinta mano...Salvo que exista alguna otra opción aquí. Vah... Mejor no rebajarme... Faltaría que se me descubra en manos de las tropas imperiales por conseguir esa porquería de arma...

Acepté los precios que no eran negociables, solicité que se los llevara hasta El Vengador y me dispuse a seguir mi camino.

Corellia... Veremos si salgo de esta como me va allí...