Partida Rol por web

Lori sacó la lata del frigorífico, pensativa. Quizá se había pasado, pero creía conveniente dejar claro que ella era una profesional. Nada le gustaría menos que criar la fama de chica fácil, y la "fotógrafa de los polvos". En verdad, ella era romántica. No concebía el sexo sin amor, o al menos sin algo de química, porque lo veía como algo vacío y sin sentido.

Regresó a la habitación, donde Winston terminaba de vestirse, y le dió su coca-cola con una breve sonrisa.

-No te preocupes, lo has hecho bien -le dijo- Realmente, solo quería probar un par de fotos con el sombrero, tapándote la flautilla.

Dijo flautilla para no emplear un término grosero, pero luego se lo pensó. Le dió la risa tonta.

-Ay, perdona. No quiero decir que la tengas pequeña. No creo que sea así, ya sabes lo que dicen de los negros.

Suspiró, mirando la hora.

-Bueno, Winston. Ha sido un placer trabajar contigo. Tengo que revelar las fotos y dárselas a mi jefa.

Parpadeó, mirándole.

-Ya nos veremos, espero que fuera del trabajo. ¿Ok?

Le dedicó una bonita sonrisa. Como mujer, sabía como adular a un hombre para que no se sintiera violento o culpable hasta pasados al menos 15 minutos. Era un verdadero arte, que algunos consideraban retorcido. Pero es que una chica no puede defender sus convicciones con los puños, y menos con un tipo así. Solo era cuestión de saber capear el temporal.

Termino por colocarme los tejanos y mi camisa blanca arremangada hasta los codos. Con una agradable sonrisa le cogo el refresco y le doy un buen sorbo..-Gracias, estaba completamente seco..- añado tras darle un buen trago notando como las burbujas estallan en mi cuerpo.

Río ante su comentario de la flautilla.. -Ya la puedes tener muy grande que si no la sabes utilizar...- Fué lo único que se me ocurrió decirle en ese momento, probablemente mi cara sea un misterio en este momento.

-Si, será mejor que me vaya, tengo que ir a comprar unas cosas al centro comercial. Bueno.. me encaro a ella para darle dos besos amistosos en la mejilla. Ya nos veremos. Llámame cuando tengas listas las fotos, me gustaría verlas. Hastalvista Lori..-

Salgo de su casa hacia mi coche con el refresco por terminar en mi mano.

Cuando cierra la puerta, se queda aliviada. Suspira, pensando en que quizá fue demasiado brusca. Los hombres son bastante primitivos, y aparte de eso, usualmente inofensivos. Despues de todo, prefirió no pensar en que estaba bien o que estaba mal. Ella era una chica sensible, romántica. No le gustaba ese rollo, para nada.

Se metió en el cuarto oscuro, sacando el carrete y encendiendo aquella luz rojiza. Comenzó con las exposiciones, foto a foto, y luego fue pasando los papeles de cubeta en cubeta. La imagen se dibujó en ellos, y los colgó para que se secaran. Calculó un par de horas, y miró la hora que era. Tantas fotos, había perdido mucho tiempo. Tendría que entregarle las fotos a su jefa en el horario de tarde de la oficina.

Para hacer tiempo, y porque era la hora de comer, decidió ponerse de nuevo la chaqueta y salir por ahí, a comer a algún sitio barato y que, de paso, le diera el aire.

Te metes en tu estudio y con toda tu arte y destreza sacas el carrete para revelar las fotos.

No te lleva demasiado esfuerza y además supones que han salido unas fotos magnificas para enseñárselas a tu jefa, a pesar de que la sesión se te hizo un tanto incomoda.

Echas un vistazo al reloj y ves la hora; Hora de comer. No te da tiempo a hacerte algo así que decides ir a comer algo fuera.

La Isla destaca por sus incontables campos, parques verdosos, y como no tiene una de las mejores playas del mundo. Una playa de agua dulce y cristalina rodeada de palmeras y cabañas de paja.
Recorres la ciudad de "Isla Tajada" justo por el borde del mar observando la cantidad de arquitecturas que guarda esta isla. Zonas verdes, estatuas maravillosas, campos de golf, museos, edificios antiguos. Es perfecta, su aroma, la gente pasea por la ciudad patinando, haciendo deporte por el paseo marítimo. Todo parece que sea muy tranquilo, pero eso es por que aun no ha llegado la noche. La noche es totalmente distinta a cualquier cosa que te hayas imaginado. Es una isla donde los sueños se hacen realidad. Todo está a tu alcance...

En verdad aquel lugar era mágico, de ensueño. Era el perfecto lugar de ocio, de vacaciones, un lugar donde desconectar de la rutina y conectar con otras sensaciones, a veces demasiado aparcadas.

Miró la hora, suspirando. Sería mejor ir a darle las fotos. Luego ya tendría tiempo de todo lo demás: pasear, bailar, conocer gente y lugares... Asi que, buscó un sitio donde comer, alguna hamburguesería chiquitita o un modesto restaurante que sirviera menús... Lo que tuviera más a mano.

