Partida Rol por web

Falenthal vuelve el rostro con gesto circunspecto "¡Qué demonios pasa!". Se siente ligero como un ave y no recuerda haber tomado ningún brebaje élfico ni de ningún otro tipo.

-¡Vaya! Grifo se diría que esás en forma... -se sonríe al ver que dejan atrás la barca semi hundida de Balin y llegan a donde la raíces y el suelo fangoso se hacen presentes- Vamos. Estamos cerca, aunque sabe muy bien que queda un largo trecho para poner pies en polvorosa.

Miran A Wyna cuya capeza se dobla sobre su pecho. Siguen. Los enanos van por detrás jadeantes pues el agua les llegaga hasta la cintura.

Sólo se ven ondas en el agua, sabén que están ahí pero al menos los obligarán a luchar en tierra firme.

-Ellos son nueve y nosotros... dos y medio -murmura resollando Balin a su compañero-. ¡Maldita sea!
 

interludio.

Se abre escena y un hombre de hirsuto cabello encanecido y recogido en un moño para que no le moleste en su labor artesanal.

está vertiendo una especie de mezcla de sebo en recipientes alargados y cilíndricos; al lado un montón de pábilos esperan ser introducidos en los mismos.

-TOk Tok Tok -se oye en la puerta de las estancia.

El viejo se queda quieto. Ni siquiera pregunta quién es. A esas horas y lejos de la ciudad... nada bueno.

-ToK... Tok Tok - de nuevo los golpes.

El viejo Fastarr toma aire y pregunta:

-¿Quién va? -Después de un segundo sin respuesta- ¡Salga de mi casa ahora mismo! ¡Quien quiera que sea vayase! -dice perdiendo la paciencia.

afuera una sombra con capucha espera...

Muchos kilometros al sur la única hija de Fastarr, gravemente herida nota cómo su mente sale de su cuerpo; de su plano y ve cómo la estan llevando dos compañeros por un bosque a oscuras...

El grupo sabía que estaba siendo seguido. Ligeras sombras se escurrían al principio, intentando cortarles el paso pero con un esfuerzo inconcebible consiguieron romper el cerco. Los habitantes se oían menso amenazantes y probablemente intentarían un último ataque.

¡Vamos, Wynna! ¡Vamos maese Griffo! ¡Señores Balin y Óin! -jadeaba el elfo animando el paso- Un último esfuerzo antes de alcanzar los límites de esta ciénaga. ¡Parece que ya estamos saliendo del territorio de esas bestias! 

Falenthal no las tenía todas consigo respecto a la posibilidad que todos salieran vivos de aquel lugar, pero no era hora de desfallecer. Quizás el amanecer no estaba tan lejos como parecía, o en cuanto pisaran tierra firme las criaturas dejasen de perseguirlos. Hasta que no hubieran perdido la última gota de esperanza, había que seguir intentándolo...

Los habitantes del pantano conocedores del terreno iban flanqueando al grupo hasta un pequeño vado natural para cruzar un estrecho río en el que frenarían el ritmo. caerían sobre ellos. Los flancos se habían adelantado y esperaban en los arbustos; por eso no los habían visto desde hacía una hora.

Falenthal en un momento dado, y si bien no conocía el terreno decidió acometer el río que llevaba oyendo hacía un rato a la brava, sin intentar vadearlo una cien yardas (no sé a qué vamos si a metros o a qué) río abajo y allí estaban cruzando el río agarrados a unas lianas -ahora miraban dos veces antes de posar la manos sobre alguna especie arborícola je. je-. <no sabían tampoco que más arriba habrían caído en una trampa mortal.

Ahora si continuaban el rió que también iba hacia el este saldrían al gran río que atravesaba las ciénagas.

- No sé cuánto queda, pero este riachuelo nos guiará. Parece que se aleja del bosque, en dirección al Río Rápido. Es lo más parecido a un camino que tenemos...

El elfo no quería cantar victoria, pero todo apuntaba a que, finalmente, un golpe de suerte había caído de su lado.

Con un brazo ayudando a Wynna a caminar y con el otro tiroteando de las barbas de los enanos para no perderlos, Griffo corrió junto a Falenthal escapando de las mazmorras de los habitantes del pantano, la joven erudita aún no podía avanzar sola, por lo que sus compañeros debían ayudarlas, y los enanos estaban aún escupiendo agua y quejándose del baño.

-¡Suéltanos, mocoso!- le gritó Óin al tiempo que los enanos soltaban sus barbas de las manos del hobbit  - Podemos correr solos.

-Lo más sensato sería alejarnos cuanto antes de estos pantanales, estoy seguro que esas criaturas no se alejarán mucho de su hogar- dijo Balin.

Chapotearon un largo rato sintiendo que los habitantes del pantano les respiraban en la nuca, pero no vieron ninguno acercarse, ¿sería una trampa urdida por ellos o en verdad estaban a salvo?

Llegaron hasta las orillas del Río Rápido pero en ese momento surgió otro problema, ¿cómo volverían?

-Compañeros, me inquieta saber como vamos a escapar de esta situación, yo llegué aquí a través de una improvisada barquilla que ahora debe estar secándose por ahí si no fue el almuerzo de algún animalejo, pero supongo que aventureros experimentados como ustedes tendrán algún que otro botecillo. No me refiero a ustedes, señores enanos, ya que pudimos ver los restos de su embarcación cerca de la guarida de esos adefesios- les dijo Griffo, recuperando un poco su sentido del humor luego de un cercano encuentro con la muerte.

Dentro de mi semiinconsciencia, balbuceo levemente...

- Padre... en peligro...

Está amaneciendo y dejáis el lindero del bosque a unos metros. Los habitantes del pantano no toleran la luz y solo percibís a algún merodeador entre las sombras. Si bien no es una zona segura, o tomáis un respiro y tumbáis a Wyna (recupera 2 puntos por el descanso y de paso la consciencia)

El río rápido se presenta ante vosotros caudaloso, después del paso por Las ciénagas Largas [Tierras de Sombra ^NO18]

mientras decidís cómo vais a viajar podéis ir haciendo las tiradas de Saber para dados de ventaja y asignando las tareas/posiciones del grupo. Si fuerais en txalupa/barca serían 8 día remando contra corriente y 2 pruebas de fatiga hasta las escaleras al lago.

pd: por senderos 70km x 2 mod. por terreno : 140km/8 km aL DÍA: 17 días 3 pruebillas de fatiga ca. NO 18.