Luego, daría un paseo, pero procurando volver a su piso con tiempo de sobra para coger las fotos y llevárselas a su jefa.

Decides no visitar el centro comercial, ni nada por el estilo que te haga perder mucho tiempo. Al menos agradeces la sensación de tomar el aire y aliviar tensiones de la reciente sesión fotográfica con Winston.

Paras en una Mac Donald's y te pides tu menú favorita con patatas. Disfrutas de la comida sin prisas y vuelves a tu casa para ver el resultado de las fotos. Ya deberían de estar listas para entregárselas a tu jefa..

Lori no perdió el tiempo, porque había que causar buena impresión. Recogió las fotos, ya secas, y las guardó en un "book" para presentarlas a su jefa. Luego hizo pis, se adecentó de nuevo y se marchó a ver a su jefa, cerrando bien el apartamento.

Ya habría tiempo para pasear e ir a bailar, cuando se asegurara de que había hecho un buen trabajo.

Conectas tu portátil y comienzas atrabajar. Tras unos largos minutos, repasas tu trabajo y lo envías por correo electrónico a la revista.

Satisfecha con tu labor, consultas la hora: 15:50pm. Es entonces cuando salta la alarma.

- ¡Mierda! ¡Es tardísimo!

Cierras tu ordenador con premura y buscas las llaves de tú coche, coges la carpeta y sales disparada hacia las oficinas.

Subes a tu coche, deja las cosas en el asiento trasero y, antes de arrancar, observa unos instantes la puerta. Está cerrada. Suspiras, enciende el equipo de música de tu coche, bajas un poco las ventanillas para que le llegue el aire y conduces rápidamente hasta la oficina.

Una vez allí llegas algo tarde las 16:05. Saludas a compañeros de trabajo de camino hacia la oficina de tu jefa, vas con prisas por lo que no tienes tiempo para detenerte a hablar. Al fin llegas y te encuentras frente a la puerta de tu jefa..

¡Correr! Odiaba las prisas, porque siempre se le olvidaban cosas importantes. Comprobó llevar las fotos, lo más importante, y su bolso. Las calles se sucedían con el coche a toda marcha, intentando coger los semáforos en verde o ambar. Estaba nerviosa, pues no quería dar mala impresión a su jefa en el primer día.

Aparcó en el primer sitio que vió, aunque era de pago, y subió corriendo a la oficina. Los compañeros la saludaron, y ella respondió, encantadora. Comprobó la hora antes de ordenarse el pelo, respirar hondo un par de veces y picar a la puerta. Esperó la respuesta.

Vas con prisas, corriendo por los pasillos de la empresa para no llegar tarde a la oficina de tu jefa.
Finalmente llegas con un minutos de retraso y encoges tu puño para llamar a la puerta. Suspiras y al cabo de unos segundos obtienes una respuesta.

-Adelante..-

Al abrir la puerta te encuentras con tu jefa que está escribiendo algo sobre su mesa a lo que deja de hacerlo cuando levanta la cabeza para mirarte..

-Hola. Creí que ya no vendriás. Pasa y siéntate..- Te ofrece el sitio señalando un silla enfrente de ella y sigue escribiendo algo en el papel hasta que te sientas.

-¿Qué tal te ha ido?..- abre la conversación para que te expliques.

Tomó asiento, sonriendo un poco. La verdad es que estaba algo avergonzada por llegar tarde.

-Disculpa, el tráfico...

Sacó las fotos y las puso encima de la mesa, metidas en el book. Se apartó el pelo, y comenzó a hablar.

-Bueno, no ha estado mal, aunque el pobre es algo feo de cara. He procurado destacar su complexión, que le favorece algo más.

Le habló durante un rato de los detalles puramente técnicos de la sesión, y luego una pregunta le bailó en los labios. Titubeó, pero al final la formuló.

-Otra cosa... Mmmm. Me he sentido algo... violenta. No se si en esta isla es costumbre que, bueno... Las relaciones en esta clase de trabajos sean algo normal... Me he asustado un poco, porque la verdad es que era un tipo corpulento. No se si me entiendes.

Catherine extrae las fotos del book y empieza a examinarlas mientras tú le cuentas tu experiencia fotográfica.
Por los gestos que emiten su rostro dirías que las fotos son excelentes. Aparta un par de fotos deslizándolas sobre la mesa y el resto las vuelve a meter en el book.

-Tranquila no te preocupes... Algunos hombres no pierden nin un momento y solo piensan en meterla. Era ¿Winston verdad?.. dice mordiéndose el labio inferior mientras le observa en la foto es un tipo bromista y.. bueno.. solo pretendería ser simpático-

Dejando a un lado lo ocurrido la jefa se cruza de piernas y te mira fijamente..

-Bueno. Esta tarde tienes que ir a hacer una entrevista a un fotógrafo semi-profiesonal. Tiene mucho futuro, es muy atractivo y nos interesa que trabaje para nosotros..- dice en un tono serio. Abre un cajón y saca un papelito donde apunta algo y te lo deja enfrente para que lo cogas..

-Es su dirección. Quiero que te pases alrededor de las ocho de la noche a su casa. Yo ya le he avisado y te estará esperando.. ¿Alguna pregunta?-

Tomó la tarjeta, mirando la dirección. Se le ocurrieron un par de preguntas casi inmediatamente, y sacó un boli del bolso.

-¿Como se llama? ¿Sobre qué tengo que preguntarle?

Mala cosa era ir a hacer una entrevista sin saber que demonios tenía que preguntarle.

-También me vendría bien saber algo sobre él, de su obra y vida.

Quedaba feo entrevistar a alguien sin conocer algo su carrera y personalidad.

Se lleva el boli a la boca y lo mantiene con sus dientes mientras vuelve a abrir un cajón y extrae una foto algo deteriorada.

-Mira.. se quita el boli. Es este hombre de aquí, es muy elegante y atractivo. Se llama Dick Garrison y vive en la calle mariachi nº4, cercano a la playa.. -

Desliza la foto por la mesa hasta ponerla enfrente tuya para que la veas detenidamente.

-El chico es bastante profesional, o al menos eso tenemos entendido. Hizo un cursillo de fotografía y hemos oído que es único haciendo fotos, lamentablemente no trabaja con nosotros..
Coméntale si quiere trabajar para nosotros, si le interesaría..- De momento son todos los detalles que puede darte. Parece que te lo tendrás que currar tú solita.

-Te lo dejo en tus manos Lori. Mañana por la mañana quiero que estés en mi oficina y me cuentes que tal te ha ido ¿Vale?..- recoge unos papeles y se levanta dispuesta a irse parece que tiene trabajo que hacer.

Recogió la tarjeta, escuchando a su jefa. Entrevista y convencimiento... menudas pruebas debía superar. Comparado con aquello, lo de Winston había sido un paseo. Catherine se levantó, y ella se apresuró a imitarla, por educación.

-Bien. Hasta mañana -repuso, sonriendo.

Salió tras suya por la puerta, bolso al hombro y algo pensativa. Necesitaba algo de información sobre el tal Dick (aquel apodo siempre le hacía sonreir), así que buscó a una de las chicas que le habían caído mejor al llegar a la isla en aquel sitio, y la pilló tomando un café.

-Hola -le dijo- ¿Puedo robarte un minuto?

Le habló sobre cosas que no tenían nada que ver: ropa, cine, chicos... Hasta que la temática saltó al punto que quería: el famoso Dick Garrison. Quería saber cosas sobre él.

En el interior del local la temperatura es cálida, al igual que el ambiente, tranquilo y sosegado.
No es un lugar muy grande o imponente pero sí íntimo, y además tienen los mejores bollos y bocadillos.

Alrededor confluyen las distintas charlas de parejas y amigos, hablando en voz queda entre ellos y dirigiéndose sonrisas afables cómo si nada más existiera a su alrededor.

Tomamos asiento, uno enfrente del otro tras haber pedido vuestras tazas de café.

-Pues no tengo ni idea.. se inclina hacia ti haciendote un gesto para que te acerques. Dicen que es un magnífico fotógrafo pero que le han despedido por que tuvo una pelea con su jefe..- dice en voz queda.

Después vuelve a tomar su postura inicial mientras apura las últimas gotas del café.

-¿Por qué tanto interés por ese tipo?- te pregunta con confianza ya que sois muy buenas amigas.

Sonrió por la pregunta, coqueta y algo "bicha", como ella era. Miró el poso de su taza de café, reflexiva.

-No, por nada. Es que tengo que entrevistarle, y quería más sobre él. Queda feo ir a hacerle preguntas a alguien si no sabes qué demonios le puedes preguntar.

Parpadeó, mirándola.

-¿No te parece?

Hizo un mohín gracioso, como pensando.

-Imagino que tendré que hacerle preguntas sobre fotografía, sobre sus gustos literarios y otras tonterías como "Qué piensas del amor" o "Qué proyectos tienes en mente".

Reparó en un detalle fundamental, que le inquietó.

-Uy... es a las ocho. ¿Tu crees que me invitará a cenar*? ¿Debería arreglarme un poco o ir informal en plan periodista seria y profesional?

-Mmmmmm.. - se encoge de hombros.

-No pienses tanto. Simplemente ves ahí y déjate llevar, seguro que lo haces fantástico. Además, eres guapa, simpática y eres muy luchadora, no tiene porque parecerte difícil..-

Trata de animarte y recoge una mochila que descansaba a su lado y pasa la cinta por detrás de su cuello.

-Bueno he de marcharme. Tengo que seguir con el trabajo o llegaré tarde. Que tengas suerte, llámame y me cuentas que tal ¿ok?..- se acercó y te dio un beso amistoso en la mejilla y se marcho por un pasillo que conducía hacia las oficinas.

-Ponte guapa..- dijo antes de marcharse y despedirse con una mano.